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Mi vecino de 25

en Hetero: General

Mmmmmhhh tengo un vecino de 25 años que esta guapísimo. Es alto, atlético, tiene una boca y una sonrisa que me derrite, es moreno y para colmo simpático y muy cordial.

Me lo he conseguido un par de veces cuando salgo a mi clase de yoga, algunas veces cuando saca la bolsa de la basura lo hace sin franela. ¡Ay ese pecho! Provoca colgarse en él.

Está en la universidad, a veces lo veo llegar con  alguna compañera, seguro para “estudiar”.  Siempre son chicas muy lindas.

El otro día, estaba yo en casa terminando de limpiar, estaba hecha un desastre, en franelilla y pantis, a cabo yo estaba sola, cuando suena el timbre de la puerta (Riiiing, riiing).

Miro por el ojo mágico ¡voilà!, mi vecino! Ni siquiera me cambie, medio abro la puerta y lo saludo:-¡Hola! ¿Qué tal- 

Él: ¡Hola! ¿Me puedes ayudar? Es que he dejado la llave dentro del apartamento, necesito llamar a un cerrajero, no quiero romper la puerta.

Así mismo sin cambiarme, abro la puerto y lo dejo entrar, para que haga su llamada, el teléfono esta sobre el mesón de mi cocina. Cuando entra me mira de arriba abajo y me dice: ¿Limpiando, ah?

Yo:- jaja sí, discúlpame la facha…- él:- para nada, estas muy sexy. ;)

Lo escucho hablar con el cerrajero y yo sigo en lo mío, sacudiendo muebles, y sacando ropita de la secadora.

Cuando el termina me dice que el cerrajero se tardara al menos 45 minutos, que si me molesta que él espere ahí sentado en mi cocina. –Prometo dejarte limpiar, y no molestar!

Y yo pensando:- ¡Moléstame todo lo que quieras papi jajaja. Sin embargo él se sentó y yo seguí limpiando.

Me acerque a la cocina, para preguntarle si quería agua o café mientras esperaba. Le prepare un café, me platico que había olvidado las llaves mientras buscaba su correspondencia, que había sido un tonto y que ahora tenía que cambiar la cerradura.

Yo estaba recostada del mesón, y como no llevaba sujetador mis bubis estaban apoyadas en la mesa, él las miraba con deseo. Así que de decidí dar la vuelta y acercarme. -¿Ves algo que te guste?- me dijo: -¡Todo lo que veo me apetece-

Me agarro por la cintura y me metió entre sus piernas, y apretó mis nalgas con fuerza, nos dimos un beso bien ardiente enseguida estaba lamiendo mis tetas, y mordiendo mis pezones. Podía sentir como su polla se iba poniendo grande, así que metí mi mano y comencé a masajearla desde los huevos. Uuuff la agarre completa en mi mano, estaba caliente y húmeda ¡Deliciosa!

Mientras me mordía los pezones, le susurre a oído: -¿Tienes leche para mí? Estoy sedienta…-  Nos miramos con ganas de comernos, y comencé a besarle, lamerle y morderle su pecho mientras bajaba a ese lugar que deseaba conocer. Quería devorarle la polla entera.

Cuando le baje el mono y el box, yo ya no tenía franelilla, y su polla esta dura, paradísima, irresistible. Aproveche que él estaba sentado para agacharme y meterme bien debajo de sus huevos, se los chupe hasta que estuvieron bien llenos de mi saliva, ese hombre solo hacía._ ¡uuuff y ssss! De pronto me dijo: ¡Que delicia como mamas nena!Eso me puso aún más fiera, y mirándolo le dije: - ¡llena mi boca nene! Y me mete entera su polla, envolviéndola con mi lengua y llenándola de saliva.

Se la chupe tanto, que pronto sentía como la saliva salía por la comisura de mis labios, él me había agarrado por el pelo, y apretando mis tetas, me empujaba para que se la mamara más y más.

Le pedí que me follara rico, así que lo lleve al sofá, me acosté y el comenzó a comerse mi cuerpo, desde mi boca, mi cuello, mis tetas, mi vientre hasta que llego a mi coño peludito: ¡¡Ayyy me mordía mis labios, y lamia mi clítoris muy rico! Yo jugaba con mis vellos mientras él me chupaba la vida. No tarde en tener unos ricos espasmos y de pedirle desesperadamente, que me la clavara duro y completa.

Él abrió mis piernas y me penetro como se lo pedí, yo gemía de placer y le pedí más y más duro, que no parara. Sentía sus embestidas y sus manos apretando mis tetas. Mientras yo le decía: ¡Que rico lo haces! ¡Así nene, más, más!! ¡Quiero tomar tu leche!

De pronto, la saco se montó encima de mí y metió su polla mojada de mí en mi boca, estaba deliciosa, se la chupe con intensidad y sentí como llenaba mi boquita de su espesa y caliente leche. Hasta se derramo un poco por mi cuello, se la mame hasta limpiarla, luego recogí el resto de mi cuerpo para chuparme los dedos. Nos dimos un beso intenso.

¡Llego el cerrajero!