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Soy un sucubo 2

en Hetero: General

Esta saga está inspirada en mitos y religiones, no es una reproducción exacta y la opinión de los personajes no es la del autor.

 

Después de todo aquello, pase unos días intentando olvidar lo ocurrido, pero al final la necesidad de saber que me pasaba pudo conmigo, y me puse a investigar sobre cosas relacionadas con los demonios y espíritus.

Al segundo día estaba convencida de que había encontrado la clase de ser que había en mi, un Súcubo, una criatura que se alimenta de la esencia vital de los hombres. Su método habitual consiste en seducir al hombre para robarle las fuerzas durante el coito, después del cual mueren.

Por si acaso no había vuelto a intentar cambiar de forma, no fuera a ser que volviera a poseerme. También probé a ir a una iglesia, para ver cómo reaccionaba, pero para mi sorpresa no me afectó nada. «¿Los demonios existen, pero Dios no?»

Os preguntareis que pasó con Daniel, pues veréis, resulta que no recuerda nada de lo ocurrido después del sobeteo inicial. Pero ya no se burla de mi, será cosa del subconsciente.

Durante estos días estuve llena de energía, pero esa energía fue desaparecido poco a poco. Lo cual me lleva a mi siguiente momento destacable.

 

Era un viernes, aunque lo normal es estar con muchas ganas de diversión, yo estaba agotada por la universidad, pero cachonda como una perra en celo. Marta me insistió mucho en que fuera con ella en busca de mi segundo polvo, y accedí al final.

Me pase una hora arreglándome con maquillaje y poniéndome ropa atrevida con mi relleno. Pero seguía viéndome como una pringada y ya me imaginaba tocándome sola a la mañana siguiente. Así que me arme de valor y trate de cambiar a la forma de demonio. Lentamente comenzaron a salir las alas, la cola y los cuernos, volví a sentir miedo de mi misma. Mi cara y los demás rasgos cambiaron después, me concentré en ellos quitando el set de Halloween y funciono, ahora estaba buenísima. Me toque las tetas, eran firmes, esponjosas y muy suaves, los pezones rosados eran sensibles y todo era del tamaño perfecto.Mi cuerpo era un conjunto de curvas seductoras, sostenidas por unas largas y esbeltas piernas. En resumen, me ponía cachonda mi propio reflejo.

Ahora se me presentaba otro problema, la ropa, no tenía nada que hiciera justicia ha ese cuerpo, ir desnuda sería mi conjunto más adecuado. Decidí ir ha ver si podía comprarme algo barato con los ahorros que tenía y mientras iría con lo mejor posible.

Al llegar al centro comercial me metí en mi tienda favorita, ya que había un dependiente que estaba buenísimo. Mientras escogía cosas este se acercó por mi espalda.

-Hola guapa, ¿puedo ayudarte? –pregunto meloso.

Di un pequeño salto de la sorpresa y mis tetas botaron libres, ya que no tenía sujetadores con esa talla – Eeee… gracias, estoy buscando… algo que ponerme esta noche de fiesta y... que no sea muy caro – respondí nerviosa y mi coño se empezó a humedecer.

-Vale – me miro de arriba abajo, comiéndome con los ojos, lo que me resultaba excitante –creo que tengo algo, sígueme.

Le obedecí, recorrió la tienda escogiendo la ropa y por último me llevo al probador.

-Toma esto y pruébatelo –me ofreció el conjunto y me indico la puerta del vestidor.

Cogí la ropa y entre, tenía el corazón a mil y el coño encharcado. Me cambié lo más rápido posible, la ropa era muy ajustada y reveladora.El top me hacía un escote tremendo y marcaba mis pezones y el pantalónpor poco ocultaba mis bragas. Salí del probador, el me miro claramente excitado y se abalanzó sobre mi metiéndome de nuevo en el habitáculo. Enseguida sentí como me metía mano y besaba mi cuello con lujuria, yo me deje hacer. Sobaba mis tetas con ansia y retiro el top, mis pechos botaron al ser liberados de esa presión. El acerco sus labios a mis pezones y los lamió con deleite, yo gemí deseosa de más. Chupo y lamió mi cuerpo hasta que no aguanto más y, dejando que me deslizara hacia abajo porque me temblaban las piernas, se abrió la bragueta y saco su polla erecta.

Apunto a mis tetas y me ordeno –hazme una cubana.

Agarre mis pechos y los apreté con su miembro en medio. Empecé a moverlos arriba bajo, miembros le miraba con cara de placer. El me miraba fuera de si, prontotomo el control y comenzó a follarlas con fuerza. Yo me las apreté con los bíceps y lleve mis manos a mi empapado coño. Los dos gemimos llenos de lujuria cuando el primer disparo de semen me dio en la mejilla, rápidamente fue seguido de más disparos que dispersaron semen sobre mis tetas, hasta que el se detuvo. Yo fui lamiendo el delicioso líquido y así me limpiaba a la vez.

-Joder que corrida –dijo el lujurioso.

-¡Pero serás cabron! ¡Sabia que eras bi! – grito un joven que apareció de repente.

El dependiente se giró alarmado - ¡cariño! ¡No es lo que parece, yo no quería!

-¡Que te den! – respondió el que parece ser su pareja y se fue de la tienda corriendo.

-¡Espera! –pidió el otro y salió detrás de él.

Yo presencié la discusión sorprendida «¿Era gay?» Pensé, me coloque la ropa e hice un “simpa”.

Volví a mi casa y me prepare para salir, solo me hacía falta el pinta labios y la sombra de ojos, en todo lo demás estaba perfecta.

Cuando fue la hora de salir, me despedí sin que me vieran mucho, ya que les sorprendería mucho mi nuevo aspecto y harían muchas preguntas.

Llegue puntual a la discoteca y me estaban esperando Marta y Daniel. Ella me dio su típico abrazo y el me saludo ala distancia.

-Joder tía, me tienes que enseñar a arreglarmeasí, pero si parece que tienes tetas y todo – me dice asombrada.

-Como si necesitaras arreglarte, esto es un secreto de la gente que somos feos – la respondo y nos reímos. Entramos los tres y pedimos la primera copa, después Marta y yo bailamos un rato juntas, no tardaron en aparecer los típicos que buscan restregarse con la primera que pillan. Pero después de rechazarlos vinieron chicos más guapos, Marta me dejó a mi aire y volvió con Daniel.

Aunque después del incidente en el centro comercial me sentía algo mejor, el cansancio se estaba volviendo a apoderar de mí. Rodee el cuello del chico tratando de ahorrar fuerzas y bese su cuello para tratar de excitarle.

Pero algo raro paso, ya que de repente el tío me aparto de el diciéndome – Quítate de encima de mi, bicho.

Le mire confundida y dolida, tarde un momento ver que ya no tenía tetas y seguramente mi aspecto normal.Algunos me miraban divertidos por como me habían despreciado y vi a un joven rubio que me miraba fijamente. Decidí salir de allí y me abrí paso entre la gente, al cruzar la puerta me gire en la primera calle que vi y me metí en un callejón oscuro, me apoye en una pared y me deje caer para sentarme. Poco a poco me sentí más agotada, escuché el ruido de unos pasos cerca, pero los ojos ya no me enfocaban. Sentí que alguien me tocaba la cara y el cuello, para luego quítame los pantalones y bragas rápidamente. Lo siguiente fue sentir que algo me penetraba y se movía con fuerza, «al menos moriré follando» pensé casi inconsciente. La polla entraba con fuerza y llegaba profundo dentro de mí, la sensación de ser usada por un desconocido me excitaba y disfrute cada envestida como si fuera la ultima.Unos minutos después sentí el calor del semen que estaban vertiendo en mí y una fuerte corriente de energía. Cuando terminó sentí un fuerte peso sobre mí y me desmalle.

Me desperté a la mañana siguiente en la cama de una habitación que no conocía. Las sábanas eran muy suaves y cálidas, había una puerta corredera de cristal por donde entraba mucha luz y también había varios muebles con pinta de caros. Me incorpore y me di cuenta de que estaba desnuda, en ese instante entro una señora mayor vestida de sirvienta con la falda hasta los tobillos.

-Bueno días, señorita, espero que la cama haya sido de su gusto – saludo muy educada.

-Eeeeh… sí, he… dormido muy bien –contestemientras me tapaba - ¿Do donde estoy?

-Esta en la casa de la familia Cortes– respondió – y la señora le está esperando, tiene ropa adecuada en el armario.

Dicho esto la criada abandonó la habitación, yo me incorpore y abrí el mueble mencionado. La ropa que contenía tenia aspecto de cara y era muy elegante, así que elegí un vestido de una pieza que me llegaba a las rodillas y, al buscar unos calcetines y zapatos, encontré ropa interior de encaje. Escogí lo que más me gustó y me vestí para ver a la misteriosa “Señora Cortes”.

Al salir de la habitación di con un largo pasillo, vi unas escaleras que conducían abajo y fui a ellas. Vi una gran sala con muebles, sofás y una mesita donde había un jarro lleno de flores. Entre con lentitud, mirando a todos lados pero no había nadie allí. Observé las estanterías que estaban repletas de cosas como una vajilla, fotos de personas, figuritas antiguas… las cosas típicas que tiene una abuela en su salón.

-¿Te gusta mi colección? – dijo una voz melosa a mi espalda.

Aquello me asustó y gire rápido sobre mí a la vez que retrocedía, esto hizo que chocara con la estantería y un objeto callo a mi lado. Pero, antes de que tocará el suelo, una sombra lo atrapa y aparece la sirvienta de repente.

-¡¿Qué coño?!–griteasustada y me aleje de ella. También me percate de que había una mujer sentada en un sofá detrás de mí, esta era la mujer más atractiva que he visto en mi vida, con un enorme busto, una larga melena castaña, unos ojos azul intensos, además su cuerpo estaba lleno de curvas seductoras, su rostro era elegante y dulce y su postura era seductora sin perder elegancia. En resumen: La mujer perfecta.

-Tranquila, casi rompes el regalo que me hizo un general ruso –dijo tranquila la mujer hermosa y su voz me tranquilizo al instante – así, siéntate por favor.

Aunque no queria me vi obligada por un extraño deseo de complacerla – perdona si te hemos asustado, no era nuestra intención. Me imagino que tendrás muchas preguntas, por favor habla – su voz se siente poderosa pero musical a la vez.

-¿Dónde estoy? ¿Quiénes sois? ¿Qué pasó anoche? ¿Qué…? - empiezo a preguntar pero ella me interrumpe.

-Despacio despacio, no tengas prisa – me ordena –Estás en mi casa, me llamo Valentina Cortes, esta es mi hermana Jimena Cortes. Y sobre lo de anoche fue solo una falta de energía aguda.

-Quera decir azúcar, yo dormí como un tronco la noche anterior –aclare yo.

-No, querida, es justo lo que digo – me corrigió como a un niño - Sabes lo que eres, ¿Verdad?

-Yo… - comencé a decir pero me calle, «¿Soy humana? ¿Un demonio? ¿Una especie de híbrido?»

-Veo que dudas, pues yo te lo aclarare, no eres humana, eres un Súcubo – declaro con una sonrisa de oreja a oreja y revelo unos colmillos muy pronunciados. La mire asustada y de pronto me percate de que unos grandes cuernos retorcidosestaban surgiendo de su cabello, el cual se estaba volviendo negro. Se puso de pie y su elegante vestido se desgarro al brotar cuatro alas enormes de su espalda, además su piel se estaba volviendo de un color morado oscuro. Sus dedos fueron cubiertos por grandes y afiladas garras que uso para quitarse los jirones que quedaban del vestido. La misma cola que tenía yo, apareció más larga y gruesa y la punta parecía más dura. Para terminar, el iris de sus ojos se volvió rojo sangre, en sus pies también surgieron garras y toda ella creció hasta que su cabeza toco el techo.

-Observa en lo que te convertirás – me ordeno con una voz autoritaria que despedía maldad.

Yo totalmente acojonada pensé «esta vez sí que muero», mi cuerpo temblaba yestaba a punto de mearme encima. Entonces ella levanto un brazo y lo dirigió  a con fuerza hacia mi para partir me en varios pedazos con sus inmensas garras, solo pude reaccionar  y cerrando los ojos. Empecé a oír una risa gutural que poco a poco se volvía más melódica, abrí lentamente los ojos y la vi humana otra vez, riendo como una mujer de alta clase completamente desnuda.

-Si vas a reírte de mi, mejor me voy – dije lo más digna posible, ocultando el que aún me temblaban las piernas.

-No te enfades, mujer, es una pequeña broma para saber que conocimiento tienes de ti misma, por lo que veo solo conoces el cambio corpóreo –explico mientras se sentaba tranquila ante su desnudez.

-No he tenido tiempo ni ganas de saber que más puedo hacer –respondí tensa.

-Ya veo, es normal que tendrás miedo al principio, pero es necesario de que te acostumbres rápido, ¿noquieras que se repita lo de anoche? – pregunta preocupada.

-¿Qué… que pasó? –pedí nerviosa. Recordaba vagamente lo ocurrido después de salir de la discoteca, solo algo caliente dentro de mí y la sensación de algo pesado e inerte encima de mí.

-Absorbisteuna gran cantidad de energía vital a un joven – aclaro confirmando mi mayor temor, había matado a alguien para sobrevivir como el demonio que soy.

-Yo… yo no… quería –empecé a tartamudear.

-Lo sabemos, tuviste suerte de que Jimena tuviera una conexión con el y os encontrará a tiempo – prosigue – le aparto antes de que absorbieras su alma.

-¿Conexión? ¿De qué hablas? – estaba muy confusa.

-El chico que casi se sacrifica por ti, es el Feeder de Jimena, usamos el término inglés por estética – explica sin darle mucha importancia –esta vivo y roncando arriba.

Una inmensa sensación de alivio me recorrió de arriba abajo y me desplome en un sofá cercano – Gracias a Dios.

Mi anfitriona se rio burlona –hace mucho que el gran barbas no interviene directamente, no deberías darle las gracias.

-Entonces… ¿son de verdad? –consulte curiosa, pero me miro sin entender – las religiones, ¿Son de verdad? ¿Existe un dios creador y un castigador?

-Es largo de contar, pero si existen, aunque no de la manera en la que te han contado –dijo, pero se notaba que no quería hablar de ello.

Mi cabeza daba muchas vueltas por toda la información, pero había una pregunta que aún quería hacer – el chico, ¿Cómo se llama?

Ella sonrió tierna – se llama Enrique.

 

Bueno, ahora os voy a soltar una charla sobre el pasado de mi especie, así que si no queréis escucharlo aprovechad para ir a al baño. Bien pues empecemos:

“El comienzo del universo fue realizado por Dios, este observo como fueron apareciendo las distintas estrellas y planetas, en algún momento encontró un planeta que le pareció adecuado para dotar de vida. Al principio creo formas sencillas (es dios pero todo el mundo necesita práctica) y poco a poco las fue mejorando y alterando, pasaron millones de años y estás llegaron a convertirse en lo que nosotros llamamos dinosaurios, pero a Dios no le terminaron de convencer pues eran simples de inteligencia. Así que decidió hacer borrón y cuenta nueva, pero algunas criaturas sobrevivieron a su eliminación. Dios se percató de que estás eran más inteligentes y decidió darlas una oportunidad. Mientras experimentaba fue diseñando la que creía que sería su creación perfecta. Cuando termino el borrador, lo llevo a la práctica y apareció una especie totalmente distinta a las ya existentes. Estás nuevas criaturas fueron cambiando según los ajustes que creía Dios que necesitaban, pero estos a su vez cambiaban su entorno para que se adaptará a ellos. Fascinado, Dios, los condujo a crear grandes grupos para vivir en compañía y estos fueron a más. Empezaron a construir pueblo y ciudades, y decidió retirar su protección. Su antigua mano derecha, Lucifer, el cual había caído en el pecado hace muchos eones atrás, decidió aprovechar la ocasión e influenció a los hombres para ser ambiciosos y lujuriosos. Esto llevo a las grandes guerras de la edad Antigua, también creo monstruos para extender rápidamente su mal. Dios al ver esto volvió a actuar, primero acabo con los enviados de Lucifer y calmo las guerras. Pero sus creaciones tenían miedo y estaban confusas, así que opto por hacer algo radical. El no puede hacer acto de presencia en el mundo mortal, ya que su inconmensurable poder lo desgarraría. En cambio decidió crear vida dentro de una de sus criaturas, una de gran corazón y alma pura. Y así apareció Jesús, el cual se encargó de difundir el mensaje de su padre, “No estáis solos, yo os guiaré hasta que podáis andar solos”. Pero Dios no tuvo en cuenta que Lucifer había ganado poder con las almas que había corrompido, y elimino a su mensajero. Pasaron muchos años hasta que se le volviera a retirar la protección al hombre, las civilizaciones crecieron y alcanzaron la edad media, una época donde el cristianismo estaba en un gran apogeo y la humanidad anhelaba el perdón de Dios. El mal no tardó en volver a actuar, esta vez más discreto, ahí es donde nacimos las Súcubos, corrompedoras de hombres.

Bueno, hasta aquí por hoy, que empiezo a ver caras de sueño y el que me está mirando las tetas, si quiere puede quedarse después y se las enseño de cerca.”

Lo siguiente interesante ocurrió días después del incidente con Enrique. El despertó al día siguiente y me disculpé con el por lo ocurrido. Fue muy amable conmigo y me dio su número de teléfono por si necesitaba “ayuda” de nuevo. Cuando volví a ver a Marta ella pensaba que me había ido a la casa de alguno a follar como una salvaje.

No fue hasta el siguiente viernes que llame a Enrique y quedamos en casa de Valentina.

-En serio no podemos ir a un motel, lo pago yo – me ofrecí avergonzada.

-Si claro y quedarme solo con una novata, a ver si esta vez me matas – dijo burlón – el sexo es su estilo de vida, no hay de qué preocuparse.

-Ya, pero me resulta muy vergonzoso el ir a follar a la casa de alguien que apenas conozco – aclare.

-Vaya una Súcubo que siente vergüenza – continua picándome.

-Déjame, ya tengo bastante con hacerme a la idea – proteste.

El llamó a la puerta y tras unos instantes Jimena abrió la puerta con su habitual traje de doncella – Buenos días, señoritos.

Yo entre primera saludando con la cabeza y al entrar Enrique, este la beso con lengua unos instantes. Yo sabía que había algo entre ellos, pues, aunque los conocí hace poco, se quedaban mucho a solas.

-Valentina los está esperando, síganme – nos pidió y hecho a andar. Nos guío hasta una puerta y nos la abrió educadamente, en cuántos estuvimos dentro la cerro.

-Hola niños – nos saludo Valentina con una hermosa sonrisa, sentada en un cómodo sillón.

-Hola, señora – respondo yo.

-Buenas – contesta Enrique.

-Elena si quieres puedes ser más informal, no soy la típica esnob que se lo tiene creído – asegura divertida.

-Esta bien – dije sonrojada.

-¿Estás lista para tu primera “alimentación”? – me pregunto cariñosa y se levanto.

Yo asentí con la cabeza y comience a desnudarme.

-Transfórmate en tu forma de Súcubo – me ordeno y se puso a desnudar a Enrique. Yo me concentro y en seguida soy la hermosa demonio – Muy bien, le coges el tranquillo, ¿Amor lo hueles? – le pregunto al que le está creciendo una erección.9

-Si, para no olerlo, lo debe de expulsar por todos sus poros – comento el, con el deseo en los ojos y removiéndose inquieto con la polla tiesa mirando arriba.

Yo que ya sentía la necesidad de otro polvo, me relamí los labios y me mordí el inferior impaciente.

-Los dos tranquilos, primero tenemos que enseñarte a controlar tu “perfume” – aclaroValentina, se acerco a mi y me examino las partes de demonio – no están mal, puede que llegues a superar la media con entrenamiento – murmuró – aunque tu piel aún no se pigmenta.

-¿Qué? – dije confusa.

-Nada cielo, cosas de viejas – respondió sonriendo – por lo que huelo, detecto tu fuerte deseo de follar y que no tienes control ninguno. La mire extrañada – tranquila cielo, ahora te lo enseño – y acto seguido me beso en los labios y metió su lengua para jugar con la mía. Me asusté al principio, pero algo me hizo relajarme y disfrute devolviendo mi primer beso lésbico.

Pero sentí que algo cambiaba en mí y de pronto note un fuerte olor, que era dulce y fresco. Entendí que ese era mi “perfume” una de las muchas herramientas que tienen los Súcubos para atraer a los hombres. Sin saber cómo había llegado ese conocimiento a mi, deje de emitirlo y este desapareció enseguida.

Valentina termino el beso, volví a ser consciente de mi, las piernas me temblaban y caí al suelo. Una gran excitación me invadía, toque mi coño y este estaba chorreando, también sentía el cuerpo arder y el magnífico olor de una polla me llamaba con fuerza.

-Enriqueeee – pedí excitada y sonrojada mientras me masturbaba.

-Sera mejor que la satisfagas ya, la “conexión” ha sido muy intensa para ella – comento mi ladrona de besos algo turbada.

El me cogió en brazos y me depósito en la cama, le hecho las brazos al cuello, busque juntar nuestros labios y mi cola se enrollo en su miembro y lo masturbaba.

-Tranquila, niñita, tranquila – me ordenaba Valentina, mientras liberaba la polla de Enrique – déjale hacer su trabajo – en cuanto termino la dirigió a mi coño y le obligó a meterla de golpe con fuerza.

Yo solté un fuerte gemido y me corrí de inmediato. Durante unos segundos mi abrazo se hizo más fuerte, pero de inmediato mi cuerpo se relaja y le acarició suavemente. Pero a mi vigilante no le pareció momento de descansar y siguió moviendo la cadera de el. Yo gemía con fuerza pues estaba sensible y volví a abrazarle, esta vez rodee su cintura con las piernas también y le imprimí yo el ritmo, le obligaba a follarme duro y con penetraciones profundas.

-Así, estás haciéndolo bien – me felicito Valentina y lamió mi oreja – deja de gemir y juega con su lengua o sus orejas y cuello.

La obedecí y le volví a besar con lengua, también lleve una mano a su cabeza y la enrede en su pelo. Por último se me ocurrió dar uso a mi cola y masajee sus huevos con ella, restregándola con ellos. No pareció disgustarle porque su polla pálpito dentro de mi. Las palpitaciones se hacían más frecuentes, hasta que note el calor del semen y el torrente de “energía”.

-Ahora contrólate y coge todo lo que puedas sin excederte – me guía ella.

Lentamente cojo la energía, esta vez noto cuanta le queda a el y le dejo lo que creo que será suficiente para que viva.

-Muy bien, mi pequeña – me dijo como una madre que está enseñando a su hija a usar los cubiertos.

Enrique cae desplomado sobre mí y yo nos hago rodar para ponerme encima. Le miro lasciva y siento ganas de volver a follarle para quitarle lo que le queda de “energía”, pero Valentina me aparta de inmediato.

-Eso no, ni se te ocurra pensarlo siquiera – me regaña y me da un señor capón en la cabeza – eso te convertiría en una “devoradora de almas”.

Me frote la cabeza dolida – perdón perdón, no quiero matarle, no sé de dónde surgió esa idea – me disculpe.

Ella me abraza cariñosa y maternal – no es culpa tuya mi niña, es tu impulso natural, pero hay que enseñarte a controlarlo.

Después de aquello me vestí y nos fuimos al salón, donde me comenzó a explicar la historia de los Súcubos. Paso una hora relatándome historias, mientras Jimena nos servía bebidas y aperitivos. Note una pequeña frialdad de ella hacia mí y le pregunte a su ama.

-¿Eso? Pues aún queda para llegar a la parte de la aparición de los “Feeders”, pero tienes que saber que cuando un Súcubo forma un vínculo con uno, deja de ser una relación de placer y pasa a ser algo más romántico. Ella puede saber cuál es su estado en todo momento, puede comunicarse con el telepáticamente y el placer que sienten ambos se comparte a la hora de alimentarse – explico algo aburrida ya.

-¿Y eso que tiene de romántico? parece más bien algo para espiar – pregunte confusa.

-Lo fue en la antigüedad, el “perfume” no es la herramienta definitiva para seducir a un hombre, estos tienen preferencias y gustos. Si se te resistía un objetivo, tenías que investigarlo para encontrar la forma de atraerlo – aclare – pero ahora lo usamos con otro fin, formar un vínculo es algo más raro, ahora nos alimentamos de cualquiera hasta que encontramos a alguien especial, al que le revelamos nuestro secreto y el se compromete a darnos “energía” de forma regular.

-Ósea que nos podemos enamorar – especifique yo.

-Algo parecido, no debes olvidar que somos seres salidas de la oscuridad, el amor es algo de Dios – contradijo.

-Entonces es como si me hubiera follado al novio… - cavile, pero Valentina me interrumpe.

-Marido – puntúo – el equivalente en las relaciones humanas sería a su marido.

Me puse roja, , en ese momento entra Jimena con unas pastas dulces – Jimena yo lo siento, si lo hubiera sabido habría buscado a alguien por mi cuenta.

Ella me mira confusa, pero luego parece entenderlo – usted no es el problema señorita, no es la primera que se acuesta con él desde firme el vínculo.

Valentina sonríe de oreja a oreja – ooooh, no me lo creo – la mire extrañada y Jimena se ruborizo – creo que el orgullo de mi hermanita se ha visto herido, porque alguien a disfrutado más con otra.

La aludida se puso más roja y se colocó en una postura digna – si me disculpan, es hora de despertar al señorito.

La vimos marcharse – que no se te suba a la cabeza, Enrique aún es muy nuevo en esto y tu has sido más fogosa, Jimena le podría hacer correrse con un meñique, pero su técnica es más sumisa ya que él tiene tendencias de ser dominador.

-¿Cómo podéis saber eso?, yo solo he visto a un chico amable, educado y respetuoso – pregunte curiosa.

-Ya te enseñare, pero tienes que saber que el proviene de una familia de ricos y eso, por norma general, suele ser nido de dominantes – explico.

Al decirme la palabra “enseñare” me vino a la mente el beso que ella me dio y que seria el mejor de mi vida - ¿Tú enseñanza siempre requiere de un beso?

Ella sonrió adivinando mis pensamientos – no siempre, ¿Te ha gustado? – la pregunta estuvo cargada de sensualidad y para rematar se relamió los labios.

Yo tenía ganas de volver a besarla, quería que nuestras lenguas se enredaran y volver a sentir esa enorme excitación – no puedo decir que no, ha sido el mejor que me han dado.

-Me lo imagino, pero aunque me divertiría mucho volver a ver tu carita de cachonda perdida, tu aún no puedes soportar mi lujuria durante mucho tiempo – explico divertida.

-¿Tú lujuria? – pregunte curiosa.

-Si, el poder de una Súcubo es su lujuria, cuanta más se tenga más poderosa es – respondió – el beso que te he dado antes sirve para transmitir conocimientos, pero se filtra también parte del poder de ambas, en este caso el mío es mi superior y por lo tanto tú recibes una gran cantidad de excitación y yo apenas me inmuto.

-¿Y como puedo aumentar mi lujuria? – consulto sin pensar.

Valentina se río a carcajada limpia, la cual no dejo de ser musical y elegante. Al tranquilizarse un poco, trato de recobrar la compostura, pero se le escapaban pequeñas risillas – Si lo que quieres saber es si puedes igualar mi poder, te quedan muchos milenios para igualar el que tengo ahora.

-Eso… no es lo que… quería decir – mentí para disimular.

-No te preocupes es normal que quieras más de mis besos, aún eres muy humana como para pensar en las cosas más interesantes – me consoló. Y tenía razón, yo me había obsesionado con un beso cuando había cosas más placenteras que hacer con ella.

Jimena apareció de pronto – el señorito ya ha despertado – anuncio.

Enrique entro sudoroso y con pequeñas marcas de carmín en la boca – Estoy reventado – declara y se sienta en un sillón.

-No me extraña entre Elena y los celos de Jimena, te ha hecho una mamada – dijo Valentina pícara.

El la mira sorprendido - ¿Cómo lo…? – pero Jimena le da una colleja y con un rápido movimiento le limpia la boca.

-Jimena solo se pone carmín cuando te hace esas cosas porque te encanta ver el rastro que deja en tu polla – expone ella.

-Valentina, das miedo – dijo el.

El resto de la tarde la pasamos hablando de cosas sin importancia. Así continuamos varios meses, una vez a la semana quedaba en casa de Valentina con Enrique para tomar su “energía” y me explicaba cosas nuevas o practicaba el control de mis poderes. Y por si os lo preguntáis, no, no volvió a besarme.

Cuando me llegaron las vacaciones de verano Valentina me anuncio el momento de ponerme a prueba en solitario.

-Elena, mi niña, tengo que pedirte un favor –me informó al llegar al salón.

-¿Qué necesitas? – pregunte curiosa.

-Algo que ayudará a la madre de Enrique – me afirmo.

Continuara…