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Después de la boda (10: Willy y el tío Lucas)

en Sexo con maduros

Después de la boda X

El tío Lucas y Willy

Al llegar al baño, vi que estaba la luz encendida, joder, estaba ocupado. Miré por la puerta entreabierta y vi a mi tío Lucas en pelotas que en ese momento levantaba la tapa del váter con intención de mear. Al ir a entrar, me di cuenta que no estaba solo. A su lado estaba Willy, también en bolas, pasando la mano por el culazo peludo de mi tío.

-Si me sobas así, no voy a poder mear, Willy.

-Que peludo tienes el culo, Lucas, que gusto da tocártelo.

-Y que bien lo tocas, cabrón. Pero así no hay quién mee, estate quieto, joder.

-Te lo dejo tranquilo con una condición tiíto Lucas.

-Otra vez? Si me has dejado seco, Willy.

-No es eso.

-Qué quieres?

-Aguantártela mientras meas.

-Mmmmmm, eres un encanto, chavalote. Anda, cógela.

Willy agarró con delicadeza y respeto la gordota polla morcillona de mi tío y éste empezó a soltar un chorro impresionante. Pero Willy, en lugar de apuntarle la polla a la taza se la dirigió a él mismo, sentándose en el suelo y regándose su cara, su cuello y su pecho con la meada de la picha mi tío.

-Está calentito? Le decía mi tío muy cachondo.

-Sí, tío Lucas, muy calentito, mmmmmmm –decía Willy empezando a pelársela y dándose la vuelta para recibir el final de la meada en su espalda y en su culo.

-Así bien meado ese tatuaje, bien brillante –decía mi tío ya con la polla en su propia mano y creciendo por momentos con el final de la meada.

-Es guapo, eh? –decía Willy ofreciendo su culo bien en pompa a mi tío.

-Guapísimo –decía mi tío acercando a el su boca y empezando a lamerlo con una lamida que en seguida se fue dirigiendo del tatuaje de la nalga de Willy hacia su raja para detenerse en el ojete de Willy empezando a meterle la lengua.

-Mmmmmm, te duele todavía, chavalito?

-Un poco, tío Lucas.

-Así dejará de dolerte, ya verás.

-Pues siga, tío Lucas.

Me cabreaba que Willy le dijera tío, pero al ver lo abierto que tenía el ojete que se estaba comiendo mi tío, comprendí que estuviera tan cariñoso y sumiso. Por lo que se veía el cabrón ya había tenido el tarugote de mi tío ahí dentro. No pude evitar tocarme mi ojete y darme cuenta de lo pequeño que era mi agujero desconocedor de lo que Mauri y por lo visto Willy ya conocían a fondo. Me empecé a meter un par de dedos. Cuando vi que el culo de Willy le estaba poniendo a mi tío el pollón otra vez a mil, unos ciertos celos me empezaron a poner la polla tiesa de nuevo.

-Se te calma, Willy?

-Mmmmmm, siiiií, pero....

-Pero qué, muchacho, anda díselo al tío Lucas.

El cabrón de mi tío bajó la tapa del váter y se sentó allí mismo bien abierto de piernas con su rabo bien tieso.

-Anda, ven aquí.

Willy se incorporó tocándose el ojete y se dio la vuelta quedándose de pie delante de mi tío y también con su rabo empalmado que si bien no era muy largo estaba coronado por un glande gordísimo, verdaderamente apetitoso. Willy miraba a mi tío con muchísimo deseo.

-Anda, acércate –dijo mi tío cogiéndole las manos acercándoselo a él.

Willy avanzó abriendo las piernas para que las del tío Lucas quedaran entre las suyas. En esa posición el rabote tieso de mi tío quedaba apuntando a la raja del culo de Willy y el capullazo de éste quedaba justamente a la altura de la boca del tío Lucas. Mi tío llevó las manos de Willy a su pecho y éste empezó a hundirlas en su mullido vello canoso. La lengua de mi tío volvió a salir de su boca ahora para chupar el gordísimo glande de Willy.

-Que hermosura de capullo, como les debe gustar a las chavalas.

Las manos del chico iban del pelo del pecho al de la barba acariciando también la calva y a cara del tío Lucas que mamaba cada vez mas a fondo la polla de Willy. El chico, a medida que iba sintiendo mas gusto en su rabo iba bajando y subiendo su culo frotándose en toda su raja el rabo de mi tío. Mi tío sacó la boca de la polla de Willy y mirándolo complacido le puso las manos en las caderas le dijo:

-Anda, baja el culete, hijo, que lo estás deseando. Era esto lo que me querías decir, verdad? –le dijo empujándolo hacia abajo para que el culo de Willy fuera introduciéndose su garrote.

-Sí, tío Lucas.

-Pues dímelo, chaval.

-Que me la meta otra vez, tío. Pero, esta vez. toda. Antes he sido un gilipollas. Usted se merece mas.

Cabrones, Lucas es mi tío, hostia, pensé empezando a cascármela de nuevo.

-No creas que a las tías les entra entera.

-Por eso, usted se merece follar como Dios manda.

-Ya me hablas otra vez de usted?

-Es que cuando se le pone el rabo así –dijo Willy, llevando una mano hacia atrás y cogiéndolo bien aunque sin poder rodearlo entero –siento tanto respeto por usted, por ti...

-Eso está mejor, muchacho. Venga continua metiéndotela así que vas muy bien.... pero que muy bien.

Willy tenía aquel tronco dentro hasta la mitad y continuaba bajando.

-Ufff, Lucas....

-Qué, Willy?

-Demasiado, ummmmmmm.

-Venga que ya la tienes casi toda chaval. Quita ya esa mano.

Willy quitó su mano de la base del cipote del tío Lucas y la bajó hasta sus cojones haciendo aumentar mi envidia y la erección de mi polla cuyo masaje paré para no correrme. Willy hizo un último esfuerzo y se la tragó entera.

-Mmmmmmm, eres un campeón, anda cabalga ahí como tu sabes -dijo el tío Lucas llevando sus dedos a los pequeñillos pezones del pechazo del musculoso chaval, el cual empezó a hacerle una paja al tío Lucas con su culo, subiendo y bajando con fuerza como el pedazo de atleta que era.

-Lo estoy haciendo mejor que antes, tío Lucas?

-Te la estás tragando de cojones, muchacho, no pares, no pares, no pares.

-No hay otra polla como la tuya, Lucas.

-Ni otro culo como el tuyo, nene.

-Mmmmmmm, le gusta? Es como un buen coño?

-Mmmmmmm, muchísimo mejor, chaval, muchísimo mejor.

-Le gusta, eh? –le decía, encabritándose y subiendo y bajando cada vez gozando mas el enorme rabo de mi tío, ahora ya mirándolo o los ojos y dando cuerda al reloj en sus pezones.

-Mucho chaval, follas como un ángel, cabroncete. Follas tan bien como la chupas, Willy.

-Gracias, señor, quiero decir, Lucas..... que polla tienes, que polla, que polla...

-Te gusta mi polla, chaval?

-Mucho.

-Ya lo veo ya. Mira que te voy a preñar si sigues así.

-Pues préñeme, joder.

-Te lo lleno de leche otra vez?

-Sí, tío Lucas.

-Te correrás otra vez sin tocarte, chaval?

-Sí, y ya tío Lucas.

-Ya?

-Siiiii.

Mi tío Lucas abrió la boca y agarró el rabo de Willy dirigiéndolo a ella. Willy, botando y gritando, pasando de todo, soltó:

-Que maduro mas cabrooooónnnnnnnnnn!

Su culo se contraía y se dilataba haciendo evidente que estaba absorbiendo a conciencia la leche de mi tío mientras de su polla salían espesos escupitajos que iban directos a la lengua de mi tío que no decía nada. Mi mano se iba llenando de mi espesa lefa al mismo ritmo de la brutal corrida de aquel par de cabrones. Mientras me lamía mi propia leche para no machar el suelo de la casa de Germán vi como Willy, sin salirse de la polla de mi tío se abrazó a él lanzándose a su boca, fundiéndose los dos en un morreo digno del juicio final.

-Tío Lucas, por usted lo que sea, ya lo sabe.

-Ahora una duchita y a dormir un rato, chavalote. Domiremos como buenos espartanos.

-Como?

-Con los cojones en la mano!!! Ja, ja, ja.

Aquel par de salidos volvían a morrearse y a meterse mano mutuamente en sus huevos. Visto el plan pensé que lo mas práctico era ir a mear al jardín y volverme a la cama. Yo también necesitaba algo de Germán. Y lo necesitaba pero ya.