Podría decir en mi defensa que me engañó, que me dejé llevar por la soledad, la falta de cariño, que fui forzada y no disfruté pero os estaría mintiendo. Disfruté en manos de mi suegro, más de lo que lo había hecho en toda mi vida con mi querido esposo.
Sin esperarlo, disfruté machacándome el coño a pajas, mientras veía como dos chicos se follaban a una jovencita delante de mí.
Mis padres me pusieron bajo la custodia de mi tío sacerdote.
Mis padres me pusieron bajo la custodia de mi tío sacerdote.
Deseaba olvidarme de todo y tres negros me follaron hasta conseguirlo.
Dos jóvenes hermanas que empieza a descubrir los diferentes caminos sexuales.
No pensé que un muchachito a quien le doblaba la edad fuera capaz de ponerme tan perra.
Este no es un relato que pretenda estimular el deseo o dar placer.
Como mi marido me folló por primera vez el culo, ayudado por su jefe.
La primera experiencia sexual que vivimos juntos. Su entrega, mi placer.
Una pequeña, dulce e inocente sorpresa que se convierte en una noche de sexo.