miprimita.com

Interrogatorio

en Confesiones

Lunes 15 de marzo del 2004

Jefatura de la Policía Nacional

Departamento de investigaciones

 

 

Pues le digo que no se que hago acá señor detective

Usted cometió un crimen señora y lo sabe muy bien

Lo único que se es que es usted muy guapo

No bromee Señora Mcbride

No lo hago, soy honesta

Honestidad que me serviría en exceso si contestara lo que pregunte minutos antes

No recuerdo

¡vamos! Señora deje las sandeces de lado y conteste honestamente ¿cómo asesino al doctor López?

¡Que no lo asesine!

 

El detective Marquez saco un cigarrillo de su chaqueta, fumo pausada y pensativamente, miró a la interrogada, supo entonces que el caso no iba a ser en nada fácil, el asesinato del doctor López iba a ser un hueso duro de roer, iba a necesitar mucho sacrificio y atino, mucha charla y presionamiento.

Luego, al verse necesitado a recurrir actos psicológicos y hasta teatrales, trato de encontrar en los lindos ojos de la Sra. Mcbride un pequeño temor al momento de entregarle un cigarrillo, pero estos solo mostraban alegría al mirar el provocador pitillo cerca del rostro

La miro de cuerpo entero, era realmente hermosa, una típica señora de clase alta: muy blanca, con el pelo rubio recortado perfectamente, la boca embellecida por un pintalabios muy fuerte y rojo, brillando en exceso cada vez que lo alumbraba con el cigarrillo, sintió asimismo el fuerte perfume que desprendía el abrigo de piel de cebra y la mirada coqueta, adornada por un delineado perfecto y cejas ovaladas.

Detective por favor, tengo muchos asuntos pendientes

Los acabara mas a destiempo de lo que usted imagina

¿es una calumnia o una broma? Pues no se si insultarlo o reírme en su cara

Señora solo le pido un poco de colaboración, mientras más ayude, más rápido se ira a casa

....................

Bueno, comencemos de nuevo, ¿cómo conoció al doctor López?

En una reunión de amigos, él estaba acompañando a un hermano suyo que coincidentemente era uno de mis mejores amigos

Entonces...... él la llego a atender alguna vez después de esa reunión

Pues sí, él después de esa reunión, donde me llego a caer de manera fenomenal, se convirtió en mi medico de cabecera

Y me puede decir ¿qué fue lo que se atendió con él?

Pues que por aquí que por allá

¿Cómo?

¡Ay!, pues que no iba necesariamente porque me sintiese mal

¿Entonces?

Esta claro detective, no se haga......

Obvio que esta claro, pero en esta conversación no debe quedar nada implícito, le recuerdo que esta siendo grabada- dijo el detective, señalando una cámara casera de video.

Y que ya lo se, pero... supongo que los oficiales que vean esta cinta deben de tener algo mas que nicotina y recuerdos de patadas de superior en el cerebro

Sra. dígalo en claro por favor

Pues que ¡carajo! me gustaba el maldito doctor

Entonces confiesa haber echo todo lo posible por volver a ver al doctor López

Todo lo posible no, pero sí confieso haber fingido dolencias con él

¿y que tipos de dolencia?

Pero no se que tiene que ver con su muerte

Yo soy el que decide que tiene que ver o no

Bueno....... recuerdo que una vez fingí tener un dolor de tobillo. Pero él era quien de verdad exageraba las cosas y hasta les sacaba provecho.

¿cómo cuando?

Como cuando me dijo que me revisaría toda la pierna para percatarse que no tuviera un mal desde no se que y me hizo..........

¿La hizo que?

Pues... me hizo desvestirme casi a la fuerza

Es muy serio lo que dice

Y muy verdad también, él me pidió que me quitara la ropa

¿completamente?

¿ Y que hizo?

Pues le dije que me quedaría con las bragas

Y......

Y tuvo que aceptar, me dijo que me desvistiera delante de él y como quien no quiere lo hice, recuerdo que pensaba en todo momento que me había puesto el ropa interior pero que al momento de quitarme el vestido.....

¿no lo tenia?

Jaja

Sra. por favor

¡Necesitaba ver su cara de morbo!, no señor, si tenia la braga bien pegada al cuerpo

Ah! ok

Entonces me dijo que me recostara en el diván, así lo hice; entonces me percate concientemente que llevaba los senos en el aire y que por la excitación y la rapidez de los actos no los había protegido al momento de aceptar la propuesta, y no se si por el frío, o por la mirada directa del doctor, estos estaban erguidos, le juro que me quise morir de la pena; pero ya estaba jugada y además casi desnuda, por lo que resignada y ¿porque no? excitada también, recosté mis senos en la fría colchoneta y me puse de espaldas ante él.

¿ Y el que hizo?

Pues que empezó a masajearme por debajo del muslo diciendo que era muy probable la fuente de mi tirón en la parte afectada..........

Sra. continúe por favor, no se pare de la nada

Es que no encuentro una motivo concreto porque proseguir

Sra..... todo tiene un motivo, al menos en mis preguntas

Ok. "creo", bueno el doctor empezaba a masajearme el muslo de manera algo brusca, pero por alguna extraña razón, bah, por razón obvia me empezaba a gustar sus caricias, era un tipo rudo eh, sus manos a pesar de ser suaves y sedosas, eran fuertes y hasta violentas, recuerdo que de a poco iban hacia mis nalgas, empezaban a tocarlas ya con una tembladera previsible, yo también lo estaba, con miedo de pecar ya físicamente con mi esposo, porque mentalmente claro que lo había hecho y la verdad no me interesa que me graben porque hace buen tiempo que quiero decirle en su puta cara que no quiero nada con él y que antes que yo él, y ¡vaya cuantas veces!.

Entonces parece que usted no se sentía feliz con su pareja

Obviamente, sino ¿por qué buscar otro?, a veces ustedes son.....

Respeto por favor Sra.

Ok, ok, el caso es que el doctor cada vez más dejaba de ser eso, un doctor. Para convertirse en un pervertido cualquiera, ahora masajeaba sin ninguna abstinencia mis nalgas a lo que justificaba con un estúpido " Quizá de aquí provenga el dolor", pero yo, obviamente no le creí nada, ¡faltaba más! Digo, ignorante no soy, sepa usted que he estudiado en el mejor colegio del país y que......

Sra. por enésima vez ¡por favor!, cuente la historia y no me distraiga

Bueno ¡ya!, pero quizás por el enojo usted se olvido de preguntar la típica pregunta de... ( pensó en estúpido pero no se atrevió a decirlo)....detective

Así ¿y cual es?

Pues ¿ y usted le dijo que parara?. El detective la miro seriamente, la mujer se acomodo la falda y prosiguió

Pues lo deje que siguiera, me gustaban sus caricias, me sentía atractiva, sentía atractivo mi cuerpo, a tal punto que un doctor con fama de galán y además de mejor de los mejores en el oficio, empezaba a embelesarse con un trasero que a decir verdad es y será natural de punta a punta. Entonces... ahí estaba yo, sintiendo sus manos en mi trasero y gozando cada vez mas el contacto, recuerdo que más de una vez di un suspiro y cause la sonrisa cómplice de él, quien lentamente bajaba mis bragas rosas, tan lindas ellas.

 

 

¿y usted lo dejo?

El detective sonrió avergonzado, había caído en el error que acababa de pronunciar la Sra. Mcbride, esta rió levemente y prosiguió

Sí( lo dijo burlona y mirando sonriente al detective), bueno no( ahora se revertió los papeles), la verdad es que, y como ya había mencionado antes, no quería pecar físicamente con mi marido, le dije que se comportara y que me subiera el braga que para entonces ya estaba en mis rodillas y que dejaba a vista de sus morbosos ojos mi trasero sin siquiera una liga encima.

Entonces supongo que usted salió humillada del consultorio ¿no?

No, me quede ahí, ahora sentada, con los senos erguidos como nunca y señalando sus ojos con profunda coquetería, él me miro la entrepierna, me dije ¡Que tipo este!, pero no mostraba gesticulaciones de morbo y excitación, miraba sonriente y hasta burlón.

Pues así nomás un hombre excitado no cambia de mirada y menos para sonreír burlonamente

Pues en este caso sí, mi pequeño tanga rosa había sufrido un pequeño percance, bah, mejor dicho mi cuerpo había sufrido el percance.

Creo imaginarme el problema

Y cree bien señor, pues si difícil no es, mi ropa interior exhibía sin reparos y hasta diría con orgullo una mancha por demás vistosa y hasta trasparente, que además de mitigar mi orgullo también delataba en parte mis bellos pubicos, indefensos en aquel entonces.

Un momento penoso sin duda

Y.... claro que sí señor, señorcito, señorcitito

Más respeto a la autoridad Sra., que ya bastante tengo con su comportamiento sarcástico

Que no señor, ¿Qué tan difícil es que a una mujer le guste su cuerpo, su bigotito, su linda boquita, su...

¡Sra.!

Bueno, bueno, la cosa es que más apenada no podía estar, me tape de a poco la parte afectada ¡y esta si que lo estaba!, él noto mi apenamiento y no bromeo al respecto; en cambio, converso conmigo sobre cosas tan distantes de mi entrepierna como literatura clásica, teatro surrealista y música country, era entretenido escucharlo, siempre audaz lingüísticamente, siempre usando la palabra certera a cada asunto y siempre ágil, y siempre elocuente, y siempre sorprendiendo sonrisas en mí, que minutos antes y con justa razón no había pensado.

Pues parece que la atracción hacia él creció más después de esa conversación

Pues no, la atracción física bajo considerablemente, ahora solo me atraía intelectualmente y créame que eso, en momentos de sexo lo dejo a segundo plano

Ya veo, entonces usted preferiría hacer el amor con un descerebrado fortachón antes que con Julio Cortazar.

Pues sí, claro que sí- dijo la Sra. Mcbride guiñándole un ojo al detective, este otra vez vencido quedo callado. La Sra. Mcrbride prosiguió

Pues y ahí quedo todo, me vestí y me retire del consultorio

¿Nada más?

Jaja, Sí, nada más Sr. detective, es que tenia la ropa interior empapada como......

¿cómo que?

Como ahora mi señor detective, como ahora, porque recordar ese momento me hizo excitarme más de la cuenta, pero a diferencia de la anterior, hoy lo empapado es una parte de la falda, porque ropa interior no llevo mi señor detective, mi señorcito, o sino vea

Entonces la mujer con naturalidad única abrió levemente las piernas y mostró lo mas intrínseco en el cuerpo femenino, y el detective, al ver la vagina de la sospechosa, con absoluta claridad y precisión, con vellos bien depilados alrededor de la abertura que empezaba cada vez más a ensancharse como invitando a la penetración, a la penetración de tan delicioso manjar carnal, pelirrojo arriba, blanco alrededor, y rosado en el intermedio, no soporto más y se fue encima de la Sra. Mcbride, le quito toda la ropa en cuestión de segundos, vio de cerca el lindo trasero que ella misma se había cansado de propalar y la beso apasionadamente, en todo el cuerpo, comenzando por la boca, pasando por el cuello, por los pechos, parando en los pezones, besándolos con vehemencia absoluta, viendo de cerca su naranja estructura, acariciándolos como quien amolda una masa, ella gemía, ella quería mas, gritaba fuertemente ¡Ah! ¡Oh!, él, atemorizado que alguien oyera, le puso la blusa casi rota en la boca y siguió con su faena, bajando lentamente a la entrepierna, y cuando así lo hizo metió la lengua hacia donde llegara, hasta encontrar el tan buscado clítoris, así lo hizo y la Sra. Mcbride no sabia como para su éxtasis, su euforia, solo mordía fuertemente la blusa tratando de dejar ahí todo lo que pasaba en su entrepierna, gimiendo, dando vueltas a su cabeza, y mirando contenta al detective, que ya había sacado su órgano reproductor y que sin preservativo y sin nada( en ese momento no tenia y claro no iba a ir a buscarlo) se lo introducio hasta donde más le doliera, una y otra vez, sacando e introduciéndolo como quien juega con una varita.

La puso de vueltas y lo primero que hizo, fue besar el lindo trasero, sentir lo que se había perdido el tan mentado Doctor López, el pobre intelectualon, que justamente por eso se había perdido tremendo manjar, la penetro también ahí, y ella gimió como nunca gimió, y el gozo como nunca antes había gozado, finalmente, cansado ambos cayeron en el piso.

Minutos después, mientras el detective yacía en el piso completamente agotado, vio a la Sra. Mcbride saliendo del interrogatorio con una cinta de video, esta, al percatarse de su mirada, lo vio sonriente y le dijo textualmente : ¡Ah!, por cierto, hice el mejor sexo de mi vida con el doctor López esa noche y resulta que me gustan más los intelectuales y resulta que el tipo termino conociendo más de la cuenta a mi esposo.

El detective Marquez miro resignado la salida de la guapa Sra. del interrogatorio, caso resuelto, pero....... ¿de algo servía?