Los gemelos me follan al tiempo, sin compasión y en doble penetración. No creía poder hacer algo más cerdo, hasta que sacaron sus pingas para mearme.
Después de mi primer encuentro con Elkin, Fabian era el segundo en la lista para follarme y culear mi pequeño hoyito. Era oficial, no era ni inocente ni virgen, me había convertido en una perra.
Dos gemelos me quitan la virginidad e inocencia, volviéndome un adicto a la verga.
Tenía el examen de sociales, pero con el profe sabiendo lo sumisa y come pollas que era, la dinámica cambiaría. Sneider y él se pasaban información sobre cómo cada uno me sodomizaba a solas.
Sneider aprende muy bien el arte de domar a un puto. Ya no solo mamaba su polla, sino su culo también. Y las consecuencias que habrían de no obedecerlo.
El profe me lleva a su casa para darme una ración de polla de ensueño, llevando mi nivel de sumisión a probar sus meados. Las nuevas indicaciones a Sneider estaban dadas.
Oí como su respiración aumentaba de ritmo, por lo que presentía que mi recompensa de puto llegaría pronto.
El profe de sociales se nos une para enseñar a Sneider cómo humillar y disfrutar a su puta. No tuve otra opción que someterme.
Luego de unos minutos de buena mamada me sacó la cabeza de la camiseta para mi cara. Estaba algo sudado por el calor y la excitación de aquella situación. Me pegó pollazos en la cara, a lo que solo pude respnder con mi lengua tratando de besarla lo más posible. Su polla era todo lo que deseaba.