miprimita.com

Mi maestro de francés

en Sexo con maduros

Me gustan los idiomas, creo que en el dominio de lenguas extranjeras está el futuro, a pesar de que estudio en un colegio donde una parte importante es el estudio de otras lenguas, decidí meterme a estudiar a un instituto especializado en otras lenguas para perfeccionar mi francés, uno de los maestros que tuve fue André Philippe (de ahí el login de mi mail), el era nacido en Camerún pero educado en Francia, con extraordinario dominio del español después de haber vivido en México por más de diez años.

Como todo africano, negro de los pies a la cabeza, yo no soy racista ni nada que se le parezca, pero como que la gente de color no me llamaba la atención a excepción de este, es la verdad guapísimo, nunca imagine que los negros negros fuesen tan pero tan guapos.

El es un hombre alto como de 1.90, fornido y musculoso, cabello ensortijado cortado muy pequeño y ojos negros como la noche, con 40 años recién cumplidos, jamás faltaba a mi clase de francés con el.

Cuando termino el curso que el impartió, los compañeros decidieron ir a festejar a un bar, convencimos a André de que fuera con nosotros y después de rogarle un rato aceptó, sugirió un lugar cercano al departamento que vivía el cual era una conocida taberna en el centro de coyoacán, esto sucedió hace tan solo dos semanas.

Llegamos al lugar alrededor de las 4:00 de la tarde y empezaron a circular las cervezas, lo típico entre compañeros charlando de cosas intrascendentes, por lo que preferí hacer conversación con André, conversamos sobre su cultura y los idiomas, nada que valiera la pena, hasta que empezó a preguntarme sobre mí, si tenía novio, con quien vivía, cosas así, pero quien pensaría que un hombre de 40 se fijara en una niña de 17.

Lo que sucede es que en Francia, son muy liberales, pero iba a demostrar que las mexicanas no nos quedábamos atrás.

Cuando el ambiente se puso aburrido, André me propuso ir a su casa a estar más cómodos y seguirla en un lugar donde no pudiera haber problemas de que siendo menor de edad estuviera conviviendo con unas cervezas, André me gustaba y era notorio que no le era indiferente por lo cual acepte.

André vivía a unas cuatro cuadras del lugar donde estábamos, así que fuimos caminando y nos detuvimos en una tienda a comprar insumos para continuar, seguimos y llegamos a su casa donde vivía el solo, eran apenas las 5:30 de la tarde y ya había avisado que por fin del curso íbamos a ir a festejar.

Nos acomodamos en la sala, ese día llevaba una minifalda de rayón en "A" a unos 3 dedos arriba de la rodilla color rojo sangre y una blusa negra de seda y manga larga semi desabotonada, zapatillas de tacón pequeño y medias de liga con encaje a la pierna de licra negra transparente, platicando, el toco mi pierna y empezó a acariciarla subiéndola poco a poco hasta poder acariciar mis muslos mientras me decía:

- sabes Jessy, en Francia las niñas son muy abiertas y liberales, y en verdad no les importa si su pareja es mucho mayor que ellas si se sienten a gusto (sería verdad, contéstenme amigos europeos)

- a que te refieres André?

- a que me gustas y quiero hacerte vibrar

Me quede de una pieza, la verdad no creí que fuera a ser tan directo, mientras el seguía acariciando mi pierna subiendo poco a poco su mano por debajo de mi falda, pero sin propasarse.

- por que crees que te invite a venir sola, supuse que te lo imaginarias

- pues la verdad si, pero no creí que me lo dijeras así tan directo

Se sonrió y me dice – ah entonces a la usanza mexicana – y sin decir agua va, me empezó a besar, yo pensaba "Jessy, piensa rápido, que vas a hacer, sigues o te detienes" nunca había estado con un hombre de color (por así decirle) pero me habían dicho varias cosas, así que tome la decisión de dejarlo seguir hasta donde quisiera llegar.

Cuando después de los primeros besos no opuse resistencia, se dio a la tarea de empezarme a acariciar y a besarme el cuello, sentía como sus labios gruesos iban recorriendo mi cuello y como empezaba a excitarme, se recostó sobre de mi, con todo su cuerpo llevándome a recostarme sobre el sillón donde siguió besándome y empezó a llevar sus grandes manos a mis senos amasándolos mientras desabrochaba mi blusa.

Cuando dejo mi brassiere al aire, siguió trabajando mis piernas subiendo poco apoco su mano para acariciarme la concha por encima de mi tanguita y sentía como su mano cubría toda mi pelvis.

Me levantó y me tomo de la mano llevándome a la recamara donde me giro y me abrazó estando a mi espalda mientras subía mi falda e iba metiendo su mano para jugar con mis vellitos, con la otra mano fue desabrochando mi falda y cuando la logro desabrochar llevo sus manos a mi pecho, cayendo la falda al suelo, mientras besando mi espalda, libero los broches de mi sostén, siguió besando mi espalda y con la lengua fue moviendo los delgados tirantes hasta dejarlos caer sobre mis brazos cada uno, de verdad veía que era un maestro en el arte de la seducción, cuando me giro de frente a el para besarme desde el cuello e ir bajando retirándome mi sujetador mientras chupaba mis senos excitando mis pezones.

Fue bajando mientras empezaba a besar mi concha por encima de la tanga, pensando que iba a parar ahí, no, siguió besándome las piernas y fue quitándome poco a poco las medias, hasta que me dejó solo con mi tanga, empezó a subir nuevamente, ahora si siguió besando mi sexo y acariciándome las nalgas fue bajando poco a poco la tanga hasta despojarme de ella.

Estaba ahí arrodillado a la altura de mi vagina cuando sujetándome de las nalgas empezó a chuparme la vagina, el clítoris, los labios y fue metiendo su enorme lengua dentro de mi vagina, yo me apoyaba de sus hombros jadeando como si estuviera espantada, lo jale hacia mi, y besándolo hasta donde lo alcanzaba (les digo que soy bajita) y le fui quitando la camisa, fue entonces cuando me anime a tocar su pene por encima de su pantalón, y eso no era un pene, era un bate de beisball, rápidamente desabroche sus pantalones y me fui arrodillando hasta quitárselos, frente a mi quedo un monte encima de su trusa que intentaba escapar de su prisión le baje los calzones y ahí frente a mi, quedo su pene, una verga gigantesca, negra tan negra como la blusa de la cual me había despojado, se veía chorreante, enorme, curva y sobre todo gruesa, no sería la más grande que habré tenido (pero esa es otra historia), pero tenía el suficiente tamaño y grosor como para decir, no me va a entrar, parecía que tenía ante mi al negro de las películas porno con un pene de 27 cms. de largo y 4 cms. de ancho. Amenazando penetrar mi conchita húmeda.

Sin pensarlo dos veces me lleve ese enorme trozo de carne a la boca y lo empecé a chupar paseándole mi lengua como paleta de chocolate, al principio el no se inmutaba por mis chupadas pero no tardo en empezar a ceder, para después tomarme de los brazos y levantarme, recostarme en la cama y recostarse a un lado mío mientras acariciaba mi cuerpo y llevaba sus manos hacía mi coño para masturbarme, empezó a acariciarme mi clítoris, y empecé a sentir como en lo que introducía de uno a dos dedos, parecía que era un pene el que me estaba penetrando, si así lo sentía con sus gruesos negros, que sentiría con su enorme pene.

Jadeaba como si fuera un pene el que me estuviera metiendo y fue cuando se acomodo encima de mi, abriendo el compás de mis piernas lo suficiente para que mi vulva abriera o se dilatara lo suficiente como para recibir a su mounstro, se acomodo en la entrada de mi vagina, mientras tanto esperaba la primera oleada de bombeo por una verga tan enorme en mi pequeña vaginita, mientras nos acomodábamos frente al espejo, principalmente yo para ver como era tremendamente cojida por un negro.

Fue introduciendo poco a poco su pene. Mi cuerpo inmediatamente respondía, dolía un poco, no es fácil recibir miembros anchos, pero raspaba mis paredes y mis labios y abría como el corazón de un melón mi vagina, y ni siquiera podía jadear o gritar ya que estaba concentrada en la penetración de un tubo duro que intentaba penetrar a la fuerza, poco a poco lo fue metiendo, cuando sin tenerlo todo adentro me empezó a bombear, como facilitando así la penetración pero fue suficiente para que empezara a explotar de placer, y así fue entrado cuando esos 27 centímetros los tuve dentro de mi y para mi solita, el placer era tan hondo como tan hondo entraba esa verga en mi interior.

Me fue girando poco a poco hasta quedar encima de el y así bombeándome me hizo girar por toda la cama, después de unos 20 minutos, mi vagina ya no podía más ya, pedía que se detuviera, pero al parecer el estaba empezando a calentar motores por que sus embestidas eran cada vez más fuertes y más rápidas, mis grito llenaban toda la habitación mientras el permanecía cayado entre sus jadeos.

Se levanto y me colocó en posición de perrito, sabía que sus embestidas iban a ser más fuertes por la posición, pero no podía negarme ya que también es de mis favoritas, aunque mi vagina, empezaba a resentir el ancho de su pene, pero quería más, mi conchita chorreaba cual llave abierta mis jugos envolviendo su también jugoso pene.

Coloco su pene en mi vagina teniendo en pose de cuatro, y empujó fuerte muchas, muchas veces, en cada embestida sentía que me iba a sacar los ojos y sentía como chorreaba hacía afuera de mi vagina, las contracciones eran fuertes y cada espasmo vaginal venía acompañado de un placer indescriptible.

- muevete putita

- muevete mi negro

Creo que eran las pocas palabras que hilvanábamos ya que con tremenda cojida, con tremenda verga de mi, no podía decir palabra alguna.

Sentí como acelero sus movimientos, llevábamos haciéndolo unos 40 minutos cuando sus jadeos se convirtieron en gritos y sus hondas penetraciones se convirtieron en golpes secos que hacían chocar sus tremendos huevos en mis nalgas.

- te vas a venir?

- me voy a correr

Entonces empecé a mover todo mi culo en movimientos circulares y recargaba contra su pelvis haciéndolo excitar más, cuando empezó a empujar fuertemente haciendo unos gemido muy peculiares, cada vez más rápido cuando mi vagina se inundo de su leche como si no hubiera tenido sexo o al menos una paja en mucho tiempo, mientras se corría no dejaba de bombearme y eso hacía que su semen fuera brotando de mi vagina chorreando por mis piernas, por mis nalgas, cuando después de unos cuantos espasmos se detuvo, le pedí que no se saliera, pero después de unos instantes, lo sacó.

Me acomode entonces para revisar los daños y su pene, envuelta entre mis jugos y su leche aún un poco erecta, demasiado jugosa, por lo que lo tome y empecé a chuparselo limpiándolo de todos los jugos impregnados, al principio se rehusaba pero después comenzó a disfrutarlo y nuevamente comenzó a erctarce.

- quieres que siga André

- si tu sigue

Después de estar chupandosela a lo largo de diez minutos aproximadamente no imagine que pudiera correrse nuevamente dejando escapar un gran alarido, a decir verdad, me sorprendió un poco, no esperaba que se corriera tan pronto y no lo esperaba, por lo que cuando sentí el chorro de semen entrando en mi boca me atragante y escupí todo lo cual provoco que cayera sobre mi cuerpo, tome su pene entre mis manos y no desaproveche la oportunidad para aprisionarlo y pajearlo entre mis senos y que impregnara su leche tibia en ellos, después de esto, André me abrazó, y me hizo unas caricias mientras nos quedamos acostados en la cama.

Cuando dieron las ocho de la noche, nos vestimos nuevamente y caminamos hacía el centro de coyoacán para tomar un helado y acompañarme a donde había quedado estacionado mi carro.

Nos despedimos a la usanza francesa diciéndome – que rico haces el amor Jessy, espero ansiosamente nuestro próximo encuentro – en verdad me quede pensando lo mismo que el, solo que no lo exprese, – au revoir André, au revoir Jessy –

Mi nuevo curso de francés inicia terminando la semana mayor, espero ansiosamente reinscribirme al nuevo nivel (curso) y esperar que maestro me toca, deseando sea André nuevamente, quien no solo resulto ser un excelente maestro de francés, también un extraordinario mentor en la cama.

Espero les haya gustado, en mi provocó al contarlo una gran excitación, espero que en ustedes también, espero lo califiquen bien y recibir sus comentarios como siempre por todorelatos.com o por mi mail, besos a todos y hasta la próxima. Au revior