miprimita.com

Enseñanzas a mi hija

en Amor filial

La fiesta no había sido lo que esperaba. Helen no había asistido y ese chico nuevo, Raúl, tampoco, tenia tantas ganas de acostarme con el que me había comprado un corsé nuevo y estaba muy sexy esa noche, pero no dejo de ser una velada normal con amigos, así que me dedique a beber y cuando estaba bien encendida me fui malhumorada a mi casa.

Eran poco mas de las once cuando abrí la puerta de la casa para entrar, casi segura de que mi hija estaría dormida, o al menos acostada viendo televisión. Pero las luces de la sala encendidas tan tarde eran poco comunes. Al cerrar la puerta vi como Pamela arrodillada en el sofá, desnuda de la cintura para arriba acariciaba el pene de un joven como de su edad. Aun no me habían notado, y el muchacha acariciaba su cabello, mientras ella se acercaba poco a poco al miembro del joven para empezar a lamerlo.

Al principio fue extraña la sensación pero ver a mi hija en semejante situación no es lo que espera una madre. Sin embargo no pude moverme y me quede algún rato observándola. Realmente se veía inexperta y aunque el muchacho parecía disfrutarlo, ella dejaba mucho que desear.

La erección que mostraba el chico era admirable y realmente no le estaba haciendo todo el honor que se merecía las lengüeteadas de mi hija, y sin darme cuenta entre las copas de más que tenia, yo ya estaba mojada. Así que me acerque con una ligera carraspera para que notaran mi presencia. El joven me miro sorprendido y algo asustado mientras mi hija se levantaba y como si nada me saludaba.

- Mama, pensé que llegarías mas tarde!!! Este es mi novio.

Lo salude y mientras tomaba su mano a modo de saludo, también salude su herramienta.

- Pamela, que va a pensar tu chico, no es así como debe hacerse.

Me arrodille frente al joven y comencé a acariciar dulcemente su miembro mientras sentía como me iba calentando aun mas. Ciertamente ese día había estado deseosa de sentir una verga dentro de mí, y al tenerla fácil en mi casa ya no dude en tenerla. El joven me miro entre maravillado y confuso y se dejó tocar por mi caricias que parecían poner aun más grande su erección.

Finalmente me introduje lentamente su vara larga y caliente hasta la garganta dejándole exhalar un suspiro de placer al chico.

- Mama!!! Esa es mía, no seas así.

Pamela, siempre de malcriada ahora montaba una escena. Así que se acerco al chico y este comenzó a sobarle las tetas mientras yo seguía ocupada engullendo semejante herramienta.

- Pamela aprende como se hace.

El joven acariciaba a ambas pero lo que no pude ver fue la cara de alegría que tenia Pamela, ella quería que esto sucediera pero eso es parte de otra historia. Por ahora solo era ella yo, con mi hija sirviéndonos de semejante instrumento.

Cuando su miembro estuvo a punto acosté al joven en el suelo y sentándome sobre el deje que me la metiera de golpe y comencé a moverme en círculos entre movimientos rápidos y lentos para que pudiera mantener mas tiempo la erección. Poco segundos después tenía mi primer orgasmo el cual tuve sin remordimientos y gemí como todo lo puta que puedo llegar a ser. Al levantarme mire a Pamela que poco tiempo tuvo para ocultarme el celular con el que me estaba tomando fotos, y no me di cuenta.

El chico mantenía su erección así que ayude a Pamela que se sentara sobre el, y así lo hizo. Este gimió un poco de placer porque Pamela es mas estrecha que yo así que le deje que tuviera su orgasmo sobando un poco los senos de mi hija. Al levantarse ella me sonreía satisfecha, y como el joven aun mostraba su dureza las dos comenzamos a lamer su verga hasta que finalmente comenzó a expulsar disparos de leche contra nuestras caras y pecho.

Permanecimos algunos minutos sobre el sofá descansando, aunque Pamela y el joven no dejaban de acariciarse así que me fui a bañar para que estuvieran solos un rato agradeciéndole al joven con una caricia y una sonrisa mientras me retiraba, luego hablaría con Pamela.

Al salir de baño desnuda con la toalla alrededor de mi cabello pude ver a mi hija gimiendo como una loba en 4 sobre el sofá mientras el joven ya la tenia empalada por detrás y la bombeaba con todas sus fuerzas. Pamela gritaba que le diera mas y mas fuerte, mientras el, tiraba de sus cabellos, y alcanzaba sus senos halándolos hacia atrás. De momento el se la sacaba y desde donde estaba vi cuan dilatada estaba mi hija. Realmente no quedaba mucho por enseñarle.

El joven respiro y volvió a penetrarla duro, abriendo sus nalgas con las manos, luego se volvió a detener para admirar el culo de mi hija y nuevamente comenzó a bombearla hasta que la próxima vez Pamela grito en un fuerte orgasmo y el chico segundos después bajo el ritmo dando a entender que la estaba llenando por dentro como en efecto note cuando se la saco ya algo flácida y algunas gotas de semen salían del culo de Pamela.

Luego de semejante espectáculo, sola me tuve que retirar a mi cuarto y dejar a los amantes que se descubrieran juntos. Mientras yo me saciaba con algún juguete.

Lynn.