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Nadie es lo que parece (2)

en Grandes Series

La lámpara oscilaba con un débil quejido.

Noemí, levanto la cara y se dio cuenta que estaba amarrada a una especie de tabla. Los senos le dolían y estaba casi segura que estaba desnuda.

Por que me duelen tanto los senos. Sentía la cabeza mareada y pesada, y por extraño que parezca su cuerpo estaba extremadamente sensible.

Un hombre se acercó. Era moreno la miró sin decir nada. Palpo sus senos y su abdomen, luego estuvo detenido algunos segundos a su lado, Noemí trato de hablar pero se dio cuenta que estaba amordazada, su lengua identificaba algo de cuero pero no estaba segura. Se dio cuenta que le habían inyectado algo porque sintió el frió del liquido recorrer por la parte interna de su brazo izquierdo. Tenía una vía puesta.

Pocos segundos después su boca se seco y sintió sus pezones palpitar, luego su vagina comenzó a humedecerse, y su cuerpo en general sudaba.

Otro hombre se acercó, y le dijo que sería torturada hasta que dijera para quien trabajaba y todo lo que sabía. Como estaban seguros de su poca colaboración acababan de suministrarle un afrodisíaco experimental pero potente. Su cuerpo iba a buscar desesperadamente satisfacción sexual o su corazón iba a latir tan fuerte que podía provocarle un infarto.

Noemí no se asusto pero ya conocía el funcionamiento de ciertos tipos de drogas y por su entrenamiento sabia que no estaban jugando con ella. Poco a poco su cuerpo comenzó a calentarse pero por no poder tocarse comenzó a sentir fuertes puntadas en su pecho.

Finalmente el dolor no le dejo he hizo ademán de querer hablar. El hombre se acercó y retiro la mordaza.

Malditos infelices!!!

Si, creo que esos no describe bien. Dijo el hombre sin inmutarse. – Podría decirnos para quien trabajo.

Noemí hizo un esfuerzo y levantó la cabeza para gritar y se dio cuenta porque le dolían tanto los senos. Tenia cada uno de ellos apretado con una correa. Estaban apretados como si fuera un par de sacos y ya estaban oscuros por la falta de circulación. La excitación no se detenía y el dolor del pecho tampoco.

Esta bien, por dios al menos déjeme tocarme un poco.

El hombre se acercó y comenzó a frotar el clítoris de la joven. Aun recordaba porque la habían seleccionado a ella para la tortura. De las tres era la que tenía los senos mas grandes y era la mas morena. Su corto cabello le recordaba a alguien especial pero eso no era importante. Tetonas siempre hablaban primero le había dicho a su jefe.

El frotar el clítoris de la joven hizo que esta convulsionara del placer haciéndola gemir. El hombre se detuvo esperando que ella recuperara el aliento.

Noemí se dio cuenta que el dolor había cesado, pero que aun necesitaba su orgasmo, su cuerpo se lo pedía con desesperación, casi delirante.

Tienes como un minuto o dos antes que duela el pecho de nuevo, que lindos senos tienes!

El hombre golpeo con sus dedos los hinchados pezones de la joven mientras esta gritaba por el dolor.

Maldit…. El dolor del pecho la hizo callar. Ughhah! O gritar.

Malditos, dijo jadeando.

Pasaron casi 3 minutos más de agonía en que la joven no supo de si, tratando de resistir el dolor, hasta que su mente se quebró. Llorando grito su nombre, el de sus compañeras y la unidad a la que pertenecía.

Ahora déjeme acabar por favor.

Por ahora así será, vendré mas tarde.

El hombre salio del campo de visión de Noemí y esta comenzó a sentir como algo comenzaba a dar vueltas en su vagina con un rítmico vaivén. El extraño instrumento simulaba una penetración y la estaba aliviando de su dolor. Noemí sintió como el dolor cesaba y la excitación aumenta haciéndole finalmente alcanzar un fuerte orgasmo que la dejo cansada. Ahora el aparato seguía su labor y ritmo y el cuerpo de la joven convulsiono con mas y mas placer.

El guardia que estaba a cargo de la joven no resistió tan escena y se sacó su verga y comenzó a pajearse mientras miraba el espectáculo de la morena teniendo orgasmos sobre la tabla.

Valla tía, si que te gusta acabar… Vamos así.

Noemí no era capaz de escuchar nada solo de sentir, su mirada estaba perdida y su mente sumida en olas y olas de placer desconocidas para ella.

El guardia se acercó y soltó los amarres de los senos y comenzó a sobarlos. Sabía que no le estaba permitido. Pero no resistía tal delicia de hembra amarrada ahí para nada. Metió su verga en la boca de la joven la cual ya no podía ofrecer resistencia. Agarró un puño de cabello con su mano y comenzó a mover la cabeza de ella para que le fuera chupando la verga.

Noemí casi no se dio cuenta del cambio solo que su cuerpo estaba apunto de sufrir otro orgasmo.

El hombre continua perforando la boca de la joven hasta que su verga se lleno de leche para expulsarla dentro. La joven instintivamente trago algo pero la mayoria se derramó por su rostro ya casi inconciente.

El hombre se retiro y limpio para que no quedaran huellas, ya que podría tener problemas con sus jefes. Desconectó la máquina y se percató de la debilidad de la joven, así que no habría problemas con desatarla. Así la llevo a su próxima prisión y suplicio.

El hombre lamentó que no la volvería a ver ya que la joven ya había sido vendida.

Lynn