Y no había condones. Necesitaba una verga dentro de mí, pero no quería, ni de chiste, quedar embarazada.
Dos adolescentes, recién graduados de secundaria, pierden su virginidad. Cada uno, de manera diferente al otro.
De lo que fuí cuando estabas a mi lado.
Si no quieres hablar no puedo obligarte, pero te advierto que de aquí en adelante, tomaré tu silencio como una aprobación.
En su aniversario número quince, Alfredo recibe una sorpresa de parte de su esposa.
El relato "Dejando de fumar", narrado por la hipnotizada.
Cuando me creía sólo en la oficina, descubro a Rosaura, mi voluptuosa compañera de trabajo. Pensé que no me aburriría, después de todo. Y así fue, sólo que de una manera que no esperaba.
Como último recurso para salvar mi matrimonio, decido hacerle caso a mi prima Aurora. Todo reaulta mejor de lo esperado.
A unos metros de la casa, un hombre cortaba leña. Su físico era impresionante. No podía creerlo, ese hombre tan recio y varonil, no era más que aquel niño con el que solía jugar a escondidas de mi padre.
Con una buena paja, como nunca había tenido una en mi vida.
Una mujer, como último recurso para dejar el cigarro, acude a un hipnotista, obteniendo muy buenos resultados.
Llegaba a mi casa y escuché el llanto de mi abuela. En cuanto abrí la puerta de su cuarto, la vi con una mano entre sus piernas.
Una joven reprimida por su padre, encuentra en el chat un medio para desahogar su calentura.
La perra miró a su alrededor, topándose con la verga de su dueño, dura y al aire libre, con rastros de lubricante en la punta.
Más que nada y más que a nadie, me has dejado sólo y sin tu amor.
Ya no me hablas como antes, de tu boca, ya no salen ni murmullos.
...Pablo tomó mi mano con la suya...la fue acercando poco a poco a su miembro...su verga crecía y crecía, y a cada centímetro que ganaba, se ponía más dura...
Como me encantas, mi linda compañera de clases. El vaivén de tus caderas al acercarte a mí, me hipnotiza y me moja por si solo.
¿Vale la pena el vengarse? Hacerlo, ¿en verdad te hace sentir mejor?.
Se pueden encontrar muchas cosas. ¿Felicidad? ¿Amor?
Para aceptar que el amor, al igual que la vida, no es perfecto.
Continuación del relato "Espiando a mis padres". Son casi las cinco. Si tengo un poco de suerte, podré ver a ese jovencito tomando el sol.
...lloraré de autocompasión la última lágrima...se secarán mis tímidos y falsos ojos...
La edad, las reglas, la sociedad, todo nos separa, pero no por eso dejaré de amarte, con silencios.