Fuí a un colegio de monjas en el que éramos un chico de cada diez chicas, yo que tenía las hormonas revolucionadas me gustaban todas, las de mi clase y las de clases superiores, incluso alguna más pequeña que yo... (no pedo)... la rubias me gustaban por su pelo, la morenas por sus ojos, las flacas porque estaban flacas y las gordas por sus tetas, a todas les veía algo y a todas les tiraba el anzuelo con mejor o peor suerte, casi siempre con peor...

Me tiré todo el curso enseñándole el rabo en clase de Plástica a mi compañera de trabajos, Laura, la típica niña que no destacaba en nada, delgada, ojos azules, rubita, sin tetas pero me ponía súper cerdo...

Le pedía que me la chupase al salir de clase, que nos fuésemos a los baños y nos liásemos y acabase en mamada... ella siempre me decía no con la boca pequeña, se hacia de rogar y eso me ponía más cachondo aún... (la de pajas que cayeron imaginándomela ahí con su boca llena de mi leche...)

Siempre me jugaba que terminase expulsado o que llamasen a mis padres por ir enseñando la polla a distintas compañeras, pero ninguna nunca dijo nada, ni si quiera lo comentaban con amigas.

Laura tampoco dijo nunca nada a nadie (que yo sepa)... conforme fue pasando el curso y las clases de plástica a ella se la veía más receptiva y decía que me haría una mamada si me hacía una paja en clase y me corría en el uniforme... yo se la enseñaba pero no me atrevía a pelarmela... hasta que muy al final de curso poco antes de irnos al viaje de estudios mientras hacíamos dibujitos en clase la conversación se calentó, - enséñamela - hazte una paja - quiero ver como te corres - quiero ver cómo es el semen... me retó, me calentó y termine por hacerme una gayola corriéndome en la camiseta...

Fue tan fuerte el orgasmo y la corrida (jamás me había corrido tanto) cómo el posterior bajón... de repente Laura no me interesaba lo más mínimo y dejé de hacerle caso el resto de la tarde.

A las 5 sonó el timbre y se acabaron las clases , unos amigos me dijeron que si quedábamos para jugar un partido contra otros del colegio del al lado (había mucha rivalidad) acepte y me largué echando leches del colegio... pero al salir estaba Laura esperándome en la puerta, intenté esquivarla pero me cogió del brazo y me dijo al oído... si quieres una mamada vamos al baño y te la chupo... yo al que ni siquiera le habían hecho ni un triste paja le contesté, bah paso, ahora me voy a jugar al fútbol, quizás otro día si me apetece...

Ella con cara de  (:O) y se fue sin decir ni adiós y yo me fuí a jugar el partido de mi vida... 

Esa misma noche ya me estaba dándome cabezazos contra la pared... me propuse arreglarlo al día siguiente pero fue imposible, le enseñé el rabo varias veces durante varias clases, pero ya no mostraba interés... le pedí salir en el viaje de estudios pero me rechazó.... pasaba de mí, no me hacía ni puto caso, era un 0 a la izquierda, me ignoraba y cuando hablábamos lo hacía con gesto cabreado...

Terminó el curso y no supe nada más de ella, no coincidía con ella aunque vivíamos cerca, no supe que estudió, nada, desapareció... muchas veces durante estos últimos 20 años me he acordado de ella... y me he arrepentido de rechazar la que hubiese sido mi primera mamada...

Hace unos meses me la encontré de bruces cuando yo salía del Mercadona con mi mujer y ella entraba... nos miramos, y los dos bajamos la cabeza, después me la volví a cruzar otra vez en el super y nos quedamos mirando unos segundos hasta que cada uno volvió a lo suyo... y la última vez fue hace un par de semanas, mientras yo sacaba al perro ella estaba en el parque con sus dos hijos, nos miramos sin exagerar un minuto largo, sin saludarnos, pero yo solo pensaba en aquella mamada y me preguntaba si ella pensaba o se acordaba de eso... joder puto partido de fútbol encima lo perdimos... en 20 años no se me ha olvidado y creo jamás se me olvidará, me sigo arrepintiendo cada día de aquello...

La mamada que pudo y no fue...