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Aquella chica pija de la que me enamoré

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Fue un verano de final de los noventa, dieciséis primaveras tenía yo, solía veranear en Dehesa de Campoamor (Alicante), tenía desde que era pequeño un grupo de amigos y amigas con la que prácticamente todos nos habíamos liado con todos sin crear malos rollos ni nada, había empatía unos con otros y realmente nos lo pasábamos de puta madre.

Yo fui siempre muy mal estudiante, horrible, todos los veranos tenía que recuperar medio curso porque siempre me quedaban para Septiembre entre cuatro o cinco asignaturas, vamos las típicas matemáticas, historia y geografía, lengua, biología-química e ingles., un año también me matricule en Francés y también me quedo, pero no fue este verano en cuestión.

 

Me solía levantar muy temprano para "estudiar" lo pongo entre comillas porque en verdad pocas fuerzas tenía después de haberme acostado muy tarde por las salidas nocturnas con los amigos, normalmente retrasaba el despertador unos 10 minutos cada vez que sonaba, y cuando por fin me levantaba me quedaba sobando encima del escritorio.

Una mañana, creo que fue un Viernes de Julio, me levanté con mis típicas pocas ganas de estudiar y me bajé a la playa, coincidí por casualidad con un compañero de clase que había venido a pasar unos días a casa de su prima, total, que me la presento y zas... en seguida me enamoré...

 

Chica rubia de 19 años, ojazos verdes, delgada y con el pecho y culo perfectos, un ángel del cual me enamoré al instante. Encima era la típica chica simpática de esas que saben que están tremendas pero que no se lo tienen nada creído, nos caímos en seguida genial, congeniamos, y nos reímos mucho juntos, creo que fue la primera vez que me enamoré de alguien, en seguida quise pasar el resto de mi vida con ella.

Nos dimos los teléfonos, yo le dí el número de mi madre porque por aquellos tiempos aún no tenía uno personal, ese verano terminé por agenciarme el teléfono móvil porque estaba totalmente enganchado en mandar sms a Arancha que así se llamaba.

Jamás me lo había pasado también con una chica, quedábamos para bañarnos, para alquilar patinetes, para comer, cenar, tomar cafés, conexión total. además era super cercana, solía tocar y abrazarme mucho y eso me encantaba.

La cosa fluía tan bien que contaba los minutos y las horas para lanzarme definitivamente, pero eso nunca llegaba, nunca me atrevía a decirle que la quería con locura (en esos años, el chico tenía la obligación moral de lanzarse, ellas no movían un dedo) y así fueron pasando los días y el verano, sin llegar a declarar mi amor por ella.

 

Una noche, casi a final de verano en un botellón que hicimos el grupo, conocimos a un chico bastante pijo que tenía 21 años, era guapete, pero muy pedante, puff toda su conversación era el coche que tenía, su moto, y su barco, nos invito esa misma noche a terminar allí con el alcohol que teníamos, todos aceptaron entusiasmados incluida Arancha, a mí no se porque no me hacía ni puta gracia, me caía mal el chaval aunque no me había hecho nada.

Fuimos al puerto, y el barco de vela con motor más grande que había era el del panoli este, todos flipando (incluido yo). Seguimos con la juerga ahí e íbamos ya todos muy perjudicados, de pronto empecé a ver que el barco se movía, pensé que era mi puta borrachera pero no, había encendido los motores y estábamos saliendo del puerto, la gente estaba fuera de sí, eufórica, gritando, saltando, yo empecé a pasármelo bien, llegue a pensar que no era tan mal tío aquel pijo con barco, pero me mosqueaba como intentaba coquetear constantemente con Arancha, aunque esta parecía estar distante con el.

 

En mitad de la nada apagó los motores, y dijo todo el mundo al agua, como borregos todo el mundo empezó a tirarse con los vasos llenos de whisky unos, Ron otros, yo otro borrego seguí a la gente me tiré al agua en plena noche, llevaba un mareo acojonante y todo me daba vueltas, no se el tiempo que pasé en el agua, pero empecé a vomitar todo lo que había bebido esa noche y gran parte de la cena, me encontraba fatal de golpe y nade hasta la popa, subí las escalerillas y me senté en uno de los asientos que hay, sentado solo, medio mareado entre mis pensamientos y lo mal que me encontraba, me acordé de que no había visto en el agua a Arancha, me reincorporé y la busque en el agua, pero no estaba ahí, ya me temí lo peor, y el pulso se me empezó a acelerar, entre en los camarotes y cuando llegue al principal me la encontré desnuda botando encima de aquel pijo repelente gimiendo como una puta loca, les jodí la corrida puesto que se paró de seco con una cara de susto, espanto, terror y vergüenza digna de película, en ese mismo instante sentí literalmente lo que es que te rompan el corazón, salí escopeteado del camarote y y empece a vomitar, pero esta vez encima de un sofá.

 

A la vuelta al puerto yo me quede en proa y ella en popa, no nos dirigimos ni una sola palabra, ni siquiera de despedida, ella por corte/vergüenza yo por rencor/enfado... esa noche estuve apoyado a la ventana toda la noche viendo como llovía, miré unas mil veces el móvil por si había algún sms, pero no llegó nada, conociéndola como pensaba que la conocía creo que ella tampoco durmió en toda la noche. 

 

A las ocho de la mañana sonó el primer mensaje, a las nueve el segundo, a las doce del medio día tenía ya cinco, pero no conteste a ninguno, pedí ese mismo día a mis padres volver a casa para centrarme en estudiar e intentar sacar el curso, me fuí sin despedirme de nadie, sin hacer ruido entre el rencor y el corazón roto.

No tardaron en llegar mensajes de mis amigos preguntando que donde estaba, los mensajes se convirtieron en llamadas pero jamás conteste a nadie, los mensajes de Arancha se intensificaban por la mañana, por las noches dejaron de llegar, suponía que estaba follando con su pijo en su gran barco (piensa mal y acertarás pensaba yo).

Terminó el verano, suspendí las recuperaciones y tuve que repetir curso, Arancha no volvió a mandarme un mensaje ni a llamar, es más jamás volví a verla ningún verano, su recuerdo permaneció en mí varios años hasta que definitivamente desapareció.

 

Cómo todo vuelve, este año después de haberla olvidado hace ya mucho me acordé de ella, casualidades del destino o no, ese mismo fin de semana mientras paseaba con mi mujer y mi hijo a la orilla de la playa me cruce de bruces con ella, la vi tan estropeada, tan demacrada, hiper mega delgada, con la cara arrugada, su pelo ya no era rubio sino castaño oscuro y tenía una pinta de yonki que tiraba para atrás, su belleza había desaparecido a la vez de su recuerdo, aquella chica pija que me enamoró solo será ya un sueño que se quedó en el camino.