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Mi vida con mi tia 4

en Amor filial

Capítulo 4 

 

EL CHANTAJE DE LA DOCTORA DIANA 

 

Diana volteó a ver al chico y estiró su mano para saludarlo 

 

-mucho gusto jovencito mi nombre es Diana -

-Mucho gusto doctora, tía me tengo que ir tengo clase en la facultad te veo más tarde-

 

Las palabras del muchacho eran para salir lo más rápido posible del lugar. Diana entró al cubículo de Doris para dejarle unos expedientes de sus pacientes anteriores que debían ser archivados.

 

-Doris te dejo estos documentos por favor archívalos-

 

Diana salió del cubículo y se dirigió inmediatamente a su oficina, una de las enfermeras trató de saludarla pero ella la ignoró completamente y apresuró el paso, al llegar a su oficina ni siquiera se molestó en poner seguro a su puerta al fin y al cabo ella era la jefa.

 

Apresurada, con el corazón latiéndole a mil por hora tecleo la contraseña de su computadora, ingresó a un programa de monitoreo de cámaras de seguridad y selecciono la cámara que estaba instalada en el consultorio 4, la imagen de video tardó unos segundos en aparecer, en tiempo real ella podía observar lo que pasaba en el cubículo, pero eso no le interesaba deslizo el cursor hacia atrás, como lo sospecho desde el principio Doris apareció en la pantalla con los pantalones en el piso siendo follada por su sobrino, buscó el inicio de la acción y se dispuso a disfrutar de la escena de sexo.

 

Conforme avanzaba la reproducción del video y se hacía más explícito el contenido sus ojos se dirigieron al hermoso cuerpo de Doris, una vez que vio cómo la trataba su sobrino se dio cuenta que el sexo duro entre ellos les resultaba excitante, poco a poco fue separando sus piernas, su vestido color negro le permitía tener acceso a su coño rápidamente. Se levantó de la silla para quitarse las bragas, para poder tocarse libremente. Al ver como Darío sacaba su enorme miembro del pantalón, una fuerte descarga eléctrica recorrió su cuerpo de inmediato sus dedo pulgar e índice presionaron su clítoris disfrutando de la sensación, continuó viendo la escena de sexo tan cruda que parecía una violación. Al ver que las bragas de Doris quedaron en el piso se éxito más sabiendo que en ese momento no las traía puestas, la penetración le pareció tan brutal y sexual que no se contuvo más y comenzó a correrse.

 

A pesar de ser una mujer de más de 50 años nunca había visto una escena así en toda su vida. Pudo ver cuando el chico le ofreció la verga a su tía para que la limpiara con la lengua, esta acción la hizo suspirar de lujuria.

 

Diana observó detalladamente el video un par de veces más antes de tomar una decisión, antes de terminar el turno de trabajo de Doris la llamó por teléfono. Doris atendió la llamada en su cubículo.

 

-buenos tardes Doris es urgente que te presentes en mi oficina-

-Voy enseguida- contestó Doris-

 

Al llegar a la oficina de su jefa Doris abrió la puerta muy preocupada por las palabras de su jefa

 

-en que la puedo ayudar doctora?- preguntó Doris 

-Doris lamentó informarte que voy a tener que despedirte-

 

A Doris se le heló la sangre y sintió que todo el peso de quedarse sin trabajo y con la responsabilidad de mantener su casa. Una decepción más en su vida justo en el momento en que están divorciándose de su marido

 

-pero ¿qué fue lo que hice? Siempre he cumplido con mi trabajo-

-cálmate Doris yo se que es duro para ti escuchar lo que te estoy diciendo pero si no te despido voy a tener problemas. Hace un par de semanas vino a mi oficina uno de tus pacientes, se quejó conmigo por que tu lo rasuraste antes su cirugía pero él dice que tú te propasaste con él, ahora ¿quiero saber si es verdad?-

 

Los ojos de Doris se llenaron de lágrimas y un nudo en la garganta le impedía hablar, respiro profundamente mientras contestaba

 

-sí pero él parecía estar de acuerdo-

-no Doris él no estaba de acuerdo y si así fue después se arrepintió-

-Pero doctora-

-No Doris no hay justificación por lo que hiciste, yo no tome acciones de inmediato por qué no puedo confiar completamente en los pacientes, así que hice instalar unas cámaras en todos los cubículos de la clínica-

 

De nuevo esa sensación de estar cayendo al vacío invadió a Doris, entonces la doctora ya sabía lo que había pasado con su sobrino.

 

-así que Doris como tú ya sabes el día de hoy tuviste una visita-

 

La doctora se levantó de su silla y se acercó a Doris se sentó en el escritorio con las piernas un poco abiertas, fue imposible para Doris ignorar que la doctora no traía bragas. La doctora movió la pantalla de su computadora y preciono una tecla para iniciar la reproducción del video, frente a sus ojos llorosos Doris podía verse en la pantalla gimiendo como una perra mientras su sobrino la follaba con fuerza.

 

-Doris somos adultos y sabemos que esto está mal, lamento mucho tener que despedirte justo cuando tienes que resolver lo de tu divorcio, esta vez no te puedo ayudar-

 

La reacción de Doris fue justo la que la doctora Diana esperaba, Doris se levantó y abrazó a la doctora 

 

-dígame doctora ¿que puedo hacer?-

-bueno Doris somos adultos, no sé tú dime¿que estás dispuesta a hacer?-

 

Mientras le hacía esta pregunta la tomó de la cara, con una mano limpió sus lágrimas y con la otra apretó su mandíbula ungiendo sus dedos en las mejillas.

 

-estoy dispuesta a hacer lo que usted me diga-

-eso es lo que quería escuchar-

 

De inmediato Diana comenzó a meter su lengua en la boca de Doris, que no se resistió, era la primera vez que Doris sentía el beso de una mujer un poco asqueada por la situación no podía separarse de ella, no podía perder su empleo.

 

-ahora vete a tu casa te espero en el restaurante LA ESTACIÓN en un par de horas a y lleva a tu sobrino-

-sí doctora-

 

Doris salió de la oficina llorando y se dirigió a la salida de la clínica, subió a su carro destrozada por lo suspendido y llegó a su casa, al llegar encontró a Darío sentado en el sofá de la sala, se abalanzó sobre él y le dio una cachetada.

 

-!ERES UN IMBÉCIL¡-

 

El chico se quedó sentado sin saber que decir, enseguida Doris se sentó a un lado de él, se puso a llorar con la cara metida entre sus manos. Con toda calma Darío le preguntó a su tía que era lo que pasaba 

 

-no entiendo ¿qué está pasando?-

-mi jefa puso unas cámaras en mi cubículo y descubrió lo que hicimos, ahora me está chantajeando, me quiere despedir-

-y ¿que te está pidiendo?

-solo me pidió que la viéramos en un restaurante-

-entonces hay que ir-

-pero ¿por qué no te preocupa?-

-tenemos que escuchar que es lo que quiere, no te preocupes si te quisiera correr ya la hubiera hecho-

 

Doris analizó las palabras de su sobrino y concluyó que tenía razón, Doris sabía que el lugar a donde irían a cenar era un lugar muy caro por lo que tenían que ir bien vestidos, se arreglaron y salieron enseguida para cenar con la doctora.

 

Tanto Doris como Darío estaban nerviosos y casi no intercambiaron palabras, al llegar al lugar los dos se dieron cuenta que en efecto el lugar era uno de esos muy elegantes.

 

Una camarera se acercó a ellos para confirmar su reservación y los acompañó hasta su mesa. Mientras esperaban la llegada de la doctora Diana, Dario y su tia seguían pensando cuáles eran las intenciones de esta invitación

 

-no sé qué pensar de esta situación Darío tú ¿qué crees que quiera la doctora con nosotros?-

-Siendo honesto contigo pienso que quiere follarnos a los dos-

-No creo ella puede tener lo que sea mira este lugar-

 

Su plática fue interrumpida por el sonido de la puerta abriéndose, en la puerta apareció Diana enfundada en un vestido color rojo, sus zapatos de tacón de aguja hacían que sus piernas se lucieran, el vestido era corto y delicadamente sexi. Diana se acercó a sus invitados.

 

-me alegra que vinieran los dos-

 

Darío estaba ansioso por lo sucedido, por la poca experiencia del chico no quiso esperar más y quiso saber cuáles eran las intenciones de Diana.

 

-buenas noches doctora yo no la conozco muy bien, pero por lo que me contó mi tía, usted quiere chantajearla, permítame ser muy claro no lo voy a permitir, así que dígame ¿cuáles son sus intenciones con nosotros?-

-Ha bueno muchacho saliste muy valiente, solo quiero recordarte un par de cosas, hoy ustedes son mis invitados y creo que deberían de estar agradecidos los dos conmigo, pero bueno para pasar un rato agradable voy a contestar tu pregunta, quiero follar contigo y con tu tía-

 

El corazón de Doris se paralizó y su boca se abrió por la sorpresa, en la cara del chico se dibujó una sonrisa de satisfacción, pues sabía que disfrutaría de una experiencia nueva, un trío con una mujer treinta años mayor que él y otra que aunque más joven también mayor que el.

 

-y en caso de aceptar esa oferta ¿dejarás de chantajear a mi tía?-

-En caso de que los dos acepten dejaré que conserve su trabajo, no tienen que decidir en este momento, disfrutemos de la cena y después hablamos ¿que les parece?-

-Estoy de acuerdo- dijo Doris 

 

La cena estuvo a la altura del lugar, la doctora Diana quería consentir a la pareja, sabía que nunca había tenido al alcance de su mano una verga como la de Darío, a pesar que tenía las cartas a su favor el muchacho no tenía nada que perder. Al terminar la cena el trío se había conocido mejor y hasta por momentos se rieron de la situación en la que estaban, después de un par de copas de champán Doris estaba más relajada.

 

-bueno chicos es momento de tomar una decisión, ¿vamos a mi casa o se van solos a la suya?-

 

La decisión estaba tomada por parte de Darío, pero Doris todavía no se sentía segura, tomó una última copa de vino y se decidió.

 

- estoy de acuerdo vamos a su casa-

-Me parece bien Doris creo que es la mejor decisión que pudiste tomar, aquí afuera esta mi chofer con el carro por lo demás no te preocupes-

 

Darío solo se dejó llevar por la situación y se dirigió hacia el vehículo, en el camino del restaurante a la casa Diana le preguntó a Doris 

-¿de verdad es tu sobrino?-

-¿Este muchacho?- agarrando la cabeza del muchacho como si fuera un niño 

-Si es mi sobrino, es hijo de mi hermana-

-¿Pero no te importa que sea tu sobrino? Aun así te lo follas?-

-al principio no sabía cómo reaccionar ante la situación pero cuando me follo la primera vez no pude dejar de hacerlo-

 

La curiosidad de Diana se multiplicó al darse cuenta que estaba ante una relación incestuosa.

 

-quiero ver como se besan-

 

Enseguida Darío comenzó a besar a su tía sin ningún remordimiento, le parecía muy excitante que alguien más compartiera su secreto, sintió en su entrepierna una mano, pensó que era Doris la que tomaba la iniciativa pero se dio cuenta que Diana era la que estaba masajeando su miembro por encima de la ropa.

 

Desabrocho su pantalón y lo bajo a media pierna, el tamaño del vehículo en el que viajaban era bastante amplio, Darío siguió besando a Doris mientras Diana bajaba sus bóxer, el chofer ajustó el espejo retrovisor para ver la acción en la parte trasera del carro.

 

Diana liberó la verga del chico y como lo sospecho desde que lo vio en el video la verga que tenía en su mano no tenía comparación. Diana levantó su vestido y pasó su pierna por encima de las caderas del muchacho, quedó de frente a él, Doris dejó de besar al muchacho, sus labios fueron tomados por Diana, mientras con una mano masajeaba los pechos de su amante y con la otra acerco a el rostro de Darío para disfrutar de un beso entre los tres. Darío beso a las dos mujeres, su verga estaba muy cerca del coño de Diana, bajó sus manos para palpar las bragas de las doctora, el fino encaje que sintieron los dedos de Darío le pareció interesante pero su berga quería sentir el calor del coño de aquella mujer mucho mayor que el. Con las dos manos, rasgó la fina prenda que cubría el coño de Diana, ella se levantó para acomodarse sobre su miembro y comenzó a bajar lentamente.

 

Darío levantó el vestido de Diana hasta su cintura , el chofer estaba disfrutando de la vista de su jefa montando la verga de un jovencito, los gritos de dolor y placer de Diana resonaban en el interior del carro.

 

-!HAY MUÑECO TIENES LA VERGA MUY GRANDE¡-

-esto es lo que querías-

 

Doris observaba la imagen de su sobrino y su jefa enajenada de placer, el alcohol había hecho efecto en su sistema así que comenzó a acariciar las nalgas de Diana, Doris no había experimentado nunca una situación cómo está y mucho menos una experiencia lésbica, Doris se inclinó sobre las nalgas de la doctora para masajearlas y besarlas, de pronto su lengua comenzó a lamer el ano de su amante.

 

-Doris eres una atrevida sigue chupandome el ano-

 

El trayecto no duró mucho, el trío tuvo que detener su actividad, el chofer llegó a la puerta eléctrica de la residencia de la doctora, bajo la ventana del vehículo tecleó la clave y la puerta se abrió, una fuente adornaba la puerta principal de la residencia y el vehículo se detuvo frente a ella.

 

El trío bajó del vehículo Doris y Darío se acomodaron la ropa pero Diana hizo todo lo contrario, aún estando fuera de la casa se quitó la ropa, sin ningún pudor quedaron expuestas sus tetas y sus bragas rotas, se las quitó y las tiro, ingresó a su casa, mientras guiaba a sus invitado hasta su recámara entre besos y abrazos 

 

Diana abrió la puerta de su recámara se acercó a la cama y se dejó caer de espaldas.

 

-que esperan quítense la ropa aquí no la necesitan-

 

Doris se quedó impactada por el tamaño de la recámara de su jefa pero era aún más impactante lo bien conservada que estaba la señora las tetas de su jefa le parecían hermosas y sus nalgas firmes exquisitas.

 

Diana se acercó a Doris, tomó el cuello del vestido y justo de una de las costuras lo desgarró, como una loca Diana rompió por completo el vestido de su compañera, desabrochó el sostén liberando las tetas de Doris para comenzar a manosearlas y chuparlas con desesperación, a pesar que la doctora quería comer e a Darío su intención también era disfrutar de Doris a la que había deseado en secreto durante el tiempo que llevaba trabajando con ella.

 

Mientras Diana chupaba las tetas de Doris, Darío se quitó la ropa, mostraba orgulloso su herramienta delante de las dos mujeres. Diana comenzó a bajar las bragas de Doris, la empujó sobre la cama y comenzó a lamer su coño sin contemplación los jugos de Doris salían de su vagina como agua, pero Diana no dejaba un solo centímetro sin lamer, la doctora tenía mucha experiencia, mientras lamia el clítoris de su empleada comenzó a meter los dedos en el coño, con la palma de la mano apuntando hacia arriba el dedo medio entró en el coño de Doris. Darío no perdió el tiempo y viendo el coño de Diana expuesto comenzó a meterle la verga, era una mujer con un coño bien depilado, al muchacho le pareció mucho más estrecho que el de su tía, estaba todavía muy apretado para recibir toda su verga, pero conforme fue avanzando pudo meterla de verdad. Diana estaba disfrutando con sus nuevos amigos, el dedo de la doctora comenzó a estimular el clítoris de Doris pero por dentro de su vagina, sentía la parte rugosa que le indicaba que era lo que tenía que estimular, haciendo movimientos circulares y después dando pequeños golpecitos sin dejar de chupar el clitoris hacían que Doris se volviera loca. Al abrir los ojos Doris se dio cuenta que Darío penetraba a su jefa sin piedad, en la cara del muchacho se veía como estaba disfrutando de darle verga a aquella mujer. No pudo contenerse más y se corrió con los dedos de su jefa en el coño y su boca succionando su clítoris. 

 

-que rico te vienes Doris-

 

Jadeando le dijo Diana que seguía siendo follada de perrito por Darío, la situación era tan caliente y la verga de Darío tan deliciosa que Diana no pudo contenerse más y se vino en poco tiempo, nunca había experimentado un orgasmo tan rápido y placentero.

 Las dos mujeres estaban satisfechas pero el chico de 18 años con el que estaban tenía todavía muchos planes para ellas.

 

Se acercó a Diana para decirle lo que quería hacer, se acostó en la cama y le pidió a Diana que se subiera, la doctora estaba tan complacida con el muchacho que no dudó en hacerlo, los movimientos de Diana sobre la verga del muchacho eran delicados, su coño estaba adolorido por el tamaño del miembro del chico, él comenzó a besarla, en su cara los signos de la edad eran evidente una vez que el maquillaje se corrió con tanto sudor. Las tetas de la doctora eran firmes resultado de su última operación la cual se realizó para reafirmarlas.

 

El muchacho no se detenía la empujó de los hombros para penetrarla hasta el fondo así la mantuvo por unos segundos hasta que su tía Doris comenzó a hacer lo que él le había pedido, con la lengua comenzó a lamer de nuevo el ano de Diana.

 

-nunca me habían follado como ustedes- les decía 

-Es la primera vez que me follan una tía y su sobrino me están volviendo loca-

 

La lengua de Doris fue reemplazada por su dedo medio, el cual entraba en el esfínter anal de su jefa sin dificultad, ella podía sentir como entraba y salía la verga de su sobrino en el coño a ella, no le importaba nada más que seguir disfrutando, así que con su mano libre se masturbaba sin perder el ritmo. Diana estaba disfrutando tanto que perdió la iniciativa cediendosela al muchacho, no sabía cómo pero él parecía más experimentado que las dos mujeres juntas, el segundo orgasmo de Diana fue más ruidoso y placentero que el primero ella misma se sorprendió al darse cuenta que podía venirse más de una vez.

 

-ME VENGO, DALE MAS DURO CABRÓN, MÉTEME EL DEDO MÁS ADENTRO DORIS.   

 

Les gritaba mientras convulsionaba de placer, con la fuerza que se movía y la estrechez de su coño el miembro del chico comenzó a tener contracciones y llenó la vagina de semen. La abundancia del semen del chico y al seguir con la follada el semen se comenzó a salir de la vagina de su amante, Doris se acercó a los testículos y el coño de su jefa para empezar a lamerlos alternadamente limpiando los restos de semen que salían del coño, Darío sintió la lengua de su tía y sacó la verga de dentro del coño para que pudiera mamarcela completa, Doris entendió el mensaje lo hizo alegremente, el coño de diana estaba abierto y chorreando, listo para que Doris lo disfrutara, ella no dudó en meter su lengua lo más profundo que pudo, sus labios, su lengua e incluso su nariz quedaron llenos de leche.

 

Ella no se dio cuenta, pero Diana al verla se dio vuelta así que se acercó para lamer primero sus mejillas, su nariz y por último fundirse en un beso apasionado para disfrutar del semen de su amante.

-ya también quiero- se escuchó la voz de Darío 

Las mujeres se rieron un poco y se abalanzaron sobre él el chico para besarlo, las dos mujeres parecían adolescentes jugando con un hombre, Diana analizaba la situación y estaba convencida de haber hecho lo correcto con esta pareja, la calentaba mucho el hecho que fueran parientes y cogieran tan rico.

Cansados por la noche de sexo se quedaron dormidos. Durante la madrugada Darío le dio mucha sed por lo que decidió ir a la cocina, la curiosidad natural del joven lo llevaron a explorar la casa, se levantó de la cama desnudo, trató de buscar su ropa pero no la encontró y no quería despertar a sus mujeres, recordaba que Diana se paseó desnuda por la casa así que no le dio importancia.

CONTINUARA