Estamos en la sala de cine, siempre nos gusta escoger la peli de la última función, y nos encanta sentarnos en las butacas de la última fila, es de donde se tiene una mejor apreciación de la película pero también es desde donde los demás no pueden vernos. Siempre está más oscuro, además todos están en lo suyo y nosotros podemos ponernos a tono con la película o con otra cosa.

Esa noche llevaba vestido y mi cabello rizado suelto, me había puesto un labial rojo para destacar más mis labios, son muy eróticos y además combina con mi piel morena.

Comenzamos como todos viendo la peli, pero al rato empezamos a besarnos y cada vez de manera más intensa, con mordiscos, jugando con nuestras lenguas. Mis manos son inquietas así que busque tocar, metí la mano por debajo del sweater, desabroche su correa y baje su cremallera, apenas se cuelan mis dedos y ya sentía sus ricos vellitos. Confieso que me encanta el vello púbico.

Mi mano se mete completa para agarrar a ese bebe y dándole masajes logro que se ponga duro y en condición casi de inmediato. Él también juega con mi chocho que ya está muy húmedo, en medio de las ganas, levanta mi blusa y comienza a lamer y a apretar mis tetas grandes y mis pezones que son duros, es un deleite morderlos y chuparlos.  ¡Me excita de una manera incontrolable!

A medida que avanzamos en nuestro juego, ya que nadie nos ve, ni nos escucha, decido agacharme y meterme entre sus piernas, él baja un poco más su pantalón y su box para que yo pueda acariciar con mi cara y mi lengua todo su vello y sentir su león caliente en mi rostro, rozando mis labios ¡quiero devorarlo! Él automáticamente me toma del cabello y levanta mi cara, me besa duro y me dice: “quiero que lo chupes, como me gusta”,-  yo le echo un poco de mi saliva desde la base para subir mi lengua lentamente mirándolo disfrutar y él se recuesta, lo meto entero a mi boca y comienzo a chupar  primero lento y luego aumentando el ritmo con cada succionada que le doy,  Él se relaja y los dos disfrutamos, para mi ¡Sabe delicioso!

Mientras lo devoro por completo, cubriendo cada lado y peinando cada vellito, él se inclina un poco para apretar mis tetas y decirme: “que rico mamas”, también puedo escuchar como hace varias veces “ssss, y aahh”, esos sonidos me excitan mucho, a medida que mi lengua lo envuelve y se mueve. En ese momento está tan caliente, que me levanta, me quita las panties y me sienta en sus piernas para penetrarme, me muevo con suavidad encima de él, ya que aunque nos da mucho morbo que nos puedan ver, no queremos realmente que suceda, mientras estoy meneándome en él, me susurra: “quiero que lo comas ahora que sabe a ti”. Eso me enciende más.

Me vuelvo a meter bien entre sus piernas, y esta vez no quiero salir hasta que tome mi leche, se la pido: - “quiero tomar tu leche.”- y me sumerjo debajo, mi cabello rizado no le deja ver lo que hago, solo puede sentir mi lengua húmeda en sus huevos, me los chupo tan rico que él se retuerce en la butaca y vuelvo a echar de mi saliva en su polla para lamerlo bien desde la base y no sacarlo  hasta que llene mi boca.

Lo dejo moverse a su ritmo, y le balbuceo algunos sss y aaahhh, se puede sentir y hasta escuchar como mi saliva se sale por las comisuras de mis labios, él se mueve con rapidez, agarrando mi cabeza, de pronto siento en mi boca ese divino sabor, y como se llena.  Rebosándose y haciéndome lamerla para no dejar nada, no quiero soltarlo hasta tomar la última gota, lo tengo en mi boca hasta tragármela toda.

Artemisa ;)