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Quiero perderme en tu espalda

en Hetero: Infidelidad

Andrés salio del trabajo a la misma hora de siempre, cogió su coche y se fue a su casa. Entró, dejo sus llaves en el mueble de la entrada, se quitó el abrigo, debajo vestía un traje negro acompañado de una camisa blanca sin corbata. Se disponía a darse una ducha cuando oyó un taconeo en el pasillo. Segundos después sonaba el timbre. Se apresuró a abrir la puerta y frente a él encontró a una chica más joven que él, de unos 22 años (él tenia 27) que medía aproximadamente 1.75, algo más alta que él que media 1.70, tenía un abrigo negro que se cerraba con pequeños botones y la tapaba hasta las rodillas, pero marcaba apeteciblemente su esbelta figura. Y en sus pies unas botas de tacón estilizaban sus piernas, que aunque algo tapadas, se mostraban largas y bien formadas.

La chica lo miró a los ojos, una sonrisa de picardía se dibujó en su rostro y comenzó a desabrochar uno a uno los botones de su abrigo… la cara de Andrés era todo sorpresa y satisfacción cuando reconoció a la chica que tenia frente a él, era Clara una niñita que conocía y que siempre le ponía a mil pero nunca llegaron a más.

- Sé que Sofía está trabajando –dijo Clara refiriéndose a su novia- y he venido para que no te sintieras tan solo- mientras hablaba continuaba desabrochando su abrigo, bajo este llevaba una blusita negra que dejaba ver completamente sus hombros y su espalda acompañado de una mini pequeñísima de color marfil que mostraba unas interminables piernas…

- Pasa nena -dijo Andrés- esta noche mi casa es también tuya….

Su imaginación iba a mil por hora y notó como su pene se endurecía poco a poco, una chica tremendísima estaba en su casa y solo para él… buff… La invitó a sentarse en el sofá y a tomar algo, ella acepto y él le sirvió una copa.

Clara cruzo sus piernas, esto provocó que su faldita se subiera un poco y dejara ver el final de su medias, la imaginación de Andrés comenzó a funcionar de nuevo y su pene cada segundo era más grande… se acercó a ella y tímidamente comenzó a acariciar su espalda con un dedo… lo deslizaba suavemente recorriéndola en toda su longitud hasta su cuello, aparto su largo cabello negro que caía en suaves bucles sobre sus hombros y allí se detuvo acariciando y dejándose llevar, se estaba volviendo loco, ella mientras tanto cerró sus ojos y se dejó hacer, las manos expertas de Andrés estaban despertando sus ganas de sexo y su vagina comenzó a humedecerse….

Andrés acerco sus labios al cuerpo de ella, que en ese momento había acelerado su respiración y mostraba un gesto de placer en su rostro, besó cada centímetro de su espalda y sus hombros, y con una mano desató la cinta que sostenía su blusa bajo sus pechos, no llevaba sostén y estos rebotaron graciosamente, desató la otra cinta que sujetaba la blusa a su cuello y ella quedó completamente desnuda de cintura para arriba, mostrando ante él unos hermosos pechos, eran grandes pero no mucho, "una 95" se dijo para sí mismo, el dedo que antes se deslizaba por su espalda y cuello, se dejo caer de uno de sus hombros acariciando suavemente uno de sus pechos, esto provocó que un escalofrío recorriera a Clara y arqueara su espalda mientras se erizaban uno a uno los bellos de su piel.

Mientras su dedo exploraba cada centímetro de sus pechos, besaba tiernamente su cuello subiendo muy despacio para encontrarse con sus labios, ella le devolvió el beso tímidamente pero con una notable excitación en su mirada… al notar esto Andrés aventuró sus manos y comenzó a acariciar sus pechos con mas énfasis, eran suaves, firmes, con una piel fina y tersa que estaba dulcemente tostada por el sol, entonces la imaginó en la playa tumbada en su toalla en biquini haciendo top-less esto lo excitó todavía más si se pudiera creer.

Clara no podía mas, notaba las manos de Andrés deslizarse por su cuerpo y su ganas eran enormes, miró su entrepierna, tenía su pene completamente erecto, tanto que parecía que el pantalón quería romperse. Le quito la chaqueta del traje y desabrochando uno a uno los botones de su camisa, él no dejaba de mirarle a los ojos pidiéndole que no parara, que quisiera que ese momento no acabara nunca. Cuando tuvo toda la camisa abierta miró su pecho, era musculoso y estaba perfectamente depilado, le quito totalmente la camisa y bajándose del sofá se puso de rodillas frente a él. Comenzó a acariciar y besar sus pezones descendiendo hasta llegar a su ombligo, suspiros de placer salían de los labios de Andrés que mantenía los ojos entrecerrados y se abandonó completamente a lo que ella quisiera hacerle. Clara continuó besando su tripa dando pequeños mordiscos en los costados que hacían que él arqueara completamente su espalda y de su boca salieran gemidos.

Le quito el cinturón y desabrochó su pantalón, agarrando pantalón y slip a la vez y con la ayuda de Andrés los bajó hasta sus rodillas, dejando ante si un pene completamente erecto y húmedo que llamaba su tentación, acerco su boca hasta su glande y comenzó a besarlo mientras con una mano acariciaba dulcemente sus testículos, la otra mano se posó en la base de su pene y la movía arriba y abajo mientras la totalidad de su boca cubría su sexo. Andrés se estaba volviendo loco, en su vida había imaginado que podría disfrutar tanto de una felación, su novia Sofía se las hacía pero Clara parecía experta en el tema.

La detuvo. Como siguiera así iba a correrse, y quería sacarle mucho mas de esa noche. La tomó de la barbilla y mirándola a los ojos la besó dulcemente en los labios, probando el sabor de sus propios flujos. Se quitó los zapatos y se desnudó completamente.

- Vamos a probar mi nórdico –dijo Andrés con una sonrisa pícara mientras la tomaba de la mano y la llevaba hasta su cama.

Allí le indico que se sentara y le quitó las botas para que estuvieran más o menos a la misma altura. La tomó de la mano para que se pusiera otra vez en pie, puso sus manos en su cintura y ella rodeo su cuello con sus brazos mientras acariciaba dulcemente su cuello y su cabello. Se besaron, eran besos dulces y pausados, no tenían prisa, querían que todo marchara poco a poco para disfrutar de cada minuto.

Andrés acariciaba sutilmente su espalda, estaba embobado mirando sus ojos mientras se besaban, acarició entonces sus pechos, descendió y sus caricias ahora eran con sus labios, besaba sus pezones alternativamente, estos estaban totalmente erectos mostrando la excitación de Clara, entonces él le desabrochó la falda y la dejó deslizarse entre sus piernas, y ella con un movimiento de sus pies la echó a un lado.

Andrés detuvo sus besos para admirar lo que tenia enfrente, Clara llevaba un tanguita negro muy pequeño que dejaba muy poco a la imaginación. No pudo soportarlo más, la tumbó en la cama y delicadamente fue quitándole sus medias mientras besaba sus piernas centímetro a centímetro, no podía creerse lo que le estaba sucediendo pero quería disfrutar cada segundo. Cuando le hubo quitado las medias hizo lo mismo con su tanga, dejándola completamente desnuda ante él.

Comenzó a besar su ingle izquierda, eran pequeños roces con sus labios pero Clara temblaba con la excitación, quería que hundiera su lengua de una vez, pero él la hacía esperar. Andrés la miraba de reojo y veía un gesto de impaciencia en su cara, Se detuvo para admirar la perfección de sus sexo, estaba completamente depilado esto desató sus instintos mas bajos y no la hizo esperar más, fue besando delicadamente alrededor de sus labios mientras acariciaba su tripa y sus pechos con ambas manos, sus besos eran pequeños y calidos, sacó su lengua para probar los jugos que su vulva emanaba y al probarlos no lo pudo soportar, se volvió loco, su lengua cobró vida propia y se aventuró a explorar hasta el ultimo rincón de su intimidad, besaba su clítoris, lo succionaba y lo volvía a besar, sus manos fueron descendiendo hasta llegar a su trasero, la tomo por las caderas y la elevó un poco. Entonces fue cuando su lengua comenzó a penetrarla. Clara no sabia que hacer, estaba perdiendo el control, Andrés la estaba llevando al mismo paraíso, gritaba, gemía, su espalda se arqueaba y comenzó a temblar, un orgasmo se acercaba y ella lo sabía, Andrés también lo sabía y continuó besando esa parte de su cuerpo. Ella noto un cosquilleo recorriendo su espalda, sus piernas perdieron fuerza y de su boca salían gritos de placer, agarró con fuerza el cabello de Andrés mientras empujaba su cabeza hacia su sexo para que no parara, tuvo un intenso orgasmo y él la miró a los ojos, ella se incorporó y quedó sentada frente a él.

Comenzaron a besarse nuevamente, Clara rodeó la cintura de Andrés con su piernas, el le agarró el trasero y elevándola la penetró suavemente. Y así sentados uno frente al otro y mirándose a los ojos Clara comenzó a moverse, Andrés todavía la sujetaba del trasero y la ayudaba con movimientos de sube baja. Ella tuvo otro orgasmo y entre suspiros y gemidos clavo levemente las uñas en su espalda, esto volvió loco de placer a Andrés que irremediablemente estaba al borde del orgasmo y eyaculó dentro de su vagina.

Continuaron abrazados, se besaban, el acariciaba dulcemente su espalda. Clara se puso de rodillas frente a el nuevamente y tomando su pene con ambas manos comenzó a comérselo de nuevo, lo lamía de arriba abajo deteniéndose en su punta para succionar hasta la ultima gota de semen que pudiera haber quedado. Andrés no tardó en volver a tener una erección, la tomo de la mano y le indicó que se pudiera a cuatro patas sobre la cama, cuando la tubo así frente a él tenía un primer plano de su trasero, le encantaba, era redondo y respingón y tenia el tatuaje de una mariposa en su nalga derecha, comenzó a besarlo, a mordisquearlo, hasta que bajó a su sexo y comenzó a succionar todos los jugos que soltaba.

Sin mediar palabra la penetró de un solo movimiento de cadera, de la boca de Clara salían suspiros y gemidos. A cada embestida de Andrés sus pechos se movían, él se los sujetó para acariciarlos, le pellizcaba los pezones y besaba su espalda. Ella apoyó la cabeza sobre el colchón y con una mano se estimulaba el clítoris y a la vez le daba sutiles caricias a sus testículos. Estaban locos de excitación.

Clara detuvo los movimientos de Andrés.

- Nene para, ahora la que lleva el ritmo soy yo – le indicó que se tumbara, y se sentó a horcajadas sobre él.

Fue metiendo su pene en su vagina despacio, lo introducía y lo sacaba nuevamente, esto hizo que Andrés la sujetara de la cintura y de un solo empujón se lo clavó hasta el fondo. Clara grito.

- Te voy a dejar seco, vas a ver lo que soy capaz de hacerte –dijo susurrando a su oído, lo miró a los ojos.

Él la observó, tenia el pelo revuelto pero aun así estaba preciosa, agarró dulcemente uno de sus pechos y pellizcó su pezón. Clara comenzó a hacer movimientos circulares con su cadera combinándolos con un vaivén que volvía loco a Andrés.

- Sácamelo todo, quiero dártelo todo –gritó Andrés

Clara aceleró sus movimientos, el sudor hacía brillar su piel, el la miraba y se excitaba con el gesto de su cara. Los gemidos de los dos se mezclaban con el silencio de la noche. Los gemidos pasaron a ser gritos y entre caricias y besos se fundieron en un placentero orgasmo.

Los dos se tumbaron en la cama, abrazados y besándose.

- Chiqui, Sofía la semana que viene también tiene el turno de noche, ¿vendrás a hacerme compañía? –dijo Andrés

Espero vuestras críticas.