BUSCANDO LA FELICIDAD
X PARTE
PERDON LA CONFUSION ENVIE DOS RELATOS CON EL MISMO NUMERO.
Parada en la habitación, indefensa a merced del Ama, esperaba intrigada donde seria el golpe, que por suerte no se produjo. Golpearon la puerta de la habitación y mi Ama fue a abrir. Era un cadete que traía una jaula de perra sobre un carrito con rueditas.
Lo hizo entrar y ubicar todo a mi lado, en medio de la habitación. Me miraba anhelante, como esperando mi Ama le diera permiso para algo conmigo, pero a su vez con cara de asco por los olores que emanaba de mi cuerpo. Se retiro del lugar.
AMA: entra ahí, perra
Le suplique me dejara bañar para sacarme todo lo sucio de mi cuerpo
AMA: no te bañaras hasta que se me de la gana. Estas como debe estar una perra. Con mierda, orinada, con semen, sangre, flujo y hasta con vino. Estas hecha una perfecta perra.
Entre en una jaula muy estrecha para mi, tenia un piso de madera común, y barrotes todo alrededor con la puerta también de barrotes. Entre como pude parada como una perra, con mi cabeza tocando arriba y mi cuerpo casi en todos los barrotes. Tenia que poner cuidado al moverme porque realmente no tenía lugar.
AMA: ves, este seria el lugar perfecto para vos, una sucia perra.
Volvieron a golpear en la puerta y mi Ama abrió, entrando un muchacho muy joven, calculo 23 o 25 años, todo desnudo, y su pene sujeto a sus testículos, para impedirle tener erecciones. Era alto, robusto de piel cobriza, ojos negros y el pelo hasta sus hombros, suelto desprolijo. Nos miramos sin intercambiar palabras. Mi Ama que seguía con sus guantes descartables lo llamo y le saco la atadura de sus genitales. Después me entere que era muy dolorosa y que lo obligaba a no tener erecciones. Luego lo mando a correr mi jauja a un costado de la cama y subir a la cama. Una vez hecho le ordeno subir a la cama, cosa que hizo poniéndose como un perrito. Luego ella se desnudo por completo y se tiro en la cama boca arriba. Ambas podíamos mirarnos. Le ordeno
AMA: sin tocar ni besar mi rostro hazme gozar.
Yo quede estupida, no podía creer lo que veía iba a hacer el amor con su nuevo esclavo delante mío. Eso me produjo excitación. vi. que el esclavo se lanzo contra sus tetas apretándolas con sus manos y chupando y mordiendo sus pezones. Luego lengüeteo su ombligo. Yo estaba a full, sentía que me mojaba y mis pezones duros y puntiagudos.
El siguió bajando hasta la concha de mi Ama y me tire mi primer orgasmo. Abrió sus labios vaginales y paso su lengua por toda la raja entre los suspiros de mi Ama y los orgasmos míos. Con su lengua buscaba el clítoris de ella, hasta que lo encontró y comenzó a morderlo con sus labios y chuparlo. Mi Ama entro en un estado de moverse en la cama, suspirar esperando el orgasmo.
Yo mis ojos fijos en ellos y mis manos tocándome por todos lados. Nunca pensé que ver una pareja coger iba podía calentar tanto al que mira. Esta noche era la primera vez en muchas cosas para mi: chupar pijas, coger por el culo, ver en vivo coger, estar así sucia metida en una jaula. No se, me sentía bien, feliz pero parecía una perra en celo. De pronto mi Ama tomo la cabeza del esclavo con su mano y la retuvo en su concha.
AMA: sigue así no pares, si me viene. Así, sigue, sigue, uhhhhh, siiiiiiiiiiiiiiiiiii,
Cuando quedo exhausta le ordeño pararse en el medio de la habitación. Yo había acabado casi con ella con un orgasmo terrible. Se levanto e hizo venir al esclavo hacia ella. Le tomo con una mano la pija y con la otra la golpeaba para bajarle la erección. Era terrible la mueca de dolor del esclavo.
Lo hizo arrodillar delante de mi, apenas separado de la jaula y comenzó a pajearlo con tanta fuerza (después me entere que era Ordeñar, como a las vaca)
El esclavo hacia mueca de dolor debido a la fuerza que empleaba su Ama en el ordeñar.
Hasta que al fin entro a escupir semen, encastrando mi cara y tetas.
Luego el Ama dijo que se iba a bañar y aproveche a hablar con el.
LETICIA: hola me llamo Leticia, pero acá mi nombre es salvaje.
EL: yo me llamo Joaquín, acá soy lobo y disculpa el semen que te tire, pero la única dirección que podía.
LETICIA: no te hagas problemas. Eres muy joven que edad tienes?
JOAQUIN: tengo 23 años y vos
LETICIA: yo 38 años, hace mucho eres esclavo?
JOAQUIN: hace más de 5 años. Vos cuanto, pareces una señora bien.
LETICIA: yo hace 6 meses y antes era una señora.
JOAQUIN: que te llevo a esto.
LETICIA: me divorcie y quería emociones fuertes. Cuanto hace que compro, porque veo que estas marcado como yo {V}
JOAQUIN: me compro hace unos días y encargo que me marcaran, dejando los hierros. Tengo una en mi tetilla izquierda y otra en el muslo derecho. Dolieron y quemaron una barbaridad.
LETICIA: yo estoy igual, en los mismos sitios. Fue angustiante y después sentir el olor de tu propia carne quemada. Bueno no hablemos mas ahí viene la Ama
AMA: bueno habéis presentado y charlado.?
Asentimos los dos con la cabeza
AMA: bien lobo acarrea la jaula y vamos a casa.
Lobo tomo la palanca y tirando fue trasla AMA, acarreando la jaula conmigo adentro. Parecía que llevaba una maleta para despachar.
Me metió en el baúl del coche y se dispuso a manejar con la Ama sentada atrás. Cuando llegamos a la casa me bajaron y me llevaron directo al sótano. Luego de dejarme en un rincón, se fueron apagando todas las luces. Quede en total penumbra y sentí miedo y un frío recorría mi cuerpo. Durante la noche pensé en todo lo sucedido y pese a mis dolores de culo y suciedad, me sentía bien y feliz. Cada ruidito que se producía en el sótano me provocaba un alerta. Así que solo dormite.
Alas 7 AM aproximadamente entraron los dos, me hicieron salir, estaba entumecida y me costo volver, digamos, a un estado normal. Llenaron los recipientes con mate cocido con pan adentro y así comí.
Me sacaron al patio y lobo llevaba la jaula ya vacía y sucia. Tomo la manguera de agua y a la orden del Ama limpio a manguerazos toda la jaula. Luego me toco a mí. Sentía ese chorro de agua helada que caía sobre mi cuerpo y a veces me hacia caer, pero con tal de lavarme de la suciedad que tenia soporte todo.
Una vez limpia y junto a lobo esperamos en posición de sumisión las ordenes de nuestra Ama, sin siquiera mirarnos.