miprimita.com

Mi hermano y yo (2)

en Amor filial

Quedando ahí tendidos en la cama, yo pensaba, se la mamé, eyaculó en mi boca, y me siento culpable, si me la mete, como me voy a sentir ?

Como yo lo veo, una cosa es que te digan puta cuando la tienes adentro, y eso te excita, otra cosa es verdaderamente ser una puta, y yo en ese momento me sentía la más puta de las putas.

Jorge se levanto y me dijo – que rico lo mamas – pero este esta mal, y se fue a su recamara quedándome sola y pensando, que rico lo tiene.

Ese día no paso nada más, un rato después llegaron mis papás y todo fue como si nada hubiese ocurrido, pasaron los días y las semanas, hasta que después de un mes volvieron a salir mis papas, coincidiendo que mi hermana había salido y mi otro hermano estaba de viaje.

En ese mes yo había estado pensando y repasando lo que había sucedido con Jorge, aún me sentía culpable, pero la practica del sexo prohibido, del incesto, me excitaba, en ese mes había estado activa sexualmente hablando, pero seguía pensando en el pitote de mi hermano.

Jorge estaba en su recamara escuchando música, así que fui dizque a ver que estaba haciendo, entre y me pregunto si ya se habían ido papá y mamá, le dije que si, me pregunto si iba a salir a lo que conteste que no y el contesto lo mismo, lo tenía enfrente de mi, notaba como iba teniendo una ligera erección así que me dio la espalda (como ya no pelándome)

- Jorge

- si (girándose hacía mi nuevamente)

Estaba algo jariosa, y si no lo estaba en ese momento me puse, sin pensarlo y casi instintivamente me arrodille frente a el y puse mi mano sobre sus parte, el se hizo para atrás, como no dejándose, quizá pensando en otra sesión de mamadas ya no se movió y yo me acerque, desabrochando su pantalón y sacándole su pene el cual casi de inmediato empecé a mamar con desesperación cual bebe que no ha comido en horas, eso lo excitaba demasiado, rápidamente se puso largamente erecto como en las anteriores veces que lo había visto, sujetándome la cabeza empezó a manipulármela para que mamara más.

- Jessy, Jessy, que rico lo mamas, pero habíamos quedado que estaba mal.

Retire mi boca de su pene, para que dando un paso a tras quedara libre del pantalón, estando abajo, le quite los calzones y calcetines, sujetándome de los brazos me ayudo a incorporarme, le quite la camisa dándole besitos en el pecho, dejándole enteramente desnudo, me abrazo y empezó a besarme el cuello, acariciando mi espalda, mis nalgas, mis piernas.

Ese día traía puesto un vestido de una sola pieza, falda ligeramente amplia que me llegaba unos tres dedos arriba de las rodillas, mientras acariciaba mi cuerpo, fue bajando el ziper del vestido para con un solo movimiento despojarme de el, empezó a besar mi senos y a quitarme el brassiere, fue bajando poco a poco su mano metiéndola debajo de la tanga introduciendo su dedo una y otra vez en mi vagina, estaba sumamente excitada, y mientras hacia eso yo masturbaba a veces suave y otras fuerte su mega pene.

Se puso de rodillas y empezó a practicarme sexo oral, lo cual me puso a mil por hora, y así como el manipulaba mi cabeza, yo hacía lo mismo que el mientras metía su lengua lo mas adentro que pudiera llegar de mi concha húmeda.

Ahora fui yo la que lo jale de los cabellos subiéndolo para que besara mi cuerpo, así que el me recostó en la cama para que hiciéramos un 69 tradicional.

- estoy muy caliente Jorge

- yo igual

- y que va a pasar, me excitas mucho, te quiero dentro

- no manches, somos hermanos Jessy

- me importa una chingada te quiero dentro

Movida por la excitación me había salido lo poderosamente sexual que puedo llegar a ser, mientras el me movía para seguir masturbándome besándome los hombros y amasando con la otra mano uno de mis senos.

Ya, ya por favor, metemela, que te quiero dentro (es decir, estaba ya muy caliente, el que fuera mi hermano pasaba a segundo plano con la excitación que sentía y el orgasmo que tenía por estarme introduciendo el dedo) mientras iba jadeando cada vez más fuerte, tratando con eso de excitarlo más al punto de ceder.

Me rodé quedando de frente a el y empecé a raspar mi pubis contra su pene, yo veía la cara de placer y excitación que iba poniendo, lo cual me calentaba más.

- cojete a tu hermana, cojete a tu hermana, le iba diciendo

- me calientas demasiado, no podemos, no debemos

- me importa una chingada, quiero que me metas esta vergota hasta lo más dentro de mí, que me partas con este penosote, mientras se lo agarraba y lo jalaba masturbándolo

Me gire sobre de el para montarlo, y acomode su pene que ya pronunciaba una riquísima curva, recargándolo sobre mi vello pubico.

- me deseas, se que me deseas, dime que me deseas, que quieres clavar esta costa en mi cosita

- si, si quiero

- que esperas, metemela, has feliz a tu hermanita, has putita a tu hermanita (eso deja claro, lo caliente que ya estaba)

Poniéndome sobre mis rodillas me levante un poco, recorriéndome un poco hacia el frente lo acomode y lo acomode en la entrada de mi vagina que estaba ya muy húmeda, contoneándome de un lado hacia otro, calentándolo más, - no, no espera – no ! a mi no se me escapa, así que baje de un golpe, sintiendo como entraba fuertemente su verga, me dolió un poco, pero ya lo tenía dentro de mí, cabalgándolo ya no había vuelta de hoja, se estaba cojiendo a su hermana, me estaba cojiendo a mi hermano, tenía dentro de mí ese animalón que meses atrás había desquiciado mi mundo, que había estado deseando y fantaseando, jamás pensé que pudiera yo hacer un incesto con mi hermano, pero estaba sucediendo.

Me sujetaba los senos amasándolos, apretando mis pezones y acariciando mis nalgas, - ya lo tienes, eso querías, esto te gusta, girándome penetrándome encima de mi, abriendo mis piernas al compás que más podían abrirse, dejando toda mi vulva abierta, toda para el.

Esta es una de mis preferidas, me dijo cuando me acomodo en cuatro, (de perrito), que curioso, la mía también, seriamos hermanos, cosa que en ese momento ya había pasado a segundo término, me bombeo largo rato, a veces lento a veces fuerte, que rico era sentir esa verga pronunciadamente curva (insisto tanto en eso por que no había visto una con curva tan pronunciada), sentía como al entrar se pegaba a las paredes de mi vagina y raspaba una y otra vez, como mis labios vaginales se dilataban a recibir ese ancho miembro y como a veces sujetando mis caderas las empujaba hacia el sintiendo como chocaban sus enromes huevos en mis nalgas, otras acariciándome los senos o mi clítoris.

Cambiamos de posición de misionero, a veces con las piernas abiertas, y otras con las piernas cerradas, mientras me decía, - eres toda una experta hermanita, que rico cojes Jessy, quien hubiera pensado que mi hermanita de 15 fuera tan zorrita, tan putita – y ahora solo tuya hermanito.

A colación de que no quería correrse a dentro sin antes saber como andaba en mi periodo o con que me cuidaba, - correte donde quieras – decía yo, así que saliéndose de mi, me pidió que me hincara como en un principio, así que empecé a mamarle otra vez su verga, que ya sabia aun a combinación de su semen con mis jugos, no tardo mucho en estallar dentro de mi boca, tanto semen que inclusive broto de mi coca como cuando se te va por otro lado la coca cola.

Delicioso, la leche caliente de mi hermano que me daba aderezada de mis jugos, y a pesar de que ya tenía muy sensible el pene por la eyaculación y la fricción me dijo que siguiera mamando aunque disminuyera su tamaño, nunca pensé que después de la eyaculación fuerte, aun pudiera exprimírsele tanta leche a un pene casi flácido.

Después ya quede tendida sobre la cama y el igual, recogió la ropa y me dice:

- somos hermanos

- y ahora amantes, conteste

- volverá a suceder, preguntó

- cuando quieras hermanito

Diciendo eso tome mi vestido mi tanga y brassiere saliendo de su cuarto desnuda, descalza y bañada en semen, oliendo a mi hermano.

Se preguntarán por mis zapatillas, se quedaron en su cuarto, quien sabe, quizá se me ofreciera regresar más al rato.

Por desgracia nuestros padres solo habían ido al cine, no tardaron mucho en llegar, juramos jamás contárselo a nadie, ni a nuestros mejores amigos, así que ustedes son los primeros, quería compartir esa experiencia con alguien, quien mejor que ustedes.

Aún tengo un poco de remordimientos, pero recuerdo como lo disfrute y ese sentimiento se desvanece, cuando llegamos a tener fajes o algunas otras pocas veces que lo hemos hecho, lo pensamos, pero pronto queda atrás, nunca se sabe que tanto puedes disfrutar algo, hasta que te arriesgas, y te entregas a tu hermano.

Espero les haya gustado y me lo califiquen bien, amigos y amigas, mis siempre fieles lectores, besos a todos, y hasta la otra.

Ciao