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10 dias en vera naturista

en Intercambios

-         ¿Te vienes 10 días en una urbanización naturista de Vera conmigo? He alquilado un chalet ahí. Yo ya estuve varias veces y te puedo decir que es el paraíso en la tierra. Piénsatelo y me lo dices.

-         Vale luego te digo.

Es una mañana de julio, dentro de unas semanas me tocan las vacaciones ya he alquilado algo para un par de semanas en la playa. El resto del tiempo pensaba ir a visitar familiares que tengo un poco descuidados.

Miro mi agenda y si, coinciden las fechas perfectamente. Es justo antes de mi reserva.

Desde hace unos meses Paco y yo nos vemos mucho, follamos como locos haciendo realidad nuestras fantasías sexuales. Incluso dormimos a menudo juntos en su piso o en el mío. También nos vemos para cenar o comer cada vez que coincidimos en la misma ciudad. Nos tenemos mucho cariño pero nada de amor. Hicimos un pacto que respetamos los dos.

Pasar diez días con el no me supone ningún problema al contrario, se que será genial porque siempre tiene ideas que me encantan, su imaginación no tiene límite y su compañía es de la más agradable.

Luego lo llamare para confirmar, ya veré la familia junta en una de esas comidas gigantes de las fiestas del pueblo de mis abuelos.

Llega el día, cogemos su coche. Llevo solo un vestido playero totalmente desnuda debajo de este. Mi maleta está llena de pareos, algunos vestidos ibicencos y otros más sexy para salir de noche.

No podemos evitar follar por el camino, debajo la sombra de un árbol con el sonido de los grillos como música de fondo. Nos pillo el calentón después de habérsela chupado durante un rato  y que él me estaba acariciando los pechos que llevaba fuera del vestido durante casi todo el trayecto. Buscamos un sitio y salimos del coche disparados me apoyo contra un asiento levanto mi falda y me clava su polla, bombeando mi coño sin piedad, algunos coches y algún que otro camión nos ve desde la carretera pero a los dos nos da igual, incluso nos pone más todavía.

Llegamos a la urbanización el conserje con una gran sonrisa en la cara nos abre la puerta, nos entrega las llaves del chalet, ya se conocen de otras estancias de Paco. Por el camino nos cruzamos con gente desnuda, o con pareo incluso los hombres.

 El chalet es una monada, la verdad. Tiene un jardín delantero y patio trasero, 2 habitaciones, cocina, salón comedor y baño con bañera de ángulo. Decorado en tonos neutros y algún detalle de color resaltando. El aire acondicionado ya puesto refresca la estancia.

El jardín con césped y una zona de terraza con tumbonas, mesa y sillas de jardín.

No se oye mucho ruido a pesar que el conserje nos advirtió que estaba todo lleno.

Descargamos nuestras maletas y vamos a dejar el coche en su plaza de parking. A la vuelta Paco me enseña todo el conjunto de la urbanización, los chalets son iguales solo cambia el color. Cada uno le ha dado su toque personal, en el mobiliario de jardín y en las plantas.

Son calles estrechas, también hay una zona de pisos de 3 plantas, pero son pocos y ayudan a tapar la carretera de atrás. Cerca de la entrada hay unas piscinas, una de ella es cubierta para disfrutarla todo el año, también un jacuzzi y tumbonas en el césped. Y sobre todo no hay mucho ruido. Hay niños y adultos, familias disfrutando del sol sin tabúes. Hay muchas zonas verdes, todo está muy limpio y cuidado.

-¿Vamos a tomar algo?

- ¡Vale!

Salimos por una puerta pequeña y justo al lado hay una zona de bares pubs y restaurantes. Elegimos uno y nos pedimos unas cervezas fresquitas con algo de tapeo. Vemos pasar gente desnuda con sus cosas de playa al hombro, aquí se respira respeto, paz y libertad.  Que gusto.

Volvemos a la urba para coger el coche, nos acercamos al supermercado que hay  al final de la calle. Allí compramos sobre todo bebidas y picoteo. Al lado en la farmacia la crema solar y el aftersun que se me olvido. Ya en casa guardamos la compra.

-¡Ahora empiezan las vacaciones!

-¡Vamos a la piscina!

Me ato un pequeño pareo a la cintura y cojo mi bolsa de playa con revistas y cremas. Paco hace lo mismo.

Aquí las puertas se quedan abiertas sin problema.

Elegimos tumbonas debajo de una sombrilla de coco. Dejamos nuestras pertenencias y cogidos de la mano vamos hacia la ducha antes de tirarnos al agua.

La piscina no está muy llena, jugamos un poco, nadamos y acabamos abrazados besándonos cada vez con más pasión, el roce de los cuerpos mojados el ambiente, el sol y la sensación de estar de vacaciones es lo más.

Noto su polla dura tocando mi coño lubricado discretamente me la mete, se mueve solo un poco para que no se note. Eso me pone más cachonda todavía.

-Vamos a casa a hacerlo de verdad  ¿vale?

-Te espero en la tumbona mientras te baja un poco la erección.

Mi cuerpo se seca solo al sol, con la brisa acariciándolo. Disfruto de este momento, ni abro una revista, solo cierro los ojos.

Paco viene y me planta un beso en la boca, unas gotas caen de su pelo, el tampoco se seca, me susurra al oído

-Vamos, que con las vistas de tu coño brillante de flujos,  ha costado mucho que se me baje la polla.

Nos ponemos los pareos y volvemos a casa

 ¡A inaugurar la cama del chalet!

Lo empujo sobre la cama y me tiro encima, nos besamos

Con mucha pasión, me amasa los pechos, su polla esta tiesa otra vez me siento encima clavándome entera mi vaivén lento al principio ya va acelerando. Me corro enseguida y sigo moviéndome como una posesa mis gemidos se hacen más fuertes cuando me lame los pezones, sus dedos se abren paso entre mis nalgas abiertas hasta follarme el culo con ellos.

Sabe lo que me gusta. Noto su polla hinchándose en mi interior se que se va a correr, sigo follandóle con movimientos más bruscos, me mordisquea los pezones mas fuerte

-         AHHHHH,   siiiii me corrooo…

-         Dame tu leche…hasta la última gota…

No paro de moverme mientras se corre y me corro otra vez en un fuerte gemido.  

Nuestros vecinos habrán oído todo y eso también me pone.

Aquí hay parejas normales y también parejas de intercambio, para ellos esto ha sido nuestra tarjeta de visita.

Una ducha rápida, un vestido ibicenco y nos vamos a comer una mariscada en Garrucha.

         A la vuelta nos echamos una siesta, al despertarnos decidimos ir a la piscina, cada uno con un pareo y cogidos de la mano vamos caminando hacia el recinto.

Ahí, varias personas saludan a Paco nos acercamos a un grupito charlamos un poco, nos metemos en el agua, disfrutamos de unos largos haciendo una carrera.

 Al salir dos parejas del grupito nos llaman y nos invitan a tomar algo en su jardín. Aceptamos, parecen muy majos. Sin secarnos nos ponemos los pareos, chanclas y seguimos nuestros anfitriones hasta su casa.

El : Pascual un señor de un poco mas de 50 muy alto, diría que casi dos metros pelo gris cortito, ojos verdes y sonrisa embriagadora. Su mujer Ana alta también uno, ochenta  más o menos morena de pelo largo ojos marrones, buen cuerpo, pecho mediano y firme (operado) culito redondo, simpática.

La otra pareja: el : Luis, 50 años normalito moreno, ojos saltones. Ella: Eloísa, muy guapa debe de tener unos 30 años, 1m60, ojos azules pelo azabache melena mediana tetazas como las mías, culo respingón, un moreno perfecto adquirido durante sus vacaciones.

Estamos en el jardín debajo de un cenador en unos sofás de ratán tomando unas copas, la conversación es amena, empiezan bien estas vacaciones.

Las dos parejas son de Madrid y se conocen de allí. Pido permiso para ir al baño para lavarme las manos, las tengo pegajosas. Pascual se ofrece a acompañarme para darme una toalla de manos.

Lo sigo en el interior de la casa, decorada con un gusto muy exquisito al pesar de ser una casa de playa.

Mientras me enjabono las manos veo el reflejo de Pascual en el espejo, coge una toalla, se quita el pareo y descubre un miembro erecto de una talla considerable. Veo como se pone un condón. Nuestras miradas se cruzan, se acerca a mí se inclina y me lame el cuello provocándome una piel de  gallina y erección de mis pezones, pone la toalla sobre el mueble del lavabo y desde atrás desanuda mi pareo dejándolo caer al suelo. Me amasa los pechos y me susurra al oído:

-         Tu pareja me ha dicho que sois liberales y que te gusta el sexo, quiero ser el que inaugura tu estancia aquí.

Una de sus manos me acaricia el coño, la otra estira mis pezones, su boca recorre mi cuello su polla dura restregándose por mi espalda…

Cierro los ojos y me dejo llevar por este gigante.

De repente me da la vuelta y me levanta en brazos. Me tiene cogida por las nalgas, me pega la espalda contra la fría pared del baño, me penetra, su sexo realmente grande me taladra el coño empapado, su boca va de un pecho al otro, disfruta de lo lindo con mis tetas. En el umbral de la puerta esta Luis mirándonos con la polla en la mano, se masturba viéndonos, follar de pie.

El polvo es un poco brusco, me siento muy pequeña en sus brazos, esta bombeando con mucha fuerza, apretando mis nalgas casi clavándome sus uñas.  El ritmo se hace cada vez más rápido, estoy ya sin aliento, mis manos agarran sus hombros, mis piernas atrapan su culo, mi espalda esta sudando contra la pared ahora caliente.

Por mi parte estoy a punto de correrme, este polvo de aquí te pillo aquí te mato, con mirón incluido y de pie (¡no me había pasado desde que deje de tener cintura de avispa!) Me está gustando mucho. Con unos gruñidos de bestia, mi amante se corre, dejando caer su cabeza contra mi pecho, resoplando fuertemente.

Cuando abro los ojos Luis se ha marchado, pascual me deposita en el suelo, suavemente me besa los labios dándome las gracias.

- Ha sido un placer le contesto guiñándole un ojo. Los otros nos habrán echado de menos…

- Tranquila se lo habrán imaginado, sobre todo después de decirle a mi mujer que tus pechos me volvían loco y que ¡tenía que ser el primero de la urba en follarte!

Nos reímos mientras nos aseamos.

Pasamos al salón donde los otros están todos muy acaramelados, mi hombre tiene las dos hembras acariciándole y Luis sentado en el suelo esta lamiendo los pies de su pareja.

Ana nos recibe con un

-         Reto conseguido ¿verdad?

-         Si mi amor le contesta Pascual besándola.

Le guiña un ojo a  Paco, yo le regalo un beso

-         Esto empieza bien…le susurro.

-  Disfrutar vosotros, nosotros nos tomaremos una copa mientras.

Los dejamos follar entre los tres ya que Luis solo mira, se masturba y lame los pies de su amada…

Mientras nos tomamos una copa en el jardín, Pascual me recomienda la zona del hotel naturista que hay un poco más adelante después de las urbanizaciones. Me dice que ahí hay una zona de fiesta con varios clubs de intercambio, pubs e incluso tienda con ropita muy sexy.

Que ellos suelen ir por la noche y que el ambiente está muy caliente. También me cuenta que por la noche las piscinas de la urba están llenas de parejas follando, que hay de todo, heteros, gay, intercambio…  y que cada finde hay una fiesta en la casita común solo tienes que llevar o algo de comida o de bebida. Ponen música y bailan.

Hablamos de trabajo y de todo un poco. Desde dentro se oyen gemidos y guarradas que le dice una a su pareja de sexo.

Se lo estarán pasando bien. Ya me contara Paco como le fue.

Después de más de una hora salen los cuatro riéndose.

-Me tomo una copa y vamos a casa ¿vale? Me dice Paco besándome suavemente. Tiene sabor a coño.

Por la noche fuimos a cenar a casa Adelina en Turre y a la vuelta nos dimos un paseo por Mojacar tomamos unas copas y volvimos muertos de sueño.

Los días pasan muy relajados, entre piscina, sexo, playa, comidas, siestas, tomando el sol, conciertos y visitas cercanas.

El viernes paseo por el mercadillo de Vera, comida en terraza Carmona, piscina y siesta, tarde de playa y por la noche decidimos aventurarnos en la zona roja como la llaman aquí.

Efectivamente hay mucha gente en las aceras delante de las discotecas, pubs y clubes. Intentamos entrar en uno de intercambio, nos cuesta pasar entre la gente. Me tocan el culo por debajo de mi vestido, me manosean los pechos incluso uno se me tira para besarme la boca, sin hablar del lenguaje soez de algunos…

No me gusta este ambiente, no hay respeto como en otros sitios donde hemos estado.

Le pido a Paco que nos vayamos, me estoy agobiando mucho.

Con paso ágil, nos va guiando hacia la carretera y por fin salgo de este infierno.

Para relajarnos damos un paseo por la orilla de la playa y tomamos una copa en el chiringuito del pirata, el ruido de las olas y la música ambiental hacen su efecto. Comentamos lo que nos acaba de pasar con el camarero que reconoce que es así. Que muchos salidos vienen a follar todo lo que se mueve.

De vuelta a la urba nos paramos a bañarnos en la piscina son casi la una y se está de maravilla, se oyen ruiditos y risas en la piscina climatizada. Paco se asoma y me hace una señal con la mano para que me acerque también.

Hay varias parejas follando, dentro y fuera del agua. Decidimos apuntarnos a esta fiesta mucho mas intima, además los conocemos de vista.

Al principio nos besamos y acariciamos los dos, luego se acercan varios y nos acarician también.  Después vienen las masturbaciones colectivas, uno me dice al oído, ven te voy a follar ahí fuera del agua… lo seguí, me pidió que me inclinara cogiéndome a los barrotes de madera del espaldero que hay en una pared, dejando mi culo en pompa. Me comió el coño de una forma muy rica, me masturbo con sus dedos y finalmente me metió su polla bien dura cubierta por un condon. El mete saca delante de todos los presente, el calor dentro del recinto, las luces azules… todo se unía para calentarme más aun. Se oía el choque de su pelvis contra mis nalgas, mis tetas colgando y moviéndose a cada embestida.

Nos corremos casi a la vez.

Paco disfruta del espectáculo rodeado de mujeres, el también sale del agua con una y follan en las escaleras.

Con un guiño y movimiento de cabeza nos volvimos a juntar y fuimos a bañarnos a la piscina descubierta.

Cogemos nuestra ropa y volvemos a casa desnudos, nos duchamos y disfrutamos de unas copas en las tumbonas del jardín.

La noche del sábado nos reunimos con todos en la casita donde se celebra la fiesta, nosotros llevamos varias botellas y algo de picoteo, para poder tomarnos unos gin tonics como nos gustan.

Llevo un vestido ligero, totalmente desnuda debajo como casi todas las mujeres presentes. La mayoría de los hombres van con pareo.

La fiesta es agradable, viene bien para hacer amigos nuevos de la urba. Pascual nos presenta la gente indicándonos los que son de intercambio y los que no por si queremos compartir momentos íntimos con ellos.

Bailamos, bebemos, el que pone la música decide poner unos lentos de los ochenta, los hombres aprovechan para bailar muy apretaditos con mujeres de su elección y vice versa. Un hombre rubio me invita a bailar, mientras bailamos sus manos acarician mis nalgas a través de la tela, me susurra al oído que me desea, que vive solo y que quiere invitarme a pasar un rato solos los dos ,le digo que solo tendré que avisar a mi pareja para que no se preocupe.

Cuando acaba la canción me acerco a Paco y le digo que voy a ausentarme un rato para ir con el rubio a su piso. Me guiña un ojo, me dice que disfrute y que seguramente el ira a la casa de Pascual con mas parejas que lo busque ahí cuando acabe.

Vuelvo con mi rubio y cogidos de la cintura vamos camino de su piso.

Nada más entrar me apoya contra la puerta y nos besamos fogosamente, sus manos recorren mi cuerpo para acabar en mis pechos. Coge la tela de mi vestido y me lo quita, se desabrocha el pareo veo su polla erecta por primera vez y no está nada mal…

-         Vamos al baño te voy a lavar el coño en el bidet, veras que agradable puede llegar a ser…

En el baño lo tiene todo preparado, hay un gran espejo pegado a la pared justo delante del bidet, un pequeño taburete forrado con un cojín. Abre el grifo para que llegue el agua tibia me dice que me siente, el se pone de rodillas sobre el mini taburete detrás de mí.

-         Apóyate contra mi pecho y déjate llevar.

En el reflejo del espejo veo como coge agua en su mano y moja mi coño abierto, repite la operación varias veces, después se echa jabón en las manos y empieza a enjabonarme el pubis, luego su mano se adentra en mis labios vaginales.

No sé si me está lavando o me está acariciando con el jabón, es suave y muy agradable. Lo tiene todo estudiado porque el espejo tiene el tamaño perfecto, nos vemos los dos y su taburete la altura adecuada. Puedo ver su mano dentro de mi coño, veo como se va hinchando mi clítoris lleno de espuma, su otra mano amasa mi pecho, mis pezones erguidos atrapan mi mirada, me besa el cuello mientras sus manos no paran de acariciarme.

Estoy totalmente relajada apoyada contra su pecho sus caricias se hacen más precisas en mi coño, sabe donde tocarme y cómo hacerlo, estoy excitándome a cámara lenta gracias al jabón.

Ahora dirige el chorro suave del grifo directamente a mi entre pierna. Con la ayuda de su mano me va quitando toda la espuma.

El chorrito está volviendo loco mi clítoris, introduce dos dedos en mi vagina, me masturba lentamente, estira apretando mi pezón causándome dolor y placer, su lengua recorre mi cuello y oreja Después de unos minutos no puedo , ni quiero evitar correrme lentamente, un gemido profundo sale de mi garganta.

Cierro los ojos y me repongo tranquilamente, me quita el jabón de los pechos y cierra el grifo, sigue acariciándome los labios interiores, ahora me da besitos por la espalda.

Abro los ojos cuando lo noto moviéndose para coger una toalla, me seca el busto y sexo.

Me da la mano para ayudarme a levantarme coge mi sitio en el bidet, pongo su taburete en un lado y me arrodillo dándole un morreo sensual. Abro el grifo y lo más delicadamente posible le enjabono el sexo, los huevos y el perineo, de paso lo masturbo también. Después de un buen rato mirando en el espejo y el vaivén de mis manos en sus partes, me pide que le enjuague porque está a punto de correrse y no quiere acabar ya.

Vamos a su salón, me pide que me siente en el bordillo del sofá con las piernas muy abiertas, se arrodilla en la alfombra y empieza a lamerme el coño, acaricio su pelo rubio mientras me hace uno de los mejores cunnilingus de mi vida, me corro soltando un chorrito en su boca, no pierde ni una gota de mi liquido. Con todo el sabor de  mis flujos introduce su lengua en mi boca, nos besamos llenándonos de saliva.

Le pido que se siente en el sofá y me toca arrodillarme sobre la alfombra, lamo su pene de piel clarita cubierto con un condon, desde abajo hasta arriba varias veces, me entretengo con su glande en mi boca, vuelvo a bajar pero esta vez juego con sus huevos, mis dedos acarician su perineo vuelvo a chuparle la polla, metiendo lo máximo posible en mi boca. Mis labios aprisionan el bordillo de su capullo, mi lengua juega con su frenillo, una de mis manos lo masturba y la otra acaricia sus huevos y perineo…

De pronto saca su pene de mi boca y me guía para subirme encima de él.

Me siento encima clavándome su pollon enterito en mi coño mojado.

Mis pechos quedan a la altura de su boca, que se dirige directamente a mordisquear los pezones erectos.

Muevo mi pelvis, mi clítoris roza a cada embestida, levanto mis caderas para notar la longitud de su polla entrando y saliendo de dentro de mí.

 Miro mis pechos para ver como sus manos los amasa, como su boca y lengua juegan con mis pezones esa visión siempre me excita mucho. Ver  mis pechos enormes con las aureolas como galletas María y mis pezones tendidos, pidiendo mimitos, me pone al igual que pone a los hombres…es mi punto débil.

Seguimos follando así durante un buen rato, cuando noto que se hincha dentro de mí, se que llega el final.

Nos duchamos enjabonándonos mutuamente de forma sensual.

Me seca con la toalla y me pone el vestido. El se queda desnudo ya que se va a acostar enseguida. Voy por la urbanización silenciosa, las luces de las casas están todas apagadas. Llego a nuestro chalet ya son las 5h Paco está durmiendo pero se despierta al notar cómo me acuesto junto a él. Me besa y me pregunta si lo he pasado bien.

-         Si, mañana te contare, y tu disfrutaste?

-         ¡Como un niño!

Nos besamos y abrazados en posición de cucharita nos dormimos.

Así fue nuestra estancia en Vera, llena de libertad, libertinaje y naturismo.

Repetiremos seguro.