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El mejor amigo de mi papá

en No Consentido

Hola a todos de nuevo, algunos me han preguntado si nunca me cacharon mientras sostuve relaciones sexuales con José Luis (el chofer de mi papá) y bien está es la historia.

Después de haber estado a lo largo de tres meses con el, un día estaba en mi habitación siendo más o menos las 7:00 de la noche, decidí atenderme yo misma, aún estaba con ropa de colegio, ya que a pesar de me han dicho mil veces que me cambie cuando llego, jamás hago caso.

Subiendo un poco mi faldita escolar, antes habiendo cerrado la puerta de mi habitación, metí mi mí por debajo de mi tanga para acariciar mi clítoris e introducir uno de mis dedos dentro de mi vagina, tal como muchos chicos con los que había estado me habían comenzado a excitar, seguí con la misma operación contoneándome y disfrutando por mucho lo que me estaba haciendo, cuando pensé, estoy aquí masturbándome mientras José Luis esta abajo, y al igual que siempre, disponible para mi, me levante de la cama, acomodándome la ropa ya desfajada, me lave las manos y me dispuse a bajar a la cocina.

José Luis estaba ahí, solo, la muchacha de la limpieza y a cargo de la cocina se había retirado ya a su cuarto (yo creo a ver sus novelas) y el estaba ahí, leyendo el periódico.

- Jessy, que haces aquí, ya tienes hambre

- en cierta forma Pepito, vengo a comer y a que me atiendas

- tu mamá esta en la biblioteca, y tus hermanos no han llegado, tampoco tu papá

- entonces estamos prácticamente solos

El se puso de pie y me arrodille frente a el, queriendo sentirlo en vez que mis manos, así que baje su pantalón cubiertos por la barra de la cocina, inmediatamente tome su pene y lo lleve a mi boca para chuparlo, pasarle mi lengua por su glande y succionar el poco semen que lubricaba su miembro.

El acariciaba mi cabeza y gozaba y disfrutaba mientras esperaba el gran final o que me tomara de los brazos para penetrarme como solo el sabía hacer, cuando en eso – ejem, ejem, sucede algo aquí, José, Jessy – señor, no sabía que estaba aquí, yo me puse de mil colores, no sabía que hacer o decir, era el Sr. Rafael, uno de los mejores amigos de mi papá, cliente y socio que había ido a hablar de negocios con el y estaba con mi mamá conversando, por eso estaba en la biblioteca, no sabíamos que estaba ahí.

- Jessy, te quiero mañana en mi oficina temprano, a las 10:00, no me interesa si tienes que faltar a clases

- si, Don Rafa

- ya hablaremos José

- si señor

Pasado esto, toda mi excitación había pasado a preocupación – que vamos a hacer pepe – no se decía el, ve a verlo y sobre eso veremos, decidí irme a mi habitación y ya no salir.

Al día siguiente fui a su oficina, por supuesto me llevo pepe, tal como todos los días me aliste para ir al colegio, solo que me llevo a la oficina de Don Rafa, llegue y me anuncie, la secretaría me paso de inmediato, que me estaba esperando.

El tiene una oficina muy bonita en Polanco (al noreste de la ciudad), tiene una sala de piel en uno de los extremos y ahí me senté y me dijo:

- Jessy, vi lo de ayer, por supuesto no le dije nada a tus papás, pero algo se va a tener que hacer

Mientras decía esto ponía su mano sobre mi pierna, eso no se me hizo extraño, quizá por que estaba más preocupada en que me pudiera acusar, cuando empezó a acariciar mi pierna por debajo de mi falda, ups, en ese momento reaccione y me di cuenta, me estaba proponiendo un trato.

Don Rafa es un hombre corpulento como de 1.75 ó 1.80, tez clara y cabello castaño, de buen ver y unos 55 años; bien no me quedaban muchas opciones, jamás me sentí atraída por el ni pensé o imagine la posibilidad de que pudiera haber algo entre nosotros, pepe se había quedado en la camioneta, así que solo podía decidir yo misma, tenía tan sólo 15 años, era menor de edad, si le decía a mi papá a pepe le podía ir muy mal, no solo perder el empleo y a mí, me imaginaba lo peor, así que a falta de opciones, tuve que acceder, me vi obligada, aunque sabía que debía disfrutarlo, así sería mejor.

- bien, cual es el trato Don Rafa

- solo Rafa

- ok, cual es el trato

- Jessy, te he visto crecer, y te esta convirtiendo en una mujer muy guapa, por que con José?, aunque me encantaría que me hicieras lo que le estabas haciendo a el, y lo que supongo estas haciendo con el

- y será nuestro secreto

- por supuesto, mientras seguía acariciando mi pierna

Me levante para acomodarme y ponerme de rodillas, suspiraba pensando, Dios, es casi, casi una violación, pero no tengo opciones, empecé a acariciar su pantalón sintiendo su miembro y lo desabroche, baje su trusa y empecé a acariciar su pene con mis manos, el estimulo fue inmediato, lo tenía rico, grueso y según fue avanzando el estimulo fue viéndose de un buen y rico tamaño, lo introduje en mi boca y empecé a pasarle mi lengua y succionarla, mientras la metía y la sacaba de mi boca, veía como agarraba el sillón fuertemente para no gemir.

- con que cojiendo con el chofer, que diría tu papá de lo putita que saliste, pues hoy te toca probar una mejor

Me levanto y me recostó en el sillón, fue subiendo mi falda y bajando mi tanga, separo y abrió mis piernas sujetándome las rodillas, dejando ver mi vagina totalmente abierta, y la verdad ya un poco húmeda.

- vamos a ver a que sabes

En eso puso su cabeza entre mis piernas y empezó a lamer mi sexo pasando su lengua por mis labios vaginales e introduciéndola dentro de mi vagina, fue tanta la excitación que lleve mis manos a mi pecho y comencé a apretarme los senos, – a quieres disfrutar – fue subiendo y empezó a besarme el cuello, poco a poco bajando, desabrochando mi blusa y después sujetarme las nalgas para desabrochar la falda, me fue quitando con cuidado la ropa quedando únicamente en brassiere que no tarde en perder, hundió su cara en mis senos que empezó a chupar tan desesperado cual bebe hambriento, mientras bajaba su mano e introduciendo dos dedos en mi vagina, empezó a mover haciendo todo tipo de movimiento, yo jadeaba de placer aún sin decir nada, pensaba que era el amigo de mi papá, que tenía 55 y yo 15, 40 años de diferencia, y que me entregaba a el por comprar su silencio, que puta, que fácil y no dejaba tampoco de pensar en que se aprovechaban de mi descuido.

Sus estímulos ya hacían efecto en mi, jadeaba queriendo gritar mientras seguía el masturbándome, baje mi mano para sujetar su pene que estaba ya duro, suculento y lubricado – metemela, házmelo antes de que me arrepienta – pidelo con ganas decía, - metemelo ya por favor Rafa, que me haz calentado, te deseo dentro de mi – y pensaba ya estoy aquí, y excitada, pues seré de el.

Coloco su miembro en la entrada de mi vagina no solo húmeda, chorreada por mis jugos que la excitación había provocado – esto lo voy a disfrutar, y tú también Jessy – mientras introdujo lentamente su pene en mi vagina tan solo como una cuarta parte, quedándose así, moviendo como en espasmos su pene.

- te gusta

- me encanta

Atraco de un solo golpe su verga bien parada dentro de mí y sacándola y metiéndola en movimientos rápido, no pude evitar gritar y empezar a jadear rápidamente como si me faltara la respiración (lo cual seguramente escucho la secretaría), siguió así cambiando la intensidad de rápido a lento y de lento a rápido.

Me levanto y me puso encima de sus piernas dándole la espalda, sujetándome fuertemente de las caderas, siguió penetrándome primero teniendo las piernas abiertas y el cerradas e ir cambiando a yo cerradas y el abiertas y viceversa, que cuando yo las tenía cerradas sentía la fricción más profunda y la penetración más honda, como apretándolo más.

Cambiamos de posición poniéndome en cuatro sobre el sillón metiéndome su pene hasta lo más adentro de mí con mucha fuerza, quizá hasta con cierta brutalidad cuando introdujo su dedo pulgar en mi ano, - verdad que es rico tener dos adentro – yo jadeaba sin parar.

Posteriormente me llevó hacía el escritorio, me recostó sobre el tirando todo lo que había encima, y jalándome hacia el me siguió penetrando permaneciendo parado frente a mi vagina, Dios, sí bien era contra mi voluntad, como lo estaba disfrutando, me jaló nuevamente hacía el y abrazándolo y cargándome de mis nalgas, siguió penetrándome, solo sujetándome de mi cuerpo, poco a poco se dirigió nuevamente hacia el sillón penetrándome en esa posición, hasta dejarme en el sillón, quede sentada frente a el, el quizá viendo como me iba a poseer, sujete su miembro y lo lamí saboreando la conjunción de sus jugos y los míos chupándolo y sacándolo y metiendo dentro de mí boca sosteniendo con la mano, cuando sentí una opresión, como un flujo, sentí en ese momento la tibia leche que salía de el, – ah también te comes lo que te den – entre jadeos y respiración entrecortada decía, – pues déjala limpia – mientras disfrutaba tremenda mamada.

Mientras tanto trataba de hacer lo de siempre tragando un poco del delicioso néctar dejando salir un poco por mis labios para que derramara en mi cuerpo – de verdad que saliste puta Jessy, pero entre nosotros y solo nosotros quedará – sentado en el sillón ya agotado yo solo busque unas servilletas para limpiarme.

- te daría otro más, pero me acabaste

- huy, 55 y ya no das más

- en otra ocasión, que tengo cosas que hacer

Fue en ese momento cuando mire hacia el reloj marcando las 11:50, habíamos durado cerca de dos horas y media, dos horas y medias en que fui poseída y penetrada contra mi voluntad, pero no evitaba ello que no lo disfrutara infinitamente.

Me vestí rápidamente al igual que el despidiéndome y refrendado el trató abandone su oficina, podría decirse, satisfecha, su secretaría me miro intrigada al salir, pro solo dijo, - que tenga buen día señorita – tal vez lo de señorita fue como burla.

Regrese a la camioneta y pepe me pregunto lo que había sucedido, a lo que yo conteste que estaba todo arreglado y que solo habíamos platicado – hueles a sexo, no manches - ¿y? replique, solo vamos a un hotel para que me asee, cojí el celular (móvil) y llame a una de mis amigas para que me cubriera, después llamando a casa para a visar y que iría a casa de una amiga a hacer la tarea y que si no había inconveniente me llevaría a José Luis (a lo que nunca decían que no), fuimos a un motel a que me pudiera asear y dormir, me sentía cansada, y no me sentía muy bien, como si le hubiera sido infiel, solo se baño conmigo intercambiando caricias, llegue a casa alrededor de las 6:00 de la tarde solo deseando dormir, creo que había sido mucho el estrés.

Al día siguiente llamó a pepe a su oficina, me entere que gestiono un trabajo para el en el norte de la república, mejor pagado, esa fue su manera de deshacerse de el, y dos semanas después se fue, claro que hicimos nuestra despedida, pero eso es materia de otra historia.

Rafa sigue viniendo a la casa, jamás me delato, pero nunca lo volví a hacer con el, me recuerda un abuso consentido y aunque fue bueno, hasta el momento no lo he repetido con el.

Espero les haya gustado, y como siempre espero sus comentarios y correos, así como que lo califiquen bien, quizá sea mas para sexo con maduros pero dado a la naturaleza lo metí en no consentido, y a pesar de ello, lo disfrute MUCHISIIIIIMO.

Muchos besos a todos

Ciao