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Los trios con mi sobrina 1

en Amor filial

Hola a todos mi nombre es Daniela tengo 35 años y estoy felizmente casa con un hombre maravilloso que me ama con locura su nombre es Alejandro de 40 años. Vivimos muy bien gracias a la empresa que tiene mi marido, es dueño y administrador de un grupo de talleres mecánicos en la ciudad de Monterrey ,esto ha permitido que  yo no tenga que trabajar, pueda dedicarme al hogar y ayudarlo en lo que me pida.

 

Alejandro es un hombre trabajador dedicado a cuidar de mi en todos los aspectos de la vida cuando nos casamos decidimos no tener hijos para disfrutar de lo que somos en la intimidad y valla que somos muy KINKI cuando estamos solos.

 

Se que tienes curiosidad de saber cómo somos físicamente te dire que soy de piel clara con el cabello castaño claro, mido 1.60 cm, soy de complexión media, lo que siempre me ha gustado de mi son mis tetas grandes y a pesar de la edad siguen en su lugar, a mi esposo lo que más le gusta son mis nalgas, lo demás lo descubrirás en las siguientes líneas.

 

Hace ya algunos años mi hermana Maria que vive en el estado de Colima nos pidió que recibiéramos a su hija Lucia en nuestra casa debido a que vendría a estudia su carrera universitaria en una prestigiosa universidad, ella consiguió una beca por sus altas calificaciones y su habilidad para jugar voleibol. Nuestra historia comienza el día de su llegada a nuestra casa.

 

Lucia llegó al aeropuerto de la ciudad muy emocionada ya que en muy pocas ocaciones salía de la ciudad donde vivía, le emocionaba mucho estar en lugares diferentes y sobre todo volver a ver a sus tíos preferidos, por cuestiones de trabajo mi esposo y yo teníamos pocas oportunidades de visitarlas, hacía ya un par de años que no veíamos a nuestra sobrina favorita, sin duda ese día en el aeropuerto mientras la esperábamos nos dimos cuenta que ya no era una niña.

 

Vestida con un pantalon deportivo sudadera a juego con el pantalón y tenis deportivos se veía hermosa, al caminar por el pasillo de llegadas del aeropuerto los hombres que venían detrás de ella no dejaban de observar su trasero, al llegar a donde nosotros la esperábamos Lucia se abalanzó sobre mi marido abrazándolo del cuello, con sus piernas rodeo su cintura mientras que sus rostros quedaron muy cerca  uno del otro. Siempre se llevaron muy bien y en muchas ocasiones Lucy nos había dicho que siempre quiso tener un papá como Alejandro.

 

Se mantuvieron en esa posición por un momento mientras que yo me puse detrás de ella extendiendo mis brazos mientras la apretaba contra mi marido, los tres reíamos de felicidad, por fin Lucia se separó de Alejandro para fundirse en un largo abrazo conmigo esta vez fue mi marido que inmediatamente aprovechó la situación y se pegó a su espalda.

 

Sin duda el abrazo por parte de mi sobrina le había provocado en mi marido una reacción que yo conocía de sobra, me miro a los ojos mientras seguíamos abrazados y supe que el cuerpo de mi sobrina había despertado su libido, por supuesto esta situación no me molestaba y él lo sabía, de camino a casa él conducía, mientras que yo estaba sentada en el asiento del copiloto y mi sobrina en la parte de atrás, coloque mi mano en la pierna de Alejandro, mientras le acariciaba la pierna lleve mi mano hasta su pene que se marcaba semi erecto en su pantalón, reaccionó con un pequeño salto en su asiento, mientras le decía a mi sobrina

 

-Estamos muy contentos que estés con nosotros, tu tío está muy emocionado con tu visita-

 

Mientras que Lucia contestaba muy emocionada sin saber que con mi mano apretaba el pene de su tío.

 

-Yo también estoy muy contenta y emocionada de venir a vivir con ustedes les agradezco todo lo que están haciendo por mi-

 

Al llegar a casa le mostré a mi sobrina la habitación que ocuparía durante el tiempo que estuviera en casa, como lo mencione antes vivimos en una casa bastante espaciosa pero diseñada para una pareja como nosotros que decidimos no tener hijos.El cuarto principal en la segunda planta es muy grande con un vestidor y baño con acceso desde la recámara, la habitación de nuestra pequeña sobrina no contaba con baño personal por lo que le explique que tendría que bañarse en nuestro baño. Esta situación no parecía molestarle en lo más mínimo, continuamos mostrando el resto de la casa, el patio trasero donde tenemos una alberca pequeña para pasar las tardes calurosas y otros detalles de seguridad de la casa.

 

Continuamos platicando de su mamá y los pormenores de su viaje, mientras le ayudaba a colocar sus cosas en la habitación. Como es la costumbre mi marido preparaba carne en el asador para celebrar la llegada de nuestra sobrina, cuando todo estuvo listo nos habló para cenar, después de unos buenos cortes de carne y unas cuantas copas de vino nos dispusimos a ir a dormir, subimos a las habitaciones. Fiel a su costumbre mi marido se quitó toda la ropa delante de mí, el muy descarado sabe que me gusta verlo desnudo, mientras tomaba su toalla para dirigirse al baño, pude ver sus nalgas firmes por el ejercicio que practica, por mi parte me coloque un pantalón corto y una blusa sin sujetador para dormir mas comoda, pero no podía dejar de pensar en el abrazo del aeropuerto, sin duda mi sobrina pudo sentir la verga de mi esposo en su espalda, me excitaba pensar que talves le gusto y que a el tambien, unos minutos después el salió de baño con la toalla colgada en un hombro mostrándome su cuerpo, se acomodó a un lado mío en la cama y se metió debajo de las cobijas fiel a su costumbre me beso apasionadamente.

 

Mientras me besaba metió su mano por debajo de mi blusa y comenzó a acariciar mis pezones, en ese momento sabía que no se detendría hasta hacerme suya.

-¿Te ha gustado tu sobrina he cabron?

No contestó nada su lengua se ocupaba de mi pezón que ya se encontraba erecto a causa de sus caricias, cuando le pregunté se pego mas a mis tetas, las apretaba con mas fuerza y mordio el pezon que tenia en la boca, con todos esos movimientos no necesito decir nada, ya comenzaba a bajar su mano a mi entrepierna cuando tocaron a la puerta, se acomodó a un lado mío yo coloque mi blusa en su lugar y nos tapamos rápido con la sobrecama. Lo único que pude decir fue - Adelante Lucy-

 

-Hola tia tengo la costumbre de despedirme de mi mama por las noches y me gustaria hacerlo con ustedes, si no les molesta-

 

-Claro que no nos molesta mi niña, siéntete en libertad de hacer lo que tu quieras esta es tu casa-

 

Mi marido y yo la vimos entrar con una pijama de pantalón largo y una blusa de de algodón color blanco que se ajustaba en los lugares adecuados,su silueta se marcaba delicada y suave, sus pechos sin sujetador se movían de un lado a otro mientras avanzaba a nuestra cama, se colocó a un lado mio, me abrazo con una mano en el cuello y se inclinó para darme un tierno beso, supuse que mi esposo pudo ver la redondez de sus nalgas mientras se inclinaba.

 

Cuando se separó de mí, dio media vuelta para caminar por un lado de la cama en ese momento me sentí como los hombres del aeropuerto, la forma de sus nalgas era y sigue siendo impresionante, no podía hacer otra cosa más que admirar sus nalgas, era un deleite para la vista. Aun lado mío Alejandro veía lo mismo que yo, ella caminó despacio por enfrente de nosotros derrochando inocencia en sus movimientos, se acercó a mi esposo, lo beso tiernamente en una mejilla al mismo tiempo lo rodeó con sus brazos en el cuello y le susurró al oído

 

-siempre quise tener un papá del cual despedirme por las noche, gracias por esta oportunidad-

 

Con los ojos cerrados dio un gran suspiro como queriendo llenarse del aroma de su tío, yo solo podía admirar la ternura con la que hacía las cosas, se puso de pie junto a la cama y volvió a abrazar a Alejandro esta vez sin agacharse el costado de la cabeza de mi esposo quedó en medio de las tetas de Lucia, mientras que él instintivamente rodeó con su mano derecha la cintura de ella apretándose aún más contra su cuerpo, el abrazo paternal se extendió por un momento hasta que Lucia se retiró deseándonos buena noche y cerrando la puerta detrás de ella

 

Una vez que Lucia cerró la puerta me acerque al oído de Alejandro y le propuse

 

-cogeme pensando que soy ella - estaba segura que todos esos abrazos y besos habían acrecentado el lívido de mi marido

 

Sin dudarlo se descubrió la parte de abajo de su cuerpo, tenía una erección descomunal su pene parecía estar más grande de lo normal, lo tomo con una mano y me lo ofreció, mi mente volaba pensando en todas las posibilidades, también me encontraba caliente por la situación, siempre fantaseé con ver a mi esposo con otra mujer mientras hacían el amor, por lo que está era una oportunidad de cumplir mi fantasía, que esa mujer pudiera ser mi sobrina agregaba más morbo a mi fantasía

 

Tome su pene con mi mano mientras lo besaba metiendo mi lengua en su boca, en mi mano podía sentir el jugo del pene de mi esposo que lo lubricaba, nunca me he podido resistir al sabor de su verga, pero quería hacerlo llegar a su límite. Continúe masajeando su pene mientras que con mi boca besaba su oreja, deslicé mi lengua por su cuello hasta llegar a uno de sus pezones y me dediqué a lamerlo lentamente, mi mano subía y bajaba con desesperación mordí su pezón.

 

-¿te gusta mi amor?-

 

Con un gemido contestó mi pregunta y seguí haciendo lo mío, me gusta saber que yo soy la que manda en la cama y eso lo vuelve loco, baje lentamente besando su abdomen bien definido hasta llegar a su pene se veía brillante por la cantidad de líquido, saque mi lengua y recorrí desde la base hasta la cabeza recogiendo su sabor para disfrutarlo como me gusta, abriendo mi boca metí la cabeza de su miembro en ella, me costaba trabajo meterla su grosor a sido siempre su mejor atributo aún que no me puedo quejar del largo con 18 centímetros mi vagina siempre ha sufrido y disfrutado. Masajeaba sus huevos mientras con la otra mano seguía castigando sus pezones, me gusta succionar la cabeza de su pene para saborear todo su sabor, saqué su pene de mi boca recorrí con mi lengua su largo pene hasta llegar a sus huevos completamente depilados para succionarlos mientras lo masturbaba, mis ojos buscaban su mirada para demostrarle cómo me gusta hacerle estas cosas.

 

Me puse de rodillas frente a él me quite la blusa y baje me pijama para que pudiera ver mi cuerpo desnudo, se abalanzó sobre mis pezones a besarlos y morderlos mientras que con su mano libre recorría mis labios vaginales, mis jugos se derramaban por mis piernas enseguida metió sus dedos en mi coño, con mis manos apretaba la cabeza de mi esposo contra mi pezón el cual mordía desesperado, con dos dedos en mi vagina me seguía penetrando sin decir una palabra yo sabía que en su mente yo me llamaba Lucia

 

-estoy muy mojada tío ¿te gusta?

 

Seguía jugando con mi rol de sobrina y la desesperación se apoderó de él, metía con más fuerza sus dedos en mi interior, se agachó para lamer mi clítoris que sobresalía por en medio de sus dedos, yo lo que más deseaba era sentir su duro miembro en mi interior.

Lo aventé a la cama quedando de espaldas me subí en él, puse mis testas en su cara y con mi mano acomode su pene en la entrada de mi vagina, los jugos de ambos comenzaron a mezclarse jugaba con su verga en mis labios vaginales llevando su cabeza hasta mi clítoris lo restregaba con fuerza mi mente no podía más con tanta excitación sin contemplación me metí su miembro dejando caer todo mi peso en él, la penetración fue brutal y dolorosa, podía sentir como se abría mi coño mientras estaba siendo penetrada.

El roce de su cabeza gorda con el interior de mi vagina provocó un grito de placer que seguramente escucharon hasta los vecinos, cuando estoy así de caliente no me importa nada. Al subir y bajar ensartada con su miembro seguía gimiendo como desesperada, en mi mente podía ver a mi sobrina montando a mi marido mientras los observaba.

 

Esas imágenes en mi cabeza provocaron  que me viniera gritando, las contracciones de mi vagina provocaron que la verga de mi esposo comenzará a palpitar para llenar de semen mi coño, primero un pequeño chorro que le provocó a él dar un pequeño alarido, el segundo chorro fue el más abundante y el que llenó por completo mi interior mientras se venía su pene parecía estar más gordo que nunca, sus gritos de placer llenaron el lugar.

 

-QUE RICO COÑO TIENES LUCIA-

 

Ahora era él quien jugaba conmigo siendo su sobrina, me seguía penetrando mientras con sus manos masajeaba mis nalgas, seguí moviéndome encima de él y mi segundo orgasmo fue aún más intenso que el primero, mi marido me besaba y gemía como nunca antes lo había escuchado me retiré de enésima de él, dirigí mi boca a su pene un poco más flácido y chupe los restos de semen de su cabeza, el sabor de la mezcla de mis jugos vaginales y su semen me vuelve loca, llevando mis labios a los suyos compartimos el sabor de los dos en un beso apasionado.

Me acosté a un lado de él.

 

-Gracias por la cogida tio-

El solo me sonrió y mientras me abrazaba me dio las gracias por siempre hacer sus fantasías realidad pero lo que él no sabía era que pronto tendría la oportunidad de disfrutar del coño virgen de nuestra sobrina.

 

Al día siguiente la primera en levantarse fue Lucia, siempre fiel a su rutina para ir a correr un poco y aprovechar a conocer su nuevo vecindario.Al bajar la encontré con su ropa deportiva estirando de espaldas a mi, agachada tocaba sus tobillos con las manos, me miró por en medio de sus piernas y me dedicó una sonrisa, su trasero firme cautivo de nuevo mi atención mientras que un shock eléctrico en mi vagina me hizo sentirme atraída a ella.

 

Con el cabello negro recogido en un chongo vino hasta encontrarme en el último escalón,la altura del escalón provocó que su cara quedara en medio de mis pechos sin duda es una chica muy efusiva y sin temor a demostrar sus amor y cariño por nosotros.

 

-buenos días preciosa ¿dormiste bien?-

 

-si tía mi cuarto es muy lindo y el colchón increíble una vez más gracias por recibirme en tu casa-

 

-ya deja de dar las gracias esta es tu casa, como te dijo tu tío siéntete en confianza de hacer lo que tú quieras-

 

-Gracias, perdón es la costumbre me voy a correr un poco tía-

 

Se dirigió graciosamente a la puerta de entrada y salió de la casa.

 

Al regresar a la casa Lucia me encontró en la cocina preparando el desayuno, mi marido y yo habíamos dispuesto todo para hacerla pasar sus últimos días de vacaciones disfrutando de la ciudad y disfrutando de su compañía.

 

-hola tía se ve delicioso el desayuno voy a bañarme y enseguida bajo para desayunar contigo-

-Adelante hija te espero-

 

Al ponerse frente a mi pude ver como se marcaban sus pezones en el sujetador deportivo que llevaba puesto, el abdomen de Lucy estaba bien tonificado por el ejercicio diario, fantaseé una vez más con la firmeza de sus tetas y el tamaño de sus pezones, mientras continuaba preparando el desayuno , mi marido seguía dormido en nuestro cuarto, se llevaría una sorpresa cuando Lucy entrará en él para dirigirse al baño.

 

A los pocos minutos mi marido bajó las escaleras con un short deportivo que resaltaba su bulto frontal y una playera que estaba muy ceñida, sus músculos se marcaban en ella.

 

-Lucy me ha visto semidesnudo- me platicaba preocupado

-¿Cómo pasó eso?

-Estaba dormido de lado con la espalda descubierta abrazando una almohada al escuchar la puerta abrí los ojos pensando que eras tú y con su dulce voz me dio los buenos días, entro al baño para darse una ducha.-

 

-no te preocupes no creo que sea nada-

Le dediqué una sonrisa juguetona y le serví su desayuno.

 

-además  a ti te gusta que te vean desnudo o no?-

 

Acaricie su pene por encima de la tela y él me dio un beso en los labios

 

Al bajar por las escaleras Lucy traía puesta la misma pijama con la que había dormido para no desentonar con nosotros y poder disfrutar de su desayuno, al llegar encontró a Alejandro lavando los trastes por lo que se acercó a él y lo abrazó por la espalda, él podía sentir los pechos de Lucy frotarse contra su espalda se giró y la abrazo de frente mientras ella lo besaba tiernamente, Alejandro pegó su cadera lo más que pudo a ella, sin dudarlo Lucy pudo sentir su miembro en el abdomen, la estatura de él la supera por unos quince centímetros, él mide uno ochenta y cinco mientras que ella uno setenta cm.

 

Le dio los buenos días de nuevo y se sentó a un lado mío para desayunar.

 

-hoy te llevaré de paseo por la ciudadanía para que la conozcas un poco y sepas cómo llegar a la universidad, tu tío ha dispuesto un carro de la empresa para que puedas desplazarte fácilmente-

 

Abrió los ojos enormes

-ay tía no se como agradecerles tantas atenciones, gracias tío-

-Ya te dije que no tienes que dar las gracias eres nuestra pequeña y queremos cuidarte-

Por su parte Alejandro le dijo

-tú eres una princesa y mientras estés en esta casa no te va a faltar nada para que puedas cumplir con tus obligaciones de la escuela-

-son muy amables-

 

Continué explicándole que la llevaría a la escuela, terminamos de desayunar y recogíamos la cocina mientras Alejandro se disponía a subir a la habitación para darse una ducha y salir a trabajar.

 

-hija me platico tu tío que lo viste dormido espero que no te moleste él siempre duerme así- una discreta sonrisa se asomo en su rostro y se sonrojó al contestarme

-No fue mi intención tía, estoy un poco apenada con él y contigo-

-Te vuelvo a repetir eres parte de nuestra familia no te preocupes y no hagas caso de esas cosas, bueno ya es tiempo que nos preparemos para salir-

 

Nos dirigimos a la parte de arriba de la casa, yo escuchaba la regadera, donde se estaba bañando Alejandro, por su parte Lucy se dirigió a su habitación para ponerse ropa más adecuada para salir, entre a mi habitación. Alejandro salía del closet con su ropa en la mano para vestirse con un traje azul ajustado a su medida, se colocó los pantalones sin ropa interior. Como se podrán dar cuenta en este punto él es un poco exhibicionista, se colocó la camisa, ajustó su corbata se puso el saco abrí la puerta de mi habitación para despedirme de él,  se despidió de mí con un beso profundo mientras masajeaba mis nalgas. al otro lado de la sala de estar Lucy nos veía detenidamente como analizando la escena, la mano de mi marido buscaba mi agujero en medio de mis nalgas.

 

Cruzó la sala de estar y abrazando a Lucia mientras la besaba se despidió de ella

Era mi turno para bañarme ella estaba lista y vino a mi dormitorio, una vez más llevaba ropa deportiva, a pesar de sentarle muy bien me parecía que no era adecuado que siempre se vistiera igual.

 

-¿por que llevas ropa deportiva?-

 

Se sonrojó apenada y me contestó

 

-es el único tipo de ropa que tengo-

 

-bueno eso va a cambiar el día de hoy-

 

Me dirigí al vestidor mientras ella se acomodaba en la cama para esperarme mientras me bañaba, entre en el baño espacioso y decorado apropiadamente el cancel de vidrio transparente que mi marido mandó hacer especialmente es la estrella del lugar, está diseñado para no perderse ni un centímetro de mi cuerpo mientras me baño, el inodoro estaba colocado de frente a la regadera y en un costado dispuso un sillón en el cual poder sentarme a observarme, claro que ese lugar era muy bien aprovechado por mí cuando lo veía a él hacer lo mismo.

 

-Lucia ¿puedes venir necesito de tu ayuda?-

-enseguida tía

Contestó rápido como si estuviera siempre pendiente de mis necesidades, como pretexto para que entrara le pedí que me pasara un shampoo nuevo de uno de los taburetes del baño, al entrar me encontró obviamente desnuda en el interior de la ducha, pude ver sus mejillas sonrojarse mientras me ofrecía el shampoo con sus manos, le agradecí por su atención, se dio la vuelta y estaba a punto de salir

 

-quédate no te vayas quiero seguir platicando contigo-

-tía me da pena verte desnuda no estoy acostumbrada, mi mamá nunca me dejo verla así como tú lo haces-

-hay hijita en estos tiempos y con semejantes tapujos, no tienes nada de qué avergonzarte anda siéntate-

Ella hizo lo que le pedí mientras seguimos conversando sobre su mamá y las expectativas de ella en la escuela, aproveche la oportunidad de ponerme de frente para que me viera mientras  me dedicaba a enjabonar mis pechos y en especial mis pezones erectos por la situación. Me gusta ser observada haciendo este tipo de cosas, metí mi mano en medio de mis piernas para limpiar mis labios vaginales, Lucia se movía en el sillón sin saber cómo reaccionar pero parecía gustarle lo que veía, su curiosidad natural apareció

-¿que se siente ir depilada?

Sus palabras me tomaron por sorpresa pero contesté sin tapujos

-es muy agradable, me gusta sentir el rose de la tela en esa zona además que así le gusta a tu tío y me gusta complacerlo en todo-

No hubo más preguntas cerré la llave del agua y salí de la regadera corriendo la puerta de vidrio me acerque a ella, la altura de su cara era perfecta para ver mi coño, me incliné para tomar la toalla que estaba en el respaldo del sillón donde estaba sentada, sus ojos se dirigieron a mis tetas y se sobresaltó

 

-me dejas agarrar mi toalla - hablándole con una voz más sensual

Balbuceó un si, me seque un poco y salí al vestidor para seleccionar mi ropa, quería seguir exhibiendo mi cuerpo delante de mi sobrina, la tome de la mano deje la toalla en su lugar y la hice caminar detrás de mí para que pudiera ver mis nalgas, yo están excitada y en ese mismo momento deseaba comerle el coño a mi sobrina, pero me contuve lo más que pude.

llegue hasta el cajón de la ropa interior para seleccionar una tanga color negro con un sujetador del mismo color con transparencias muy marcadas para no dejará nada a la imaginación, me coloqué las prendas y le pregunté

-¿te gusta como me queda?

-si te ves muy bien te queda hermoso-

Me puse frente al espejo de cuerpo completo para observar cómo me quedaba, me gusto y me lo dejé puesto,

-busquemos para ti algo más decente para salir y vayamos a las tiendas para buscarte nueva ropa ¿que opinas?

 

Apenas contestó que sí y saqué un par de vestidos para que se los probara, me puse aún lado de ella y se los ofrecí, quería ver su cuerpo desnudo y este era el pretexto perfecto, me sorprendió cuando tomo los vestidos y queriendo salir del vestidor le dije

 

-¿a dónde vas? Pruebatelos aquí ya me viste desnuda creo que no hay problema si te veo yo a ti-

Tomando una actitud sumisa dijo que si, me puse de frente a ella para observar cómo se quitaba el top deportivo sus pechos quedaron libres. De tamaño mediano con aureolas grandes que se coronaban con un peson grande sus tetas no me decepcionaron, mi corazón se aceleró al verla, se quitó el pantalón dejando a la vista unos calzoncitos blancos de algodón que muy apenas detenían su trasero bien formado, estaba disfrutando a mi sobrina como a ninguna otra mujer, se puso el vestido que le quedó a la perfección.

-estás muy hermosa hija nunca te avergüences de lo que la vida te ha dado, lúcete por donde vayas y confía en tu belleza-

 

Me acerqué con mi conjunto de encaje y la abracé, mi coño estaba mojado por la situación sentí sus manos recorriendo mi espalda y posarse sobre mis caderas justo donde comienzan las nalgas, apretaba mis pechos contra los suyos la besé en la mejilla mientras ella cerraba los ojos era justo la reacción que esperaba de mi tierna sobrina, la bese una vez más en la otra mejilla, podía escuchar su respiración agitada mientras recibía el cariño de su tía, acerque mi boca a su oído y le dije:

-eres hermosa seguramente tendrás a los hombres a tus pies- me acerqué de nuevo a su cara pero esta vez con la intención de besarla en la boca, tome un poco de distancia y viéndola de frente a los ojos le di la oportunidad de detenerme, su reacción fue besarme en la boca y meter su lengua, nos fundimos en un beso apasionado, sus manos recorrían torpemente mis nalgas

 

Apresuradamente levante y le quite el vestido para dejarla con sus calsonsitos de algodón, disfrutaba de la vista. Por fin tenía a mi sobrina como lo había deseado una noche antes.

Se separó un poco de mi

 

-he estado todo el día excitada pensando en tus gritos de ayer, imaginando cómo te hace el amor mi tío-

Sus palabras acrecentaron mi excitación, lleve mi boca sus labios para meter mi lengua en su boca mientras acariciaba sus tetas, quería sentir sus pesones resbalar en mis labios, se encontraban erectos por las caricias y los besos, comí de ellos lamiendo sus aureolas y pasando mi lengua en sus pezones sus reacciones me indicaba que le gustaba lo que hacía con ella. Me separé un poco, la hice girar para abrazarla por la espalda, mis manos pellizcaba sus pezones cada vez más fuerte para saber que tanto lo toleraba, con cada pellizco ella gemía de placer, le gustaba la mezcla del dolor con el placer.

La empujó delicadamente hasta la habitación.

-ayer mientras hacía el amor con tu tío pensaba en ti-

La acomode en la cama me quite el sujetador y la tanga para que pudiera verme desnuda mis pezones mucho más pequeños que los de ella y de un color más claro se erguían frente a los ojos de mi sobrina, se sentó en una orilla y mirando mis curvas empezó a imitar mis movimientos con su boca en mis pezones me sentía morir los jugos de mi vagina escurría por mis piernas, curiosa como son los jóvenes sin experiencia no pudo contenerse y me pregunto

-¿por qué estás tan mojada?

La inocencia de esta niña me estaba matando lentamente

-me has excitado mucho con tus besos y tus caricias-

Le señale su calzoncito

-mírate tú estás igual de mojada que yo-

 

Acercó su mano a su vagina y pudo sentir la humedad de la tela,la recosté una vez más en la cama, tome su calzoncito y lo jale hacia abajo descubriendo su monte de venus poblado de una tenue cantidad de vello, acaricié su vello con mis manos llevándolas a su abdomen y sus tetas, me arrodillé frente a ella separé sus rodillas y las flexione para tener una mejor visión de su vagina el color rosa de sus labios vaginales era hermoso pero su clítoris era una joya  al acercar mi boca a su clítoris pude notar el aroma de aquel delicioso coño que disfrutaría lamiendo, de pronto se sobresaltó y cerró sus piernas

 

-Tía no, sigo siendo virgen y quiero que un hombre sea el primero en disfrutarlo-

 

Tremenda sorpresa que me había dado mi sobrina virgen hasta la mayoría de edad y por cómo se comportaba con poco contacto corporal

 

-no te preocupes, disfruta y después nos preocupamos por tu virginidad-

 

Abrí sus piernas con delicadeza bese su abdomen mientras  bajaba lentamente por el costado interno de sus piernas ella disfrutaba de mis caricias y se dejaba hacer, saqué mi lengua recorrí sus labios vaginales con la punta,el sabor de mi sobrina era inmejorable, al llegar a su clítoris su cuerpo se sacudió de una manera que nunca me imaginé ver, ella respiraba con dificultad y mi corazón palpitaba a mil por hora abrí mi boca para succionar su clítoris que empezaba a crecer cada vez más en mi boca no era de tamaño normal, su clítoris era muy grande como de un centímetro de largo y el grosor del dedo meñique, su vello ocultaba gran parte de él pero al meterlo en mi boca podía sentir con mi lengua que tan grande era.

 

Seguí succionando mientras ella no ocultaba su deseo de continuar, gemía de placer y como sabiendo que hacer su instinto le indicaba cómo mover sus caderas y empujar mi cabeza contra su coño, seguí disfrutando del sabor, mi lengua recorrió una vez más su vagina hasta encontrar su cavidad vaginal al meterla pude sentir como su clitoris tocaba mi nariz, decidí empujar más mi cara contra ella hacía movimientos circulares con mi nariz rozaba su clítoris y mi lengua jugaba en su interior, una de mis manos apretaba sus nalgas duras mientras que con la otra seguía pellizcando los pezones, comenzó a combulsionarce de placer mientras gritaba

-¡NO PARES TÍA! -  sus movimientos de cadera se aceleraron y terminó gritando como loca sus gemidos eran una evidencia más de lo placentero que fue su orgasmo. Me retiré de en medio de sus piernas, acomodandome a un lado de ella, nos fundimos en un apasionado beso mientras compartimos los restos de sus fluidos vaginales. Su juventud y su deseo de seguir experimentando le devolvieron inmediatamente sus ganas de seguir con lo nuestro y yo no estaba todavía satisfecha

Tome su mano y la puse en mi coño depilado para que pudiera sentir la textura diferente al de ella tome sus dedos y comerse a hacer movimientos circulares sobre mi clítoris separé mis labios de los suyos

 

-has estado genial para ser virgen ahora es mi turno de disfrutar-

 

Movió la cabeza en señal de aprobación, seguirla guiando era la prioridad, metí un dedo de ella y uno mío en el interior de mi vagina estaba tan dilatada que me podían caber más pero no quise asustarla sin decir ninguna palabra le enseñe el ritmo que debía seguir, el instinto que demostraba para darme placer me indicaba que sin duda en el futuro sería una excelente amante para cualquier mujer.

 

-quiero probar tu sabor tía-

 

Sus palabras me emocionaron, la tome de la cara y la empuje con poca delicadeza en la cama puse mis rodillas a cada lado de su cabeza y mi coño en su boca, desde esta posición controlaba mis movimientos, le ordené

-saca la lengua y métela en mi vagina-Obedeció al instante

Podía sentir que la textura de su lengua era rugosa y más larga que la de mi esposo, estaba llegando a mis rincones más profundos, comencé a moverme encima de ella mientras con mi mano masajeaba mi clítoris y con la otra pellizcaba mis pezones, la mejor comida de coño que me han hecho pensaba mientras seguías moviéndome desesperada sobre el rostro de mi sobrina, cambié de posición para poder darle placer también a ella, giré sobre su cara inclinándome hacia su coño comencé a lamer su delicioso clítoris, nuestros cuerpos se movían con el mismo ritmo, disfrutando del sabor de nuestros jugos, continuamos en esa posición un poco más, me levanté para cambiar quería ver su cara de placer mientras seguíamos haciendo el amor, en cuanto me separé de ella

 

-tía dime cómo te hizo el amor mi tío anoche quiero saber por qué gritabas tan rico-

 

En mi cara se dibujó una sonrisa, ella con su curiosidad me permitía ser creativa, separé sus piernas, metí mi pierna derecha por debajo de sus nalgas nuestros sexos se encontraron y pude sentir su clítoris quedar de frente al mío, comencé a mover mis caderas para frotar su clítoris, mientras la veía a los ojos, en su mirada se notaba la lujuria despertar en todo su cuerpo, el roce era inmensamente placentero, la tomaba de una de sus piernas para que no se pudiera separar de mi, ella hacía lo mismo, nuestras miradas se cruzaron mientras disfrutamos de nuestra lujuria

 

-voy a mostrarte como me cogio tu tío ayer-

 

Me separé de Lucy  cerré sus piernas y me senté sobre ella, al alcance de sus labios se encontraban mis pezones, se dispuso a chuparlos, tome su mano derecha la coloqué sobre su clítoris mientras los metía en mi vagina simulando el pene de Alejandro

 

-así me cojio anoche tu tío-

 

Comencé a moverme de arriba a abajo sabía que el rose de sus nudillos contra su clítoris la haría venirse, continúe ensartandome con sus dedos con furia mientras ella mordía mis pezones

 

-¡muerdelos más fuerte!- le grite

Me complacía en todo lo que le pedía no pude aguantar más y explote en un tremendo orgasmo mientras le gritaba

 

-¡VAS A SER MI PUTA AAAAA!-

 

Mis alaridos y las palabras sucias la excitaron más hasta terminar otra vez con el roce de su mano

 

-VOY A SER TU PUTA Y VOY A HACER LO QUE TÚ QUIERAS-

 

Me volvía loca su actitud ante la situación me desplome sobre ella mi coño seguía palpitante con sus dedos en mi interior después de unos unos minutos me acomode a un lado de ella, tomé su mano y lamí mis propios jugos de ella, acerco su lengua y los compartimos en un beso lleno de pasión.

 

Al terminar la faena desnudas en mi cama platicamos de lo sucedido

 

-me ha encantado lo que hicimos Lucy ¿espero que a ti también?-

-tía me ha gustado mucho como me hiciste el amor y quiero que sepas que fue en serio cuando dije que sería tu PUTA voy a hacer todo lo que me pidas-

De nuevo esa actitud sumisa me daba la esperanza de poder hacer con ella lo que yo quisiera mi mente divagaba entre el cúmulo de posibilidades que podría hacer realidad con mi sobrina

 

-yo solo espero de ti que estés dispuesta a experimentar y que tengas una mente abierta, ahora vamos a arreglarnos para salir de compras-

 

Nos levantamos de la cama para colocarnos nuestra ropa interior, ella volvió a ponerse su vestido mientras yo fui al vestidor por unos jeans y una blusa semitransparente que dejaba ver a contraluz mi fino sujetador de encaje.

 

Ahora no había ninguna barrera entre nosotros fuimos al centro comercial, no podía negar que la ropa que llevaba mi sobrina me agradaba pero como mencioné antes era un nuevo comienzo para ella en esta ciudad en una nueva escuela y su nueva casa por lo que se vestimenta debía reflejar su nuevo estilo de vida, además tendría la posibilidad de tomar las decisiones por ella.

 

Fuimos a una tienda de ropa juvenil y escogí para ella varias prendas le pedí que se las probara y me mostrara cómo le quedaban entre los jeans y playeras casuales también le compré ropa más formal entre otras cosas. Al pasar por una tienda de lencería la obligue a entrar, a pesar de comportarse como lo hacía en la cama su inocencia y pudor ante la gente seguí intacto mi motivación era seguirla seduciendo, el primer conjunto que tome era de encaje color rojo imaginé que resaltaría contrastando con su piel blanca, entró al vestidor y le ordené que saliera para poder verla.

imagen de su cuerpo enmarcado en esa lencería me sigue persiguiendo hasta el día de hoy, el bralet semitransparente dejaba ver sus hermosos pezones mientras que la tanga diminuta en su parte íntima se escondía entres sus piernas dejando ver una parte de su vello púbico le hice una seña para que se volteara y pudiera observar sus nalgas la tela se perdía entre sus hermosas nalgas, la muchacha que nos atendía notó inmediatamente lo precioso que era su cuerpo y lo bien que se veía Lucia.

 

Pedimos diferentes estilos de ropa interior , la dependienta le entregó sus cosas a Lucy y le dedicó una amplia sonrisa, por su parte Lucy seguía ruborizada puesto que unos minutos antes la señorita la vio con muy poca ropa.

 

Comimos en el centro comercial y decidimos pasar a visitar a Alejandro a su oficina y recoger el carro que utilizaría Lucy. Al llegar a la oficina de mi marido nos estacionamos en la entrada principal donde la recepcionista nos recibió con amabilidad, para mi era muy común visitar a mi marido en su oficina y cuando no podía hacerlo siempre teníamos las video llamadas para vernos. La oficina se encuentra en un segundo piso donde la ventana principal da hacia el taller cubierta con un material especial se puede ver de adentro hacia afuera pero no de afuera hacia dentro.

 

Al llegar a l oficina Alejandro se encontraba sentado en su escritorio con sus lentes, no veía bien de lejos y prefería no quitarse los lentes mientras trabajaba, la primera en entrar fue Lucy pude ver la cara de asombro de Alejandro cuando la vio en un vestido muy delicado, le dedicó una sonrisa desde su lugar y de inmediato se levantó a saludarnos muy. Ella muy efusiva como siempre, se abrazaron y se dieron besos en las mejillas, cuando fue mi turno me rodeo con sus brazos por la cintura y beso apasionadamente fiel a su costumbre y sin ningún pudor me masajeo las nalgas enfrente de mi sobrina, claro que esto no me molesto en lo absoluto.

 

-venimos por el carro de Lucy - le indique

-ya está listo déjame darles las llaves y decirles dónde está-

Bajamos las escaleras y nos dirigimos al estacionamiento, el carro estaba reluciente era un modelo reciente y juvenil de acuerdo a la edad de Lucy mi marido le dio las llaves, como todo un caballero le abrió la puerta y la ayudó a entrar. Un descuido de parte de ella provocó que el vestido se subiera lo suficiente para dejar al descubierto su nueva ropa interior Alejandro se la comía con los ojos mientras que ella disfrutaba de sus miradas,yo era una alegre espectadora de la escena.

 

-cariño- le dije  a mi marido - nos vamos en este carro las dos para decirle a Lucy cómo llegar a la escuela y después iremos a la casa, te esperamos con la cena lista no llegues tarde-

 

Nos despedimos de él y emprendimos el camino para recorrer la ciudad para que Lucy se acostumbrara a su nuevo carro, mi marido mandó a uno de los chóferes a dejar mi vehículo en la casa y cuando llegamos estaba en la cochera, bajamos las compras que habíamos hecho y las llevamos a su cuarto.

 

Seguíamos platicando de todo un poco pero yo tenía la intención de retar a mi nueva posesión a hacer más cosas con ella.

 

-Lucy ahora que tenemos más confianza quiero preguntarte ¿te gusta mi marido?

Su semblante cambió y rostro palideció

-quiero que me contestes con la verdad no debe haber entre nosotras ningún secreto-

-Mi tío es un hombre muy atractivo, siento como si él fuera mi papá el que siempre me faltó y quiero recuperar el tiempo perdido por eso siento un cariño especial por él tía-

-Eso lo entiendo Lucy pero lo que quiero saber es si ¿te atrae físicamente? ¿Te gustaría que fuera el primer hombre en tu vida? Como lo he sido yo-

-Me encantaría pero no sé cómo hacerlo-

-ya te voy a ayudar si tú me lo permites-

-Si tía voy a seguir haciendo lo que tú me digas-

 

Esas eran las palabras justas que quería escuchar.

 

Al llegar mi marido lo recibí con una pijama que seguramente no motivaría nada en él,  debajo de ella llevaba puesto, una tanga color negra de encaje, medias del mismo color y un bralet transparente, le pedí a lucy que también hiciera lo mismo, llevaba su pijama y debajo su bonita lencería, era la segunda noche de mi sobrina en casa y una buena cena para celebrarlo era el pretexto perfecto para estar juntos cuando Alejandro llegó, no parecía muy motivado, lo mande a bañar mientras terminamos de servir la cena, el regreso afeitado y con ropa más casual para la cena, todo transcurrió muy normal, mientras platicabamos de los pormenores del día, al recoger los platos de la mesa y llevarlos a la cocina le indique a Lucy que me ayudara, se levantó y fuimos a la cocina al llegar le indique que se despidiera de su tío indicando que se iría a dormir.

-Recuerda regresa en media hora te tengo una sorpresa-

Muy emocionada la chica hizo lo que le pedí, mientras que yo tomaba de la mano a mi marido y lo llevaba a la sala, lo senté en un sillón y me coloque sobre él, lo besaba

- Escúchame bien hoy vas a hacer todo lo que te diga y sin preguntar entendiste imbécil-

-¿Qué te pasa Daniela? Estás loca-

-¡TE DIJE QUE SIN PREGUNTAR HOY VAS A SER MI ESCLAVO Y VAS A HACER LO QUE TE DIGA PENDEJO!- le dije enérgica

No discutió más y entendió el juego que estábamos a punto de comenzar,me levanté de encima de él y comencé a quitarme la ropa lentamente sin quitarle la vista de sus ojos, di media vuelta para quedar de espaldas, comencé a bajar el pantalón mientras me inclinaba lentamente  descubría mi trasero con una pequeña tanga de hilo dental color negro. Me miró extasiado mientras me inclinaba hacia adelante para que mi culo fuera el protagonista de la escena podía ver su mano apretar su verga por encima del pantalón desesperado, acercó la mano para tocarme, moví la cabeza en señal de negación

-hoy está prohibido tocar-

Las medias con el liguero enmarcaban  mis piernas, una vez más me gire para que pudiera verme de frente la tanga cubría muy poco de mi pubis puesto que era transparente, aproveche para quitarme la blusa y descubrir mis pechos que resaltaba con el bralette de encaje transparente, mis pezones parecían querer romper la tela.

 

Me tocaba a mi ver a mi esposo despojarse de su ropa y admirar su desnudez lo tome de la mano y lo puse de pie frente a mi, apresurado se quitó la camisa que traía puesta y después intervine

-quiero que te quites el pantalón pero date la vuelta quiero ver primero tus nalgas y hazlo lento-

Dio media vuelta bajo sus pantalones y los dejó un sus tobillos en seguida pude ver sus nalgas duras, me excitaba ver cómo hacía lo que pedía sin objeción.

 

-inclínate quiero verte bien y abre las piernas-

Hizo lo que le pedí, podía ver sus testículos colgar frente a mí, metí mi mano en mi tanga para comenzar a masturbarme mientras lo veía

 

-date la vuelta y muéstrame lo que tienes-

 

Al dar la vuelta su pene se erguía imponente ante mí listo para ser el objeto de mi deseo, vio mi mano metida en mi tanga y sé éxito aún más, quiso comenzar a tocarse

 

-no puede tocar nada hasta que yo lo diga ¿no entendiste? Imbécil-

 

La cara de mi marido volvió a cambiar mientras colocaba sus manos a un lado de su cuerpo, mi juego de poder estaba surtiendo efecto.

 

-puedes masturbarte mientras me ves- le ordene

 

Enseguida tomó su pene con la mano derecha empezó a subir y bajar la mano mientras yo me despojaba de la ropa interior para que tuviera una mejor vista de mi vagina. Me puse de rodillas sobre el sillón incline mi espalda sobre el respaldo metiendo mi mano en medio de mis piernas comencé a meter dos dedos en mi vagina los jugos de mi coño eran abundantes y mis dedos entraban sin problema, jugaba con mi clítoris acariciándolo desde adentro mientras observaba a mi marido parado detrás de mí acariciando sus testículos con una mano y jalándose el prepucio con la otra.

 

Detuve mis movimientos, había preparado un antifaz y una soga, los saqué de un taburete al lado del sillón, me levante y guié mis pies ante mi esposo tome el antifaz y se lo coloqué sus manos seguían masajeando su miembro las tome y las puse en su espalda para amarrarlas las con la soga

 

-hoy también está prohibido ver hasta qué yo lo decida ¿estás de acuerdo?-

 

-sí - contestó el

 

-si que pendejo cuando me contestes me vas a decir sí señora-

 

Enseguida contestó -si señora-

 

Con los ojos vendados y las manos amarradas me senté frente a él admirando todo su cuerpo inmóvil e indefenso para hacer con él lo que quisiera pasaron unos minutos en que mi deleite personal fue increíble pero lo que vendría sería aun mejor, los pies descalzos de Lucy recorrían las escaleras tratando de hacer el menor ruido posible, puse música romántica en el celular para disimular el sonido de mi voz, la habitación estaba tranquila cuando Lucy llegó.

 

Sus ojos impactados por la situación se veían enormes camine lentamente hasta donde ella se encontraba petrificada y me acerque a su oído

 

-Aqui está tu sorpresa vas a disfrutar a mi marido mientras veo cómo te desvirga putita-

 

Inmediatamente la bese sujetándola de las nalgas, seguía sin salir de su asombro por ver a su tío completamente desnudo frente a ella, le quite la pijama que llevaba puesta, debajo la lencería que compre para ella ese mismo día, la tome de la mano y la lleve hasta estar a una distancia prudente de su tío no quería que él se diera cuenta de lo que pasaba, le ordené al oído

 

-la única que puede hablar soy yo y vas a hacer lo que te diga-

Movió la cabeza asintiendo

 

Quería que ella también admirara lo hermoso que era el cuerpo de su tío, debido a la espera su miembro se encontraba medio flácido, seguía a ordenandole a Luzy lo que tenía que hacer ella comenzó a acariciar la espalda de su tío, con sus manos fue recorriendo cada centímetro de su espalda mientras bajaba lentamente la mano hasta llegar as sus nalgas, se dedicó manosear a mi marido sin ningún recato, yo la tomé desde atrás poniendo una de mis manos en su abdomen y la otra en una de sus tetas mientras apretaba las nalgas de Alejandro.

La dirigí lentamente al frente de mi esposo y sin decir nada tome su antebrazo y dirigí su mano a los pezones de su tío mientras le susurraba al oído

 

-pellizcalo con fuerza-

 

Lo acarició tiernamente antes de seguir mis instrucciones,cuando comenzó a pellizcar los pezones Alejandro dejó salir un alarido de gozo

 

-te dije que no hables- Seguido de una cachetada.

Sorprendida por la acción Lucy no se movió, de nuevo tome su mano pero esta vez la lleve al lugar donde ella quería llegar la deslice por las caderas de su tío hasta llegar a su verga erecta y reluciente por el líquido que escurría de su miembro chorreaba de placer

 

-agárrala con fuerza- le ordené de nuevo

 

La delicada mano de Lucy no podía agarrarla completa por lo gruesa que estaba, intentaba apretar para cerrar el puño sobre el pene de su tío pero le era imposible

-masturbalo- incrédula por mis palabras empezó a masajear lentamente aquel pedazo de carne en su mano, mis dedos imitaban sus movimientos sobre su clítoris que estaba duro como piedra sin quitarle la tanga pellizcaba su clítoris mientras ella seguía moviendo su mano sobre el pene de mi marido.

 

Estaba satisfecha con aquel primer encuentro entre mis dos amantes, -ponte de rodillas- le ordené

-es momento de chuparle la verga a tu tío-

 

Abrió la boca lo más que pudo para recibir el objeto de su deseo, trato de meterlo lo más que pudo pero era evidente que no conseguiría meterlo todo Alejandro se dejaba consentir sin decir nada coloqué las manos de Lucy en las nalgas de Alejandro y la animaba a moverlas empujando sus caderas hacia su cara su boca se llenaba de verga. Me tumbe en el piso y metí mi cara en medio de sus piernas con la tanga de encaje que traía puesta Lucy comencé a lamer su clítoris, la textura de la tela era mi aliada se retorcía de placer mientras recibía las caricias de mi lengua. No desaproveche el momento y mi lengua buscó su ano quería sentir su sabor y saber cómo reaccionaba, bajo una de sus manos para separar sus nalgas permitiendo el  acceso a su bello orto no imaginaba lo pervertida que era mi sobrina. Ella estaba decidida a hacerme feliz, metía mi lengua en su ano lo más que podía, Lucy comenzó a moverse encima de mi cara para que metiera más adentro mi lengua.

 

Era el momento adecuado para entregarle a esa chica a mi marido me puse de pie a un lado de Alejandro

 

-te has portado muy bien aquí está tu recompensa-

 

Le quité el antifaz de los ojos, su sobrina seguía mamando su miembro con desesperación cuando Alejandro la vio se sorprendió

 

-te amo Daniela eres la mejor esposa del mundo gracias -

Sin poder mover las manos busco mi rostro para besarme agradecido por lo que estaba pasando . Le ofrecí mi mano a Lucy para que pudiera levantarse y compartiera con nosotros sus labios, metí mi lengua, su boca sabor era inconfundible el miembro de mi esposo había derramado sus jugos en su boca tome a Lucy del cabello y le ofrecí sus labios a Alejandro quien enseguida los besó apasionadamente.

 

Lleve a Lucy al sillón todavía con su conjunto de encaje rojo mi marido se deleitó con el culo de la muchacha mientras caminábamos frente a él, me detuve junto al sillón para besar a Lucy acariciaba sus nalgas y mi vista estaba clavada en la de Alejandro, la lujuria inundaba el lugar, le quite el sujetador para liberar sus bellos pechos y comencé a mamar sus pezones mientras con una mano presionaba el clítoris de Lucy ella coqueteaba con su tío provocandolo con la mirada. Estire la tanga para retirarla mientras me ponía de rodillas en un solo movimiento,comencé a lamer el coño de mi sobrina, para el deleite de mi esposo que estaba sin moverse disfrutando de la escena, empuje a Lucy sobre el sillón, enseguida me levanté para tomar a Alejandro por el cabello, estirando s cabello lo coloqué en medio de las piernas de la muchacha y empuje su cara hasta su coño.

 

-tú clitoris es muy grande Lucy- sorprendido por su tamaño

-cómetelo- le ordené

Como sus manos seguían atadas todo el peso de su cuerpo cayó sobre el coño de la muchacha, mientras él succionaba su clítoris como si se tratara de un pene, Alejandro estaba desesperado por darle placer. Me retiré  y me senté en el sillón de enfrente para contemplar la escena mientras metía mis dedos en mi coño mojado. Nunca había visto a mi marido así de caliente y debo confesar que me gustaba lo que veía en el. Los gritos de la muchacha llenaba la habitación poco a poco se perdía la inocencia con la que llegó a nuestra casa. La lengua de Alejandro penetraba su coño mientras su nariz se apretaba en su clítoris, con sus manos sujetaba la cabeza de su tío mientras la empujaba hacia su coño y abría cada vez más las piernas para recibir el placer que su tío le proporcionaba.

 

Desde donde estaba le grite

-¿QUIERES SENTIR LA VERGA DE TU TI EN EL COÑO?

 

Apresurada y lujuriosa su respuesta fue -sí por favor -

Alejandro dejó de lamer el coño y se enderezó sobre sus rodillas, avancé hacia él esta vez quite las ataduras de sus manos, lo puse de pie frente a la chica y desde atrás agarre su pene, moviéndolo le volví a preguntar

-¿realmente quieres sentirlo?

Ella movió la cabeza en señal afirmativa

-vas a ser delicado con ella es virgen y quiero que disfrute de este momento-

Los ojos de Alejandro se encendieron de lujuria, ser el primer hombre en la vida de aquella muchacha le parecía un sueño del que no quería despertar jamás

 

Nos pusimos una vez más los dos de rodillas frente a Lucy, ella observaba cada uno de nuestros movimientos el momento había llegado, aquello que todos queríamos estaba por suceder. Yo satisfacer mi fantasía más grande, ver a mi esposo con otra mujer, para él desde que vio a Lucy tenerla desnuda y penetrarla, mientras que para ella disfrutar del hombre que siempre la ha consentido como a su propia hija la motivaba a ser agradecida y estaba dispuesta a entregarle a él por agradecimiento y sobre todo por lujuria.

 

Tomando la verga de Alejandro le acerque al coño de su sobrina expectante ella abría sus piernas, lleve la cabeza del pene de mi marido hasta la entrada de su vagina está se veía pequeñita comparada con el grosor del pene.

Me preguntaba si ¿podría entrar toda?, no apresure la penetración quería llevar al máximo placer para ambos, subí y baje el miembro recorriendo cada centímetro de coñó, encontré, el clitoris de la chica,estaba inflamado de tanto placer, con el pene lo golpeé para que pudiera sentir la dureza de aquel pedazo de carne que estaba a punto de penetrarla, no dilate más el momento, coloqué la verga de Alejandro en la entrada del coño y lo empujé lentamente, podía ver como aquel pedazo de carne entraba lentamente en el coño de Lucy, ella empezó a resoplar de excitación, el momento de su desvirgacion llegó y lo aceptaba plena y gozosa de tanto placer, las manos de Alejandro se extendieron para tomar sus pechos,los masajeaba lentamente mientras sacaba y metía la punta de su pene en el coño de mi sobrina, me acerque a ella

-tienes que aguantar el dolor, después todo será placer-

Poniéndome una vez más detrás de Alejandro, empujaba sus caderas con las mías como simulando penetrar yo misma a Lucy no podía dejar de admirar aquella majestuosa imagen, la parte media de la verga de Alejandro es la más gruesa al meterla al coño de Lucy sería lo mejor, esta vez sin miramientos empuje con fuerza las caderas de mi esposo para que rompiera la virginidad de aquella niña, el alarido de dolor de Lucy se escuchó retumbar por toda la casa, estaba sorprendida por lo flexible que era nuestra nueva amante.

 

Nos quedamos inmóviles por un momento, un hilillo de sangre se asomó y supimos que el acto estaba consumado

-no te muevas, deja que el coño de tu sobrina se acostumbre a ti-

Lagrimas de dolor, felicidad y orgullo brotaron de los ojos de Lucy, Alejandro comenzó  lentamente a sacar la verga de lo más profundo de Lucy, lo saco completo para disfrutar una vez más de la estrechez de aquella vagina recién abierta, la embistió nuevamente con fuerza, mientras con sus manos pellizcaba sus pezones, la mezcla de dolor y placer que experimentaba Lucy se veían reflejados en su rostro, una tercera embestida de Alejandro dejó indefensa a la muchacha que gritaba pero esta vez de placer sus miradas se cruzaban juguetonas

-cógeme más duro tío-

Chillo Lucy enseguida Alejandro hizo lo que le pidió, la vulva recibía aquel pedazo de carne sin dejar ningún centímetro fuera de ella las embestidas eran cada vez más rápidas y ella siguió disfrutando, yo también quería disfrutar aquel momento, aproveché para llevar mi coño a la cara de nuestra joven amante, ella sabía lo que tenía que hacer con su lengua y siguiendo el ritmo de las embestidas de su tío comenzó a penetrar mi coño, de apoco empujó mis nalgas hacia arriba su intención era llegar a mi ano con su lengua, la deje hacer sin protestar, estaba imitando todo lo que hacía con ella y aprendía rápido como hacerme sentir placer.

Su lengua continuó penetrando mi ano y Alejandro penetrándola a ella, me recosté a un lado de ella para seguir admirando la escena, lleve su mano a mi vagina, metía dos dedos mientras nos besábamos, el espectáculo para mi marido era inmejorable, estár cumpliendo con sus fantasías más oscuras. Los dedos de Lucy me penetraban causándome mucho placer, quise recompensar aquella acción así que comencé a jugar con su clítoris, ante la mirada lasciva de mi esposo pero yo quería más placer me subí nuevamente encima de Lucy esta vez formando un 69 mi boca succionaba su largo clítoris mientras veía como su coño recibia la verga, podía escuchar lo mojada que estaba al momento de las envestidas, ella continuó metiéndose los dedos en mi coño como pudo, el placer era tanto que no pudo contenerse más, su primer orgasmo con la verga de su tío metida en el coño había llegado, con mi lengua podía sentir las pequeñas contracciones de su coño al venirse. Su clítoris también palpitaba, eso provocó que los dedos de Lucy en mi coño se doblarán tan fuerte que presionaron mi clítoris haciéndome daño pero dándome el mayor placer que una mujer me había hecho sentir, mi orgasmo no se hizo esperar y entre las contracciones del coño de Lucy y mis gritos de placer Alejandro no pudo contenerse más y lleno la vagina de mi sobrina con su semen, los gritos de los tres mientras nos corríamos provocó que nuestros orgasmos se prolongarán, Alejandro sacó su pene, para meterlo de nuevo con más fuerza provocando que el semen depositado en aquella inocente vagina empezara a brotar, mi boca se abrió para recibir  el miembro de mi esposo que me lo metió sin miramientos en la boca, la mezcla de los sabore de su semen con el coño de Lucy me volvió loca, le limpie el pene cuidadosamente para no dejar ni un centímetro sin recorrer. Exhausto por la situación se sentó en el piso, mi lengua recorrió el interior del coño de mi sobrina quien disfrutaba mi lamida, recogí la mayor cantidad de semen que pude para compartirlo con ella en un largo beso, cuando acerqué mi lengua a su cara se abalanzó sobre ella chupándola como si fuera la verga de su nuevo amante.

 

Extasiados y rendidos nos quedamos tirados en aquella sala que siempre nos recordaría la llegada de nuestra sobrina Lucia a nuestra casa.