Realmente no se cuando comenzó esta historia.
Nunca antes me había planteado serle infiel a mi pareja......el sexo en mi vida
carecía de sentido, era, como otras muchas, un necesidad mas, un desahogo
prácticamente innecesario, casi diría, una molestia.
Y sin embargo aquí estoy, exhausta en una cama ajena a la mía, con un hombre del
que apenas se nada y completamente desnuda.
Y mientras el dormita a mi lado, doy marcha atrás para saber cómo llegué hasta
aquí.
Me llamo MARTA, y estoy casada desde hace...........una eternidad!! diez y siete
años de matrimonio no parecen nada, pero hay que vivirlos día a día, semana a
semana, mes a mes.........y un año tras otro.
Me casé muy enamorada, y como toda mujer, ilusionada por todo aquello que se
planifica......casa, hijos, familia....
A mis veintitrés años, la vida era de color rosa y estaba convencida de poder
comerme el mundo.
Los dos primeros años ,fueron estupendos; compartíamos, mi marido y yo ,todo lo
que una buena pareja podría compartir.
Nuestra economía era boyante, y los caprichos entraban sin dificultad.
Paco, mi marido, acabó la carrera de derecho el mismo año de casarnos, y su
padre, renombrado abogado de prestigio , como no!! lo colocó en su gabinete
enseguida.
Al principio todo seguía igual.....éramos la envidia de los amigos, por que se
nos veía una pareja consolidada.
Por aquella época yo no trabajaba.
Tampoco aspiraba a mucho mas que esperar a mi marido y hacer a diario el amor
con el .
Aun que había estudiado secretariado, mi mundo giraba en torno a paco y mi
disponibilidad hacia el o sus necesidades era prioritario.
Tanto es así, que así se acostumbró a tenerme .
Siempre disponible, siempre dispuesta, siempre a punto para cuando el necesitaba
una amante, una anfitriona, una acompañante en sus cada vez mas frecuentes cenas
de negocio.....
El colmaba todas mis expectativas, y para poder colmar yo las suyas, seguía
tediosas y estrictas dietas para que mi silueta no cambiara un ápice, pues aun
que en principio paco me repetía constantemente lo estupenda que estaba, de vez
en cuando lo notaba escudriñándome de reojo para decirme después : ,"cariño,
podrías ir al gimnasio un par de veces por semana......hazlo por mi" o frases
como "has engordado otra vez no?"
Esas pequeñas observaciones me herían muchísimo, pero intentaba fingir que no lo
escuchaba y después corría al baño a desnudarme frente al espejo, intentando
verme aquella grasa .........o aquellas imperfecciones que el cada vez mas a
menudo veía en mi y que ni la bascula ni yo encontrábamos por ningún lado.
Las ausencias de paco, por motivo de trabajo, cada vez eran mas continuas.
Llegaba a casa muy tarde y casi siempre un poco irritado y aun que por mi parte
intentaba complacerlo en todo y hacer su estancia en casa agradable, cada vez
estaba mas insatisfecho y todo lo que yo hacía o decía le molestaba.
Mis temas de conversación le aburrían y así me lo hacía saber cuando, comenzando
a charlar me mandaba callar con un "no me interesa nada de lo que me estas
contando".
Yo entonces, reaccionaba como una chiquilla y salía corriendo al cuarto donde
rompía a llorar desconsoladamente; a veces el me dejaba allí tumbada, como si no
existiera, y se ponía a trabajar en su despacho; otras , entraba a los pocos
minutos para excusarse diciendo que era el trabajo, que se veía saturado y que
yo no ayudaba nada con mis reacciones infantiles ;
Me recriminaba entonces que gracias a el, gozaba de todo lujo y vivía sin
complicaciones.
_ "para ti todo es fácil _solía decirme_ te limitas a estar, simplemente, y en
mi recae todo el peso de proporcionarte aquello que demandas.".
cada vez entendía menos qué estaba pasando, puesto que siendo verdad que
vivíamos desahogadamente, jamás le había pedido este tren de vida, y alguna vez,
cuando me quejaba de lo aburrida que resultaba estar todo el día en casa, al
sugerir que podría buscarme un trabajo, el se negaba rotundamente alegando que
el hombre de la casa era el, y era de su competencia mantener a su familia.
dejando así zanjado el tema .
cuando al tiempo, paco sugirió aumentar la familia, mis ánimos se calmaron un
poco y me alegré, ya que en principio, mi marido tenía muy claro que no quería
niños haciendo ruido por la casa .
enseguida quedé embarazada y cuando se lo comuniqué a el, con la mejor de sus
sonrisas me contestó:
_"ves mujer.......ahora ya no estarás tan ociosa, te vendrá bien ocuparte de
algo".
Ese "algo" era mi hijo, así que lejos de sentirme molesta por su comentario ,
viví el embarazo de un modo gozoso y feliz, aun que a veces asomaban dudas, pues
mi marido se mantenía ajeno a todo lo que envolvía la llegada del bebé.....
Nuestro distanciamiento cada vez era mayor, ya que debido a mi embarazo, paco
dejó de buscarme por las noches, según decía, por temor a hacerme daño o
hacérselo al niño.....y cada vez llegaba mas tarde del trabajo o se acostaba mas
tarde debido al trabajo que se traía a casa....
En semejante situación, mi vida dejó de girar en torno a mi marido, para hacerlo
en el de mi futuro hijo.
Claro que me dolía este distanciamiento entre nosotros, pero si intentaba hablar
de ello, siempre acababa dolida por sus reproches ,sus modos y maneras de
decirme las cosas, y siempre terminaba minando mi autoestima de un modo, que
cada vez era mas difícil recuperarla.
Acababa de cumplir mis veintisiete años y me sentía como una anciana.
A pesar de tener muy buena relación con mi familia, esta también se había
mantenido un tanto al margen de mi, debido a los celos que profesaba paco y que
tan desagradables hacía las visitas.
Terminé por no tratar con nadie ,por no salir con nadie, dejé incluso de
prepararme para la llegada de paco a casa, ya que ni sabía cuando podía llegar,
ni sus entradas en casa eran fáciles......siempre tan ocupado, tan irritable....
Di a luz una tarde de invierno . no pudimos localizar a paco, por lo que estuve
acompañada de mi madre y de mi hermana durante las 9 horas que duró el parto.
Tres horas después de nacer mi hijo diego, llegó su padre a conocerlo, con una
enorme sonrisa ,orgulloso de tener un varón en casa y alardeando de lo bien que
sabía hacer las cosas refiriéndose al niño, por supuesto.
Después me echó un ojo y comentó lo desastroso de mi aspecto.
La situación, con la llegada del bebé, lejos de mejorar, empeoró mucho mas.
Si llegaba paco a casa y estaba dándole el pecho al niño, se enfadaba por no
tenerle un plato de comida preparado; si estaba bañando al bebé , tenía que
terminar rápido para atenderlo a el; si estando agotada, dormitaba un rato en el
sofá y el llegaba, se quejaba de lo baga que era y lo abandonado que tenía todo.
Y yo me sumía cada vez mas en una depresión de la que no sabía salir.
Respecto a su relación con el niño, fue sencillamente nula los primeros años.
Nunca supo tratarlo, jamás jugó con el.....y desde luego el lazo afectivo que
sentía por diego, era reducido a la mínima expresión.
Sentía unos celos tremendos de su hijo, lo que agravó aun mas la convivencia, y
lo que consiguió que me volcara aun mas en el y dejara aun mas de lado a mi
marido.
Nuestros encuentros amorosos, desde hacía tiempo habían dejado de ser amorosos,
para ser meramente sexuales.....y podíamos pasarnos meses sin practicar sexo;
aun que yo intuía que el, en alguna ocasión, se acostaba con otras mujeres, a mi
no me quedaba ni tiempo ni ganas para pensar en ello.
Aprendí a prescindir del sexo y me volqué totalmente en la educación y el
crecimiento de mi hijo.
Así mismo, también aprendí a defenderme de las puyas que me lanzaba mi marido y
pasé de ser una joven asustada e incapaz de levantar la voz, a ser una mujer
válida y valiente.
Es cierto que la situación no había mejorado en mi matrimonio, pero al menos, mi
autoestima estaba protegida, y aun que no era feliz, gozaba de cierta
estabilidad emocional que me dejaba vivir con cierta alegría.
Recuerdo que en varias ocasiones planteé la posibilidad de separarnos. Estaba
claro que yo no era la mujer que paco necesitaba_ aun que paco, solo se
necesitaba a si mismo_ así como que el no era el hombre de mi vida.
No nos hacíamos felices, y sin embargo, el se empeñaba en guardar las
apariencias e intentaba convencerme de que todos los matrimonios atravesaban
crisis como la nuestra!.
Estaba tan ciego y tan centrado en si mismo, que no quería ver cuanto había
dañado mi alma, hasta el punto de sentir cierta repugnancia por su sola
presencia en mi vida.
Le importaba mucho lo qué diría la gente si nos divorciaramos; qué pensaría
,sobre todo, su familia...........sus amigos.......sus compañeros de
trabajo...........pero no se planteaba qué pensábamos el uno del otro a estas
alturas.
A pesar de todo , terminaba siempre convenciéndome de que con él, estaría mejor
que sola..............de que con un hijo no podía ir muy lejos.........y
aguantaba año tras año.........
Y con los años, fui ganando en confianza.............en seguridad.....y en ganas
de vivir, por lo que ,llegada la edad en la que diego pudo comenzar en el
colegio, me busqué un empleo de secretaria.
pensé, que trabajar,a mi edad sería muy difícil......pero enseguida encontré
trabajo en una constructora.
El sueldo no era muy alto, pero me permitía no depender tanto de mi marido y
callarlo cuando insinuaba que me mantenía.
La flexibilidad horaria me permitió compaginar el horario escolar y el trabajo,
facilitándome mucho las cosas, y el trato respetuoso de mis compañeros hacia mi,
lograron que en poco tiempo, me sintiera una mujer estupenda y maravillosa.
A paco, la idea de verme trabajando fuera no le molestaba tanto, como la de
necesitar algo y no tenerme a mano .
Me reprochaba constantemente el abandono en el que tenía el hogar, pues justo
aquello que no estaba hecho, era lo que el en ese momento necesitaba.....
Discutíamos constantemente, pues el no creía necesario que saliese fuera de casa
a trabajar. además de no valorarlo y de reprocharme que mi sueldo no alcanzaba
para nada digno de mención.
Cuando veía que pese a su opinión, yo seguía con mi vida, salía de casa dando un
portazo y no volvía hasta bien entrada la noche, oliendo a perfume barato y a
ginebra.
Del porqué aguanté tanto tiempo viviendo de esta manera? Aun no lo se.
Mi educación fue católica, soy una mujer de la vieja escuela, donde en nombre de
la "buena educación",se enseña que la mujer ha de aguantar todo lo que se le
venga encima......por eso quizás, aun sabiendo que siempre se puede cambiar,
nunca me esforcé demasiado en hacerlo.
Con el tiempo ,me hice muy querida en la oficina y he tenido compañeros que me
han sabido tratar de modo que me sintiera especial .
Uno de ellos fue pablo.
Desde el principio, me sentí con el, arropada y protegida.
Es curioso, que durante años trabajamos codo a codo y apenas sabíamos nada el
uno del otro, y una tarde se acercó a preguntarme si tomaba un café con el.
Desde ese instante, fue mi confidente, mi compañero de risas y llantos.....y la
persona que mas ánimos me daba cuando me notaba triste.
pablo es mi jefe....los ocho años que nos diferencian, se notan en su madurez al
tratar las cosas, al verlas desde otro prisma....
Si bien es cierto, que cuando pablo me mira. Sale el sol en sus ojos, nunca me
ha demostrado mas afecto que el de una amistad.
Y por mi situación, tampoco yo me he atrevido nunca a mirarlo con otros ojos.
Pero he de confesar que alguna vez fantasee con la idea de tenerlo como amante.
y de que saberlo cerca, me alegra las jornadas.
En este momento tengo un hijo de trece años, que no necesita de su madre mas que
aquello que le ofrezco.
cuarenta estupendos años y mucha gana de vivir.
Suelo decir que soy una señora estupenda.........tengo un cuerpo divino, un
carácter recuperado, jovial y risueño.....y aun que aun no sé que me mantiene al
lado de mi marido, intento vivir una vida paralela.
La otra tarde, aprovechando que diego pasa el fin de semana con los abuelos, y
que paco está en una convención anual de las suyas, me quedé en la oficina para
adelantar algunos documentos.
Me pasé mas de media tarde entre nóminas y facturas.....y cuando levanté la
vista, allí estaba pablo, mirándome de una manera....que no se..........recuerdo
haberme puesto muy nerviosa al ver que se acerca a mi con varios recipientes de
comida china y una sonrisa encantadora..
Y entonces lo supe.
Supe que deseaba meterme en la cama con ese hombre.
Sin pensar en otra cosa, sin un por qué......sin una lógica......solo deseaba
ser abrazada y poseída por este maravilloso hombre y no pensar en las
consecuencias.
Y ahora estoy aquí, acostada ,exhausta ,en una cama ajena a la mía, con un
hombre del que apenas se nada y completamente desnuda. Y puedo decir que no me
siento mal por ello y que me siento viva, y deseada, y he recuperado nuevamente
mi identidad como mujer y se lo agradeceré eternamente a pablo.
No se si ha sido una aventura de una noche.........mejor dicho, de un fin de
semana, que ahora que lo tengo aquí, no pienso dejarlo escapar hasta el lunes
por la mañana!.....
No se cómo terminara esto......solo se, que quiero vivirlo ahora.
Y se una situación que me hace vibrar, como esta, no puede ser perjudicial.
Vuelvo a tener 20 años!