Dándome clases particulares.
Pero no lo es y tú tan sola, tan necesitada de cariño.
De esos que se usan una vez y a la basura.
Ese que a veces es mejor mantener cerrado.
Un adolescente con la hormona a tope, sólo vacas cerca y que su madre lo sorprende.
Desató mis más grandes temores.
No siempre se consigué con una victoria.
Una cita inesperada. Un paciente con problemas. Una noche inolvidable.
Asechándome noche a noche.
Cuando el verdugo está en casa, asechando del otro lado de la puerta.
Cuando no hay dinero, siempre queda el recurrir al cuerpo.
De sangre caliente que arrastra hasta la muerte.
Y luego de tantos años, le confesé mi amor.
¿Duelen menos que las de amor?
La navidad (para mí) no es más que un pretexto para obedecer mi gula y satisfacer mi instinto consumista, pero para aquellos que otro significado tenga, éste relato es mi regalo.
Mi mujer quería ser sepultada, pero creo que no se lo merecía.