Sufriré de las burlas de mis compañeros.
Además de tener la potencia de un toro, lava y plancha. ¡Es el amante perfecto¡
Sigo sin entender porque la vida me premio contigo.
Algo que me está quemando por dentro, Algo que por mucho tiempo he guardado, Algo que...
Ya que no me siento capaz, de entrevistar a alguien más.
Intenté abrir la puerta, pero Isabel se abalanzó contra mí. Me dio media vuelta, me pegó a la pared, y me besó en la boca. Aquel beso, hasta ese momento, era lo mejor que había sentido en mi vida.
Isabel, que había estado en otro lugar todo ese tiempo, al sentir las fuertes embestidas de su progenitor, no pudo mantener más su indiferencia. Sus ojos se llenaron de lágrimas y comenzó a quejarse por el dolor que, causado por el monstruo que tenía dentro de su vagina, sentía la estaba matando.
Tantas noches de auto satisfacción, no habían podido calmar su sed de caricias. Una vez estando juntas, no podían darse el lujo de tomarlo con calma. Sus lenguas y manos recorrían desesperadamente sus cuerpos.
Una vez silenciada su víctima, le mostró como usaría la segunda jerga. La levantó por encima de sus hombros, para dejarla caer, con lujo de violencia, sobre el rostro de la morena.
Y a punto de dar el sí, recuerdo la primera vez que te vi.
Tan bellos como para pasar casi quinientos años buscándolos.
Una jovencita desesperada porque su abuelo, el que la ha cuidado desde niña, va a casarse, tiene que hacer lo posible para evitarlo.
Hay días en lo que todo te sale mal y no encuentras otra explicación que la mala suerte.
Un trailero cincuentón a mitad de la carretera. Una sensual y misteriosa jovencita. Uno con semanas sin sexo. La otra ganosa de tenerlo. Todo apuntaba a un encuentro.
Me avergüenza confesarlo, llegó cuando rondaba los cuarenta, la primera y única vez que le fui infiel a mi marido.
Una voluptuosa, y peculiarmente vestida mujer, abre la puerta para encontrarse con un plomero muy atractivo, sin saber que les espera una sorpresa.
Bajo la influencia del implacable sol, nada es lo que parece.
Lucy se siente muy sola, después de haber dejado a Latis, el amor de su vida, en Céfiro. Su corazón compensará ese vacío, mandándole una sorpresa.
La mayoría de las mujeres odian el fútbol. A Adela, en realidad tampoco le gusta. Lo que a ella le agrada, son las medias que usan los que lo juegan, màs aùn, si apestan a sudor de pies.
Un profesor me cita en su oficina, para hablar sobre mi calificación en su materia. Se llevará una enorme sorpresa.
En una misión, Obi-Wan Kenobi le enseñará a su Padawan, para que más se puede usar la Fuerza.
Mi marido me ha dejado, por alguien màs joven. Necesito sentirme querida. Un extraño sentado en el parque, me darà ese amor.
Un mismo tema: el placer de sentir y provocar dolor.