Acosada por el destino – Capítulo 7º

Ana, aparecía pocos minutos después, mientras yo me debatía en los escozores propios del bálsamo regenerador.

La ví a parecer entre mis convulsiones por los rigores de mi curación. Venía acompañada por esa esclava llamada Ayla. Pude contemplar a la nueva esclava al tiempo que me miraba............y nuestras miradas coincidieron y de algún modo quedaron unidas la una de la otra.

Podía ver como Ayla era colocada y atada igual que lo estaba yo. Rociada con el bálsamo por todo el cuerpo, que escocía y picaba muchísimo.

Cuando Ana, terminaba de aplicarle el bálsamo...me miró a los ojos, me sonrió...y tras dudar unos segundos, se acercó hasta mí y me besó en los labios, sin que pudiera corresponderla. Se separó, volvió a sonreirme y salió de aquella habitación.

Contemplaba como Ayla se retorcía en los mismos tipos de picores y escozores, que yo minutos antes. No la hablé, dejándola debatirse, mientras me miraba fijamente.

En cuanto estuvo más serena, aunque los picores eran algo que solo se quitaban completamente cuando nos bañábamos, me habló y dijo :

Miré hacia el lugar de donde provenían esas palabras y pude apreciar, al igual que Ayla, que el Sr. Pérez y Ana, estaban tras de nosotras dos.

Ayla y yo, fuimos desatadas por Ana y conducidas hasta el enorme cuarto de baño.

Analizaba a Ayla mas detalladamente. Era casi igual que yo, aunque ella conservaba el cabello largo y además vello en su pubis. Pero, al margen de éso, sus medidas y las mías eran muy similares.

Ana, nos hizo entrar en la bañera para que nos laváramos entre nosotras. A mí me agradó la idea, como después comprobé que también a Ayla.

Después de un baño jabonoso, nos enjuagamos las dos entre miradas ardientes y salimos de la bañera, para secarnos con las toallas que nos daba Ana.

En cuanto estuvimos secas...extendí mis brazos a mi espalda, para que Ana, pudiera atarme las muñecas, pero ella se sonrió y dijo :

Llegamos hasta el despacho del Sr. Pérez, quien nada mas vernos aparecer, se acercó a nosotras tres y nos hizo unas tiernas caricias en el rostro y en nuestras tetas expuestas, para decir :

Y nos comenzó a relatar las ideas que tenía. Pude ver como Ayla asimilaba, al igual que yo, las ideas del Sr. Pérez. Siguió hablando y exponiendo, hasta que terminó la presentación de la idea original. Entonces Ayla, dijo :

No pudimos protestar mas y acompañamos a Ana, por el largo corredor, hasta llegar a la enorme sala que sería nuestro lugar de trabajo. Estaba todo dispuesto para 5 puestos de trabajo. Conectamos los equipos...y tras el check inicial...tecleamos comandos en cada terminal...hasta que Ayla y yo, nos miramos y asentimos de que todo estaba bien. Apagamos los equipos y tras su cierre completo, Ana nos hizo salir de la sala, diciendo :

Asentimos, sin saber a que venía todo aquello. Y la seguimos de regreso hasta el acuarium. Ana, se desnudó ante nosotras y tras asomarse, para ver si estaba ya su tío, regresó para que nos colocáramos los transmutadores de oxígeno.

Cuando nos los hubimos colocado, aunque tuve que ayudar a Ayla, que estaba un poco más nerviosa de la cuenta, aunque me encargué de serenarla con palabras excitantes y contándola que no sucedía nada de nada y que lo pasaríamos muy bien las tres juntas jugueteando para la contemplación y placer del Amo. Pareció animarse un poco y cuando las tres comprobamos que nuestros transmutadores, funcionaban bien....nos colocamos en el borde del pozo de entrada.

Yo fui la primera en lanzarme al abismo acuático, pero al haberlo pasado tan recientemente no sentí nada que me echara hacia atrás. Entré en el agua, entre millones de burbujas y tras desaparecer éstas, me quedé cerca de la entrada para ayudar a Ayla, que aunque parecía dispuesta....sabía que tenía un miedo atroz a esta incertidumbre.

Cuando la vi entrar en el agua, no supe en el estado en que venía, pero la imaginé tensa y aterrorizada, por lo que avancé hacia ella antes de que pudiese maniobrar en el transmutador.

Llegué a tiempo de sujetarla las manos, al tiempo que Ana aparecía junto a nosotras dos, rodeadas de infinitas burbujas. En cuanto las burbujas se disiparon, se percató de nosotras dos y vino en nuestro auxilio.

Ana, tomo uno de los brazos de ayla y yo el otro y la sacamos hasta el centro del acuarium, en donde el Amo nos contemplaba. Poco a poco se fue calmando, dándose cuenta de que podía respirar debajo del agua. En un momento dado, llamó la atención mía y la de Ana y con gestos, nos hizo saber que ya se sentía bien.

La soltamos los brazos....y pudimos comprobar como se encontraba perfectamente.

Y desde ese momento, comenzamos a juguetear entre nosotras para distracción de nuestro Amo, al que veíamos muy interesado en nuestros movimientos dentro del agua.

Era una delicia estar dentro del agua, libres y poder hacer lo que quisiéramos. Ana era la mas incordiadora y juguetona de las tres y nos tenía en continuo movimiento cerca de la pared de cristal que veía nuestro Amo. Las tres éramos conscientes que exponernos libremente a las miradas de nuestro Amo, le excitaba y se llenaba de gozo, por lo que procurábamos estar muy cerca de esa pared.

Cuando mejor estábamos, sentimos en nuestras boquillas una especie de alarma...y destellos en luces del color de la boquilla y que era el anuncio de la salida del acuarium.

Vi como se abría la compuerta y me dirigí hacia la misma, sabiendo que ayla y Ana, me seguían a corta distancia. Ascendí los peldaños sumergidos, sin apenas rozarlos, hasta que mi cabeza emergió completamente. Miré hacia abajo y Ayla, aparecía en ese mismo instante...seguida muy de cerca por Ana.

En cuanto estuvimos en la plataforma, nos quitamos los transmutadores, para oir decir a Ayla :

Estábamos riendo y entretenidas, mientras el aire caliente nos secaba, que no nos dimos cuenta de la presencia del Sr. Pérez, quien con una sola palabra, nos hizo callar y sentir temor.

Ana, fue la primera en reaccionar y se acercó hasta su tío, ya seca, mientras Ayla y yo, permanecíamos entre los chorros de aire caliente.

Ni siquiera dije palabra alguna. Me acerqué junto al Amo y aguardé a que Ana y Ayla hubieran desaparecido de nuestra vista.

Le seguí, desnuda y excitada, hasta su habitación enorme. Me hizo pasar delante de él y me llevó hasta la cama, en donde me hizo sentar, mientras él apuraba su bebida. Con la mirada, recorrí cada rincón de la habitación aquella. Era enorme y estaba provista de muchos artilugios, como cadenas y pilastras. No me encajaba que en un dormitorio, hubieran cosas de aquel tipo. Pero no le presté mayor atención.

Separó el cobertor y con una palmada en mis nalgas, me hizo entrar en la cama, haciéndolo él acto seguido. Me quedé quieta y expectante para saber como deseaba que me pusiera junto a él.

Pasó su brazo izquierdo por debajo de mi cuello y me atrajo hacia sí. Me dejé llevar hasta quedar mis labios casi pegados a los suyos. Mis tetas estaban clavadas en su enorme torso desnudo y mis brazos a lo largo de mi cuerpo.

Asentí, tragando saliva, por no haber sido capaz de corresponderle y comencé a pasar mis manos suavemente, hasta que choqué contra su polla palpitante. Me quedé sin saber que hacer, pero lo resolví arriesgándome y la masajeé suavemente, mientras sentía al fin sus labios en los míos.

Se volteó sobre mí y supe que me iba a poseer. Y me preparé separando mis muslos, para su penetración. Le miraba a los ojos fijamente, pero me sentía a punto de gritar de deseo. Y antes de que estuviera preparada, se acopló y empujó fuertemente hasta clavarla entera dentro de mi vagina.

Me sentí distinta, rara...pero a la vez de algo sorprendida y dolorida, muy feliz de ser follada por mi Amo.

Comenzó a surcar mi vagina...una y otra vez, haciéndome sentirle completamente y notarle excitado, según arreciaba dentro de mi cuerpo. Con mis manos, le acariciaba el vello del torso, mientras él me acariciaba los pezones con sus dientes, tirando algunas veces mucho de ellos, pero me sentía bien de ser follada así.

En un momento, sentí que sus músculos se contraían y en dos segundos explotaba dentro de mi vagina, agolpando la esperma en el fondo de la matriz. Se quedó así durante 5 minutos seguidos, respirando entrecortadamente, mientras yo le acariciaba el cuerpo y el cabello, hasta que se quedó relajado y con su cabeza al lado izquierdo de mi cara.

Pasado otro corto periodo de tiempo, se irguió y me beso en los labios diciendo :

Se dio media vuelta y yo me quedé con mis tetitas apoyadas contra su espalda y mi vientre pegado a su cuerpo. Y terminé por dormirme, con mi brazo izquierdo descansando sobre su costado.

Cuando me despertó, ya entraba la luz del día. Me zarandeó para que me despejara y me levantara. Le obedecí de inmediato y me levanté, pero como mareada. Él lo captó y me dijo :

Me senté en la mesa frente a él, dispuesta a degustar las excelencias del desayuno. En situaciones normales, me hubiera sido imposible comer, pero tenía un hambre atrasada de muchas horas.

Dejé que me sirviera y comencé a comer, con verdadero frenesí. De vez en cuando le miraba y veía una sonrisa en su rostro, pero yo seguí comiendo sin cesar. Tuvo que ser él, quien me pidiera moderación en la forma de comer, aunque no me retiró el alimento de la mesa.

Cuando quedé harta de comer y tras haber ingerido un delicioso vino, reservado por él, me apresté a lo que decidiera mandarme. Simplemente, con un gesto, me hizo que fuera hacia él y que me sentara mirándole con mis piernas a horcajadas de las suyas.

Dejé que su verga se acoplara en mi vagina ya mojada nada mas llamarme hacia él y de ese modo me mantuve sentada mirándole y besándole de vez en cuando, mientras él me acariciaba las tetitas suavemente y me las besaba de un modo delicioso.

No me atrevía siquiera a moverme por no romper el hechizo que me poseía y dejaba que él siguiera jugando con mi cuerpo, aunque le notaba mas excitado...o quizás yo estuviera mas excitada aún y me estuviese escuchando a mi misma. El caso es que me sentía distinta, feliz y sobre todo agradecida de mi última elección.

Pensaba que ya comenzaría a follarme, hasta hacer soltar todas mis alarmas de placer, cuando escuchamos que llamaban a la puerta. Me quedé algo confusa y muy acalorada, sobre todo cuando él, ordenó pasar al llamante.

Y apareció ante nosotros el guardián del sótano, el tal Antonino, que dijo sin reparar apenas en mí :

Me quedé mirándole a los ojos, con mi mirada extraviada por el deseo, pero él me palmeó las nalgas ligeramente y dijo :

Ni siquiera le pregunté alguna cosa. Me separé de él, notando como mi vagina chorreba jugos, pero él al verme tan excitada, dijo que debería bajar así. Que todas sabrían que estábamos haciendo y que sería un buen detalle de colaboración, pero que para evitar que me limpiara con las manos, le acompañaría con las manos atadas en la espalda. Me dijo que me daba un aire mucho más personal.

Accedí sin poner traba alguna y me dejé atar las muñecas en la espalda. Y bajé con él hasta el enorme salón de recepción.

Al verlas, me sentí angustiada, las había de varias razas...con cabellos cortos y largos, casi como clones con distintos cortes de cabellos. Parecía como el Arca de Noé, pero de hembras humanas. Japonesas, Congoleñas, Hindúes, Mexicanas, Escandinavas, Italianas, Arabes, Españolas, Sudamericanas y Anglo-americanas. Dos chicas de cada raza y cada pareja, una con pelo corto y otra con el pelo largo.

El Amo, fue haciendo que se desvistieran por parejas y observando con todo detenimiento a cada una de ellas, que estaban todas muy calladas y se dejaban manipular. No sabía si estaban tan mudas por mi presencia, o por temor a ser rechazadas por el Amo. Me enteraría después que cada una cobraría en torno a unos 1.000$ semanales, si era seleccionada.

Realmente, era una buena paga al mes, por dejarse follar y maltratar ligeramente, aunque cada ser debe imponer su precio.

Me vino a la mente, que yo no sabía cuanto cobraría por mis nuevos servicios, pero al final lo deseché, ya que me sentía feliz junto al Amo...y a Ana y Ayla. Casi, que me daba igual no ganar algo, mientras me pagasen la casa y me dieran algo de trabajo, cuando mi cuerpo estuviera mas ajado.

De nuevo ante las nuevas chicas, me concentré para intentar observar las miradas pícaras o incluso malignas de alguna de ellas....lo hice disimuladamente, mientras mantenía mi cabeza baja. Pero no observé nada irregular o extraño en alguna de ellas, por lo que a una mirada del Amo, hice un gesto de aprobación, casi imperceptible.

Observé como sus distintas sonrisas y miradas se iluminaban.

Un murmullo de asentimiento generalizado, con miradas suplicatorias de muchas de ellas hacia mí, que hizo que me sintiera muy incómoda, aunque acepté el detalle y las di luz con una media sonrisa.

Cuando el Amo, se alejó, pensé en preguntarlas los nombres, pero me di cuenta a tiempo que sería casi imposible aprenderlos todos en una sola vez. Así que decidí llamarlas por su zona geográfica, añadiendo "C" para las de cabellos cortos y "L" para las de cabellos largos. Se lo dije así y todas parecieron estar de acuerdo.

Y las hice formar en dos círculos, cada círculo por un porte de cabello determinado, dejándome a mí entre medias de los dos círculos. Y añadí :

Casi, todas entendieron mi mal inglés, pero las menos receptivas, fijándose en las demás, supieron que hacer. Y cuando les añadí :

Lo aclaré con gestos y todas rieron, ante las payasadas que hacía, pero lo entendieron a la primera. Se unieron, en ambos círculos, unas a otras y en cuando di la señal, comenzaron a lamerse desesperadamente. Me recordaron algunas escenas vividas mías, tiempo atrás, aunque ni mucho menos con la tensión que debían de tener las chicas que se solazaban sobre el frío suelo, acariciando y dejándose acariciar, haciendo morir y a la vez intentando resistir, para no ser la primera en visitar el acuarium, que imponía y bastante.

Las chicas, ninguna mas de 25 años, se afanaban por no dejarse sumir en el orgasmo...y por hacer desesperarse a la que tenían ante su boca y lengua. He de decir, que me sentía chorreando de flujos, casi constantemente y que me hubiese encantado que alguien me colocara entre alguna de ellas, pero debía seguir las maniobras de cada una, para determinar quien sería la primera en orgasmar, ya que todas estaban jadeando y resoplando y a punto de quebrarse en un orgasmo atronador.

Tuve la suerte de que en uno de los círculos, una mexicana se corriera estrepitosamente, cosa que me hizo enloquecer del placer de verla revolcarse llena de espasmos constantes de placer. La aparté arrastrándola por el suelo y la dejé debatirse, para centrarme en el otro círculo de las de pelo corto.

Se movían como anguilas, pero ninguna deseaba ser la primera, aunque estaba segura, que a la primera que la hubiera puesto el dedo sobre su monte de venus despoblado, se habría corrido casi hasta morir. Sin embargo, me abstuve de hacer semejante cosa y seguí disfrutando de verlas tan locas.

Un minuto escaso después, una congoleña preciosa, se quedaba rígida, casi como muerta, para explotar en un torbellino de convulsiones, seguidos de espasmos múltiples, hasta gritar ante el monumental orgasmo que la dejó temblando durante varios minutos, mientras mojaba de flujos olorosamente sensuales toda la sala.

La dejé calmarse, apartándola del grupo...y les di a todas, rienda suelta...ya aunque se corrieran, permanecerían en círculo, hasta que estallara la última.

En menos de un minuto, todas se había corrido delante de mí, impregnando la atmósfera de un sensual aroma a sexo.

Cuando se hubieron calmado todas, las hice sentar a todas de cara al acuarium, para que viesen a sus compañeras dentro del acuarium. Pero les añadí que yo estaría junto a ellas. Agregué, que las que habían perdido, realmente eran las que se sentirían como ganadoras, al probar en lo que consistía.

Vi sus miradas inquisitivas, pero sólo las sonreí y no les dije nada más. Hice levantarse a la mexicana y la congoleña y desaparecimos por el fondo de la sala.

Nada mas llegar a las escalerillas de acceso a la plataforma de inmersión, me encontré ante Ana y Ayla, que estaban también humedecidas como yo, al parecer por haber contemplado la prueba que les había impuesto. Le dí un beso a Ana y otro a Ayla, que me ayudaron a que las chicas me siguieran hasta donde colocarlas los transmutadores.

Les di una pequeña charla de en que consistían y yo misma hice la prueba ante ellas, para que no sintieran temor. Ayla, me ayudó tapando completamente mi nariz, para que las chicas vieran, que se podía respirar.....Parecieron convencidas, aunque ligeramente desconcertadas, pero se dejaron hacer la prueba inicial ellas y al sentirse respirar, normalmente se relajaron un poco mas.

Terminé de contarlas, mientras Ana y Ayla nos aplicaban las gotas en los ojos, todo lo referente al acuarium...que no debían dejar de moverse por dentro del mismo y acercarse, siempre que pudieran a la pared de luces parpadeantes. Además las dije que ellas no verían a nadie en el exterior, normalmente......ya que el cristal que soportaba la pared, podría volverse opaco, como lo estaba en estos instantes.

Ana, conectó las luces del acuarium y al acercarme a la escotilla de entrada, pude apreciar el agua muy transparente. Me lancé y me sumergí con fuerza en la luminosidad del agua, cubierta de burbujas.

Me separé a un lado, para esperar a la primera de las chicas. En tres segundos, aparecía la congoleña, aterrorizada ante la sensación de verse dentro del agua, pero me acerqué a ella y abrazándola, se calmó casi al instante.

Y un minuto después, la mexicana se unía a nosotras dos, tan aterrada como lo había sido su predecesora. La animamos entre las dos....y en un minuto, éramos las sirenas libres, ante los 18 pares de ojos que nos debían de estar observando atentamente.

Ana, hizo conectar la señal de salida y al abrirse la escotilla lateral, indiqué a mis jóvenes sirenas que me siguieran. Y lo hicieron como si fueran las crías siguiendo a la madre. Emergimos suavemente, terminando de salir al exterior por los escalones últimos, en donde nos esperaba Ayla.

Nos ayudó a quitarnos el transmutador.....y conseguí ver unas sonrisas de gozo del más auténtico. Las correspondí y las di un beso de apoyo. Estábamos las tres chorreando, pero Ayla se unió a nosotras y terminamos abrazadas felices.

Bajamos la escalerilla y grandes chorros de vapor no excesivamente caliente, nos secaron los cuerpos en unos segundos. Y nos fuimos ante las demás, a las que vimos algo alucinadas de vernos vivas, después de tanto rato allí dentro.

Mas o menos se comentaron entre ellas, la experiencia. Y las ví motivadas para al menos esta primera parte. Y en ese instante, apareció el Amo. Todas se levantaron y aguardaron en pie, aunque revueltas entre todas las nacionalidades, a que el Amo dijera alguna cosa.

Se acercó mas a nosotras y tras tomarme por el hombro, dijo :

Cuando todas se hubieron marchado tras de Ana, Ayla y yo nos quedamos con el Amo, quien nos apretujó complacido de cómo lo habíamos aceptado y dijo :

Nos separamos del Amo, con mucho respeto, pero en cuanto nos vimos solas nos abrazamos como dos camaradas. Aunque nuestro abrazo era mucho mas del tipo afectivo que cualquier otra significación, nuestras bocas se pegaron sin que alguna de las dos forzara a la otra. Y después de un largo y cálido beso, nos miramos...y decidimos ponernos a la tarea encomendada.

Creo que fue el primer contacto de amor, entre las dos.

Llegamos a la sala asignada y conectamos los 3 equipos base y sus 4 periféricos. Tras comprobar que todo funcionaba correctamente, instalamos los bloques de control, los editores y las librerías de apoyo.

Primero probamos a monitorizar cada uno de los elementos que componían nuestra maqueta. Y en cuanto comprobamos en todos, que se portaban bien con el plan previsto, comenzamos a descargar código de los lugares que conocíamos cada una de nosotras dos.

Antes de comenzar, establecimos bocetos de análisis y enfoque, de lo que deseaba el Sr. Pérez, llegando a una conclusión conjunta, pero dejando abierta la estructura para nuevas funcionalidades.

Cuando tuvimos la maqueta diseño, comenzamos a dividirnos las tareas. Ayla bajaría las partes fijas y los vídeos....y yo montaría escenas encapsuladas, para poderlas aplicar funciones especiales.

Sólo llevábamos dos horas y casi teníamos todo lo que necesitábamos. En ese momento, apareció Ana, quien nos dijo :

Yo, me adelanté a decir.........:

Y salimos Ana y yo, cogidas de la mano, como dos enamoradas. Miré hacia atrás y vi a Ayla, que me guiñaba un ojo. La sonreí y seguí caminando cerca de Ana. Desaparecimos por la puerta y bajamos varios tramos de escaleras, hasta llegar a una puerta maciza y enorme. Caminamos por un largo y triste corredor y yo me pegaba mas y más contra el cuerpo de Ana. Llegamos hasta una escalera de caracol, que ascendía casi lo que habíamos descendido hacía unos minutos, para llegar a otra enorme puerta maciza.

Ana, la abrió sin que apenas hiciera esfuerzo y una vez dentro, que estaba muy oscuro y hasta hacía bastante fresco, la cerró y se desnudó ante mí. Se rió al verme la piel erizada y los pezones duros, pero se desnudó completamente sin importarla el frío de aquella estancia.

Una vez desnudas las dos, me indicó que fuéramos hasta una especie de charca. Sentí un poco de temor, pero ella me nalgueó cariñosamente y me dijo :

Asentí con mi cabeza, ya que no podía decirla nada, por tener el transmutador colocado. Vi como se lo acoplaba en nariz y boca y a una seña suya, nos metimos en la charca poco a poco hasta que el agua nos cubrió enteras.

Braceamos un poco y en cuanto ella se sumergió, la seguí suavemente, uniéndome a su costado en 2 segundos. Nos miramos y seguimos buceando suavemente, descendiendo poco a poco, hasta que me di cuenta de la entrada al túnel. Pasamos las dos a la vez y ya no sentía miedo. Sentí que el túnel comenzaba a ascender, hasta que llegamos al final del mismo en donde la luz era muy abundante y se veía la arena casi dorada, por lo que supuse que estábamos en una laguna.

Ascendimos lentamente, hasta llegar a la superficie y cuando vi lo que me rodeaba me sentí impresionada de la belleza de aquel lugar de aguas cristalinas, rodeada de vegetación por todas partes.

Nadamos hacia la orilla y nos dejamos caer en la blanca arena, rebozándonos en la misma, como dos colegialas.

Ana, me ayudó a desenclavar mi transmutador, haciéndome girar de lado y dándola la espalda. En cuanto me vi libre del aparato, me quedé de nuevo bocarriba, respirando suave y plácidamente, mientras la miraba como ella desenclavaba el suyo.

En cuanto estuvo libre del aparato, se apoyó sobre su codo izquierdo y pasando sus dedos mojados por mis labios y cara, me fue colocándome los cabellos, para que no estorbaran en mi cara. Acto seguido acercó sus labios a los míos y me besó suavemente.

Pude respirar su amor, sintiéndome viajar a un universo celestial. Dejé que me diera sus atenciones y caricias, sintiéndome abstraída completamente por ella.

La miraba tan agradecida y embelesada, que veía en ella a una Diosa de Amor. Mi propio amor. Sus besos eran cálidos y sensuales y sus caricias eran la delicia de mis sentidos alborozados.

Sus dedos bajaron hasta mis tetitas rebozadas de arena, que ella limpió con una suavidad que me hizo sentirme aún más gozosa. Una vez que apartó la arena de mis pezones, los lamió con una dulzura tan sensual, que mi cuerpo comenzó a sentir los efectos del placer.

Deseaba acariciarla y besarla y hasta espachurrarla contra mi cuerpo, pero me dejé acariciar con ella, con mis ojos turbios de deseo. Sus manos eran algo que mi cuerpo deseaba, aunque también deseara lanzarme hacia ella, pero a un intento mío de abrazarla, simplemente me paró y me dejó acostada sobre la arena, para seguir acariciándome.

Mi cuerpo y mi mente se rebelaban por permanecer pasivos ante las caricias de fuego de mi amor Ana, pero tuve que dejarme acariciar y besar en total sumisión.

Era increíble lo que Ana, con simples caricias conseguía arrancar de mí. Sus manos ya habían limpiado todas las zonas, por las que inmediatamente después pasaban sus labios y su lengua, que me enardecían mucho mas de lo que me sentía capaz de poder soportar.

Y simplemente, me entregué a ella, sumiéndome en el placer de las sensaciones más extremas. Y mi alma la declaró mi amor absoluto y perpetuo a la suya...y simplemente, me dejé amar por aquella mujer que me había sometido, casi con su mirada.

Sus caricias, besos y roces linguales recorrieron todo mi cuerpo, sin que pudiera corresponderla en modo alguno, hasta que el orgasmo, me llegó y que ella detectó y posando sus dedos índices en mis pezones, dejando que lo tuviese, mientras la miraba a sus ojos enloquecida de placer y amor hacia ella.

Cuando me serené, me volvió a besar y entonces si me dejó que la abrazase y le entregara mi amor y sumisión..y hasta mi vida de plena palabra.

Ana, al escucharme decir esto y tras besarnos largamente, abrazadas y muy estrechadas en los pechos y nuestras bocas, se retiró unos 20 cm y me sonrió, diciéndome :

No tuve palabras para decirla lo mucho que la amaba. Las palabras se ahogaron dentro de mi garganta, pero mi abrazo y beso dijeron todo lo que mi alma sentía por ella.

Me dejé hacer por ella...Y es que simplemente, me dejaría hacer, ya de ese día en adelante, todo lo que ella desease.

Volvimos a la laguna y tras quedar cubiertas de agua, cogidas de la mano, pateamos al unísono las dos, aún unidas y mirándonos llenas de amor mutuo y sabiéndonos seres inmortales en nuestro amor. Hasta que ya íbamos a embocar la entrada al túnel de descenso hasta la pequeña charca interior de la mansión.

Pero antes de entrar en el túnel, Ana pasó su mano derecha por mis nalgas y me indicó que ella iría delante. Me agarré a sus tobillos con mis manos y yo serví de motor de empuje con mis piernas, empujándola a ella, que se ayudaba solo con los brazos y manos.

Llegamos hasta la charca interior en pocos minutos. Nos reunimos las dos a la salida del túnel en el fondo de la charca y emergimos abrazadas. En cuanto nuestras cabezas alcanzaron el aire de la superficie, sentimos un efecto sorpresa.

Los potentes focos estaban encendidos y veíamos todo lo que nos rodeaba. Recorrimos con la mirada en círculo todo el contorno de la charca, hasta quedar yo aterrada al ver al Sr. Pérez en la orilla.

Miré a Ana y la sentí tan preocupada como lo estaba yo misma, pero la voz del Sr. Pérez nos hizo avanzar hacia él.

Cuando salimos ante él, chorreantes y cogidas de la mano, su gesto serio y seco, cambió por una sonrisa celestial, diciendo :

Nos quedamos sin palabras. No imaginábamos que el Sr. Pérez pudiera ser como lo estaba siendo. Sentí el apretón de la mano de Ana, en la mía, a la que correspondí. Y Ana, acercándose a su tío y sin rozarle, le dio un beso en los labios, agradeciéndole el gesto que nunca olvidaríamos ninguna de las dos.

Habló por mí, pero yo sentía lo mismo. Nos dejó que nos secáramos a solas y se marchó lentamente, riéndose y saludando con la mano, sin volver la cabeza para mirarnos.

Nos secamos en silencio, aún pensando que debía ser una alucinación colectiva. Y volvimos casi a la carrera hasta la sala en donde Ayla seguía enfrascada en mil tecleos. Llegamos junto a ella, que nos sonrió y nos mostró lo que había conseguido hacer, con las ayudas de módulos y rutinas especiales, que se había conseguido bajar de la red.

Nos fijamos en el tipo de código que había generado y miramos entonces lo que ya había compuesto. Y nos quedamos alucinadas al ver lo que se podía conseguir con ligeros retoques de aquellas líneas de código de Ayla. Y como si nuestras mentes fueran ya una única, nos lanzamos los dos sobre Ayla y la besamos y la abrazamos, haciéndola mil caricias.

Nos miró enloquecida, pero sobre todo agradecida de semejante muestra de apoyo y cariño. Y cuando nos separamos de ella, nos topamos Ana y yo con alguien. Al volvernos, vimos que se trataba del Sr. Pérez. Y Ana fue quien habló, diciendo :

Podíamos ver como la cara de Ayla se iluminaba y sonrojaba ante las palabras de Ana y las siguientes del Amo.

Miramos a la vez que el Amo, lo que iba relatando Ayla, mostrándolo gráficamente y nos sentíamos alucinadas, aunque al haber podido ver el código interpretado, sabíamos de las posibilidades que tenía todo aquello.

El Sr. Pérez, al que llamaré desde este momento Amo, se sintió maravillado y terminó por reunirnos a las tres y decir :

Las tres correspondimos agradecidas las palabras del Amo. Y cuando se iba a retirar nos rogó que acudiésemos a comer con él, en el salón principal, junto a él.

Volvimos a asentir y se fue, dejándonos solas. Y Ana y yo, besamos a Ayla, como si fuera lo mas preciado del mundo, que se dejó besar y acariciar. Y sentí que formábamos ya un trío indestructible.

En cuanto nos serenamos un poco, nos lanzamos sobre los terminales, dejando de directora del proyecto a Ayla, quien se sintió feliz y satisfecha y nos indicó por donde enfocar los módulos complementarios, ya que la idea general ya la teníamos clara las tres.

Estuvimos bajando y montando códigos como tres poseídas. De vez en cuando, alguna de nosotras gritaba al ver los efectos conseguidos y las demás habilitaban la ventana correspondiente y se mostraban tan enloquecidas como la descubridora.

Durante 2 horas nos mantuvimos aportando todo tipo de objetos y estructurándolos en la clase principal. Ana, miró el reloj del equipo y nos dijo, que debíamos acudir al salón para comer con el Amo.

Guardamos todo, dejando los sistemas en auto compilaciones y otro mas en backup activo y nos asemos en el enorme aseo que había en la sala. Y en menos de 15 minutos, aparecíamos en el salón las tres. Ibamos desnudas y cogidas de la mano.

En cuento el Sr. Pérez nos vio aparecer, vimos claramente como se le iluminaba el rostro y nos hacía avanzar hacia la mesa, que era redonda. Pude apreciar que había un enorme y cómodo sillón y 3 taburetes de madera con un falo en el centro.

El Amo estaba muy atractivo con su pantalón y botas de cuero negro y brillante, su camisa de seda blanca y amplia y el chaleco del mismo material que el pantalón.

Miré a las dos y supimos para que estaban destinados, pero nos dejamos colocar una a una por el Amo. Comenzó por mí, que me situó a su derecha. Me ayudó a que el falo se introdujera en mi vagina, hasta quedar sentada del todo. Ni siquiera rechisté y me quedé quieta.

A continuación lo hizo con Ayla, quien se sentó sin soltar el más leve gemido. Y con Ana, hizo lo mismo. Una vez las tres estuvimos con el falo acoplado en nuestras vaginas, nos dijo :

Asentíamos, serias y algo preocupadas, pero él sonrió y continuó....:

Me quedé asustada, al escuchar lo de Antonino, pero ni siquiera miré a Ana. Sólo pude apreciar la cara de terror de Ayla, a quien tenía enfrente.

Como estábamos sin platos, Ana estiró sus brazos y tanto Ayla como yo unimos nuestra mano a las suyas y con el brazo libre lo colocamos con la mano en la nuca, al tiempo que aparecía Antonino, que vestía casi igual que el Amo, pero sin ser sus ropas de cuero. No le miramos, mas que de reojo, mientras ataba los tobillos de Ana. Luego siguió con los de Ayla, para terminar con los míos. Al levantarse me asestó un pellizco enorme en mi axila izquierda, que me hizo cerrar los ojos de dolor.

Los abrí inmediatamente, sin rechistar y de reojo, vi como pellizcaba a Ana en la base de su seno izquierdo. Con Ayla lo hizo sobre el mismo pezón. Pero ninguna de las tres soltamos gemido alguno, a pesar del picor que nos produjo.

De reojo miré al Amo, que sonreía malévolamente. Temblé cuando le vi mostrar el látigo fino de cuero bruñido negro y de medio metro de longitud, según se aproximaba por detrás del Amo en dirección a mí.

Sabía que sería una de las primeras en sentir la mordedura del látigo y me preparé para el evento. El Amo sonreía aún mas complacido, al ver la cara de terror que debía de tener en aquellos instantes. Miró a Antonino y le dijo :

Me quedé mas asustada aún y de reojo miré a Ana, que temblaba ligeramente. Ayla me miraba a mí y a Antonino y supe que me iba a azotar, por la expresión de terror de ella.

Sentí el trallazo por encima de mi hombro derecho, golpeando limpiamente el pecho de ese mismo lado. Cerré los ojos y apreté los dientes, transmitiendo un ligero temblor en la mano de Ana. Respiré algo fuerte, pero me rehice enseguida.

Antonino, me tomó de mis cortos cabellos y tiró hacia él, con lo que pude verle la cara, mientras me cruzaba, ahora, los dos pechos en su parte alta, con el látigo. No exclamé y soporté el latigazo cruzado. Cuando soltó mis cabellos, pude apreciar las dos finas marcas rojizas en mis tetas.

No me atrevía ni a moverme, a pesar del tremendo escozor en mi piel. Sin que lo esperara, me cruzó la cintura con un fuerte trallazo, que hizo removerme, sintiendo el falo como freno dentro de mi cuerpo. No quería llorar, ni gritar, pero sabía que las lágrimas deseaban fluir. Hice esfuerzos y resoplé, para evitarlas. Y lo conseguí, aunque extremadamente jadeante.

Cuando de reojo, aprecié que se separaba de mí, respiré aliviada. Pero el muy sádico me lanzó un nuevo latigazo desde la altura de Ana, que cruzó mis tetas de nuevo. Y mis lágrimas saltaron sin control, aunque ni siquiera jadeé. Miré al Amo de reojo y le vi más sonriente y haciendo indicaciones a Antonino, para que me diera los 5 latigazos extras.

Y el verdugo se acercó de nuevo a mí. Pude ver como Ayla y Ana estaban aterradas, pero silenciosas y con la vista en la mesa.

Antonino, me obligó a mantener los dos brazos en cruz y lanzó los primeros 4 latigazos por encima de mis hombros, cruzándome limpiamente ambas tetas. Para el quinto, se limitó a cruzarme la parte alta de los dos muslos. Después me hizo poner en la posición inicial y se fue definitivamente detrás de Ana.

Me sentía especialmente descompuesta y acuciada de sensaciones espantosas de dolor. Pero Ana, quedó por el momento virgen, ya que las primeras doncellas servían el primer plato al Amo y después a nosotras tres.

Una vez servidas, pudimos poner nuestras manos sobre la mesa y cogiendo el cubierto apropiado, comenzar a comer, acompañando al Amo. Sin embargo, Antonino, circulaba detrás de nosotras y de vez en cuando soltaba algún trallazo a Ayla, que temblaba cada vez mas, casi mas que yo. Ana, por el contrario, era la menos agredida y creo que Ayla llegó a la misma conclusión que yo. Ella era la sobrina del Amo.

Cuando terminamos ese plato y las doncellas los retiraron, volvimos a extender nuestros brazos y entonces, Ana sufrió en silencio las mordeduras constantes del látigo, hasta hacerla llorar de desesperación. No llegó a gritar, pero tanto Ayla como yo estuvimos a punto de hacerlo por ella.

Ana, fue azotada como lo había sido yo. Cuando extendió sus brazos hacia nosotras dos, la temblaban tanto que tuvimos que sujetarla con fuerza las manos, para que no los bajase a su cuerpo martirizado.

La comida continuó por espacio de una hora mas y Antonino se cebó sobre todo conmigo. Me sentía tan desesperadamente mal, que deseaba gritar........y liberarme aunque solo fuera un segundo, pero me contuve y seguí soportando en silencio aquel tormento brutal.

Cuando se dio por concluída la comida, el Amo, levantándose dijo :

Ana, Ayla, podéis retiraros a vuestras habitaciones o juntas. Lisa, se quedará conmigo. Tengo trabajo para ella. Cuando pase por vuestras habitaciones, os quiero dispuestas a seguir trabajando. Esta noche ensayaremos con todas las chicas.

Cuando ellas se hubieron ido, entre estertores en todo su cuerpo, surcado de finas rayas rojizas, el Amo se acercó a mí y me hizo salir del falo. Una vez en pie y temblando de pies a cabeza, dijo :

Nadie dijo una palabra y Antonino, cogiéndome fuertemente, de mis cortos cabellos me hizo caminar, casi en volandas, detrás del Amo.

Me sentía aterrorizada ante semejante monstruo, que se había cebado conmigo durante toda la velada de la cena. Pero no sabía que hacer o decir. Lo mejor era someterse y dejarse hacer.

Llegamos hasta el despacho del Amo y fui arrojada contra el suelo, por las fuertes manos de Antonino, a la vez que el Amo decía :

Y sin mas preámbulos fueron izada de mis tobillos, con las piernas muy abiertas y azotada sin piedad en las partes indicadas. No pude gritar, por la mordaza que me puso antes de comenzar el castigo atroz.

Cuando terminó de azotarme, me bajó al suelo y me llevó en volandas hasta donde estaba el Amo sentado. El Amo, tenía la polla fuera y muy tiesa de verme tan marcada. Estaba cerca de su mesa de trabajo y me hizo sentar de espaldas a él, haciendo que su polla penetrase en mi vagina martirizada.

Cuando estuvo acoplado dentro de mí, le oí decir desde detrás :

Asentí, entre sollozos y me apresté a situar mis manos cerca del teclado, pero mis dedos bailoteaban de nervios incontrolables.

Escuché atenta sus palabras e intenté serenarme, aunque me costaba muchísimo poder dejar mis dedos templados, por lo que decidí apoyarlos sobre parte del teclado descubierto.

Cuando se hubo retirado, me sentí hasta más tranquila, aunque el Amo me acariciaba cada marca en mi cuerpo, como queriéndomela curar, cuando conseguía martirizarme más.

El Amo comenzó a redactarme en voz alta el anuncio que debía poner y yo lo iba transcribiendo conforme podía. Incluso haciéndole repetir varias veces lo que me decía, sin que me castigara por eso, por lo que me quedé poco a poco más relajada.

Conseguí adaptarme a su forma de dictarme y fui escribiendo todo cuanto él me refería, aunque me sentía tan impotente y humillada, que tuve que hacer esfuerzos extraordinarios para poder escribir lo que el Amo me dictaba.

Al final de todo y tras corregir en modo automático y manual, quedó lo siguiente :

Inauguración de "El Paraíso Negro"

Visita al Aquarium con mis 20 bellas Sirenas.

Demostración del Circuito Especial con 5 de mis bellas Sirenas

Degustación de canapés y bebidas, servidas por algunas de mis más bellas Sirenas.

(Sólo se permitirá el acceso a quienes acrediten la invitación recibida y no pudiendo tocar a cualquiera de mis Sirenas).

1ª Semana de Juegos en "El Paraíso Negro"

Domingo

Sesiones de Mañana y Tarde (Entrada mínima 300 euros).

Exposición Visual de las 22 bellas Sirenas.

Entrada al Recinto del Aquarium.

Selección Interactiva Individual de Sirena libre, para cada Cliente.

Contemplación de la Sirena seleccionada para el Circuito Completo (con un recargo de 600 euros).

Posibilidad de Violación de la Sirena seleccionada, hasta por 2 clientes simultáneamente (con un recargo de 300 euros).

Oferta Especial

Abono Mañana+Tarde, con pensión completa, 2.000 euros.

Martes

Sesión Exclusiva a mediodía (14.00 horas local) - (Entrada única 600 euros).

Exposición Visual de los 4 equipos de mis Sirenas Gladiadoras (5 por cada equipo).

Crucifixión de 2 bellas Sirenas, mediante amarres, después de ser azotadas por cada componente de los 4 equipos.

Lucha de equipos de Sirenas Gladiadoras (en 2 grupos).

Lucha de equipos finalistas.

Entrega de premios al equipo Vencedor (Comida + Caricias + Sexo gratificante por los asistentes).

Nota de equipamiento por Sirena Gladiadora (cada equipo con un color distinto)

Burbuja de metacrilato transparente, perforada para aireación, sujeta al collar.

Escudo circular de metacrilato transparente de 40 cm.

Látigo de nudos de cuero, goma, cuadradillos de cuero, trenzados de cuero, caña de bambú (con un largo máximo de medio metro).

Jueves

Sesión Exclusiva al anochecer (Entrada única 1.000 euros).

Exposición Visual de los 10 carros de ponygirls (cada Biga con dos Sirenas ponygirl, seleccionadas por el Anfitrión).

Carrera de las 10 Bigas en circuito iluminado especial de 2 Km.

Cada una de las 2 Sirenas de la Biga Vencedora, violadas por los 10 participantes.

Cada una de las Sirenas de las Bigas Perdedoras, azotadas por los 10 participantes y después crucificadas)

Nota para optar a ser participante

A sorteo, tras haber depositado una fianza de 1.000 euros (se devolverán a los no seleccionados).

Sábado

Sesión Exclusiva a medianoche (Entrada única 300 euros).

Elección de Miss Sirena de "El Paraíso Negro".

La elegida como Miss Sirena será violada por todos los asistentes y después arrojada al Aquarium, con su transmutador puesto y las manos atadas a la nuca en su collar. (Estará acompañada de simpáticas anguilas eléctricas).

FINAL DE LA 1ª SEMANA DE JUEGOS

2ª Semana de Juegos en "El Paraíso Negro"

Lunes

Sesión Exclusiva desde las 10.00 horas local (Entrada única 2.000 euros).

Exposición Visual de las 22 bellas Sirenas.

Flagelación sin límites, de mis 22 bellas Sirenas.

Introducción de dildos de descargas asíncronas.

Cosido de labios vaginales.

Crucifixión, por amarres, durante 12 horas (sin importar clima o meteorología).

Nota para asistentes

Habrá Barra Libre durante todo el día (sin coste adicional).

Miércoles

Sesiones de Mañana y Tarde (Entrada única 1.600 euros).

Exposición Visual de las 22 bellas Sirenas.

Arrojadas una a una con las manos atadas en la nuca, al collar.

Introducción de 50 anguilas eléctricas.

Una hora de visión acuática.

Circuito completo con cada una de las bellas Sirenas, con violación incluída por cuantos quieran.

Nota para asistentes

Habrá Barra Libre durante cada sesión (sin coste adicional).

Viernes

Sesión Exclusiva al mediodía, 14.00 hora local. (Entrada única 2.000 euros).

Exposición Visual de las 22 bellas Sirenas Gladiadoras.

Lucha de Sirenas Gladiadoras (todas contra todas).

Cada Sirena Gladiadora que vaya cayendo, será torturada y después crucificada.

La Sirena Gladiadora Vencedora, será violada por cada uno de los asistentes.

Nota para asistentes

Habrá Barra Libre durante todo el día (sin coste adicional).

Sábado

Sesión Exclusiva a las 12.00 horas local. (Entrada única 2.000 euros).

Elección de Miss Sirena Voluptuosa.

La seleccionada como Miss Voluptuosa, será introducida en una urna de cristal transparente, atada en X de manos y pies. (expuesta a pleno sol).

A la media hora de haber sido amarrada dentro de la urna, se liberarán toda clase de insectos y bichos.

Nota para asistentes

Habrá Barra Libre durante todo el día (sin coste adicional).

FINAL DE LA 2ª SEMANA DE JUEGOS

Anuncio interesante (solo para socios).

Durante los días en que no haya juegos, nuestro Aquarium dará entrada con barra libre para presenciar a mis bellas Sirenas desnudas, deambulando por la sala o dentro del agua.

Nota para Socios

Si en estas circunstancias, alguien sobrepasara las reglas establecidas, sería eliminado como Socio (No permitiéndosele la entrada, ni con previo pago).

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Firmado :

V.R. de Pérez y Pérez y Marqués de Aguas Celestes y Conde de Water-Whip

Después de repasado semejante anuncio y del que debería sacar copias para cada uno de los invitados que me relacionaba en una lista especial, me acarició dulcemente y besando mi espalda marcada, me dijo palabras tan suaves, dulces y cariñosas, que sentí como mi vagina se relajaba y mis flujos pasionales comenzaban a lubricar la polla que me poseía desde hacía casi una hora.

Me dejé estimular mas y más, mientras conseguía conocer que había encontrado lo que tanto mi mente había estado buscando y rastreando tanto tiempo. Ahora me sentía su esclava y eso me llenaba de gozo. Sabía por sus palabras, caricias y besos que mi mundo estaba junto a él y para él. Y me sentí gratificada de ser esa esclava.

Las caricias de mi Amo, me hicieron alcanzar una crisis que no sabría definir, pero que hubiera dado mi vida en aquel instante por sentir las sensaciones que sentía, vivía y disfrutaba en aquellos momentos.

Tras zarandearme suavemente, sintiéndome la hembra más voluble y llena de amor, gratitud y placer de la tierra, sentí como su esperma cálida y espesa alcanzaba mi matriz para llenarla con el líquido lleno de vida en un acto de amor y pasión completo.

No podía mirarle, pero veía casi su cara y sobre todo notaba su presencia humana y espiritual rodeando mi cuerpo martirizado. Además estaba convencida de que se angustiaba viéndome tan marcada, porque sus caricias bucales eran mas y más suaves. Más tiernas y llenas de mimos y amor.

Todo eso, para una pobre y simple chica entregada ya a su destino, era el paraíso que tanto había intentado hallar.

Fui capaz de sujetar todo su semen volcado en el interior de mi vagina, deseosa de ser esclava de la polla del Amo, de mi Amo. Cuando me hizo gestos para que me separase, apreté mi pelvis, para no perder el líquido preciado, que intentaría conservar el mayor tiempo posible, para sentirme una Diosa, poseída por su Dios.

Al mirarle, mis lágrimas de amor se dispararon y pude bajar mi cabeza entre sus piernas, para poder sorber los últimos restos de su esperma que aún borbotaba de su glande. Mi boca obró el efecto necesario para poder beber el gratificante líquido de mi Amo, mientras sus manos acariciaban mis cortos cabellos y yo mantenía mi pelvis estrechada, para tener algo suyo dentro de mi ser.

Cuando terminé de limpiar su pene, él cogiéndome el rostro entre sus manos, hizo que mi cara quedase frente a la suya y me besó............Me besó tan dulce y tiernamente, que mi cuerpo se distendió y dejé escapar por las zonas internas de mis muslos su tesoro almacenado. Pero ahora su tesoro en esperma, ya no era tan importante.....ahora mi verdadero tesoro suyo, estaba dentro de mi alma.

Cuando mis ojos se encontraron con los suyos, supe que ya nadie podría sustituirle a él. Estaba Ana, a la que mi mente adaptó de modo paralelo y completo junto a la imagen del Amo. Me sentí disparatadamente confundida, pero rápidamente fui consciente, que como Amo Total, le tenía a él, pero que mi amor verdadero era Ana. Y además estaba ya convencida, que mi Amo sabía de eso desde antes de la tarde, cuando nos encontró desnudas y cogidas de la mano. Quizás fuera eso o quizás me leyera la mente, porque me volvió a sostener el rostro entre sus manos y me dijo :

Y me volvió a besar, mientras mis lágrimas de amor se derramaban sobre mis mejillas y le correspondía entre convulsiones de amor y afecto, totales.