Como me gustaría que el mundo fuera así, pero hasta que ese día llegue por lo menos puedo seguir soñando.
Julio era un ninño de 11 años con nula experiencia en el área sexual. Jamás imaginó que sería su tío el que lo introduciría a tan excitante mundo, ni la manera en que lo haría.
Nunca habría imaginado, ni en mis más locas fantasías, que conocería al hombre de mi vida por el internet.
Pueder parecer un poco exagerado, pero la posibilidad de no estar a su lado era para mi la peor de las tragedias.
Fue en la preparatoria cuando se dio mi primera relación, y aunque fue una mujer la amé con todas mis fuerzas.
Lo que comenzó como un acto de rebeldía adolescente terminó por abrirme los ojos a la realidad.