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El concurso (4)

en Hetero: General

VIERNES NOCHE

Recibimos una llamada de Luzmila invitándonos a cenar con ella y con Hans a las nueve en el restaurante italiano del hotel.

Alicia se vistió con un elegante traje largo negro con una abertura lateral que dejaba ver bien su pierna derecha, y una transparencia en la parte alta que dejaba translucir su magnífico escote. Se recogió la melena en una cola alta para lucir más sensual si cabía.

Luzmila se decidió por un look muy oriental, con un traje largo granate con adornos plateados, y llevaba el pelo suelto.

Después de degustar una cena exquisita y un magnífico Lambrusco rosatto italiano, Hans preguntó a mi mujer:

- ¿Qué te parecen las pruebas del concurso y el resto de participantes?

- Las pruebas bien. Veremos a ver como se desarrollan en la práctica, y las participantes son geniales. A algunas de ellas las admiro por lo que han hecho con sus carreras en el porno y, sinceramente, espero poder follar con todas ellas.

- Todo llegará, pero si pasas la ronda previa del domingo seguro que tu deseo se verá cumplido. ¿Te has preparado con algo especial?

Yo sonreí abiertamente recordando las imágenes de la reciente tarde pasada en la suite del hotel…

- Sí. Aunque mi vida sexual es muy completa, estoy segura que tendré que pasar por pruebas muy duras y me estoy entrenando. Mi esposo me ayuda…

Intervino Luzmila:

- Pues si necesitáis ayuda extra estoy a vuestra disposición.

Su sonrisa pícara demostraba sus ganas de sexo…

Hans se rió y dijo:

- Pagaría por poder grabar ese encuentro entre estas dos diosas.

-¿Diosas? ¿Cuánto nos pagarías?- dijo Alicia…

- Depende de lo que ofrezcáis…

- LO MEJOR

- 1000 € a cada una

- Mejor 1500 y podrás follarnos

Luzmila asentía con la cabeza y se reía…

- De acuerdo pero tendréis que hacer lo que yo os pida…

- No. Te sentarás, nos grabarás, y si no te gusta no te cobraremos.

- OK. ¿Subimos?...

Nos dirigimos los cuatro a nuestra suite. Las chicas se metieron en el baño para prepararse mientras Hans instaló el equipo de video y los focos que subimos de su despacho. Nos servimos unas copas y nos sentamos a esperarlas…

Salieron las dos vestidas únicamente con una tanga negra de encaje y las zapatillas negras que lucieron en la cena, tipo de atar hasta casi la rodilla y de tacón alto.

- ¿Está todo preparado? ¿Lo estáis vosotros?

Hans afirmó con la cabeza y empezó el espectáculo…

Alicia y Luzmila se miraron brevemente a los ojos, como desafiándose, y luego se enlazaron a darse un beso, uniendo ambas lenguas, chupándoselas. Ambas estaban de pie y ya se tocaban los pechos y se acariciaban el coño la una a la otra por encima del tanga. Luzmila se agachó y bajó el tanga de Alicia, se humedeció dos dedos y los introdujo en la vagina de mi mujer. Alicia no la dejó hacer, y la levantó para agacharse ella y quitarle también el tanga. Se acostaron en el suelo y Alicia se montó encima de Luzmila haciendo un 69, y se liaron a comerse mutuamente el coño, metiéndose la lengua muy profundo. Luzmila tenía que parar porque Alicia se lo estaba trabajando muy bien y pronto se iba a correr.

El momento no tardó en llegar, y Luzmila cerró los ojos mientras de su garganta salía un quejido muy apagado que demostraba el gran placer que le estaba dando la lengua de Alicia. Después de haberse corrido Luzmila, mi mujer la levantó del suelo dándole la mano y llevándosela al sofá…

- Ahora me toca a mí….

Alicia se puso mucho lubricante en el coño y por toda la zona del ano, le dio unos guantes de látex a Luzmila y le pidió que le masturbara y le metiera el puño por el coño y por el culo. Ni Luzmila ni Hans daban crédito a lo que acababan de oír. Yo sólo sonreí…

Alicia guió la mano de Luzmila hasta su rajita y ésta comenzó a meterle todos los dedos uno detrás de otro hasta que metió toda la mano dentro del coño de mi mujer.

- Así puta…vamos muévelo sin miedo que no me vas a romper…si, si, si…venga cabrona haz que me corra!!!

Alicia estaba muy vulgar, pero, como más tarde me dijo, se sentía como una ramera y así se comportaba…

- Venga sácalo todo y vuelve a meterlo…más rápido, más rápido, más….AHHH SI ME CORRO MUY BIEN, NO PARES…..AHHHH SIGUEEE…

Se corrió como un torrente, con una de sus convulsiones agarrando fuertemente la muñeca de Luzmila con miedo de que ésta la sacara y perderse lo mejor del orgasmo…

- Muy bien, pero quiero más. Ahora por el culo…

Se colocó de cuatro patas pegando su cabeza al sillón y abriendo con sus manos todo lo que pudo sus nalgas. Luzmila le untó un poco más de lubricante y cerró sus dedos para metérselos todos al mismo tiempo. Alicia suspiró muy hondo y cerró los ojos…Luzmila ya tenía todos los dedos dentro y seguía empujando fuerte. Con un sonido de flor entró toda la mano en el culo de Alicia, que cogió la mano de Luzmila para marcar ella el ritmo… Ya llevaban un rato, cuando Alicia miró a Luzmila a la cara y le pidió que le metiera el otro puño por el coño para una doble penetración.

Hans no perdía detalle con su cámara, y yo hacía un buen rato que me había desnudado y me hacía una paja…

- SI ASI LO QUIERO, DURO MÁS DURO…SSSIIII…VOY A MORIRME DE GUSTO….SSSSSIIIIIII!!!!!!!

Alicia se retorcía de placer mientras Luzmila sacaba sus puños y se los daba a lamer a Alicia que los repasaba con su lengua como si le fuera la vida en ello…

Ya más recuperada miró a la cámara y dijo:

- ¿Nos pagarás?

- Por supuesto que sí… Ha sido digno del campeonato, y demuestra que no me he equivocado contigo. Si las demás están a tu altura, el jurado lo pasará muy mal…

- Ja, ja, ja…ya veremos. Pero te debo algo…

Alicia se levantó decidida a por Hans. Le bajó los pantalones y los calzoncillos hasta los tobillos, agarró la poya del alemán, que estaba muy empalmado, una poya de unos 20 cms, pero más delgada que la mía, y se la metió entera hasta los huevos. Hans no tardó en correrse sobre la cara y las tetas de mi mujer…

- Ha sido fantástico, Alicia. Si quieres te clasifico directamente para el concurso, sin tener que pasar la ronda previa.

- ¿Estás de broma? CON LO QUE ME GUSTA FOLLAR…

Luzmila me cogió la poya y me la chupó. También se la metía hasta la garganta, y como Hans tampoco tardé en correrme. Luzmila guardó toda mi corrida en su boca y fue a por Alicia para pasársela en un dulce beso, y mi mujer no dudó en beber hasta la última gota…

CONTINUARÁ