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Mi primera vez

en Hetero: Primera vez

Mi nombre es Jessy, este es mi segundo relato y espero que les guste.

Mi primera vez fue algo muy padre, principalmente, por que no estaba previsto, es más, ni siquiera conocía al chavo que fue mi primera vez, Eduardo, el hermano de una de mis mejores amigas.

Me inicie en el umbral de mis 15 años, desde chica, a pesar de mi corta estatura, me desarrolle más rápido que otras amigas, por lo que he aparentado siempre un poco más edad a la real desde chica empecé a explorar mi sexualidad, y desde que iba terminando la primaría, tendría unos 11 ó 12 años, notaba que los chicos mayores que yo se fijaban en mi, cuando tenía 13 ya compartía caricias con chicos de mi edad o mayores que yo, pero cuando empezaba a sentir que "me empezaba a excitar de más" me detenía, si había tenido el pene de un chico en mis manos, pero jamás me atrevía a chapárselo, había permitido que me acariciaran toda, menos mi rajita, y que me besarán los pezones.

En aquella ocasión Angie, una de mis mejor amigas, me invito a pasar el fin de semana a la casa de sus papas en Cuernavaca, dado que mis papas conocían a Angie estuvieron de acuerdo.

Saliendo del colegio nos fuimos, paso por nosotras su hermano (Eduardo) a el cual solo lo conocía de vista y un "hola" una que otra vez, como sus papas no podían ir, y la promesa hecha, le pidieron a Eduardo que nos llevara e invitara a un amigo, pero como el y Angie se llevaban muy bien, prefirió ir solo con nosotras.

Llegamos a Cuernavaca alrededor de las 4:00 p.m., y nos instalamos, como es una casa grande, y sus papas no fueron cada quien se instalo solo en una habitación, y me dijo Angie, que iba a ir a casa de una de sus amigas que tenía ahí, que la acompañara para que me la presentara, a lo que conteste que prefería quedarme ya que estaba cansada y alguien tenía que hacer la tarea, que si no le importaba, mejor fuera sola, así que se fue.

Un rato después, fue Eduardo a mi habitación a preguntarme Por su hermana:

- hola Jessy y Angie

- se fue a ver a una amiga

- y por que no fuiste con ella

- preferí quedarme estoy cansada, y ni conozco a su amiga

- ahh ok, oye quieres conocer las caballerizas?

- claro, no sabía que tuvieran caballos

- pues solo dos, quieres ir

- claro

Así que fui con el, las caballerizas estaban un poco retiradas, porque era un lienzo para todas las casas de la zona privada.

Nos fuimos caminando y en el camino me empezó a hacer cumplidos:

- oye, estas muy guapa, aparentas más edad, ya te había visto, pero mi hermana no nos había presentado

- gracias, también te había visto, pero no le decía a Angie nada de que nos presentara

Llegamos a las caballerizas, y estaba nublado después de caminar un poco, empezó a llover así que nos metimos en uno de los establos vacíos.

Me seguía haciendo cumplidos y cada vez estaba mas abochornada, y me dice, – te puedo dar un beso – me quede de una pieza, y sonrojada, le conteste que si, pero pensé que iba a empezar por un beso en la mejilla, y no, me empezó a besar la boca, teniendo ya algo de experiencia y siendo una chica un tanto aventada, pensé que todo estaba bajo control, el me gustaba, 23 años, tez clara, ojos marrones, muy buen cuerpo, y por lo que se podía notar, yo le gustaba también a el, como lógicamente estábamos solos ahí, nadie iba por las caballerizas por la tarde (quizá por eso me invito a ahí) y menos si ya había empezado a llover.

Estuvimos besándonos nada mas durante un buen rato, hasta que el puso la diferencia, me abrazo a la altura de la cadera, y poco a poco fue bajando las manos para acariciar mis nalgas, y poco a poco fue subiendo mi falda para acariciarme por encima de la tanga, cuando vio que no había obstáculos, siguió, y me empezó a acariciar los senos, pero yo lo disfrutaba y estaba tranquila, así que hacia lo propio acariciando sus nalgas, después, me fue desabrochando la blusa, yo aun estaba con el uniforme, no había tenido tiempo ni de cambiarme, y cuando me di cuenta ya tenia desfajada la blusa y totalmente abierta.

Metió sus manos debajo de mi tanga y estuvo acariciando mis nalgas, en eso, subió sus manos y desabrocho mi sostén, me quito la blusa y el sostén así que empezó a besarme los senos, cuando me vi sin la blusa, sabía que había avanzado mas que antes ya que nunca me había dejado en el suelo ninguna de mis prendas, siguió en lo suyo hasta que volvió a acariciarme las piernas y fue subiendo hasta mis glúteos, metió sus dedos ahora por la parte inferior de la tanga y fue llevando sus manos hacia el frente, pensé que acariciaría mi concha por encima de la prenda cuando sentí uno de sus dedos, jugando en mi rajita, cuando iba a decir que no llego el placer y me empezó a gustar muchísimo.

Cuando noto mi reacción positiva saco sus manos y me desabrocho la falda, que cayo al suelo, entonces yo intensifique mis caricias, acariciando su pene que ya se sentía como un grueso bulto dentro de su pantalón, empezó a introducirme su dedo una y otra vez, y eso me iba excitando cada vez más y más, empezaba a sentir como me mojaba cada vez más como cuando me masturbaba.

Fue entonces cuando decidí animarme a desabrocharle el pantalón, el se empezó a quitar la camiseta, se quito por completo los pantalones, y baje un poco su trusa, y entonces libere a aquel pene enorme con leche en su punta, listo para mi, no me espantaba, ya había visto otros penes, pero, sin ropa ya los dos, era algo distinto.

Se lo empecé a acariciar y me pidió que se lo chupara como si fuera una paleta, a mi me dio mucho asco la verdad, así que al no querer, el suyo introduciéndome el dedo excitándome más, y ahí fue cuando me quede sin ropa, me empezó a bajar la tanga y mientras lo hacia pego su cara a mi concha que empezó a besar antes de que pudiera protestar, era la primera vez que me hacían sexo oral, lo había visto en las películas pornográficas, pero aún así se me hacia repulsivo y asqueroso, hasta ese momento en que empecé a jadear de placer, así que si podía sentir tanto placer al recibir sexo oral, quizá también podía sentirlos al yo hacérselo así que cuando se incorporo, le empecé a besar el pechito, baje su trusa, y empecé a chapárselo como lo había visto en las películas, al principio con un poco de asco, pero me fui acostumbrando al sabor y creo que lo hacía bien ya que jadeaba muy fuerte y gritaba diciendo, si así es, lo hace muy bien, hasta que en lo que lo hacia, sentía como se hinchaba más su pene y decía ya no ya no y en eso sentí un torrente de semen escurriendo por mi boca, pegandose en mis labios, era tanto y de golpe que tuve que tragar un poco para no atragantarme, mi primera sensación fue asco pero me empezó a gustar y seguí chupando los restos de semen en su pene.

Después le pregunte si el sexo oral lo excitaba y me dijo que mucho así que empecé nuevamente a hacerle sexo oral para que se le parara, y cuando alcanzo nuevamente su dimensión me dice ahora me toca a mi, se monta encima de mi, pero yo ya estaba demasiada caliente como para protestar me pregunto si era mi primera vez, a lo que conteste que si, y me dijo que si estaba segura de lo que iba a hacer, y yo le conteste "ya, cojéeme, estoy muy caliente, métemela ya" no podía creer lo que estaba diciendo, así que se coloco en posición y de un solo golpe lo introdujo todo, grite con todas mis fuerzas, primero de dolor, y poco a poco el grito se fue convirtiendo en placer, me dolía, cada vez que entraba y salía de mi cuerpo, pero también esa sensación me hacia gemir de placer, no sabía si decir, "más más" o mejor "ya no, ya no".

Siguió metiendo su enorme pene en mi cuerpo, al menos a mi me parecía enorme, estando dentro de mi, mientras me decía, yo te voy a enseñar todo putita, para que seas mi putita, eso me hubiera ofendido y encabronado en otro momento, pero había algo especial, en que me dijera putita, su putita, mientras me tenia dominada y penetrada por su pene, hicimos varias posiciones, me giro en la posición de montar, y también me puso de perrito o en cuatro, que es de mis preferirás, me encantaba que me metiera su verga, metiera y sacara rápidamente sujetando mis caderas.

Entre el placer de la penetración, un poco de dolor todavía, pensaba "si lo estoy haciendo, me están penetrando, me la están metiendo muchas veces, que placer, que rico, quiero que me coja más y ser su puta" es curioso que groseros somos cuando estamos teniendo sexo, y la verdad como no se va a ser grosera, con semejante cosa dentro de una, aunque también pensaba en que era el hermano de una de mis mejores amigas, en lo que pensarían mis papas si se enteraran, e inclusive que pensaría el, que apenas si lo conocía, pero la verdad, el placer que me estaba dando estaba por encima de todo ello.

Seguimos haciéndolo en pose de en cuatro, cuando oí un alarido y sentí como mi concha se lleno de leche, sentí como mi concha escurría leche mezclada con mis jugos, riquísimo, cayo rendido y yo también, un poco por la pose, después de descansar durante un rato, me dijo, creo que es hora de regresar, así que me incorpore y empecé nuevamente a mimársela, a lo que el se dejo, diciéndome, primeriza pero golosa, no me importo su comentario, quería seguir sintiendo ese placer que sentía por primera vez en mi vida.

Se monto encima de mi y me volvió a penetrar, está vez, ya no dolió tanto, estaba tan mojada que entro con facilidad, aunque no tardo en correrse, esta vez sacándola antes de correrse y se corrió sobre mis senos así que me incorpore para chupar lo que había quedado en su pene, que no se desperdiciara nada.

Quede tumbada en el suelo, y el empezó a vestirse, me dijo que me vistiera y regresáramos, ya que no estaba lloviendo tan fuerte, y antes de que regresara Angie, cuando llegamos Angie no había llegado así que le dije que me iba a bañar, aunque si no fuera por Angie, me quedaría embarrada de su leche y mis jugos en mi cuerpo, me fui a mi habitación y luego fue a alcanzarme, yo ya había terminado de bañarme y estaba envuelta en una toalla, cuando entro y me dijo que Angie llegaría más o menos en una hora, ya eran pasadas de las 7:30 p.m., se acerco por mi espalda en lo que estaba recargada en la cama, secándome con otra tollita los pies, me sujeto de los senos, me quito la toalla dejándome desnuda y diciéndome, creo que aun tenemos tiempo para uno más, cuando agarro mis senos, sentí como si no se me hubiera bajado lo caliente después del baño, me acomode en cuatro sobre la cama, y el saco su miembro, esta vez sin desvestirse, solo se bajo los pantalones, y empezó a penetrarme nuevamente como la vez anterior, llena de placer, sentí como aún su verga tenia impregnada mis jugos y como cada vez que empujaba chocaban sus huevos con mis nalgas, cosa que me encantaba, termino corriéndose nuevamente dentro de mi y cuando la saco, me dijo quieres limpiármela, a lo que parecía que me invitaban a un festín, la chupe hasta dejarla solo con mi saliva, después de eso, me dijo que ya iba a llegar su hermana así que me arreglara para salir, me bañe nuevamente y estuve lista para cuando llego Angie. Fuimos a la disco, y todo fue normal el resto del fin de semana.

Ese fin de semana, fue el único contacto sexual que tuvimos, después me busco para decirme que aunque se había corrido dentro de mi, no me preocupara, la verdad nunca me preocupo la posibilidad de un embarazo, a la fecha, Angie y yo seguimos siendo amigas, por supuesto ella no sabe lo que paso ese riquísimo fin de semana; y por si se lo preguntan, Eduardo y yo aún seguimos tenido encuentros una que otra vez.

Espero les haya gustado tanto como a mi recordarlos, recuerden que agradeceré sus comentarios a petittemx2003@yahoo.com.mx besos.