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Carlos-Carlota (7)

en Transexuales

Estaba en el séptimo cielo después del polvo que mi proxeneta me había echado en mi piso, después de lo que lo que su amigo me había hecho en el poblado donde me llevaron y a la vista de sus putas y mi primera “sesión de trabajo” como prostituta marcada con la marca de su chulo.

 

Héctor me iba a llevar a un club gay a vender mis agujeros, me había comprado ropa adecuada y esta vez no iba de mujer, sino de maricón afeminado.

 

Me ordenó que me vistiera con una tanga plateado de hilo, con el triángulo suficiente como para tapar mi cb6000, un liguero tambien de cinta y cuatro tiras, con medias de red color blanco plata...unas pinzas en los pezones con una borlita colgando. Los anchos pantalones y la blusa de color negro que dejaba los hombros al descubierto y unas sandalias plateadas de Jialuowei de 18 cm. Con las que casi al principio no podía ni andar.

 

Mi chulo se encargó de corregir mi sombra de ojos y el rojo de mis labios, además de ponerme unos enormes pendientes de aro color plata.

 

Me dio unas pastillas para quitarme cualquier tipo de inhibición y me hizo beber una copa de un licor dulce y muy agradable...a los 5 minutos ya empecé a sentir unos efectos estupendos, a sentirme muy con ganas de que me follaran hasta por las orejas...salida hasta las cejas...me dio media hora para que me acostumbrara a los tacones y me advirtió que iba a estar bailando toda la noche con ellos, que no me los iba a quitar ni para follar, y que a partir de ahora , ese tipo de calzado es que iba a ponerme.

 

La excitación de verme en el espejo calzada con semejantes tacones venció todas las dificultades...empecé a bailar como una bailarina de esas de la danza del vientre. Miré al fondo del espejo como mi chulo me miraba desde el otro lado de la habitación, y excitada como una perra en celo me di la vuelta y lentamente, contoneándome todo lo que podía y cruzando las piernas a cada paso mostrándole como dominaba ya esos tacones me acerqué a él y me arrodillé...le bajé la cremallera de la bragueta con los dientes y le saque la polla que tanto me gustaba….y me puse a comérsela hasta las cachas, ya sabía como hacerlo desde mi experiencia en el poblado con su amigo Albert. Todas las mujeres deberían saber meterse en la boca por completo una polla de más de 20 cm hasta el abdomen y hacer metisaca con holgura, comerles bien comida la polla a a sus hombres y chuparles bien los huevos… luego pasa lo que pasa, que nos buscan a quienes sabemos hacerlo…

 

No le quitaba la mirada de sus ojos, me dijo que esperaba divertirse mucho esa noche y también me dijo que iba a hablar con un médico conocido para quedar un día, castrarme y empezar un proceso intensivo de tratamiento hormonal. Su plan era colocarme unas buenas tetas 40EE o 42DD, botox en los labios y unas nalgas opulentas a la mayor brevedad posible. Si su médico creía que era posible, podría hacerme una reasignación de sexo todo a la vez…

 

Para que tener solo dos agujeros para vender pudiendo tener tres…

 

Su idea me excitó aún más, terriblemente..., intuía que estaba provocándome para que esa noche me comportara “adecuadamente”. Si era lo suficientemente guarra, le haría ver que su inversión iba a ser rentabilizada…

 

Cuando iba a correrse...me apartó la cabeza de su polla me ordenó que sacara mi lengua y depositó lentamente su semen sobre ella, y mientras me la tragaba y limpiaba la polla de mi dueño...noté como algo en mi cb-6000 había pasado...me había corrido como una cerda sin que nadie me tocara la próstata…

 

Se lo dije y me dió un suave bofetón…

 

-”Anda, ve a limpiarte, no te lo quites...en el bidet, como si te limpiaras el coño...”

 

Mientras bajábamos a coger el coche, en el ascensor...me abracé a él y le suplique me hiciera mujer pronto, con mis tetas y mi coño de verdad, que trabajara mi cuerpo para que atrajera a los hombres y que me sintiera como ahora, con ganas de follar constantemente…Estaba cachonda de la muerte

 

Mientras íbamos en el coche, me instruyó adecuadamente...tenía que ir de la barra a la pista de baile constantemente o a su lado cuando el me llamara para “presentarme” a alguien.

 

Provocar a los hombres para que fueran donde él y pudiera venderme según le pidieran…

 

Fue una noche loca...estuve bailando, bebiendo, comiendo pollas tragando semen y dejándome follar por todo aquel y todos aquellos que pagaron a mi chulo para hacerlo, a cada polvo que me echaban aumentaba más mi deseo…

 

A la hora de volver Héctor me dijo que había ganado más de 5000 euros conmigo...pero que prefería verme de mujer que de maricona, de modo que estaba decidido a llevarme al cirujano esa misma semana para los estudios previos y hacerme todo de un tirón. Mientras tanto, me iba a llevar, junto con Inés al dominio de su amigo Albert, el que me enseñó de golpe a comer una polla como es debido y a aguantar que me follaran fuerte por la boca. El se encargaría del tema de las hormonas y de ponerme en la calle para enseñarme bien el oficio a hostias si era preciso. Inés sería mi pareja para los dobles a menos que Albert ordenara otra cosa.

 

Iríamos donde Albert después, mientras tanto, dejó que me desnudara, me acostara y que durmiera.

 

Cuando me desperté habían pasado casi 15 horas, los gruñidos de Inés, desnuda por completo, mientras un negro grande le follaba el culo y otro la boca mientras Hector situaba webcams en las posiciones adecuadas, me despertaron...observé la escena por la rendija de la puerta de mi habitación y esperé a que terminaran…

 

Los negros se corrieron dentro del culo y la boca de Inés, la empujaron al suelo y la obligaron a pajearse el coño con un dildo enorme mientras le meaban los dos en la boca y en las tetas…

 

Ines se tragó toda la meada que pudo directamente y luego lamió la que había quedado en el plástico que cubría el suelo y se la fue tragando. Los negros se vistieron y recibieron unos billetes de Héctor...mientras miraban como Inés se restregaba por el cuerpo los restos de las meadas de sus dos machos, aún con los ojos brillantes de deseo, y esa mano en su culo metiendo los dedos en lo profundo de su culo para rescatar restos de semen y bebérselos ante lás cámaras…

 

Los negros se fueron y yo salí de la habitación...Inés me miró y me dijo que no pasaría mucho tiempo sin que yo hiciera lo mismo, con dos o con más hombres, y con ella…

 

Héctor la mandó a la ducha y cuando volvió me mandó a mi, nos quería limpias y vestidas para hablar con nosotras.

 

Cuando volví de la ducha, Héctor no estaba... Inés ya estaba vestida con su ropa de zorra y cargada de maquillaje. Había seleccionado para mi algo parecido, de modo que me puso mi peto con las tetas de medio melón y me dio mi peluca y una ropa semejante a la suya, me sentó ante el espejo y empezó a maquillarme y a exigirme que fuera tomando nota de como debía hacerlo, que ella estaba para que la follaran cuanto más mejor y no para poner sombra de ojos a otras guarras que le quitaran clientes...de modo que presté toda la atención posible...cuando termino lo que vi en el espejo, con Inés a mi lado fue el de una pareja de putas de categoría subidas en unos tacones de 7”, minifalda de PVC cortísima y corsé con top que dejaba ver casi todo el pecho, cazadora vaquera corta...yo miraba con envidia el de Inés...que no era postizo…

 

Entonces llegó Héctor, nos hizo arrodillarnos y comerle la polla al alimón mientras nos hablaba…

 

Tenía que salir a un largo viaje (a encontrar putas, dijo riéndose) y nos iba a dejar al cuidado de Albert. Conmigo iban a ser particularmente concienzudos...todo el día en la calle follando y comiendo pollas, nada de habitaciones...todo en la calle, al menos durante el primer mes, luego ya se vería...y en las horas de descanso, además de la hormonización superintensiva, auriculares con grabaciones sobre cómo ser muy guarra, para lavarme el cerebro con el fin de que adorara ser puta y que no quisiera ser otra cosa que un cuerpo con (de momento) dos agujeros que vender.

 

Inés estaría conmigo a todas las horas de sueño, vigilando que tomara mis pastillas y el resto de las drogas que me iba a dar Albert y vigilaría que el resto de las cosas marcharan bien. Os he contado como era Inés...pues los planes que tenían para mi eran convertirme en una como ella o más...que rivalizara…

 

Mientras Héctor hablaba...nosotras le comíamos el rabo sin dejar de mirarle...hasta que cogió su polla con la mano y la puso en mi boca abierta, depositando su leche ahí y forzando a Inés (casi ni hizo falta)...a que me besara para robármela y compartirla con ella…Nos dio una pastilla a cada una para que la tomáramos...

 

Esperó unos minutos y le dijo a Inés que cogiera una maleta con ropa y una lista de cosas que necesitaríamos que nos llevaba al sitio de Albert para trabajar ya mismo en la esquina que el dijera.

 

-”Albert te convertirá en la clase de puta que yo quiero que seas; Inés es estupenda, de las mejores putas que tengo, pero tu has de ser mejor, por las buenas o por las malas...y si todo va bien e Inés y Albert me dicen que estás lista, te hago una mujer de verdad en 3 o 4 meses...Te voy a poner un coño y un culo que vas a estar deseando follar todo el día, guarra, y ganaré mucho dinero contigo...”

 

Me estremecí cuando le oí decir sus últimas palabras...”deseando follar todo el día, guarra”…

 

Y bajamos a coger el coche. Me excitaba imaginar qué me iba a encontrar allí, aunque ya tenía una idea de cómo era aquello cuando la vez pasada, que Albert me enseñó de un plumazo y de una hostia en la cara como una puta, arrodillada, debe recibir en la boca y como le debe de chupar los huevos al macho que la va a poseer mientras le mira transmitiéndole su deseo de que se la folle hasta las trancas…

 

Cuando llegamos, Albert nos estaba esperando, y mientras charlaba con Héctor, nos puso a Inés y a mi en una esquina junto con otras dos viejas putas transexuales operadas de ojos vidriosos por las drogas que luego yo también recibiría para mantener alto el deseo sexual(con el tiempo supe que llevaban más de diez años ya operadas trabajando allí para Albert), al lado de un bar donde entraban y salían bastantes hombres y al lado de un callejón donde se suponía que teníamos que llevar a quienes nos compraban para los metisacas y las folladas breves...era más barato que alquilar una habitación, y muchos hombres solo querían un agujero para echar su semen y desahogarse dando unos azotes a una puta experta que sabía sacárselo apretando su vagina y/o su culo y moviéndose como había que hacerlo de modo que el hombre no tuviera gran cosa que hacer una vez que metía su polla en algúno de los agujeros de la guarra que había elegido, que además lo deseaba y que le daba las gracias por mojarla por dentro o beber liquido caliente; nos dio unas pastillasy nos puso una inyección que nos pusieron a Inés y a mi a mil de cachondas, y nos dio instrucciones precisas sobre lo que debíamos de hacer...como lo hacían todas las demás a quienes podíamos ver, o sea, de contonearnos mucho, hacernos bollos y morrearnos entre nosotras para buscar de hacer tríos con un hombre, tocarnos las tetas y/o el coño descaradamente con las piernas abiertas y llevarnos los dedos que nos habíamos metido en el coño o en el culo a la boca para chuparlos cuando un hombre nos mirara, ya desde el primer momento, de como quería vernos trabajar, no quería putas apoyadas en la pared, sino buscando hombres, por eso nos daba eso que nos daba y nos tenía cachondas de la muerte siempre locas por tener una polla al menos dentro…

 

A veces salía del bar a tomar el aire o a buscar a una o dos de nosotras para meterla dentro del local y divertirse con ella ordenándole pajearse y correrse con dildos en el pequeño escenario y ofrecerla a los camareros para que se desahogaran con ella delante de todo el mundo, o hacer una mamada gratis a los clientes porque el Madrid había ganado;

 

La elegida tendría que comerse por lo menos 25 o 30 pollas y beberse la leche de todos sin perder una gota o sería castigada sin follar y con drogas para tener ganas irrefrenables de hacerlo durante un par de días,encerrada en la habitación con solo sus manos para pajearse como pudiera, viendo continuamente en una pantalla porno del mas duro imaginable, del que se emplea también a veces para lavarnos el cerebro mientras una voz sugerente se nos mete dentro a través de los auriculares y nos recuerda que somos unas putas asquerosas y que solo valemos el dinero que nuestros agujeros pueden obtener para nuestro chulo, y que debemos aceptar eso con alegría para ser felices y trabajar bien, como dijo Albert, que lo leyó en alguna parte, tenemos que amar lo que somos y en lo que nos han convertido, y desear aprender a ser mas guarras cada día para que los hombres vinieran al poblado, si no venían, tendría que vendernos a chulos algo más crueles, y ninguna quería eso, de modo que todas obedecíamos sin rechistar y si media docena de tipos querían estar con una cualquiera de nosotras y follársela hasta por las orejas, mear sobre ella y practicar toda clase de depravaciones, la respuesta tenía que ser la misma, una sonrisa, dar las gracias porque te elijan y facilitar que te follen como quieran colaborando todo lo que se te pida... y para arriba…

 

Cuando una zorra salía de un castigo como ese, Albert la tenía follando muy fuerte y comiendo pollas sin parar durante unas cuantas horas con negros de pollas muy grandes jodiéndola en grupo, debido al estado de escase de la pobre desgraciada y aprovechar, de paso, para hacer una película hardcore gangbang hasta que la puta se calmaba momentáneamente y quedaba sometida del todo y desbravada...arrodillada y con la boca abierta para recibir, agradecida, la meada de todos los que la han estado usando…A muchos hombres les gusta mear sobre la espalda de una guarra arrodillada con las manos esposadas a la espalda mientras ella le chupa los huevos a otro hombre suplicando por un poquito más de polla y recibiendo bofetadas por descarada a la vez que le dicen que siga comiéndole los huevos y mirándole, y que baje a la calle a hacer su trabajo si quiere más polla cuando acaben de mear sobre ella.

 

Parece duro, pero en menos de media hora o antes ya estará de nuevo ansiosa en la calle buscando mas hombres para demostrarle a su chulo que es una puta que vale la pena y que no quiere que la vendan a otro proxeneta.

 

El caso es que todas acabamos haciendo casi lo mismo para llamar la atención, cada cual a su estilo, algunas se les acercaban y les hablaban diciéndoles que les querían comer la polla y que estaban necesitadas de hombre (en eso no mentíamos ninguna, a los 20 minutos de que nos follaran, ya queríamos más), que les hacían rebaja si iban tres con ella… las más activas eran cuatro transexuales operadas del todo, como Inés, pero bastante más viejas y que, al estar ya más ajadas por la edad y el uso, se veían obligadas a dedicarse casi exclusivamente a los gangbangs, yo las veía subir a las habitaciones con los hombres de tres en tres, una vez observé que una de ellas se folló a 15 hombres en un par de horas...me daban mucha, pero que mucha envidia, pero sabía que estaba en el camino adecuado para terminar como ellas...el caso es que al poco, una cuadrilla de 4 tipos nos miró a Inés y a mi y nos compró…

 

Fuimos al callejón y allí viví la primera vez junto con Inés, enculadas las dos arrodilladas en el suelo y con una polla en la boca, cambiando de hombres, nos follaron mientras hablaban de sus cosas, sin prestarnos atención, sólo éramos unas putas, así que se corrieron dentro de nosotras cuando les dio la gana y se despidieron con un bofetón después de ver como Inés y yo nos componíamos la ropa y nos pintábamos de nuevo los labios…

 

Cuando salí, Héctor ya se había marchado...tardaría meses en volver, y ahora Inés y yo éramos las nuevas putas de Albert.

 

No tenía problemas con nosotras, Inés ya sabía su oficio perfectamente y si yo me equivocaba con algo era por no saber bien que se esperaba exactamente de mi, pero no porque me resitiera a ninguna orden...estuvimos follando sin parar casi todo el tiempo, por aquello de ser nuevas…entre 20 y treinta hombres todos los días. Trabajábamos desde las 6 de la tarde hasta las 8 de la mañana del día siguiente...algun rato para comer y beber algo y hacer algo de vida social con las otras, siempre circunscrito al trabajo y a lo que nos picaba el coño y lo insoportable que era a veces...todas tenían permiso de usar vibradores si por que fuera no había clientes, o bien podían buscar a un camarero del bar para que las follara y les calmara los nervios durante un rato. Yo era la más nueva, pero al igual que las demás ya era una adicta a los hombres y a sus pollas.

 

Los sábados era un sinvivir desde las 8 de la tarde hasta las 8 de la mañana, era el único día en el que Albert me permitía subir clientes a la habitación, siempre con otra mujer o con dos mujeres si había fiesta...un sábado conté 47 pollas distintas que se me corrieron en la boca o en el culo; ya sabía lo que era tener dos pollas en el culo, otra follándome la boca hasta adentro y otra en cada mano, y correrme sin tocar mi minisexo encerrado, gimiendo...y cuando tienes a otra compañera al lado a la que están dando fuerte y oyes sus gemidos y ella los tuyos, y como nos hablan los hombres que nos follan y nosotras a ellos, hay como una especie de realimentación y realmente disfrutas con lo que estás haciendo...si además te ponen un espejo y puedes ver lo que te hacen...todavía mejor.

 

Algunas veces me tocó hacerlo con Inés al lado en una habitación, ella era capaz de tener dos pollas en el coño, otra en el culo dos en la boca y cada mano con una polla en cada una. A veces nos grababan cuando hacíamos cosas así y nos las mostraban a la hora de dormir en las sesiones de hipnosis, para que viéramos que también nosotras éramos capaces de todo; me había vuelto loca y solo pensaba en follar y en convertirme en alguien como Inés, en abrazarme a los muslos de un hombre y comerle los huevos mientras mis ojos miraban a los suyos suplicándole que me follara.

 

Ya había aprendido cómo hay que hablarles a los hombres cuando te están follando, y como excitarles. Si te gusta como te lo hacen, quieres que dure todo lo que pueda, pero si el tipo no da la talla, tenemos que saber hacer que se corra enseguida. A veces hay tipos que te dominan, que saben como se trata a una puta, por muy experimentada que sea. No hay sensación más agradable e intensa que babear totalmente entregada cuando un hombre te tiene poseída hasta las trancas y le suplicas por su leche donde quiera ponértela...que nota cuando te vas a correr y se detiene, y te deja en el límite para hacer que tu deseo se multiplique...sentir que saca la polla de tu culo cuando estás en ese punto y te la mete en la boca para que se la chupes berreando de deseo como una cerda en celo y cuando la notas dura como el acero te vuelves y con las manos en las nalgas las separas para mostrarle el agujero de tu culo y le suplicas que te clave ahí su polla de un golpe, llorando como una mujer en celo totalmente desesperada.

 

Cada día que pasaba las pastillas que me daban y la hormonas hacían que esa sensación fuera cada vez más intensa e irrefrenable, no solo notaba que cada día me sentía mucho más mujer física y emocionalmente, sino que me encantaba notar lo puta que me estaba volviendo...ya tenía unas pequeñas tetas y me encantaba maquillarme “excess”, además, cuando andas sobre tacones de aguja tan finos tantas horas al día, aprendes a moverte inconscientemente de un modo que excita a muchos hombres, ya no quieres ponerte otro tipo de zapatos, sabes que así los atraes para que te compren y que tu chulo gane dinero contigo; ese es el único horizonte, lo único que te satisface es estar follando continuamente, sentir como te enculan y se corren ahí o en tu boca, hablar continuamente con las otras putas que hay ahí o los transex, de hombres, de follar, del sabor del semen de tal o cual, y de como te follan, de lo guarras y lo zorras que somos, o de lo que que nos piden hacer y lo que nos gusta y de ser más marrana que esta o aquella, de lo gorda que fue una polla que te comiste tal día, o de lo que sentías cuando tenías los huevos de un hombre en la boca mientras le chorreaba semen de la punta de su polla hacia tu boca mientras te escupía, o de la media docena de hombres que te follaron en un gangbang...

 

Ninguna usamos bragas, son un incordio para trabajar, aunque tienes que llevar unas de esas de hilo en el bolsito porque hay algunos a quienes les gusta verte las bragas en los tobillos mientras te follan cara a la pared con las piernas abiertas...

 

El caso es que, como digo,...cada día que pasaba...notaba los efectos de las drogas, las hormonas y el lavado de cerebro...no pensaba nada más que en hombres y pollas, en sentir como me metían la leche dentro, o me la ponían en la cara, o me meaban encima, terminaba de follar con uno o con dos, y enseguida tenía ganas de más...ya no me acordaba casi nada de como era yo hace tres meses, de lo que había sido, y solo estaba obsesionada por ser la mas guarra del poblado para tener cuanto antes un coño y unas tetas de verdad como me prometió Héctor, ya iba notando como los efectos de las hormonas se adueñaban cada vez más rápido de mi cuerpo…Albert se ocupaba de degradarme todo lo que podía, para enseñarme, jamás me llamaba por mi nombre, me llamaba guarra, zorra, puta...esas cosas, a veces me llamaba al bar, donde él solía estar y hacía que le limpiara los zapatos con la lengua mientras meaba sobre mi...Un día hizo que me follaran en la calle 20 hombres que estaban en una despedida de no se que, pegada a la pared y de pie con el culo hacia afuera ofreciéndolo…

 

20 corridas en el culo, chorreando semen goteando por mis piernas... Lo grabó. Y de vez en cuando lo enseñaba a sus amigos mientras me hacía arrastrarme para lamerle las botas, para enseñarles como había que hacer para convertir a una mujer (yo ya casi lo era) en una guarra. A veces mientras hacía eso, me regalaba a uno de sus amigos, para que me follara mientras le lamía los pies...yo tenía que darle las gracias por follarme y darme su semen donde él quisiera...otras veces me tocó hacer una mamada a todos los hombres del bar por no se qué que paso...a todas nos ha tocado pasar por ahí, y luego que nos follen los camareros, uno detrás de otro en el pequeño escenario...si a los clientes les gusta como lo hacemos, nos tiran billetes que luego tenemos que darle a Albert

 

 

A veces, en los primeros días, Inés me obligaba a subir con ella a una habitación (ella si podía, con el tiempo yo ya pude) a ver como se follaba a media docena de hombres ella sola mientras yo estaba sentada y atada a una silla con un consolador en el culo y una bola en la boca...me miraba brevemente para que sintiera envidia de como gemía y chillaba de gusto cuando tenía tres pollas o más dentro del cuerpo y le abofeteaban las nalgas y el rostro recordándole lo guarra que era y deseara convertirme en una puta como ella...a veces se apiadaba de mi y dejaba que algún hombre se acercara a mi y se corriera en mi cara…Y en esos momentos solo pensaba en lo que era y en como disfrutaba de verla así e imaginando en que, a no tardar, yo me vería como ella, haciendo las cosas que ella hacía y pensando como ella pensaba, hablando como ella y las otras hablaban...casi ya lo hacía, de hecho solo hablaba de eso con las otras putas...ese era ya mi mundo...cuando alguna de las putas ligaba con un hombre para subir al cuarto, las demás animaban al hombre para que se la follara bien follada, que andaba escasa de polla y necesitaba que la pusieran el coño y el culo bien calientes y le pedían que guardara algo para repetir con alguna de nosotras.

 

Un buen día vi que llegó al poblado una de las mujeres que miraron a Héctor el día que fuimos al banco, la trajo uno de los hombres de Chuck; era una mujer de unos 50 o 53 años, con cara de asustada, maquillada hasta el extremo, con una minifalda abierta que dejaba que casi se le viera el coño al andar y medias nalgas, con medias de red negras y ligueros cuyas correitas se podían ver, el ombligo al aire y las tetas escasamente sujetas por un sujetador que dejaba al aire sus pezones...daba pena ver como apenas podía andar sobre sus tacones, algo más pequeños que los míos. La bajaron del coche casi a la fuerza y la llevaron donde Albert, que lo primero que hizo fue arrodillarla y sacar su polla para mearle en la cara y “marcarla”...Oí decir que le iban a someter a un tratamiento especial...para que se le olvidara cuanto antes de donde venía, de lo que se esperaba de ella, y de lo que le podía pasar si su chulo no obtenía de ella y de sus agujeros lo que esperaba…

 

Por supuesto, no me reconoció, pero no les costó mucho adaptarla. La pusieron a trabajar esa misma noche, de forma privada, a que la follaran de forma salvaje en grupo y en someterla a toda clase de depravaciones sin parar en una habitación...oíamos sus gemidos y sus gritos desde la calle...así la tuvieron durante más de dos semana sin salir de ese cuarto, dándole dosis de sofronización (como a mi) psicotrópicos, la hincharon a hormonas sexuales para aumentar su deseo (nos las daban a todas regularmente) y bofetadas hasta que la doblegaron del todo...no tenían ganas de andar esperando. Albert quiere a sus mujeres trabajando sin andar con monsergas, y cuando le llegaba una “dudosa”, como era este caso, no andaba con escrúpulos y hace todo lo posible por ponerlas firmes enseguida, que se enteren bien enteradas de donde están y cual es su trabajo…

 

Cuando la volvimos a ver en la calle, y la pusieron cerca de donde solía estar yo, ya tenía otra pinta, y se notaba que había aprendido el oficio; bastaba ver la forma que tenía de insinuarse a todo hombre o grupo de hombres que se le acercaba, se apartaba de la pared y se plantaba delante de ellos abría las piernas y se levantaba la minifalda con una mano mientras que con la palma de la mano se pajeaba el coño, se lo mojaba y se levaba la mano a la boca... total que en menos de quince días ya era una guarra redomada ávida de polla como cualquiera de las otras zorras que estábamos allí; algunas veces nos tocó hacer algunas mamadas en el callejón antes de que nos encularan cara a la pared y parecía que había sido puta desde hacía años, un día mientras nos follaban apoyadas en la pared del callejón, justo una al lado de la otra y mientras le pedía su leche al negro que la follaba el culo entre gemido y gemido la oí decir en el momento en el que se corría al sentir como su hombre se vaciaba en su culo que era feliz…

 

Se dio la vuelta, y se arrodilló abrazándose con fuerza a los muslos del hombre y como procedía, se metió la polla de su negro en la boca hasta que sus labios tocaron su abdomen y se comió su polla hasta dejársela limpia y brillante... Luego, mientras le comía los huevos y le miraba fíjamente a los ojos, recogió con sus manos los restos de semen que iban goteando de su culo y se los metía en la boca, alternando la comida de genitales mirando a su hombre con la cara de puta más genuina que se pueda una imaginar, abría la boca lo más que podía para meterse dentro los huevos del negro y apretarlos en su cavidad, moviendo la boca para hacer que su polla se endureciera sin chupársela más, cuando tenía que respirar le decía en voz alta, medio chillando...totalmente salida agarrada a los muslos de su negro…

 

-”Tienes que darme más, cabrón, te tienes que correr en mi coño, deja que te la chupe como yo se y por 15 euros más me follas fuerte por delante, ya lo has hecho por detrás y quiero que te vayas sabiendo que me has follado por todos los lados... haz que me sienta tu mujer, fóllame como se folla a una esposa, te lo suplico, hazme tu mujer, jódeme bien el coño, destrózalo, que para eso has venido ya me has destrozado el culo...porque tu mujer no te merece, no es lo hembra que soy yo, no te da lo que yo se darte ni es tan guarra como yo...tienes que traerla aquí para que la enseñen, te voy a regalar un squirt, mírame como me corro pensando en cómo me vas a follar y en sentir tu leche en mi coño, no necesitas a tu esposa, me necesitas a mi, mira lo que tengo para ti...”

 

Se tumbó en el suelo y se abrió de piernas todo lo que pudo, humedeciéndose los labios con la lengua mientras que con una mano se tocaba las tetas y con la otra se metía y se sacaba los dedos en el coño cada vez más violentamente, hasta que un chorro de líquido claro salió disparado hacia arriba desde su coño y ella se retorcía de placer gritando…

 

El hombre la miraba mientras se tocaba su pene duro enseñándoselo y sonriendo, haciéndose de rogar... oyendo sus gemidos y sus gritos…

 

-”¡¡¡¡Vamos papito, folla a tu esposa, hazme tu hembra, dame tu polla, metela en mi coñito hasta adentro, destrózame a pollazos, métemela hasta el estómago, cabrón...mira como estoy, mira como me tienes, mira como me corro pensando en tu polla jodiéndome viva, vamos cariño...fóllame como tu sabes, hazme un baby negro como tu, vamos cabrón, córrete todo en mi coño, préñame!!!!”

 

...y el hombre se tiró sobre ella y le metió su polla en el coño de un tirón, mientras que con las piernas su guarra le abrazaba el cuerpo masajeando su espalda y sus nalgas con sus medias y le abrazaba el torso mientras le susurraba al oido toda clase de guarradas, cuando se iba a correr, elevó el tono de la voz y le pidió su leche en el coño…

 

“¡Dame tu corrida, hijoputa, dale tu leche a tu esposa, fóllame como se folla a las esposas... préñame, hazme un crío con tu leche, si...cabrón, dame fuerte con tu polla dura, así….más fuerte... como me tienes ya...correte conmigo...me voy a correr...échamelo todo en el coño...mírame como me corro!...”

 

Y la vi temblar agarrándose desesperadamente y chillando de vicio al hombre que se estaba corriendo en su coño,

 

-”Así, mi amor, préñame, jode a tu esposa...”

 

Mientras veía como sus nalgas se elevaban del suelo para penetrarse más, si cabe con el pedazo de polla que se estaba metiendo y los ojos virados hacia arriba, agarrándose a su orgasmo todo lo que podía, mientras su hombre le decia…

 

-!Que zorra eres, cómo me has sacado mi leche cuando has querido...guarra…!

 

-”Así mi amor...échamelo todo….hasta la última gota...”

 

Y con el negro todavía encima de ella y con la polla aún dentro le empezó a comerle la boca y a mover sus caderas con la intención de que el hombre se corriera de nuevo dentro de ella sin sacarla...empezaron a bailar besándose y con el negro comiéndole las tetas mientras ella se lo follaba…

 

-”Voy a follarte, como una guarra hace con su marido...ya no follarás más con tu mujer...vendrás aquí a que te folle yo...y me tratarás como tu esposa y si me follas bien y me dejas satisfecha te dejaré que folles a otras...te voy a volver a sacar tu leche, marido...quiero más leche tuya en el coño...vamos...córrete...dámelo todo...”

 

Y se movió de tal modo que el hombre volvió a correrse dentro de ella, mientras ella le acariciaba del modo que se acaricia a un bebé…

 

“Así mi amor, échalo todo dentro…cómeme la boca, besa a tu esposa...si...te has casado con una puta, mi vida...¿Te gusta?...

 

Entonces tuve una inspiración y cuando vi que se relajaban...me arrodillé y saqué la polla del coño de ella y me la metí en la boca para limpiarla...mi cliente ya se había ido y yo estaba excitada….cuando terminé de limpiarle...arrojó unos billetes sobre el cuerpo de la zorra que acababa de follarse y nos dejo solas, entonces yo empecé a comerle el coño para pillar el semen que le caía...y cuando tuve todo lo que pude obtener puse mi cara sobre la suya y le abri la boca...y le deposité suavemente la lefa en ella, entonces me agarró la cabeza y me dió un morreo de escándalo compartiendo la leche de su cliente...y me dio las gracias.

 

Me levanté y la miré…

 

-”Tengo ganas de polla en mi culo...aún no tengo un coño como el tuyo”...creo que pronto puedo tenerlo…

 

Y ella se levantó también...uno de los ayudantes de Albert pasó por allí y vio que nos estábamos componiendo, y nos metió prisa…

 

-”Venga, vagas, a la esquina, meteos esto...”

 

Y nos dio unas pastillas blancas con un trago de whisky…

 

A los 10 minutos ya estábamos enculadas de nuevo en el callejón cara a la pared, junto con otras. Ines se estaba follando a tres en el típico trío en el que todos te follan por todos los agujeros, todas estábamos cachondas y gemíamos tan fuerte que Albert pasó por allí a ver que tal lo hacíamos…

 

A todas nos hizo algo de ilusión y nos elevó la líbido aún más

 

A Rosa, que así se llamaba, le encantaban los negros y se corría siempre muy facil con ellos, de algún modo no tardó en saberse esto, y al cabo de un mes todos los manteros de la zona, venían a follar con ella, a solas o en grupo, ya era capaz de llevarse a 6 o mas por delante sin inmutarse...Un día, cuando ya sabía andar con la soltura adecuada sobre tacones altos, me pidió que le prestara un par de mis stilettos, teníamos el mismo número, y se los dejé para un par de días...acabó pidiendo a Albert que por favor le comprara algunos, que le compensaría...y así formó parte del “club” de las zorras de los tacones de aguja...a la mayor parte de las demás les iba más las plataformas...pero siempre nos miraban con envidia al vernos caminar. Estuvo con nosotras como seis meses y medio, y Albert ganó mucho dinero con ella, supo convertir a la miedosa que trajo en una zorra insaciable... hasta que el mismo que la trajo vino a llevársela...lo que se llevó fue una cerda madura viciosa ninfómana que no sabía que hacer si no tenía una polla en algún agujero...

 

Y yo, mientras, contaba los días para que Héctor viniera, me llevara al médico, y acabara con la tortura de ser quien era, que me pusiera un coño de puta y unas tetas de escándalo, morros de botox y unas nalgas que llamaran la atención…

 

Y por fin, ese día llegó….Albert hizo que me llevaran ante él y me dijo que me iban a hacer unas analíticas ese mismo día y que si todo iba bien, en menos de una semana me iban a castrar para que el efecto de las hormonas se disparase y a ponerme tetas y culo apropiados, botox en los labios y un pequeño arreglo facial y corporal, estaría una semana o diez días en el hospital…y ya se ocuparían de que mi vicio no me creara problemas hasta que saliera de allí

 

Me dio a elegir entre varios tipos de tetas...a mi me gustaban unas como las que tenía...como si cortases un melón por su ecuador y que fueran grandes, para poder hacer pajas a los hombres con ellas y masajear la cara del que tenía debajo cuando me sentaba encima de ellos, o excitarles mientras bailaba con los brazos por encima de la cabeza, moviéndolas...sabía que ese tipo de pechos eran los ideales para que se movieran con los andares sobre stilettos.

 

Me dijo que habían de ser tetas grandes de bimbo y culo también grande de bimbo con implantes de silicona, parecidas o más grandes que las que llevaba, casi un palmo desde el pecho hacia adelante, con pezón marcado y areolas hermosas…

 

El coño me lo pondrían algo más adelante (eso me dijo)... que tenía que hablar con Héctor...