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Sus brazos me entrelazan, noto su aliento en mi nuca. Anoche nos quedamos dormidos después de un día lleno de emociones y sexo. No quiero moverme (¡siempre pasa eso la primera noche que duermes con alguien! después pasa. Se nos va la vergüenza) en mi cabeza las cosas van a mil por hora. ¿Qué hago?

Me levanto, preparo el desayuno y le digo que se vaya o que se quede, o me quedo acurrucada contra él y que sea lo que dios quiera. ¿Me meto en el baño o no? Tendré que ir al que está a la otra punta del piso. Ojala no se me haya corrido el rímel y no tenga cara de oso panda.

¿Qué desayunara este hombre?

Estaba en esas cuando noto una mano que coge mi pecho y lo acaricia, unos besitos en el cuello. Bueno, el ha dado el primer paso y roto el hielo del primer despertar juntos. ¡Menos mal, porque las mujeres le damos mil vueltas a todo antes de actuar!

Me giro y le doy un beso tierno.

-Buenos días cariño.

-Buenos días mi amor.

Nooooo, mi amor, nooooo. ¡No quiero que se enamore, ni yo enamorarme! espero que no lo haya dicho pensándolo de verdad, sino como los sudamericanos que dicen mi amor incluso al camarero.

Me sigue besando, sus besos bajan ahora a mis pechos pierde su cabeza en medio de ellos. Me chupa los pezones, juguetea con ellos. Noto como  su polla endurece por momentos, noto su falo grande y duro apuntándome, bajo mi mano, lo acaricio, está caliente y suave.

El también baja una mano entre mis piernas y empieza a acariciarme el coño, me derrito entre sus brazos. Mi mano le acaricia los huevos, la polla, lo masturbo lentamente, lo mismo me hace a la vez que nos besamos. Levanta la sabana y la tira al fondo de la cama.

Se mete entre mis piernas y me come toda, su lengua recorre mi interior, sus dientes juegan con mi clítoris noto un dedo en mi coño ya chorreando. Con su lengua me moja el ano y me introduce su pulgar. Me llena mis agujeros y vuelve loco  mi botoncito del placer. Me retuerzo, suspiro, gimo…me corro, mi chorro le ha mojado la cara, levanta la cabeza y me mira sonriendo

-¡Siempre lo consigo contigo! 

-Tu lengua y dedos son mágicos, ven aquí que te haga lo mismo.

Se recuesta, me pongo entre sus piernas, mis tetas cuelgan rozando sus huevos. Me la meto en la boca y empiezo una mamada de ensueño, meto todas mis ganas en ello, mi saliva chorrea en sus huevos lubricando mis tetas que los masajean. El ruido de las chupadas me excitan tanto como lo que le estoy haciendo, me recreo lamiéndole toda la polla, los huevos, me la vuelvo a meter en la boca suavemente. Mi lengua recorre los pliegues de su glande. Encajo su polla entre mis pechos y lo masturbo con ellos, cada vez que se asoma el capullo se lo chupo. Me la meto otra vez en la boca y acelero el ritmo hasta que se corre cogiendo mi cabeza entre sus manos para que no me aparte. Se corre en mi boca, me suelta y le escupo encima todo el liquido caliente.

Nos duchamos juntos jugando con la espuma y caricias, me tira la flor de ducha, para que me agache a cogerla aprovechando para jugar con su polla a la entrada de mi ano, acaba metiéndola en mi coño lleno de espuma  levanta un brazo y bombea  al grito de yiiii haaaa ¡como uno del oeste!

Parecemos dos críos nos reímos a carcajadas la follada acaba ahí.

Al  final se apaña muy bien con lo que tengo para desayunar. Vamos a la terraza con las bandejas y me pregunta lo que quiero hacer yo si no tengo nada previsto.

Lo pasamos tan bien y estamos tan relajados que le propongo ir a la playa con la condición que me eche un polvo ahí.

-Es una de mis fantasías, follar en una playa de día bajo el sol.

-¡Pues que así sea! Conozco una con dunas naturista perfecta para eso. ¿Vamos?

-Unas toallas, sombrilla y en marcha.

-tendré que pasar por mi piso para cambiarme.

-ok

Miro en mi armario, elijo un vestido playero corto con cuello de barca, unas chanclas y ya estoy lista.

Mi bolsa de playa y la sombrilla.

De camino a su casa me habla de la playa donde me lleva, de las dunas que te dejan mas intimidad y que muchos guiris la frecuentan.

Llegamos en 5 minutos  a su casa. Se mete en su habitación para cambiarse. Sigo su consejo y doy una vuelta por su piso. Es muy masculino con muebles oscuros, mesa de cristal y acero, todo muy actual. Algunas plantas dan más calidez al conjunto. Me gusta como lo ha decorado. Su cama enorme es de dos por dos, buenas fiestas se puede pegar aquí pienso para mí.

-¡ya estoy!

Ya nos dirigimos a la playa. Se ha puesto una camisa ligera  blanca que lleva abierta y unos pantalones vaqueros hasta la rodilla. Esta muy sexy.

Mientras conduce me tira del vestido para abajo, me salen los pechos y se ríe.

-Me encantas, eres tan natural

- No se lo digas a los del trabajo. Para ellos soy pija, rígida y solo pienso en el trabajo. Cuando me cambio para ir a la playa, me miran extrañados.

-Es normal eres la jefa. Pero con migo eres el sueño de todos los hombres.

-lo nuestro no cuenta, tenemos un acuerdo.

-el acuerdo más rico del mundo.

Me acomodo sobre la puerta, doblo una pierna levanto mi falda, me mira y se ríe.

-Cuando digo que eres un sueño hecho realidad, mmmm

Me acaricia el coño y yo disfruto del vicio que tenemos.

Me calienta tanto con su dedo masturbándome que me abalanzo sobre su pantalón y le saco su polla que como no, esta dura y tiesa.

La meto en mi boca con avidez, la succiono, la saco de mi boca y la masturbo lubricada con mi saliva.

No quiero que se corra, además va conduciendo fatal, mejor dejar eso para más tarde. Estamos a punto de llegar. Parados en el semáforo, hay muchos coches, quiero subirme el vestido para tapar mis pechos, pero me aparta la mano, me los acaricia, diciendo que los deje así para que los otros hombres lo envidien. Nos reímos, efectivamente hay miradas desde los otros coches.

Aparcamos y vamos a tomar algo al chiringuito, antes de irnos nos llevamos unos botes de cerveza para después.

-Tenemos que cruzar esta playa y después dos calas más y estaremos en la nudista.

-¡vale, vamos allá!

Llegamos a una cala escondida detrás de unas rocas muy altas, es una playa virgen. Hay muy poca gente. Subimos una duna, arriba hay partes planas escondidas detrás de matojos. Varias parejas están ya instaladas.

Plantamos la sombrilla, extendemos las toallas juntitas y nos desnudamos. Bajamos a la playa, mano a mano recorremos la orilla de punta a punta. El agua está todavía fría para bañarnos, volvemos a subir a nuestro sitio y sorpresa tenemos vecinos a unos metros. Por su idioma parecen holandeses, tienen unos cincuenta y pico, están leyendo en sus tumbonas de espaldas a nosotros.

Nos tumbamos y agradecemos tener unas cervezas todavía fresquitas.

-No conocía esta playa, está muy bien, la verdad parecen casi todos extranjeros aquí.

Yo vengo aquí desde hace muchos años, pero siempre solo. A mi ex no le gustaba el nudismo. Era chapada a la antigua con bañador que tape todo por supuesto.

-¿Qué paso entre vosotros? si no es indiscreto

-Soy demasiado abierto, con ganas y deseos como cualquier hombre. Teníamos sexo unas pocas veces al mes siempre con la luz apagada. Cuando nos casamos era virgen y pensaba que le acabaría gustando el sexo pero no fue así. Nos fuimos distanciando y acabamos divorciando. Dividimos nuestras propiedades. Me quede con mi empresa que era lo más importante. ¿Y tú?

- Nosotros trabajábamos demasiado cada uno en su empresa, el tenia amantes, aprovechaba mis viajes y las traía a casa. Encontré varias veces cosas de otras. Después perdió el respeto y un día volví antes de un viaje y no estaba solo en casa. Me fui y lo deje. El divorcio fue una lucha tuve que cambiar varias veces de piso por su acoso. Ahora vive con otra y me deja tranquila.

Se acerca y me da un beso muy tierno envolviéndome con sus brazos.

-¡¿Intentamos bañarnos?!

- ¡venga vamos a ser valientes, si ellos pueden nosotros también!

Bajamos de la duna corriendo cogidos de la mano y nos lanzamos al agua. Salgo del agua igual de rápido que he entrado, ¡está muy fría! El nada un poco y sale también.

¡Tenemos la piel de gallina!

-No sé cómo pueden estar así de tranquilos en el agua fría.

-¡porque en sus países está más fría todavía!

Paco se ríe y se tira a comerme un pezón erecto por el frio. Nos abrazamos y nos besamos de pie, mojados y destemplados.

Tumbados al sol para secarnos sobre las toallas con los ojos cerrados disfrutamos del sol. No paso mucho tiempo hasta que empezamos a acariciarnos. Sus manos y boca recorren mi cuerpo. El deseo empieza a subir. Me está masturbando, sus dedos acarician mi coño,  introduce unos dedos en mi vagina, los saca, juguetea con mi clítoris hasta volverme loca, me corro soltando un chorrito que le empapa la mano. Me mordisquea los pezones, amasa mis pechos. Mientras tanto yo le acaricio la polla y los huevos, lo masturbo al mismo ritmo que el a mí.

Quiero su miembro en mi boca para darle más placer todavía. El se tumba y yo en cuclillas con el culo en pompa, se la mamo con avidez desde los huevos hasta su glande, mi saliva lo deja bien lubricado, esta gimiendo de placer, su mano acaricia mis pechos pellizcando mis pezones la otra me coge la cabeza. Estamos los dos totalmente inmersos en la mamada cuando noto un lengüetazo en mi coño seguido de un dedo acariciando mi clítoris. Suelto la polla  y me giro para ver quién es.

¡Es el señor de al lado que se ha acercado y unido a la fiesta! Han girado sus tumbonas hacia nosotros, seguramente alertados por nuestros suspiros y gemidos.

Su mujer sigue sentada tocándose y observando el espectáculo. El señor me mira pareciendo preguntar si puede seguir, Paco dice que si con la cabeza y cada uno vuelve a lo suyo. Yo mamando, el disfrutando y el señor se dedica a mi coño. Me lame el clítoris introduce sus dedos en mi vagina. Después pasa su lengua por mi ano, me está excitando con sus dedos y lengua. Mete un dedo en mi culo y me masturba junto con mi coño. Después me mete otro y otro, me está volviendo loca me corro varias veces tengo que sacar la polla de mi boca. Después reanudo la mamada. Paco está muy caliente con todo. Sé que le falta poco para correrse sus huevos se contraen y suelta un chorro de semen en mi boca con un gemido bestial. Lo escupo en la arena, y me quedo con mi culo en pompa, me puedo seguir corriendo unas veces más.

Noto como mi ano está abierto, dilatado, mis labios vaginales hinchados mi clítoris salido. El señor pone todas sus ganas en darme placer, introduce su lengua en mi culo, me lame de arriba abajo, me folla los orificios con sus dedos. Me corro tan fuerte que le tengo que apartar las manos, no puedo más y caigo rendida sobre la toalla. El señor vuelve con su mujer. Tiene la polla flácida, se ve que ya no le funciona, ella se pone a cuatro patas ofreciéndole su culo  para recibir lo suyo. Le come el coño y el ano la folla con sus dedos como a mí. Paco que no ha perdido nada del espectáculo esta empalmado otra vez, me pide que me ponga a cuatro patas, lubrica mis orificios con su saliva y me clava la polla en el coño, su pulgar entra solo en mi ano, se que está mirando su polla entrando y saliendo . Noto como su pulgar se hace a un lado de mi año todavía dilatado dejándolo abierto. Saca su polla e intenta metérmela por el culo, no lo dejo, me da miedo. La vuelve a meter en mi vagina e introduce 2 dedos en el culo follándomelo salvajemente. Que gusto, me corro por mis dos agujeros eso le excita más todavía. Acelera el ritmo, esta rugiendo de placer. Nos corremos los dos entre jadeos y suspiros. Cayendo al suelo con las piernas temblando, exhaustos.

Fue tan intenso que nos quedamos dormidos.

Al despertar estamos quemados por el sol. Nuestros vecinos están recogiendo sus cosas. Tenemos sed y hambre así que decidimos irnos también.

Elegimos un restaurante en el mismo puerto, que tiene  una terraza chill out.

-¿Porque no subes un poco tu falda y abres un poco las piernas? Solo los que estén sentados en frente podrán verte.

Subo mi falda hasta casi arriba de mis músculos y dejo mis piernas entre abiertas como si fuera un descuido.

Charlamos, comemos, nos besamos y yo abriendo y cerrando los músculos. Jugando con las miradas de los demás comensales. Vemos como observan mi coño depilado cada vez que me abro. Un señor sentado en frente con su pareja mira de reojo cada vez que puede, la primera vez se puso rojo y casi se atraganta con su bocado. Ya lo tuve enganchado al espectáculo el resto de la comida. Un camarero se dio cuenta que la gente miraba hacia nosotros, aprovecho su pausa para sentarse y tomar algo en un sitio estratégico. Paco pone su mano sobre mi pierna acariciándome el musculo pero poco a poco va subiendo debajo la tela hasta llegar a mi coño, mete sus dedos en el, mi cara es un poema mis pezones están a punto de traspasar la tela del vestido. Me acaricia el clítoris, tengo las piernas abiertas de par en par. Como siga así me corro aquí mismo delante de la gente. Se lo comento al oído y como sabe que no podre reprimir un gemido, deja de masturbarme. Mirando al hombre de enfrente se mete el dedo lleno de mis flujos en la boca y se recrea chupándolo.

-¡que rico!

El de la mesa frente a nosotros no aguanta más, se levanta con un bulto tremendo en el pantalón dirigiéndose a los baños.

-¿Por qué no vas tu también al baño a refrescarte?

Sonrío, me levanto y voy.

Paso delante del baño de señores por la puerta entre abierta lo veo cascándosela delante del espejo. Abro la puerta y lo miro. Enseguida me ve, se acerca, me tira hacia dentro con la mano que tiene libe me levanta la falda y me toca el coño mojado, lo hace igual de rápido que su manuela. Me corro soltando un  fuerte gemido, eso lo acaba de rematar y se corre tirando su lefa al suelo. Me limpio con   papel mojado vuelvo a la mesa, contándole a Paco lo ocurrido en el baño de hombres.

-¡Me estoy volviendo muy promiscua, y me gusta!

-A mi más todavía, no sabes cómo me pone todo eso.

Coge mi mano y la acerca a su paquete bastante abultado

-¡no te puedo dejar así, vamos al coche!

Ya en el aparcamiento, me apoya contra el coche me baja el escote, manosea mis pechos mordisquea mis pezones me toca el coño que vuelve a soltar flujos a lo loco. Le saco la polla del pantalón estamos excitados.

-¡sube al coche o te follo aquí mismo!

Los colores me han subido a las mejillas. Conduce sin decir nada, por el camino se mete en una vía de servicio, para el coche y abre la puerta trasera me inclina hacia el asiento entre las dos puertas abiertas, levanta mi vestido hasta mi cintura y me la clava sin miramientos. Bombea como un loco con una mano me ha sacado los pechos y tortura mis pezones, con la otra me da azotes en las nalgas.

Los coches que pasan por la carretera no ven follando como salvajes, mis pechos colgando moviéndose en cada embestida. Unos pitan al pasar.

Que puta me he vuelto y como me gusta.

Me corro con un fuerte gemido, Paco  hace lo mismo.

-Somos animales. El deseo es más fuerte que la cordura.

-¡Jajajajaja! hemos sacado el lado sexual salvaje que llevábamos dentro. Llevame a casa necesito descansar mañana madrugo.

 gracias por dejarme vuestros comentarios.

un beso a todos