Una chica muy especial
Libro 1º - Capítulo 1º
Carlos, que contaba con 40 años de edad, se había convertido en un alto directivo y representante principal del consorcio "Asesores Fiscales S.L.".
Sus dotes de mando, sumadas a sus ideas y sobre todo a su forma ser y saber estar, le habían granjeado la confianza de muchos de los consejeros, que le eligieron como valor esencial, para el desarrollo de esa empresa.
Sus filiales, aún eran reducidas, para lo que se esperaba de la empresa, por lo que contrataban personal especializado.
En una de las tantas entrevistas que se veía obligado a realizar, descubrió a una jovencita que según sus respuestas se ajustaba a sus ideas en la progresión de la empresa, por lo que trás hablarlo con los demás jefes de comité, se la contrató en pruebas.
Su nombre quedó registrado entre las muchas aspirantes y los pocos aspirantes, que superaron todas las pruebas aquel viernes 17 de Octubre.
El día pasó con pesadez, aunque Carlos seguía pensando en una de aquellas jovencitas seleccionadas.
Se propuso que al día siguiente se pondría en contacto con ella, para exponerla un contrato personal, algo más vivo y retribuido, siempre que ella aceptara ciertas normas y procedimientos.
No hizo falta esperar al día siguiente, ya que la joven se encontraba en un bar cercano a la casa en donde vivía Carlos, celebrando con amigos y amigas su admisión en la empresa.
Carlos la vio animada y extrovertida. Esperó a que ella estuviera más aislada para poder abordarla.
Carlos se sentía entusiasmado con aquella joven, de la que no recordaba ni el nombre, pero que le hacía creer que podría serle útil tanto en su vida profesional, cómo posiblemente en la social y privada........si ella se dejaba.
Pensó que estaba loco, sólo de pensar que aquella mujer joven, pudiese aceptar una proposición, aunque muy bien retribuida, cómo la que deseaba ofrecerla.
Cuándo tuvo la oportunidad de quedarse a solas con ella, casi no supo que decir.
Carlos, no era tímido y solía abordar a las chicas, directamente.
Pero aquella jovencita, le costaba. No entendía que le sucedía ante la presencia de aquella mujer.
Se acercó a ella, sigilosamente y ésta al volverse, le vió.
- Hola, Me llamo Carlos. Nos hemos conocido en la entrevista.......Cómo debería llamarte?.
- Hola Carlos, me conocen mis amigos por el nombre de Ady, si a Ud no le molesta.
- Un precioso nombre, Ady. Tienes prisa por irte de este lugar, o quizás podrías admitirme una copa a solas?.
- No tengo prisa alguna, Carlos. He sido admitida, pero hasta el lunes no debo presentarme. Y me encantará tomar esa copa con Ud.
- Me parece una estupenda decisión, Ady......y por favor, no me llames de Ud, salvo en el trabajo, podría ser?.
- Claro Carlos, me agradará más tutearte......aunque no sé lo que eso pueda suponer para mí, teniendo en cuenta que aún no pertenezco a la empresa.
- Ady, tranquila a ese respecto. La verdad es que no se nada de tí, salvo lo expresado en tu C.V., pero podríamos hablar más tranquilos en mi casa. Ya, ya sé que es una proposición deshonesta, pero es que vivo aquí al lado. Y estar aquí, de lo que quiero hablarte, aunque pueda ser, no me parece muy conveniente.
- Carlos, no hay problema alguno, siempre y cuando no intentes forzar la situación mía.
- No sucederá tal cosa, palabra de honor.
- Fíjate que me fío de tu palabra dada. Vayamos pués a tu casa y me invitas a esa copa, pero por favor, no saques conclusiones antes de tiempo, puede ser?.
- Vaya, no esperaba esta aceptación. Gracias, Ady. Prometo comportarme cómo un humano decente. Estate tranquila. Y me encantará que conozcas mi casa. Ven, está en la siguiente manzana. Sí te sientes más tranquila, llama a tus amigos y que te llamen cada 15 minutos y si no respondes, que avisen a la policía.
- Uy, Carlos, creo que ya me fío de tí, sobradamente, pero pondré en marcha mi sistema de auxilio cada 30 minutos, si no te parece mal.
- Me parece una medida muy prudente. Y gracias por confiar en mí. No voy de mala fe, así que todo transcurrirá tranquilamente. Pero me parece lo correcto tú toma de decisión como protección personal. Es lo lógico.
Ady, realizó varias llamadas para que la localizaran cada 30 minutos. Y después subieron al piso de Carlos.
Carlos, se sintió bien, ante la forma de comportarse de Ady.
- Ady, desearías un vino o quizás algo más fuerte?.
- Puestos ya, quizás un whiskito con hielo. Puede ser?.
- Claro que sí. Ahora mismo te lo sirvo "in person".
- Uy......quizás un poco adulador, Carlos?.
- Sí, quizás un poco sí. La verdad es que he sentido algo hacia tu persona, que no me deja actuar. Es algo bueno, aunque no sé a donde me llevará.
- Y ése algo bueno soy yo?.
- Efectivamente, Ady. En cuanto te ví y después de escucharte, supe que eras la mujer elegida para mi parte de negocio..........Ahora, incluso pienso y siento, que eres la mujer de mi vida.
- Jo, esto se adelanta demasiado a mis planes, pero me placen tus palabras, Carlos.
- Ady, sé que suenan un poco fuerte estas palabras mías, pero son cómo las siento y son de verdad.
- Se agradece la sinceridad........diré que me gustas como persona. Me hacen enloquecer tus palabras y cuido de no perder el control de mí misma.
- Ady, es verdad.........mis palabras son sinceras, pero debo reconocer que tu persona me hace llevar mis pensamientos y deseos a campos diversos.
- Gracias Carlos.......por favor dame ese whiskito prometido, antes de que empiece a decir cosas raras.
Carlos sirvió la bebida a Ady, sirviéndose él lo mismo.
Estaban sentados en el sofá.......mirándose mientras sorbían sus bebidas, hablando de unos cuantos temas, e incluso de cosas más particulares e íntimas, que les hizo ponerse un poco excitados. Su charla ya duraba un par de horas y trás nuevas bebidas, todo se relajó de un modo especial.
- Ady, te molestaría que me desnudase delante de tí?.
- Pues, claro que no, Carlos..........pero me pedirás después, que yo haga lo mismo, verdad?.
- Será un placer hacerlo, Ady.
- Carlos, no iba en ese sentido mi pregunta.......uyyyyy.
Carlos se quitaba el boxer. La última prenda que cuidaba su cuerpo, quedando desnudo y con su polla bien alta.... ante la atenta mirada de Ady.
- Ady, no sé en que sentido lo dijiste, pero me encanta estar desnudo ante tí.........Ahora, tu decides....sí me imitas o no. No habrá mayor problema, sí rehusas a desnudarte. Entenderé tu timidez.
- Dá igual, Carlos. Me gusta verte desnudo........y no soy tímida, así que me desnudaré ante tí y para tí.
Ady, se quitó la camisola, dejando aflorar sus tetas libres. Después se bajó el pantalón.....al tiempo que arrastraba la braguita, mostrando su desnudez ante Carlos, cuyos ojos la recorrían entera, mientras su polla se iba tensando más y más.
- Ady, estás preciosa. Me permitirías acercarme y acariciar tus tetas?.
- Me encantaría que lo hicieses, Carlos. Me siento muy animada ante tu presencia.
Carlos, posó sus manos en el rostro de Ady, para a continuación hacerlas descender, por su cuello y llegando hasta el nacimiento de las tetas erguidas y duras de Ady.
Ady, respiraba un poco más acaloradamente al sentir el suave contacto de unas manos, extrañas hacía pocos minutos, sobre su piel aterciopelada.
Los dedos de Carlos, rozaron varias veces sus pezones, duros como piedras y siguieron recorriendo el cuerpo de Ady, para surcar sus costados y pasar suave y rápidamente sobre su ombligo, hasta alcanzar la pequeña mata de vello púbico.