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Las andanzas de mi esposa iii

en Grandes Relatos

Las Andanzas de mi esposa III

Eran los primero días de diciembre, una reconocida cadena de Hoteles Internacional había organizado una fiesta de navidad para la mayoría de sus clientes corporativos, entre ellos la empresa donde labora mi mujer, en esta ocasión fueron en representación, la administradora y sus esposo, la encargada de compra y sus asistente,  mi esposa y yo, todos nos sentamos en una gran mesa circular colocada en el ala derecha del salón, a pocos metros de la pista de baile.

En esta ocasión, la fiesta contaba con una ambientación de la cultura  típica  colombiana,  muchos ballenatos,  algo de salsa colombiana, hombres en sancos y el personal del hotel vestido con trajes típicos colombianos y el espectacular sombrero que lo caracteriza.

Después de haber permanecido por sentados por un buen tiempo, tomamos algunos tragos y salimos a la pista de baile, bailamos unos que otros merengues, bachatas  y música regional colombiana, luego llego una tanda de descanso. En el tiempo muerto como suelo llamar a las pausas, nos animamos a conversar sobre cosas en particular la mayoría de las conversaciones sobre las cosas cotidianas que hacemos.

La jefa inmediata de  mi mujer, es una mujer hermosa, más joven que ella, delgada, color canela, una piel limpia y unos ojos café, en los pocos momentos que hemos compartido se ha portado muy cariñosa conmigo, no así su esposo, el típico patán;  es una abogado de estos que sólo tienen el título, una buena oficina que se la puso la familia para que juegue videos juegos en ella, pues no tiene la gran clientela ni la experiencia. El no me recuerda, pero ya tuvimos un desagradable encuentro por la compra de una propiedad que hicieron y que pocos días después perdieron por no poder pagar la hipoteca.

En la mesa es redonda,  si contamos la posición de los comensales,  es la siguiente,  a mi izquierda estaba Martha, una morena, jefa de compra, le sigue Nurys, que es sus asistente, Gissel que es la administradora, le seguía el esposo Pablo, Jackie, (mi mujer) y luego estaba yo.  Gissel quedaba prácticamente frente a mí, pero la mesa es bastante grande y cubierta con un mantel que la arropaba casi por completo, lo que impedía cualquier tipo de comunicación, pero si de ve en cuando me sonreía.

El tiempo muerto terminó, la orquesta comenzó a tocar y dos jóvenes invitaron a Martha y Nurys a bailar, luego se paró Pablo con Gissel, dejándome sólo con mi esposa en la mesa, tan pronto quedamos sólo ella pego más la silla de la mía y me confeso que Pablo era un fresco, que por debajo de la mesa le está sobando las piernas.  Esto me incomodo en principio, por lo mal que me caía Pablo, pero no estaba dispuesto a dañar el ambiente por la actuación de un estúpido, así que sólo apartamos un poco más las sillas pensando que con esto todo estaría bien.

Cuando regresaron los demás a la mesa, nos paramos y nos fuimos a la pista de baile, donde pasamos unos 30 minutos bailando todo lo que tocaban, ya cuando estaba sudando, regresamos a la mesa  donde estaban los demás, al llegar notamos que Pablo había movido las sillas de nuevo y estaban juntas, me incomodó bastante y a ella también, por lo que sólo tomo su cartera y se fue para el baño, Gissel la acompañó.

Cuando regresaron Gissel fue directamente donde mi y me invito a bailar, llegamos a la pista, bailamos un merengue clásico que según ella le encantaba, me dijo que bailaba bien y que quería seguir bailando, por lo que proseguimos con una tanda de bachatas, pegándonos cuerpo con cuerpo, y no pude evitar preguntar que porque su esposo era tan patán. El silencio hago su respuesta, y sólo después de un gran silencio me pregunto si él estaba de fresco con mi mujer, lo cual le afirme en seguida.

De regreso a la mesa, Gissel me pidió permiso, según ella tenía que hablar algo con Jackie, por lo que me moví de mi silla y ella vino a sentarse al lado de mi mujer, quedando entre nosotros dos, acto seguido comenzaron hablar y sonreír,  hasta que volví a la pista de baile con ella, donde volvió a decirme que Pablo la seguía tocando, aun estando Gissel a su lado, pero que no hiciera nada. Llegamos de nuevo a la mesa y no bien me había sentados cuando Gissel me puso una manos en mi pierna y la deslizó hasta mi bragueta, acarició mi pene por encima de la ropa, cuando lo sintió que estaba bien parado me dijo que nos fuéramos a bailar. Ya en la pista se pegó a mi cuerpo y más que baile era un roce con mi erecta verga, en mi oído rechinaban sus gemidos de placer, me confeso que no usaba bragas, pues con la delicada tela del vestido se le notaba mucho, esto me puso mi pene más erecto.

Gissel me dijo que si Pablo quería jugar, ella iba a jugar pero con más intensidad que él, pues no sabía de lo que ella era capaz, por eso de regreso a la mesa, ella le  dijo a Jackie que fueran al baños de nuevo, yo me fui al lobby pues no quería estar solo con Pablo y las chicas estaban bailando, ya en el lobby vi a Gissel salir de baño sola, la llame para saber de mi mujer y me dijo que se había encontrado con unas amigas y charlaban en el baños, caminamos por el área de la piscina y llegamos hasta un área bien oculta, donde estaba las máquinas de purificación del agua, ella volvió a pegarse de mí, y yo sólo subí su vestido y me incline a besar su desnuda y babeante concha, aquí los gemidos no se confundían, lo liberó como si no le importara que el hotel entero lo oyera, y su orgasmo fue casi instantáneo dejando mi bigote  y barba impregnada con sus jugos; me pare y por primera vez nos besamos, un beso largo donde ella procuro limpiar de mi boca todo el  juego de su concha, luego me saco el pene que también estaba bastante mojado y lo puso en sus labios vaginales y con una simple presión desapareció en su interior,  los gemidos retornaron,  esta vez con más fuerza, se agarró de mi cuello y se trepo sobre mi dando golpe con su cintura, yo sólo la sostenía en el aire hasta que la sentí tener otro orgasmo.

Ella me pidió que se la echara dentro, pero no quise, le dije que en otra ocasión,  no quería dañar su vestido o que llegara con un olor a semen al salón, pero ella insistía,  por lo que le permití que me la chupara para llegar en su boca, lo cual hizo muy bien, después de 4 o 5 minutos me llego el orgasmo, llene su boca de semen, ella  jugo un poco con el semen en su boca, me lo enseño y luego lo trago, pero no quiso limpiar sus labios, lo dejo untado de semen.

Regresamos al gran salón por la parte trasera, llegando a la pista de baile sin que nos vieran, bailamos y después de unas cuantas piezas de baile fuimos a la mesa, desde la pista yo miraba a la mesa, cada vez que los demás me lo permitían, me extraño ver que sólo estaban Pablo y Jackie en ella y que estaban muy junto, por los movimientos de la mano de Pablo y por los ojos de mi mujer, supe que se la estaba follando con los dedos, se lo comenté a Gissel y ella no pudo más que sonreír, esto por lo que había pasado entre nosotros.

Gissel me dijo ven para que disfrute, así fue que llegamos a la mesa, ella fue y se pudo en una silla al lado de Pablo, por lo que este quedó como estaba en un principio, entre Gissel y Jackie, se inclinó sobre él y comenzó a besarlo en la boca, paso su labios por los del él mientras lo besaba me guiño un ojo, comprendí en ese momento para que dejo sus labios húmedos con mi semen y me pareció de lo más malvada.

Me lleve a mi mujer de nuevo a la pista, no era que quisiera bailar, pero sí quería comentarle lo que había pasado, ya en la pista ella no me dejo comenzar, me dijo que Pablo insistía en acariciarle su parte, por lo que llego a un acuerdo de dejarlo que le hiciera una paja para que la dejara tranquila, pero que el tipo llevaba tres pajas, no sabía que hacer, quería que nos fuéramos, que Gissel le dijo que se había dado cuenta y que nos había problema, por lo que tuve que interrumpirla y confesarle que me había cogido a Gissel en el área de la piscina.

Que puta esa maldita me dijo riendo, más rio cuando le dije que ella lo puso a saborear mi semen cuando lo beso, y que estaba sin braga con el coño mojado por la cogida que le di, esto la puso más contenta y decidió regresar a la mesa, se sentó al lado de Gissel quedando Pablo a dos sillas de ella y metió la mano por debajo de la mesa y acaricio su concha mojada, ambas rieron, como si lo hicieran de un chiste, dejando a Pablo desconcertados,  esta complicidad siguió por el resto de la jornada, con disimulo, Jackie sacaba los dedos de la vagina de Gissel y se lo pasaba por los labios y esta besaba a Pablo, sin que este supiera lo que estaba pasando.

Terminando la actividad bajamos a los estacionamientos, Gissel nos invitó a su apartamento a tomar dos copas, ni una más, lo que le pareció una excelente idea a Pablo que ya estaba un poco borracho, lo cual aceptamos, pues estaba a unas dos cuadras, llegamos y subimos por en ascensor,  donde Gissel subió su vestido y nos dejó ver su concha depilada y húmeda, el jumo no le permitió a Pablo darse cuenta de esto, pero ya en su apartamento se tiro en el mueble y las mujeres pasaron a la habitación de donde vinieron vestida con batas transparente de dormir y sin las bragas ni sostén.

Se sentaron en el mueble al lado de Pablo, comenzaron a besarse entre ellas, Gissel le beso la concha de mi mujer consiguiendo de ella un gran orgasmo, el primero de la tanda y el tercero de la noche, luego ella se paró a Gissel sobre el mueble, apoyando su espalda contra la pared, luego se arrodillo en el mueble quedando su boca justamente en la concha de Gissel,  le dio una mamada que esta no olvidará jamás, el sudor de ella quedo pintado en la pared  y el grito de su orgasmo retumbo en el condominio, luego ambas fueron donde mí, yo estaba desnudo, había comenzado a masturbarme mirándolas a ellas, Gisse se sentó de espalda sobre mi verga y comenzó a danzar en ella.

Jackie se la saco al borracho Pablo, comenzó a mamársela  hasta conseguir ponérsela erecta, luego se sentó de igual forma que lo hacia Gissel sobre mí,  tiempo después me sentaron  al laso de, Pablo,  en el mismo mueble, Gissel se sentó en mi verga, pero esta vez de frente a mí, comenzamos a besarnos, igual Jackie, pero ella no besos a Pablo, se inclinó un poco y se juntó en un beso con Gissel y conmigo, de ahí paso a los pechos de ella y movía un poco la cola para sentir la penetración de Pablo.

Estas posiciones fueron variando en la medida que avanzaba la noche, ellas se corrían y se corrían en las diferentes posiciones, igual pablo se había corrido en el coño de mi mujer, pero yo estaba intacto, el segundo orgasmo con un poco de alcohol es difícil para mí, es por ello que conociéndome mi mujer, se ocupó ella de mí, sentó a Gissel sobre ella y comenzaron a bezar ambas  mi polla, me la aprisionaban con sus pechos y la recibían juntas en sus bocas besándose con ella en medio y mi mujer me la baqueteaba para que jugaran con sus lenguas en la parte baja de la ñema, esto comenzó a conectar el circuito que consigue mi llegada y cuando comencé a gemir, se pusieron de frente, querían mi semen en sus respectivos pechos, los chorros de semen saltaron, once en total, siete de ellos impactaron la cara y los pechos de Gissel, cuatro los pechos de Jackie.

Después de ese gran orgasmo quede sin fuerza, me tire sobre el mueble más pequeño y desde ahí vi como ellas le pasaban sus pechos por la boca de Pablo, haciéndolo lamer una gran cantidad de mi semen hasta que nos quedamos dormido hasta la mañana siguiente cuando desperté mi mujer y prácticamente salimos corriendo a nuestro hogar.

Ya en la casa, mi mujer llamo  a Gissel para excusarse de no poder ir al trabajo por una terrible jaqueca, su asistente le comentó que lo mismo tenía ella por lo cual no iba a poder ir al trabajo.

El Llanero Solitario

Jeencruz@hotmail.com