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Polvo de gallo

en Hetero: Infidelidad

POLVO DE GALLO

Recientemente fui invitado a la casa de unos amigos donde tenían una barbacoa, se hacen cuentos, se escucha música y se juega dominó, por esto último fue que fui.

Mi amigo tiene muy buena posición económica, por lo que vive en un lujoso residencial con acceso controlado lo que le da un poco más de interés.

Cuando llegue, en la entrada estaba su esposa, Yany, una mujer blanca, cabellos oscuros y unos ojos café saltones, acompañada de Marleny, la esposa de su hermano Agustín, esta es una mujer rubia, delgada, ojos azules, tamaño normal y un cuerpo espectacular, confieso que en otros encuentros que habíamos tenido me dejo anonadado.

Inmediatamente llegue comenzamos a jugar dominó, Marleny se sentó detrás de su esposo pero con el frente a mi lateral derecho, estaba vestida con una licra deportiva negra, que no dejaba duda de sus atributos. Al sentarse note una actitud un poco rara, abría las piernas, se subía los pechos, se acariciaba el cabello y se sobaba las piernas.

En el juego gane las tres primeras manos, pero perdí la cuarta y tuve que salir del juego para darle oportunidad a otro, por ese el cocinero que era Agustín entro a jugar y me dijo que me ocupe de la parrilla, pues todo estaba listo, sólo había que calentar la parrilla y comenzar  a poner las chuletas.

Cuando intente prender la parrilla descubro que esta no tiene gas, cosa que no se había previsto, pero bastante cerca hay una estación de servicio donde lo reponen y me ofrecí a ir, si me decían como llegar, Juan, mi amigo, esposo de Yany, me explico, pero no lo entendí bien, por eso Marleny dijo que ella iría conmigo, lo cual le pareció atinado a los demás.

Es bueno señalar que durante el juego, yo comencé a relajar con un mote que me dice Yany y la esposa de José, otro de los asistente, pues para ellas yo soy el fuerte, esto en alusión a la esposa de otro amigo que ellas saben que yo me estoy cogiendo, por eso dije pregúntenle a Yany quien es el fuerte, lo más lejos que tenía es que Marleny estaba enterada de eso.

Ya camino a la estación, ella me dice.

-        Con que te dicen el fuerte, je je je, sonríe con una cara de picara.

-        Si conteste, sonriendo también.

-        Pues eso lo vamos a saber ahora mismos, dijo poniendo su mano en mi bragueta.

La verdad es que me puso nervioso, ya para ese momento estábamos entrando a la estación, pero ella me dijo que me estacionara en unos paqueos solitarios que usan durante el día para los camiones que distribuyen los cilindros, no la entendí, pero la obedecí y la deje actuar.

Ella llamo a su esposo, le informo que la estación estaba cerrada, que si había otra cerca, lo cual era mentira, pero él no tenía manera de saberlo, por eso le informo de otra un poco más lejos y le dijo que no llegara sin gas.

-        Mi marido acaba de decirme que no llegue sin gas, rio pícaramente y agrego-

-        Pero yo no le pienso obedecer, diciendo esto comenzó a sacar mi pene que ya estaba erecto, comenzó a chuparlo.

Yo recosté los asientos, la invite a pasar para los asientos  traseros,  donde continuo mamándomelo, luego la levante y le devolví el favor, le bese aquella concha depilada con un sabor delicioso hasta que se corrió por primera vez, luego la senté frente a mi sobre mis piernas y comencé a besarle los pechos, duros y firmes, cuando vine a darme cuenta ya le tenía mi verga hasta los testículos y ella la disfrutaba en un movimiento de adelante para a tras. Esto duro unos 5 ministros hasta que ella tuvo su segundo orgasmo.

Un poco incomodo pero la puse en cuatro y comencé a, a moverla con delicadeza, hasta que ella me dijo que le diera duro, lo hice y tuvo su tercer orgasmo, yo también estaba súper excitado, por lo que no quise aguantar más, dada las circunstancias, fui acelerando y anunciando que me corría, ella me dijo que dentro no, pero era tarde, un primer chorro de semen cayó dentro de ella, los demás en sus torneadas nalga, siete en total, incluso algo cayó en su espalda y en los asientos.

Después de descansar un poco, use un rollo de papel que siempre tengo en mi vehículo y le limpie las nalgas, luego le aplique un espray de canela que uso para el aliento, pues el semen huele raro, luego llenamos el tanque y regresamos a la casa.

A la llegada, nos pusimos en acción con la barbacoa, se mantuvo la picardía entre el grupo, pero en una ocasión que jugaba domino en contra de su esposo, ella se aproximo a decirle algo, y paso un dedo por mi brazo, me unto algo que supe era parte del semen que tenía dentro, luego le dijo a su marido prueba y lo puso a que le chupara los dedos, volvió a encenderme, sobre todo cuando ella decía que si, él es el fuerte.

Continuara.

El LLANERO SOLITARIO