NACISTE PARA MÍ
1ª PARTE
Hola, me llamo Mariela, hoy de 29 años, 1,65, rubia de ojos verdosos, flaca, con muy poco busto, pero firmes.
Mi vida hasta los 14 o 15 años fue, digamos, normal, colegio, deportes y los fines de semana al cine y a tomar algo con mi amiga del alma Nora.
Vivía con mis padres, única hija, así que imagínense con todos los caprichos.
Nora tenía mi edad, era hija de padres separados. Apenas nació el padre se fue de la casa y nunca más lo vio, pero por lo menos la reconoció. Ella alienta la esperanza de encontrarlo algún día.
Vivía con su madre, contadora publica de 30 años, (la tuvo a los 15 años).
Hasta mucho tiempo después yo como Nora no sabíamos que en realidad que su madre, Marcela, era madre soltera y que había sido un amor de verano.
Las dos eran un calco, rubias de ojos marrones de 1,67 o 1,68 aproximadamente y hermosa figura.
Yo iba constantemente a su casa, vivía a dos cuadras de mi casa, a la de Nora y ella a la mía. Muchas personas creían que éramos hermanas.
A los 16 años yo miraba a hurtadillas a Marcela, su mamá, y me parecía hermosa y muy segura de si misma. Con un carácter firme. Ella se ocupaba de su trabajo, la casa y la educación de su hija. Nunca le conocí un hombre ni que estuviera interesada en alguno.
Siempre me recibía muy bien y estaba contenta que fuera amiga de su hija.
En casa mi imaginación corría pensando en ella, aunque nunca me dio motivos para ello.
A los 20 años, yo seguía embelesada con Marcela, cada día me atraía más y sin darme razones para ello. Sentía que eso mío por ella era amor.
Un día estando con mi madre charlando me tiro una pregunta que me dejo fría.
MADRE: Mariela tienes algún noviecito escondido por ahí
MARIELA: no mamá, para nada, porque?
MADRE: por nada, como no mencionas a ningún chico, solo preguntaba.
A los pocos días supe el motivo de la pregunta. Ella hablo con papá y decidieron ir a un sicólogo y plantear la situación. Cuando me dijeron que iba a una consulta sicológica por tres sesiones, nada mas, al principio me negué, pero después por darle el gusto y dejarlos tranquilos fui.
En la primera sesión el tipo me planteo directamente el tema de preocupación de mis padres.
DOCTOR: dime, Mariela no?, cuéntame un poco tu vida social.
Le explique como era mi vida, como pude.
DOCTOR: sabes tus padres están preocupados, porque no hay ni siquiera un chico en tu horizonte.
Yo solo lo escuchaba, sin decir una sola palabra.
DOCTOR: creo que eres muy inteligente y que sabes lo que quieres para ti en la vida.
MARIELA: creo que si
DOCTOR: y que es lo que quieres.
MARIELA: UD dice saberlo dígalo y yo le digo si o no
DOCTOR: bien voy a ser directo contigo, porque eres muy inteligente y no mereces que ande con rodeos.
MARIELA: escucho doctor
DOCTOR: creo no equivocarme al decir que a vos te gustan las de tu mismo sexo. Que hace varios años lo vienes sintiendo, es así?
MARIELA: si doctor.
DOCTOR: y ahora estas enamorada secretamente no?
MARIELA: si doctor
DOCTOR: esto es entre nosotros dos, a tus padres les comentare solo tu tendencia lesbiana, tratando de apaciguarlos.
MARIELA: bien doctor
DOCTOR: estas enamorada de un mujer mayor que vos, de que edad? Te dio motivos para estarlo? O solo eres vos que siente eso.
MARIELA: nunca me dio motivos, pero es así. Solo yo estoy enredada en este amor. Tiene 35 años ya. Lo mas triste que es la madre de mi mejor amiga. Nunca le conocí un hombre cerca de ella.
DOCTOR: la hija, tu amiga sabe de esto?
MARIELA: yo nunca le dije nada, y si lo sabe es por alguna actitud mía, pero ya me tiene sin cuidado. Vivo un amor sin esperanzas.
DOCTOR: siempre hay esperanzas para todo, lo que pasa que solo tienes 20 años y eres chica para ella.
MARIELA: no me interesa la diferencia de edad, además dentro de un mes cumplo mi mayoría de edad 21 años.
DOCTOR: bien Mariela, hablare con tus padres y les diré tu tendencia sexual tratando de ayudarlos a entenderte y que traten de asumir lo eres. Diles que mañana los espero a las 16 horas.
MARIELA: yo también debo volver?
DOCTOR: no, para nada. Solo trata de enfocar hacia otra persona si ves que esta no esta a tu alcance. Te lo digo para no sufras, eres muy joven para hacerlo. Una ultima pregunta, la hija que tendencia tiene
MARIELA: ella es helero sexual, por eso mis padres vieron diferencias y sacaron conclusiones. Además tiene novio
Salí del consultorio pensando en el día de mañana, el disgusto que se iban a llevar mis padres, pero era mi vida y tenia que vivirla como a mi me gustara.
Les dije de la cita para el día siguiente y me fui a dormir. Al día siguiente fueron a la consulta y yo me quede sola en casa pensando en como tomarían esa decisión mía.
Me puse a mirar un rato de TV mientras los esperaba, me sentía nerviosa como culpable, pero era mi vida.
Entraron y mamá me saludo con un seco, buenas tardes, mientras mi padre no solo no me saludo sino que ni siquiera me miro. Para él era como si no había nadie. Se metió en su habitación y mi madre detrás. A los pocos minutos salio vestida de entrecasa, pero mi padre no apareció. Preparo la cena y solo comí yo, porque mi madre, pese a servirse no probo un bocado.
MARIELA: papá no cena.?
MAMA: mas tarde. Fuimos al sicólogo y nos explico todo. Que vos tenes asumido lo que eres y lo que quieres. Ahora dice que tenemos nosotros que asumir y dijo que si necesitamos terapia el puede contactarnos con uno. Te das cuenta a nuestra edad ir a sicólogo
Que te paso Mariela, un desengaño con algún chico
MARIELA: no pasa por eso, si ni siquiera Salí con uno. Pasa por mi forma de sentir nada.
MAMA: quien es esa mujer?
MARIELA: nadie mamá, no he tenido nada aun nada con nadie. Es que no pueden entender que soy distinta, que me gustan las mujeres y no los hombres. Tanto le cuesta a la gente entender que soy lesbiana, casi de nacimiento. A mi me preocupan Uds. dos, lo demás no me interesa. No quiero que sufran pero compréndanme a mi también.
MAMA: bueno esperemos, si tenemos que ir a sicólogo lo haremos. Tu padre esta ofuscado, porque sabes lo que te quiere. Deja pasar un tiempo y vemos. Yo te prometo ayudarte mi niña.
MARIELA: bueno mamá esperemos, pero en diez días cumplo lo 21 años. Ahora me voy a mi dormitorio así sale él para cenar.
Subí rápidamente la escalera y me metí en mi habitación. No quería que ellos sufrieran pero yo tampoco quería sufrir. Me acosté como todas las noches pensando en Marcela.
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