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Por fin lo consegui

en Grandes Relatos

POR FIN LO CONSEGUI

Yo no se si las fantasías se pueden contar con total sentimiento, o se necesita la realidad para poder hacerlo.

Mi historia comienza cuando por fin, mi mujer “acepta” las propuestas que le estaba haciendo desde muchísimo tiempo atrás.

Cuando hacíamos el amor y estábamos muy calientes, para que la calentura se acrecentara, yo comentaba al oído de mi mujer que entraba en la habitación un amigo por el cual yo se que mi mujer tiene debilidad, y que la empezaba a follar en mi presencia haciéndola disfrutar de lo lindo hasta que se corría como una loca.

Se que la gustaba porque nunca me dijo que me callara, como si hizo en otras ocasiones que introducía en el comentario la entrada en la habitación de cualquier otro individuo irreal.

Desde hace algún tiempo nos juntamos alternativamente en casa de alguna de las 4 parejas que somos amigos, para aprender inglés que precisamente nos enseña este amigo, Alberto, como siempre en estas reuniones surgen los comentarios picantes sobre cualquier situación que se produce en pareja, unas veces para dejar en buen lugar a la pareja y en otras ocasiones para mortificarla.

En una de estas reuniones, alguien comentó sobre lo habitual que se estaba haciendo en algunos programas de televisión, contar con toda naturalidad las aventuras y puestas de cuernos que se hacían entre matrimonios.

Uno de los amigos indicó, que si la pareja estaba de acuerdo, no debería tener mala prensa, tan solo no le parecía bien que se diera conocimiento al público y encima a nivel nacional.

Todos nos pusimos a comentar, que eso no era muy normal, aunque yo creo que en nuestro fuero interno, todos pensábamos, por lo menos todos los hombres aunque con el tiempo también se demostró que las mujeres, que no estaría mal tener alguna de estas aventuras.

Entonces para tensar un poco la cuerda yo comente, o sea que si alguno de nosotros propone a otro u otros hacer esto, pensáis que alguno lo aceptaría, mi mujer que sabía por donde iban los tiros dijo como de broma, no sería malo cambiar alguna vez de montura si todos están de acuerdo, mire la cara de Alberto para ver su reacción a este comentario y me pareció ver un brillo especial en sus ojos que denotaba su deseo de hacerlo con mi mujer.

El resto de amigos comentaban como con la boca pequeña, que menuda barbaridad poner los cuernos por pura diversión, que de ninguna manera, etc, etc.

Cuando volvimos a casa, mi mujer me dijo que la tarde había estado un poco calentita en los comentarios y que no creía que nadie aceptara acostarse con otra de las mujeres o de los hombres.

Yo la comente, todo es cuestión de intentarlo, tal vez nos llevaríamos más de una sorpresa, tu estarías dispuesta si yo le propongo a alguien que se acueste contigo delante de mí o incluso con su mujer, tu estás loco de remate me dijo, pero tampoco la vi demasiado contraria a esta idea.

Cuando nos acostamos y como estábamos calientes después de cómo había estado el día, mientras la metía mi polla desde atrás magreando las tetas, volví a mi mensaje, que te parecería si ahora mismo entrara Alberto por la puerta, con la polla a reventar para que le pudieras hacer una buena mamada mientras yo te la clavo por el culo, mi mujer se puso a tope ya que estaba a punto de correrse y no pudo reprimir soltar por su boca lo que yo sabía desde hacía tiempo estaba deseando.

Si, me gustaría que estuviera aquí, le iba a comer la polla como nadie en su vida y me lo iba a follar hasta dejarle seco, entonces intensifique mi bombeo y tuvo un orgasmo como no recordaba en mucho tiempo.

Cuando nos relajamos un poco, antes de que se enfriara del todo, la dije, lo que has dicho antes era en serio, se quedo callada un momento y luego me dijo, tu crees que si se lo propones lo aceptara, eso déjalo de mi cuenta la dije.

No me costo mucho trabajo convencer a Alberto ni se mostró muy sorprendido del deseo de mi mujer para acostarse con él, solo nos tuvimos que poner de acuerdo como y cuando hacerlo.

La mujer de Alberto, tienen 3 hijas ya emancipadas, se tuvo que ir durante una semana a casa de una de ellas a cuidar de su nieto por cuestiones de trabajo, entonces Alberto me llamó y me dijo, oye sigue en pie lo que hablamos de tu mujer o solo era un calentón, por supuesto que sí, le dije, no lo dudes ni un momento porque ?, me explicó lo del viaje de su mujer y quedamos para la cita.

Algunas de las veces que follo con mi mujer, nos gusta jugar como me imagino que hacen casi toda las parejas, el día que había quedado con Alberto convencí a mi mujer para acostarnos un poco antes de lo habitual para divertirnos un poco, previamente había llamado a Alberto y le había entregado una llave de la casa para que entrara por sorpresa sin necesidad de abrirle.

Ate a mi mujer a la cama y le tape los ojos con un pañuelo, la tenía a mi merced con todo su cuerpo desnudo expuesto a mis deseos, empecé tocando y lamiendo sus pezones para que fuera subiendo su calentura, comenzó a pedirme que siguiera y no parara, mis mordiscos en los pezones la ponen a cien y enseguida empezó a mojarse su coño, si algo me gusta hacer con mi mujer es comerla el coño cuando empieza a mojarse y sus jugos son manjares exquisitos para mí, mi lengua subía y bajaba a lo largo de su raja y chupaba todo lo que de ella salía, cuando estaba caliente como una perra en celo, me pidió que por favor la metiera la polla en el coño, que ya no podía aguantar más sin mi rabo dentro, yo la decía que esperara un poco que se tenía que calentar más, por favor métemela so cabrón que no puedo más, poco podía pensar que su palabra en pocos momentos seria de lo más cierto, Alberto que había entrado con la llave que le había dado, llevaba rato junto a mí y tenía la polla a cien a la espera de ser solicitada, me aparte un momento y le indique que ocupara mi lugar, apoyo el capullo de su polla en la entrada mojada del coño de mi mujer y esta al sentirlo empezó a pedirlo dentro, por favor cariño métemela, métemela entera y rómpeme el coño, al empezar a meterla ella dijo, oh cariño que gorda la tienes hoy, parece que te ha crecido, como me gusta que me folles, vamos métemela, métemela y no pares quiero que me des toda tu leche cariño, toda tu leche, Alberto empezó a bombear cada vez con más ritmo y fuerza sobre el coño de mi mujer y esta cada vez estaba más y más cachonda empezando a hacer comentarios guarros, follame, follame cabrón que luego dices que quieres que me follén los demás y te corres de gusto, veremos si alguna vez follamos con otros y eres capaz de soportar que otros me la metan, cada vez estaba más caliente y empezó a pedir más y más polla porque estaba a punto de correrse, me comería tu polla ahora mismo si no la tuviera en el coño so cabrón, no podía haber pedido algo más fácil en estos momentos, me acerque por un lado de la cama y según estaba hablando la metí mi polla en la boca y solo al principio la sorprendió, inmediatamente comenzó una mamada de las suyas que me subían al séptimo cielo, Alberto empezó a romperla con su bombeo y yo la metí la polla hasta la garganta en el momento que empezaba a correrme, Alberto empezó también a soltar leche a borbotones por su polla y cuando empezaba a correrse mi mujer la quite la venda para que viera quien la estaba follando el coño, soltó un grito ¡ ALBERTO! e inmediatamente tuvo el orgasmo más impresionante que había tenido en su vida, no podía dejar de gritar y llamarme cabrón, cabrón, cuanto me gusta lo que has hecho y como te ha gustado que te ponga los cuernos, pero no te preocupes que esto no va a terminar aquí. 

Durante toda la semana que la mujer de Alberto estuvo fuera, nos dedicamos a pasarlo bien durante varios días haciendo todo tipo de variantes, mi mujer cada vez estaba más a gusto con Alberto y me empezaba a humillar como a un autentico cornudo.

Me obligaba a dormir a los pies de la cama, mientras ellos follaban como locos y cada vez participaba menos en sus actividades, en una de sus folladas después de haberse corrido Alberto en su coño, me obligó a que se la chupara para limpiarla y luego chupara la leche que salía de su coño y que él le había echado, de lo que no se daba cuenta era de que yo disfrutaba con el sabor de la leche que no era mía y de la polla que había lamido hacia unos momentos.

Esta aventura fue el comienzo de otras que algún día contare.

En la imaginación de quien lo lee, esto que he contado pensáis que realmente ha sido real