Al día siguiente Carlota no salió de casa. En parte estaba avergonzada por lo que había ocurrido y en parte muy excitada. No tenía la sensación de haber sido infiel a su marido. Era raro lo que sentía, pensaba que lo que pasó no podía volver a ocurrir y por otro lado pensaba que quería volver a ver a Ángel y Teresa. Pasó ese día encerrada en casa intentando no pensar mucho en aquello, pero cuando parecía que lo había olvidado su mirada se cruzaba con el pequeño bonsai. Al día siguiente fue al gimnasio a ver si poco a poco iba haciendo su día a día. Al volver dio la casualidad que estaba entrando al portal Ángel.
- Buenos días bonita. ¿ que tal va ese bonsai?.- le dijo Ángel con una sonrisa maliciosa.
- Bien, bien- sonrió Carlota. - ahora estoy leyendo cosas en internet sobre cuidados de los bonsais, que es un mundo aparte.- dijo mientras entraban al portal.
- Claro, así estarás mas entretenida cuando estés sola. ¿ Hoy tampoco está tu marido?- pregunto mirándola fijamente mientras llamaba al ascensor.
- No, que va. Esta toda la semana fuera como es transportista.- respondió Carlota.
- Vaya. Pues si quieres puedes venirte a correr algún día. Si no viene Teresa yo salgo a correr por el parque, si viene salimos a caminar, así que dilo y te vienes si quieres.- dijo tranquilamente mirando a la puerta del portal y al ascensor como llegaba a la planta baja.
- Pues si, quizás algún día....- y no le dio tiempo de terminar la frase cuando Ángel la agarró de la muñeca y tiro de ella por las escaleras hacia abajo, hacia el garaje.
Entre el portal y el garaje había una entreplanta donde estaban los contadores y unos pasillos medio laberínticos con los trasteros. Ángel bajó las escaleras hacia esos pasillos y se coloco en una de las intersecciones justo al terminar de bajar el segundo tramo de escalera. Dio la luz y se saco su polla bajando el pantalón de deporte que llevaba. Carlota no supo o no quiso reaccionar ante aquello y se quedó mirando como Ángel empezó a pajearse ante ella con una mano y con la otra le soltó de la muñeca y empujándola levente del hombro la hizo arrodillar. Carlota asintió como dando su consentimiento a aquello y agarró la polla de Ángel y se la llevó a la boca y chupo con ganas. La luz se apagaba cada minuto y Ángel volvía a darla para ver como aquella joven vecina casada, le estaba haciendo una mamada en los pasillos del edificio. Era difícil que alguien los viera, ya que a aquella hora casi nadie bajaba a los trasteros y de hacerlo tendrían tiempo de reacción para disimular o incluso evitar ser vistos.
Carlota no había pensado nada de eso. Ella solo estaba arrodillada chupando aquella polla de aquel vecino que la doblaba en edad. Cuando Ángel estuvo a punto de correrse la sacó de la boca de Carlota y se pajeó apuntando a su cara. Carlota por su parte cerró los ojos y abrió la boca esperando la corrida. Justo cuando lo hizo noto un gran chorro de semen que la cruzó su cara y llego hasta su pelo, luego otro mas que cayó recorriendo de nuevo su cara al lado del otro cruzando por la nariz y el ojo derecho y después algunos mas flojos que cayeron en su boca notando como la iban llenando. Carlota suspiró al notar que Ángel apoyó su polla ya sin fuerza en su boca y relamió las ultimas gotas que estaban en la punta aun con la boca llena de semen. Cuando Carlota abrió con algo de dificultad sus ojos, ya que tenía un chorro de semen en uno de ellos, pudo ver como Ángel sujetaba su móvil y pudo escuchar el sonido que produce al hacer una foto. Carlota se quedó estupefacta al ser fotografiada.
- Creo que a Teresa le hará ilusión verte así.- dijo mientras sonreía y enviaba un whatsapp a su mujer.
- Pero Angel....¿ que haces? dijo con voz temblorosa.
- Ya veras que contenta se pone al verte así. Venga niña, límpiate y vamos que al final nos pilla algún vecino.
Carlota se limpió. No sabía bien que había pasado. En que punto se dejaba hacer ese tipo de cosas. Ella era una mujer casada y en parte feliz con su marido y no sabía porque le estaba pasando aquellas cosas, porque se estaba dejando que le pasaran esas cosas mas bien.
Se limpió como pudo y fue a su casa. Se duchó de inmediato para quitarse el olor a semen de la cara. Cuando salió de la ducha alguien llamaba a la puerta. Se puso el albornoz y fue a ver quien era que llamaba con tanta insistencia.
- Seras zorra!!! - dijo Teresa entrando en la casa como un tornado.
- Que? yo??..yo no....-acertó a decir Carlota algo descolocada al ver entrar así a Teresa.
- Estas sola, ¿ no?- dijo Teresa mirándola ya con voz mas baja.
- Si, claro..yo..yo...-dijo Carlota con voz nerviosa al ver tan exaltada a Teresa.
- Genial, vaya con la zorrita eh.....así que mi marido te ha soltado todo en la cara......cada vez tienes menos fantasias que cumplir, eh?- dijo con un tono mucho mas amigable y sonriendo mientras la abrazaba y la susurraba al oído un " me alegro mucho princesa".
- Gracias Teresa, yo no....no sabia que tu marido iba a.... dijo sin saber que decir ni como explicarse.
- A correrse en tu cara??, eso no lo sabías?- dijo Teresa riéndose.
- Si eso.- dijo mientras sonreía avergonzada.
- Hay que disfrutar cariño, hay que vivir la vida. Anda prepara un café y charlamos un ratito.- dijo mientras se sentaba en el sofa del salón dejando que Carlota fuera a la cocina a preparar el café para Teresa.
Cuanto Carlota volvió con una bandeja con café, leche un alguna pasta, Teresa estaba mirando el móvil. AL verla sentarse se lo enseñó lo que estaba viendo.
- Mira cariño que favorecida sales.-dijo mostrando la foto que su marido le había hecho después de correrse sobre su cara.
Carlota muy avergonzada pudo ver como se veía así misma llena de semen pero con una expresión en la cara que era de lo mas placentero y placida. Se veía a una chica feliz, disfrutando y con cara llena de semen en todo en ella.
Teresa se echó a reír al ver su cara y Carlota también se rió, llevada por una mezcla entre nervios, vergüenza y placer al verse así.
Teresa se pasó el resto de mañana en casa de Carlota y antes de irse la invitó a cenar en su casa, ya que sabía que su marido hoy llegaría mas tarde porque lo acaban de hablar.
A eso de las siete y media de la tarde, Carlota fue a casa de Angel y Teresa. Abrió teresa dándole un par de besos. Luego saludó a Angel que estaba en el salón sentado. Cuando llevaban un rato Teresa se levantó a preparar la mesa. Carlota también se levantó a ayudar, pero al coger tres platos para poner en la mesa, Teresa le dijo que no, que iban a venir dos parejas mas a cenar. La mirada de Carlota era un poema al oír aquello. Los nervios se estaban apoderando de ella.
-Si cariño, unos amigos nuestros, tu tranquila, te encantarán.-dijo Teresa acariciando el brazo de Carlota mientras le daba mas platos. En ese momento sonó el timbre de la puerta y se escuchó como Angel saludaba a un hombre y una mujer.
-Mira quien ha venido.-dijo Angel entrando en la cocina con un hombre de su edad aunque aparentaba algunos años mas y una mujer muy bien arreglada algo mas joven que Teresa.
-Hola cariño, dijo ella dándole dos besos muy exagerados a Teresa.
-Hola, estas guapísima como siempre.-dijo el hombre- Juan y Aurora no han podido venir al final, Juan se encontraba con gastroenteritis en casa y no podía ni levantarse de la cama.
-Bueno, pues mas intimo-dijo Teresa.- Mirad, os presento a Carlota, nuestra mas guapa y mejor vecina.-dijo mientras mostraba a Carlota tirando de su brazo para acercarlos a ellos.
-Hola guapa.- dijo el hombre dándole dos besos mientras le agarraba de la cintura.- yo soy Felipe y esta mi mujer Ceci.
-Hola cielo que tal.....si que tenia razón teresa, eres una chica preciosa ¿ eh ?.- dijo mientras le daba dos besos y admiraba su cuerpo alejándola un poco de ella sin soltarle de la mano.
Tras presentarse algo avergonzada y charlar un rato, colocaron los platos de la mesa y sirvieron para empezar a cenar. La charla fue muy amena y Carlota se fue relajando al sentirse una mas de aquella reunión. La charla casi se centro en Carlota y su vida, a lo que Carlota respondía muy amable y con mucha educación a todas las preguntas. La verdad que Carlota se encontraba extrañamente cómoda con aquellas dos parejas que le duplicaban la edad. Cenaron y charlaron hasta que sonó el móvil de Carlota. Era Carlos que le enviaba un wasap como siempre cuando salía del trabajo. Carlota se despidió de todos y se fue a casa algo extrañada. Por su cabeza pasaban aun las imágenes de verse con la cara llena de semen en la mañana de aquel día y la normalidad con la que la trataban como si nada de lo que paso hubiera ocurrido. Sin mencionar lo que pasó varios días antes. La verdad que ella se sentía muy cómoda con aquella pareja que poco a poco la estaba pervirtiendo.
Espero no tardar otro año en escribir la siguiente parte,pero circunstancias de la vida me han llevado a abandonar un poco la escritura pero prometo estar mas activo escribiendo en un futuro. Como siempre en mi perfil esta el correo si quereis enviarme algun comentario o para cualquier cosa o critica constructiva ya sabeis. Gracias por la paciencia y espero no decepcionaros ni en este relato ni en los siguientes. Muchas gracias a todos los que me habeis dado animos y me habeis escrito este año. GRACIAS