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Brenda: Mi primera vez

en Hetero: General

Si leyeron las La Primera vez de Alexa, quedo pendiente que les platicara mi primera vez; cuando uno comienza a leer los relatos eróticos, uno admira y agradece la calidad de expresión de los autores, como van describiendo los sucesos y en especial, a través de sus palabras nos permiten construir en imágenes mentales lo hermoso del sexo y la sensualidad que lleva consigo. Y sino lo han leído, no es necesario, pueden comenzar desde aquí:

Retomando la charla con Alexa:

ALEXA.- Ya vez, como si paso algo y tú me lo querías negar; haber cuéntame cómo fue tu primera vez.

GUIDO.- Mi Primera Vez, fue . . .

Corría el año de 199X, estudiaba la secundaria en segundo año; nuestro uniforme era café hasta los dientes; en aquel tiempo era bajito, y totalmente inexperto en las artes amatorias, decirlo literalmente VIRGEN.

Tenía una pésima suerte para tener novia, hasta que ingresaron los chicos nuevos al grupo; entre ellos estaba Brenda, una chica delgada, piel morena, cabello largo trigueño y unos ojos color miel encantadores.

Siempre muy risueña Brenda, nos hicimos amigos desde el primer día; a ella le encantaba chivearme cuando me besaba cerca de los labios.

Una tarde, saliendo de la escuela; quede de ir a su casa para hacer un trabajo en equipo, su casa estaba en construcción, por lo que vivía con su mamá en un solo cuarto, estaba la cama matrimonial, la cocina, el cuarto del baño y una mesa donde Brenda hacia su tarea.

BRENDA.- Guido, me voy a cambiar; no seas malo, voltéate a la pared, mientras me cambio.

GUIDO.- Si, (obediente y sin malicia)

Cuando sin pensarlo escucho que tiene problemas con el broche del brassier; se había atorado en la chazarilla del uniforme, a lo cual escuche su voz.

BR.- Guido, no seas malo, ayúdame con el broche.

Era un brassier fino, delgado; disfrute lo delgada de su espalda y el deseo de mirar de frente; más su velocidad de sus manos fue más rápida que jalo una camisa tejida con gancho, color café claro; haciendo un bello contraste con su piel morena.

Me encantaba verla con su cabello trigeño agarrado con una dona; sus labios encantadores que disfrutaba cuando hacíamos la tarea sobre la mesa de su casa, en descuidos ella me cerraba un ojo, o me mandaba besitos cuando cachaba que la estaba mirando.

BR.- Guido y como eres besando.

G.- No soy muy bueno, solo he tenido dos novias; y mi primer beso fue algo hermoso pero descuadrado.

BR.- Eres todo un romántico, quieres besarme.

G.- Me muero por besar tus labios.

BR.- Anda, que te voy a enseñar a besar.

Fue un beso riquísimo y apasionado; ella me iba guiando al inicio y después fue instinto que nos fue guiando, sentía como me mordía y como nuestras lenguas jugaban.

BR.- Guido, quiero que me conteste con la verdad; eres virgen.

G.- Si

Lentamente Brenda, se quitó la blusa, con lo que pude apreciar sus pequeños senos coronados con botoncitos avellana, dejando caer su falda con todo y calzón, mostrándome un bello monte de venus.

Con miedo y pena, me fui despojando mi uniforme quedando desnudo, al igual que ella. Brenda con toda la ternura del mundo, me acostó boca arriba, mi pene estaba muy erecto que sentía que iba a reventar.

Lentamente, se montó sobre mí; y mi pene fue invadiendo su intimidad y yo perdiendo mi virginidad entre sus piernas. Sus movimientos de caderas, ver sus hermosos pechos, su cabello suelto y su rostro de placer, no pude contenerme, al sentir el calor y lo apretado de su vagina.

Tenía mucha pena, por no haber sido el hombre estereotipo que se manejan en las películas porno, o en los relatos eróticos que leía a escondidas en las revistas de mi padre. Simplemente era un muchacho con una eyaculación precoz.

Brenda, con la ternura que tenía; me beso en la boca, y me abrazo toda la tarde; me decía al oído su que no me preocupara que ya no era virgen su novio. Fue mi primera y única vez con Brenda, ella a las pocas semanas se acaba el curso y ya no regreso para el año siguiente.

Así fue, como fue; mi primera vez . . .