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Mi tía embarazada 2

en Amor filial

Por la mañana Javier se fue muy temprano realizar su trabajo diario empleado de una fábrica automotriz dicha  actividad ocupaba prácticamente todo el día. Abigail se levantó temprano para preparar el desayuno con la intención de consentir a su sobrina a modo de agradecimiento por haberles dado alojamiento indefinido.

 

Alejandra despertó sintiendo un cambio en su actitud, de ahora en adelante disfrutaría más de la vida, retiró la sábana que cubría su cuerpo desnudo para disfrutar las nuevas sensaciones que seguían apareciendo, se colocó su pijama sin ropa interior y bajó a buscar a su tía.

 

—hola tía buenos días ¿como durmieron? ¿Les gusto la cama? Realmente espero que todo esté bien para ustedes quiero que se sientan cómodos—

 

—preciosa Gracias por todo lo que estás haciendo por nosotros, no sé en dónde estaríamos si tú no nos ayudas—

 

—tía he decidido no estudiar este año, me gustaría quedarme en casa para que nos conozcamos mejor y poder ayudar con el bebé, así tu puedes conseguir un empleo y yo te ayudo cuidando a mi primo ¿que te parece la idea?—

 

—pues la verdad veo que ya has tomado la decisión, no tengo por qué negarme me parece que puedes hacer lo que mejor te parezca ya eras toda una señorita y estás tomando tus propias decisiones—

 

—gracias por apoyarme tía y vas a ver que todo irá mejor de ahora en adelante—

 

Pasaron los minutos mientras tomaban el desayuno y platicaban de muchos otros temas de la vida cotidiana. Llegó el momento en el que las dos se sentían muy cómodas platicando como si fueran amigas de toda la vida.

 

—hija es necesario que limpiemos el armario de tus papás, hay cosas que ya no se necesitan y podemos donarlas a la caridad ¿te parece bien empezar a limpiar?—

 

La mirada de la chica cambió, en su cara la melancolía se notaba con la cabeza baja y con un movimiento afirmativo le indicó a su tía que tenía razón.

 

Las dos subieron a la habitación con algunas bolsas y cajas para poder guardar los artículos personales de Andrea y Carlos los papás de Alejandra, los sentimientos de la muchacha estaban a flor de piel por lo que al abrir el armario de sus padres las lágrimas brotaron de inmediato. Abigail se acercó abrazándola por la espalda pero al pasar sus brazos por debajo de los de la muchacha accidentalmente rozó sus pechos sacando de ese estado de ánimo, Alejandra de inmediatamente puso sus manos sobre las de su tía.

 

Abigail la hizo girar y poniendo sus manos en las mejillas de la muchacha comenzó a besarla en la frente hasta darle una vez más un tierno beso en los labios, esto parecía reconfortar mucho a Alejandra que se mostraba agradecida con las muestras de cariño de su tía.

 

—no llores mi niña recuerda que tus papás vivieron una vida muy plena mientras estuvieron con nosotros, tú tienes toda una vida por delante y yo te voy a ayudar a vivirla feliz, anda vamos a sacar esta ropa y la iremos a dejar más tarde a la caridad—

 

—Si tía y gracias por ayudarme con esto—

 

Los minutos transcurrieron sin mayor problema mientras entre las dos guardaban la mayor parte de ropa en cajas pero al llegar al cajón de la ropa interior de su madre Alejandra se dio cuenta que tenía un gusto bastante sexy, encontró tangas de todos colores, algunas tan pequeñas que no sabía cómo era posible utilizarlas, conjuntos completos de lenceria que sin duda serían la delicia de su padre.

 

Ruborizada por lo que estaba encontrando, su cabeza no dejaba de trabajar a mil por hora las preguntas se agolpaban en su mente ¿cómo era posible? que aquella mujer tan intachable y correcta pudiera tener este tipo de ropa tan provocativa.

 

La mirada de asombro de Abigail se cruzó con la de su sobrina, en las mejillas de las dos era evidente que estaban apenadas con lo que acababan de encontrar y la primera en hablar fue Abigail

 

—tu madre sí que tenía sus secretos bien guardados— tomó una de las tangas mas pequeñas y la extendió frente a los ojos de Alejandra 

 

Las dos la vieron y no pudieron evitar sonreír 

 

—creo que mis papás eran más divertidos de lo que yo pensaba—

—hay Ale todas las personas se transforman cuando tienen sexo—

—yo se que si tía pero mis papás no parecía que hicieran este tipo de cosas—

—no se pero tal vez todavía te puedan dar más sorpresas—dijo Abigail como queriendo sembrar en la chica el deseo de saber más.

 

Alejandra podía intuir en esas palabras que Abigail podía conocer más secretos de su madre y como no ser de esa forma si vivieron juntas mucho tiempo, decidió no preguntar más por el momento.

 

La revisión del armario continuo y mientras Abigail sacaba unas cosas de la habitación para llevarlas a la planta baja Alejandra encontró una caja color negro en el fondo del armario, cuando la abrió no podía creer lo que estaba viendo el interior de la caja que estaba forrada de una tela color rojo, lo más interesante era el contenido de la caja, lo primero que llamó la atención de la chica fue un consolador color negro y largo que inmediatamente le recordó el miembro de su tío Javier, no salía de su asombro cuando otro aditamento más pequeño llamó sus atención, un par de bolas de color rosa unidas con una pieza de plástico estaban perfectamente acomodadas en un lado de la caja. A lo lejos se escuchaban los pasos de sus tía que empezaba a subir las escaleras, cerró apresurada la caja y la llevó a su cuarto, sentía que el corazón se le saldría del pecho como cuando un niño pequeño hace una travesura, al llegar a su cuarto cerró la puerta detrás de ella y escondió la caja debajo de su cama, no quería levantar sospechas y volvió a salir de la habitación solo para encontrarse en las escaleras con su tía.

 

— ¿está todo bien ?— preguntó Abigail 

—si si tía todo bien— contestó Alejandra con la respiración entrecortada, Abigail no hizo más preguntas pero sabía que algo había hecho la muchacha y decidió no darle mayor importancia, continuaron con las cosas del armario hasta bien entrada la tarde. Abigail había llamado a Javier para pedirle que trajera algo de cenar, antes de sacar las últimas cajas del cuarto de sus padres Alejandra tomó la bolsa donde habían puesto la ropa íntima de su madre y la llevó a su cuarto sin que Abigail se diera cuenta puesto que quería ver detalladamente cada prenda antes de decidir qué hacer con ellas

 

Agotada y sudorosa por toda la actividad la muchacha entró al baño para darse una ducha, el baño se encontraba al final del pasillo, entró sin dejar de pensar en su nueva caja de juguetes tomó un baño rápido y fue corriendo a su cuarto. Inclinándose lentamente como aquel que encuentra un tesoro levantó la sábana de su cama y sacó la caja, se sentó sobre la cama mientras ponía la  caja sobre su regazo para abrirla frente a ella, esta vez tenía suficiente tiempo para examinar cada uno de los juguetes que contenía, lo primero que quería tocar era el dildo negro que le parecía el más cautivante de todos los juguetes, lo acarició con la llena de sus dedos para después tomarlo de la parte media con su mano, era tan grueso que no podía rodearlo todo con su mano y tan largo que las dos manos no alcanzaban para cubrirlo, devolvió el objeto a l interior de la caja y poniendo la caja sobre la cama se quitó la toalla que cubría su cuerpo.

 

Los latidos de su corazón aumentaban con cada objeto descubierto, una de las esquinas del fondo de la caja tenía la tela levantada, Alejandra curiosa por esta situación levantó un poco la tela dejando al descubierto una caja muy delgada de las que sirven para guardar DVD con el nombre de su madre escrito en ella. Estaba a punto de comenzar a masturbarce  de nuevo cuando un grito la sacó de su agitado estado de ánimo

 

—Ale baja a cenar— se escuchó la voz de su tía 

— enseguida bajo me estoy cambiando— un poco molesta por que no podía continuar con sus juegos guardo las cosas en el interior de la caja, pensó en ponerse un short de mezclilla y una blusa, mientras seleccionaba que bragas  que se pondría, recordó la ropa interior de su madre, abrió la bolsa que tenía escondida y tomó la tanga más pequeñas que encontró, el tamaño de las nalgadas de la muchacha permitía que aquellas bragas le quedaran a la perfección el pequeño triángulo en medio de sus piernas apenas y cubría su sexo, se observó al espejo para descubrir lo hermosa que se veía con aquella ropa. Se puso sus short de mezclilla y una blusa de tirantes sin brasier, sus pechos firmes siempre habían sido su mejor atributo, su vientre plano y su cabello rizado color rojo completaron una hermosa vista que a más de uno había dejado sorprendido.

 

Bajo las escaleras dando pequeños brincos en cada escalón, sus tetas rebotaban a cada paso que daba. En  una de las sillas del comedor se encontraba Javier viendo de frente a las escaleras, había comprado una pizza para cenar y platicaba con su esposa de los pormenores del día, al escuchar los pasos los dos voltearon al mismo tiempo, la cara de asombro de la pareja fue más que evidente  al ver los pechos de su sobrina rebotando en cada escalón, los pezones de la muchacha se marcaba en la delicada tela de su blusa por supuesto que esta imagen tan sensual los dejó con la boca abierta, 

 

—hola tío voy a la ¿cocina necesitan algo?—

Javier fue el primero en responder — puedes traer unos vasos por favor —

 

La chica se giró sobre sus talones para dejar a la vista de la pareja sus hermoso trasero con las nalgas bien paradas y la cintura de infarto, nuevamente la pareja se quedó con la boca abierta, la chica se alejó coqueteando sin decir una palabra 

—Javier has visto Ale está hecho un bombón ¿no te parece ?—

—está muy hermosa se parece mucho a tu hermana—

—es verdad recuerdo que a su edad tenía el mismo tipo de cuerpo pero Ale derrocha sensualidad no te parece-

—pues si es la mitad de caliente que tu hermana su novio es muy afortunado—

—es verdad Andrea era muy caliente, estábamos sacando algunas cosas del armario y encontramos sus bragas muy sexis por sierto te acuerdas cuando ...  — el comentario de Abigail se interrumpió por la llegada de Alejandra al comedor.

 

La nueva familia están lista para hacer su primera comida juntos Alejandra estaba muy interesada en lo que sus tíos le podían contar sobre la vida de sus papás.

 

— tío ¿te puedo hacer una pregunta?—

—las que quieras Ale—

—¿cómo se conocieron mi tía y tu?

La pareja se volteó a ver y se dibujó en su cara una sonrisa 

— bueno pues en realidad aunque te parezca increíble tu mamá nos presentó—

—¿COMO? NO TE PUEDO CREER—

—es verdad tu madre y yo nos conocimos en la empresa donde ella trabajaba cuando todavía era soltera, en una ocasión me invitó a la casa de tus abuelos y allí estaba tu tía me la presentó y nos hicimos amigos los tres, salíamos muy seguido por las noches hasta que me enamoré de tu tía y pues aquí estamos unos años después—

— en realidad me sorprende mucho lo que me estás diciendo mi madre nunca habló bien de ti y nunca me contó esta historia, realmente pensaba que te odiaba por casarte con mi tía ella no aceptaba su relación y por eso se distanció de ustedes—

 

Abigail intervino — mi hermana tenía sus razones para no estar muy a gusto con nuestra relación ella quería que Javier fuera su novio pero él me prefirió a mí, ahora que ya no está puedes conocer la verdad—

 

— parece que no conozco a mis padres todo esto que me están diciendo no lo sabía—

—hija te pido que seas prudente con estas cosas posiblemente sigas descubriendo cosas que no sabes de tu madre pero créeme cuando te digo que ella te amaba profundamente y siempre fuiste su prioridad— dijo Abigail 

—les agradezco su sinceridad conmigo y espero que siempre sean así y que me sigan contando más cosas sobre mi madre—

—claro que sí — intervino Javier mientras daba una mordida más a la pizza, al terminar la cena Abigail y Javier decidieron salir a recoger algunas cosas más a su antiguo departamento mientras que Alejandra decidió quedarse en casa, sabía que tendría la casa para ella sola un par de horas y no pensaba desaprovechar esa oportunidad.

 

Abigail y Javier salieron de la casa dejando a su sobrina sola, Alejandra los despidió desde la puerta pero desde ese momento su corazón latía descontrolado y todo su cuerpo vibraba pensando en lo que encontraría grabado en el DVD. Apenas se fueron sus tíos corrió a su habitación para encontrarse con su precioso tesoro.

Bajo las escaleras con la caja en la manos caminó hasta llegar a la sala donde coloco la caja en la mesa de centro, la abrió para dejar expuesto el contenido. Como resultado de su estado de excitación las manos le temblaban al sacar el preciado DVD, abrió la caja y se dirigió al reproductor, lo colocó en la bandeja y encendió la televisión.

 

Como lo sospechaba desde un principio era un video sexual de su madre, a pesar de su sospecha está situación le parecía totalmente desconcertante pero al mismo tiempo excitante, sentada en un una cama frente a la cámara su madre se masturbaba Alejandra podía ver la Tanga que traía puesta, los ojos de la muchacha se abrieron por la sorpresa que le causó darse cuenta que era la misma tanga que en ese momento traía puesta ella.

 

La mano derecha de su madre jugaba con su clítoris mientras con la otra masajeaba sus pezones, de pronto la voz de su madre se escuchó en la televisión 

 

—Javier por favor no me hagas esperar más dame tu verga quiero sentirla en mi coño—

 

Las sensaciones que causaron esas palabras en Alejandra eran muy contradictorias por un lado su madre que siempre se mostró como una señora respetable hablando de esa manera y por encima de eso haciéndolo con el esposo de su hermana. Su mente lujuriosa podía entender que esas palabras llenas de deseo eran de una mujer que disfrutaba de su sexualidad. Y sus manos no tardaron en entender que Alejandra ardía de deseo, llevada por la excitación sus manos recorrieron su cuerpo hasta posarse sobre sus pechos, sus dedos se deslizaron por en medio de sus piernas y presionaba su vulva con mucha fuerza disfrutando del roce de su tanga con el clítoris, pensó que Javier aparecería en escena pero se sorprendió aún más cuando la que apareció fue su tía Abigail con un conjunto de encaje blanco, se sentó a un lado de su madre y comenzó a besarla apasionadamente. Esta vez no había marcha atrás y Alejandra se dejó llevar por el deseo.

 

Se quitó el short y la blusa para disponerse a disfrutar de las escenas que la televisión le mostraba los gemidos de su madre y su tía se mezclaban, la lengua de Abigail se perdía en medio de la boca de su madre mientras que con sus dedos castigaba su coño, dos dedos entraban y salían cada vez más mojados por los jugos vaginales de su madre. Alejandra seguía esperando que apareciera Javier, quería verlo haciéndole el amor a su madre.

 

Como si sus deseos fueran escuchados por los protagonistas del video Javier apareció poniéndose de pie junto a su madre, su enorme miembro quedó al alcance de su boca, sin dudarlo y llevada por el deseo Andrea giró su cabeza y comenzó a mamar el miembro de Javier sin dejar de disfrutar de los dedos de su hermana que la penetraba con desesperación, Abigail continuó chupando los pezones de su hermana.

 

— me encanta comerte la verga— se escuchaban las palabras salir de la boca de Alejandra mientras continuaba ordenándole a su hermana

—chupame el coño quiero correrme con tu lengua— 

Andrea abrió sus piernas acostándose en la cama para que Abigail pudiera lamerle el coño, sin miramientos Abigail metió su lengua en el coño de su hermana mientras Andrea seguía chupando la verga de Javier.

 

Los gemidos de la madre de Alejandra se intensificaron mientras Abigail metía sus dedos en el coño y chupaba desesperada el clítoris de su hermana como queriendo arrancarlo. La mamada era tan intensa que el cuerpo de Andrea comenzó a temblar seguido de un orgasmo.

 

Los dedos de Alejandra se movían sobre su clítoris siguiendo el ritmo de la escena, estaba muy caliente viendo a su madre y a sus tíos disfrutando de sus cuerpos sin ningún tipo de remordimientos y completamente libres de cualquier culpa, pero ella a pesar de estar disfrutando no podía dejar de pensar en su papá se preguntaba ¿qué pensaría de esta situación?, ¿conocía la existencia de este video?, una parte de su mente quería detenerse pero la excitación la hacía continuar.

 

Alejandra seguía observando el video en la televisión, su madre se acababa de correr con la lengua de hermana gemela en el coño y la verga de su cuñado en la boca. Abigail se levantó de la cama y caminando hasta la cámara la tomó de donde estaba acomodada, por su parte Javier se acostó en la cama aun lado de Andrea que enseguida se subió para empezar a cabalgar como una amazona, la cámara se acercó al coño de su madre justo en el momento en el que la verga de Javier comenzaba a penetrar el coño de su cuñada.

 

La escena era tan alucinante que Alejandra no pudo resistir más, fue hasta la caja de donde sacó el consolador negro creyó que este era el momento oportuno para comenzar a utilizarlo, se sentó en el sillón y comenzó a recorrer su coño con aquel objeto que le parecía enorme, quería sentirlo dentro de ella llenando cada centímetro de su interior.

 

La cámara manejada por Abigail mostraba las manos de Javier sobre las nalgas de Andrea que se retorcía de placer mientras era penetrada casi en su totalidad por el pedazo de verga que se estaba comiendo por el coño, el recorrido de la cámara llegó hasta la cara de Andrea, mientras en la pantalla la cara de la mujer mostraba su exitazo estado Abigail le preguntaba.

 

—hermanita eres bien puta ¿te gusta la verga de mi marido—

—me encanta—

—¿qué dirá tu amado marido cuando te vea cogiendo con otro?—

—QUE SOY BIEN PUTA y que le encanta verme como cojo con otros hombres—

 

El movimiento de Javier no se detenía seguía penetrando a su cuñada cada vez más profundo, al escuchar estas palabras Alejandra entendió que su papá estaba de acuerdo en lo que pasaba entre su madre y la pareja.

 

Alejandra brincó la barrera que no la dejaba disfrutar por completo de la situación al saber que su padre estaba de acuerdo con la situación y al parecer el video era para que el lo viera, seguía sin entender en qué momento sus papás se habían vuelto calientes. Las palabras que salían de la boca de su madre se interrumpían con los gemidos cada vez más profundos que emitía. La cabeza del consolador ya estaba dentro del coño de Alejandra penetrandola sólo una pequeña parte de su mojado sexo, cada vez lo introducía más profundo y sus gritos de placer se mezclaban con los de su madre, sacaba de vez en cuando el consolador solo para llevarlo a su boca y disfrutar de sus jugos.

 

—¿que más le quieres decir a tu maridito?— le preguntaba Abigail a su hermana

—FELIZ CUMPLEAÑOS y espero que disfrutes de este regalo, cumplí tu fantasía de coger con otro hombre—

—cuñado espero que disfrutes de este video tu otro regalo te lo doy otro día—dijo Javier para completar la escena, mientras seguía follando más duro a Andrea. La cámara siguió hasta la entrada del ano de Andrea donde Abigail comenzó a meter la lengua lamiendo a su hermana que cada vez disfrutaba más.

 

Alejandra no podía creer lo bien que se sentía ser penetrada por el consolador que tenía en la mano una parte quedaba fuera de su coño pero estaba disfrutando como nunca antes, aumentó la velocidad de las penetraciones y comenzó a jugar con su clítoris mientras con una mano metía lo más profundo que podía el consolador con la otra pellizcaba su clítoris no quería acabar todavía, estaba a la expectativa de lo que pasaba en la pantalla.

 

Los movimientos de Javier se aceleraron mientras Abigail metía la lengua en el ano de su hermana no tardó mucho en producirse un orgasmo tan ruidoso que Alejandra tuvo que bajar el volumen de la televisión 

 

Javier gritaba de placer llenando el coño de su madre de semen mientras Abigail no dejaba de lamerle el ano, las gritos de Andrea no se hicieron esperar 

 

— TE AMO CARLOS TE AMO— fue todo lo que dijo mientras se venia con la verga de su cuñado dentro de ella.

 

Por su parte Alejandra seguía gimiendo disfrutando de lo que veía y sentía, en su coño las contracciones paralizaron todo su cuerpo llenando la de tantas sensaciones que antes nunca había experimentado con un orgasmo prolongado, este alivio su calentura pero provocó un deseo mayor en su mente. Quedó rendida con los brazos a lado de sus caderas y el consolador metido en su coño.

 

Los tres amantes se despedían en el video diciendo — FELIZ CUMPLEAÑOS CARLOS—

 

El video se cortó pero Alejandra no podía recuperarse de tantas emociones, el sonido de un carro la hizo reaccionar, al parecer sus tíos regresaron antes y ella no quería ser descubierta, tomó su ropa lo más rápido que pudo, sacó el DVD del reproductor aventó todo en la caja y subió corriendo las escaleras.

 

En efecto Abigail y Javier tuvieron que regresar antes ya que Abigail se sintió un poco mal antes de llegar a su destino, la primera en entrar a la casa fue Abigail y como cualquier mujer su sentido del olfato estaba más desarrollado por lo que pudo percibir un aroma diferente en el ambiente.  Al pasar por la sala Abigail noto de inmediato el aroma a sexo femenino ese olor inconfundible llenó las fosas nasales de la experimentada Abigail , se acercó al sillón y pudo ver una mancha en el, Javier no sospecho nada y se dirigió al baño. Por su parte la tía de la muchacha se acercó para olisquear la mancha, cerró los ojos solo para comprobar lo que sospechaba que eran fluidos vaginales, disfruto de aquel aroma como si se tratara de un perfume caro, al abrir los ojos se dio cuenta que debajo de la mesa se encontraba una tanga, acercó sus manos para levantarla y para su sorpresa era la misma diminuta tanga que su sobrina había visto.Tomó aquel delicado pedazo de tela y lo llevó a su nariz, el aroma despertó su interés de forma instintiva, la tanga todavía mojada por lo jugos de su sobrina hicieron reaccionar a Abigail en seguida sacó su lengua y lamió los restos de humedad, su coño se empapó de líquido por la exitacion que la situación le provocaba, guardó la tanga en la bolsa de su pantalón y subió las escaleras dirigiéndose totalmente decidida al cuarto de su sobrina.

 

Al llegar a su habitación encontró la puerta abierta la chica estaba acostada en la cama cubierta con una delgada sabana que cubría su cuerpo, ojeaba una revista mientras Abigail se acercó a ella, bajó delicadamente la revista para darle un beso a su sobrina en la boca

 

—hola preciosa—

—hola tía regresaron antes ¿todo bien?—

—si todo bien me siento un poco cansada y decidimos regresar antes—

 

Abigail se acomodó a un lado de su sobrina y se metió por debajo de la sabana su mano izquierda recorrió el abdomen de la muchacha solo para darse cuenta que no llevaba una blusa puesta, un poco avergonzada con la situación Alejandra se disculpaba sin ninguna razón 

 

—tía algunas veces me gusta dormir desnuda ¿espero que no te moleste—

—para nada yo suelo hacer lo mismo— el instinto de Abigail quería seguir subiendo su mano para acariciar el cuerpo de su sobrina sabía de antemano que esa situación no estaba bien pero no quería perder la oportunidad de disfrutar con ella, comenzó a subir su mano hasta alcanzar una de las tetas de la muchacha, un pequeño sobresalto detuvo el movimiento de su mano pero no se detuvo.

 

—hay hija perdón me dio curiosidad tocar tus tetas se ven tan firmes que no me pude resistir—

—puedes tocarlas todo lo que quieras no me molesta—claro que la chica no sentía ninguna molestia por el contrario estaba disfrutando de la situación.

 

Los dedos hábiles de Abigail llegaron al pezón de la muchacha y comenzaron a acariciarlo las dos mujeres se encontraban bastante calientes en ese momento, Alejandra comenzó a buscar con sus labios la boca de su tía esta vez sus lenguas se encontraron jugueteando entre ellas aumentando aun más su calor corporal.

 

Abigail recordó que su marido la estaría esperando en la otra habitación.

—te parece bien si esta noche duermo contigo, estoy enojada con tu tío y no quiero dormir con él— mintió descaradamente

—sí me parece muy bien— esta noche era para Alejandra una noche muy especial había conocido los secretos más ocultos de su madre y ahora tenía la posibilidad de hacer el amor con su tía.

Continuará …..