Me llamo Carlota. Hace mucho tiempo era Carlos, un hombre delgado de 34 años, atractivo, que vivía tranquilamente de su trabajo independiente de traductor y que algunas veces en los fines de semana y algunas tardes visitaba los bares y pubs nocturnos de ambiente gay en la zona de Chueca, en Madrid.

Solía tener relaciones sexuales esporádicas, mayormente de sexo oral, y tuve una relación sentimental con otro chico que duró unos 4 meses en la que si tuve sexo anal, y completo, pero Hans, que así se llamaba, tuvo que volver a Bélgica cuando su beca de un año terminó. En nuestra relación Hans se comportaba como mi macho y yo disfrutaba sometiéndome. Mi pene era pequeño y el de él era una joya gorda de 20 cm. de largo que se curvaba un poquito hacia arriba...todavía tengo “esa cosa” que me recorre el cuerpo cuando recuerdo como era su polla.

De modo que ahora tenía una vida relativamente tranquila, sin problemas económicos ni afectivos, puesto que aún estaba recuperándome de la ruptura de mi asunto con Hans.

Aunque la idea de travestirme siempre me había rondado la cabeza, siempre la había rechazado, porque...bueno...puede que fuera gay, pero era hombre, me gustaban los deportes, incluso era bueno jugando al volley...en fin...aunque lo que si que seguía haciendo era usar braguitas sexy...una especie de “herencia” de mi relación con Hans...a él le gustaba follarme con ellas puestas, e incluso a mi a veces me arrancaba un suspiro y se me ponía la carne de gallina si daba un tirón y me las rompía cuando me penetraba...es sumamente erótico sentir como te follan con las bragas rotas rodeando uno de tus muslos.

Adoraba que Hans me follara arrodillado en la cama y erguido con la cabeza apoyada en su hombro mientras uno de mis brazos rodeaba su nuca y el otro empujaba su culo hacia el mío mientras con una de sus manos me acariciaba el pecho y con el otro me masturbaba hasta que me corría…El siempre me esperaba y muchas veces nos corríamos a la vez...después nos tumbábamos en la cama y yo limpiaba de semen su polla mientras le miraba a los ojos y le decía que le quería…

Pero bueno, eso se acabó en su tiempo...hace ya mucho tiempo...Ahora yo ya no soy quien era cuando pasaban estas cosas que acabo de contar...de hecho tendríais que verme…

Ahora tengo 40 años y soy una cerda y una guarra total, una puta madura transexual operada varias veces, con tetas de silicona algo más grandes que balones de balonmano, el culo con implantes de silicona, botox en los labios y piercings en la lengua, en los pezones y en mi nuevo coño, además tres aros en cada labio de él. Cuando me reasignaron el sexo, se ocuparon de que mi coño y mi ano (mi clítoris, lo que queda de mi pene, está superexpuesto) tuviese suficientes terminaciones nerviosas expuestas para desear estar follando todo el día. Ya no quiero hacer otra cosa que ser una puta. Y más me vale que sea buena o me molerán a palos.

He sido vendida ya a cuatro chulos, a cada cual más exigente y cada vez por menos dinero y he estado trabajando haciendo la calle en Ceuta, en Sicilia, Tanger, y en Tunez. Me suelen follar de 15 a 20 hombres al día y mi modo de trabajar es “no condom”, o sea, que el que quiere se lo pone y el que no, se corre dentro en el agujero que quiera. Mi chulo actual nos suele mandar a mi y a otras como yo a las que les han hecho lo mismo a fiestas donde nos hacen de todo, nos hacen drogarnos, meternos de todo, y nos follan de todas las formas posibles durante toda una noche, hasta que se cansan. En la última fiesta a la que nos envió a Sara, a Petra y a mi, nos follaron cerca de 50 hombres en su mayoría negros y algunos árabes, todos sin condón. No paramos de tragar semen y chorrearlo, de beberlo de nuestros coños y nuestros culos y besarnos las bocas llenas de leche blanca mientras nos follaban.

Así que ya véis;ahora estoy en mi habitación lavándome el coño y el culo, después de haber atendido al cliente no se cuantos. Mi chulo, Ahmed, acaba de entrar en el cuarto, se ha bajado la bragueta y me ha metido la polla en la boca para follarme fuerte y me ha dicho que descanse que mañana tengo otra fiesta por la noche...y que iré con Sara, Petra y algún otro transexual sin operar. Ha hecho que me arrodille para que le chupe los huevos mientras el me echa su semen en la cara y me lo restriega con la mano por todo el rostro. Me ha ordenado que no me lave la cara con el que me pase la mano con saliva por la cara y que me lo chupe y me lo trague poco a poco.

 Me imagino que querréis saber como he podido llegar a esto…

 Pues ya os lo iré contando poco a poco...me voy a dormir antes de que me empiecen a picar el culo y el coño y me entren ganas de bajar a la calle a buscar quien me folle.