Siempre había fantaseado con la idea de estar con dos hombres al mismo tiempo, mi
compañero de aventura sexuales, me había comentado varias veces lo mucho que le
excitaba imaginarse que me estaba follando en cuatro, mientras yo le hacía sexo oral a
otro.
Mientras que a mí, me calienta muchísimo imaginar que mi amante me pega la cara y el
cuerpo a la pared, penetrándome duro y preguntándome al oído – te gusta que te folle así
de rico y duro.-
Así que un buen día a él se le ocurrió que podríamos mezclar ambas fantasías y hacerme
vivir la experiencia más caliente e intensa de mi vida. Así que se trajo a un amigo a casa,
con esa firme intención. Era alguien que yo había tratado poco, pero si le conocía.
Comenzamos a jugar, con los toqueteos comunes para calentar el ambiente y ponerlo en
forma para lo que se venía. Mi amante tiene el poder de hacerme excitar muy rápido, su
mirada, sus manos, él sabe muy bien cómo ponerme ardiente y muy putita en segundos.
Comenzamos besándonos intenso, mordiendo los labios, mientras el otro apretabas mis
tetas por encima de mi ropa, para luego conocer su boca, con unos labios suaves y una
legua juguetonas.
Mi amante, comenzó a bajar, me bajaba suavemente las pantis y saboreaba y mordía mis
nalgas, él sabe que eso me encanta, mientras yo me besaba rico con su amigo.
Él luego invito a su amigo a tocar mi coño, que siempre esta peludito como a mi macho le
gusta. Además es grande y como me excito rápido se pone muy mojadito. A su amigo le
encanto, y lo quiso conocer de frente, así que se agacho y comenzó a devorarlo, mientras
el otro me besaba el cuello y metía sus dedos mojados de mí en mi boca, y me decía –
prueba que rico sabes-.
Al tenerme bien excitada y gimiendo, me acostaron mientras uno me aguantaba las
manos, el otro abría mis piernas y me penetraba suave pero duro, preguntado – ¿te
gusta? ¿Esta rico?- Yo solo atinaba entre gemidos a decir un sí a medias. ¿Quieres más
duro? – Pregunto mi amante- cuando digo que si, me levantan me ponen en cuatro y
comienza el rodeo. Mientras le devoro la polla a su amigo, mi amante me folla a nalgadas
y agarrando mi cabello, mientras el otro aprieta mis tetas.
Yo no sabía que sentir primero, una sensación me excitaba mas que la otra y sentir a mi
león excitado y disfrutando su fantasía hecha realidad me decía que debía hacer el mejor
sexo oral de mi vida.
Me sentía tan rica y putita, que me esmere en esa mamada, jugué con mi saliva, lamí y
chupe bien los huevos del otro y además pase mi lengua bien mojada por todo su tronco,
hasta quedarme un rato en su glande hinchado por mi boca. Bajo toda esa excitación no
fue difícil correrme, y mi amante decidido darme a probar mis jugos de su polla, así que se
vino adelante y me puso a comérselo como tanto le gusta. Y ahí estaba yo, con dos pollas
deliciosas frente a mí, como había querido, intercambiando el sabor de una a la otra,
deseando que me llenaran la boca de leche.
En ese ínterin, me dan nalgadas y aprietan mis tetas y buscan morderlas. Y eso me pone
muy fiera, y pido lo que más quiero ¡mi leche! Lamiendo esas pollas y mirándolos a la cara
con ganas de tomarme hasta la última gota.
En mis ganas de hacerlos correr, meto mi mano en mi coño y acaricio sus pollas, y luego
me las paso por la cara y las tetas, mirando su reacción. Me vuelven a poner en cuatro y
mi león me dice: “te follo durísimo, si lo haces correr, devóraselo como la putita que
eres”, mientras él me da golpecitos con su polla en mi coño, cuando yo lleno de saliva la
otra polla y la meto entera en mi boca, haciendo soniditos y gemiditos, él me mira
jugando y haciendo hilos de saliva con mi lengua, me aprieta muy duro las caderas y
comienza a follarme con más ganas. Así que me pongo a hablar con la polla en la boca (sé
que eso lo enloquece) le digo a su amigo: “llena mi boca, quiero tu leche, tu polla es muy
rica”. Eso hace que mi amante se no se aguante mucho, y se quiera correr, así que se
viene coño peludito, eso hace que su amigo también se corra en mi boca, sin sacar su
polla, rebosándose.
Yo quedo disfrutando de mi premio, dos mezclas divinas de semen, no me gusta dejar así
que recojo la de mis tetas con los dedos y los chupo y también termino de limpiar esas
pollas.
Estoy tan excitada aun, que mi amante al darse cuenta me acuesta, me abre las piernas y
me penetra tan duro y rápido, que me hace correr divinamente. Yo no encuentro de
donde sostenerme, me retuerzo y aguanto mis gemidos ¡Dios! Esta dándome tan rico, que
pronto siento mis muslos temblando, y esos ricos espasmos entre un gran gemido, me
quedo sin aliento y completamente agotada.