miprimita.com

La mejor enseñanza

en Zoofilia

LA MEJOR ENSEÑANZA

 

Leer cada día, relatos de las experiencias tenidas con animales en materia sexual, te da la verdadera dimensión de cuanta imaginación tenemos los seres humanos y de cuanto vicio es capaz de generar.

La historia que voy a contar, es algo más que una relación, es el control y la enseñanza para el disfrute en plenitud del propio cuerpo.

Cuando se leen los relatos donde una mujer o un hombre, tienen relaciones sexuales con animales, da la sensación de que es muy fácil controlar, manejar y utilizar a cualquier tipo de animal para que te de placer, creo que la realidad no es tan sencilla.

Cuando decidí que iba a tener relaciones sexuales con un perro, tenía muy claro que debería controlar al cien por cien la actitud y el deseo del perro que iba a ser mi fuente de placer.

Me compre un cachorro de Rottweiler al que puse por nombre Fuck y hasta que empezó a tener el tamaño y la madurez necesaria para poder coger con una “perra”, mi única misión fue la enseñanza.

Le enseñe a obedecer todo tipo de indicaciones reconociendo solo mi voz, ahora Fuck, no Fuck, fuera Fuck, atrás Fuck, para Fuck, empuja Fuck, quieto Fuck, chupa Fuck, para mi relación con el, esto supuso la tranquilidad necesaria de hacer lo que me gustaba, como me gustaba, cuando quería y hasta donde quería.

Desde el principio le deje dormir en mi habitación, pero en su sitio, le enseñe cuando podía subir a la cama y actuar cuando así se lo indicaba.

Con este control conseguí la relación más satisfactoria que he podido tener con mi perro, sin ningún tipo de sorpresa estando solo o acompañado.

En Agosto del año pasado comenzaron mis folladas con Fuck, para ponerle a tono al principio, le llevaba a un parque cerca de casa, donde la gente lleva los perros a pasear, como los tenemos que llevar atados, es común que algunos lleven a sus perras incluso cuando están con el celo, imaginaos lo que eso supone para los perros machos del resto de la gente, nos los tenemos que llevar con un calentón de tres pares de cojones.

Una vez en casa, y viendo como venía Fuck de caliente, me desnude del todo inmediatamente, untándome en el culo una crema comestible con la que había enviciado a Fuck como parte de su adiestramiento.

Me puse a cuatro patas y a continuación a la orden de Fuck chupa, este comenzó una sesión de lengüetazos en mi culo que me pusieron a mil, cuando ya había terminado con toda la crema, le ordene que se subiera a mi espalda y bien enseñado esperó a que le diera la orden de ahora Fuck, para comenzar a clavarme su polla en el culo a un ritmo increíble.

Pese a que yo con otro tipo de instrumentos había conseguido tener el culo suficientemente abierto, al ser las primeras veces, no me quise arriesgar a que me pudiera hacer daño, cuando note en sus embestidas que el tope que chocaba en la entrada de mi culo era el nudo que me quería meter, le ordene quieto Fuck, con su rabo metido en el culo, empecé a sentir y  disfrutar la sensación de tener dentro de mi culo la tremenda polla de mi perro, recupere un poco el aliento preparándome de nuevo y le dije, ahora Fuck.

Con las ganar retenidas por mis ordenes anteriores, empezó unas embestidas a un ritmo difícil de soportar, que consiguieron meterme en toda su longitud y grosor, el enorme rabo y la bola que anteriormente había parado a voluntad, la sensación de la entrada en mi culo de todo lo que podía darme Fuck, es inenarrable, sentir todo tu culo colmado de algo duro, pero suave, palpitante, con el sometimiento que impone un animal de más de 70 Kg encima de ti y al final de la cabalgada, la explosión, leche y más leche caliente que te riega las entrañas, que golpea las paredes de tu recto, que parece una fuente inagotable de placer y dura hasta dejarte exhausto, esta sensación de plenitud no te gustaría que acabara nunca, lo querrías tener dentro de ti como algo indivisible, no compartir este placer nunca, no tener que sentir celos de que alguien sea capaz de disfrutar tanto como  tú lo haces, estuve un tiempo prudencial quieto, hasta que note como empezaba a bajar el tamaño del instrumento y de la bola y ordene, atrás Fuck, este obedeció inmediatamente produciéndose el desatasco de mi culo y empezando a chorrear por mis piernas, una gran cantidad de la leche que tenía en mi interior.

Para terminar de colmar mi placer, indique a Fuck que me chupara, limpiando con su enorme lengua todos los líquidos que salían de mis entrañas.

A continuación se dedico a limpiarse a lengüetazos su enorme rabo y sentarse a la espera de que le diera cualquier otra indicación.

Como es evidente, yo tenía la polla a tope y estaba caliente como lo que era “ una perra”, me puse de rodillas frente a mi perro y le di la orden de que comenzara a chupar mi polla, es inenarrable la sensación que experimentas con los lengüetazos que te da un perro, el tamaño de su lengua les permite abarcar en su totalidad tu polla, la recorren desde la punta del capullo hasta los huevos y te suben al séptimo cielo, el seguía chupando y chupando mientras no le diera la orden de parar y por Dios que no lo iba  a hacer en esos momentos, le sujetaba su cabeza a una distancia que no le permitía dejar de chupar ni un solo instante y yo seguía disfrutando cada vez con más problemas para poder controlar la corrida que estaba a punto de llegar.

Llegó el momento de no poder aguantar más y empecé a correrme como una bestia, la salida de mi leche asusto en su primera salpicadura a Fuck, pero inmediatamente cuando dirigí mi polla hacia su boca, este comenzó a chuparla y comérsela como un autentico manjar, cuando termine de correrme, mi fiel Fuck me limpio de una manera concienzuda todos los líquidos que habían salido de mi polla por la inmensa chupada que me había dado.

Mi relación con Funk es de lo más gratificante, un amante que no dice nunca que no, que no tiene problemas de satisfacer a su “perra” tantas veces como sea solicitado, es de las mejores relaciones que uno puede desear.

Mi vicio y mi satisfacción con los perros es tal, que cuando voy por la calle y veo alguno, siempre dirijo mi mirada hacia la funda donde esconde su rabo, para poder evaluar mentalmente cual es su tamaño y como sería una follada con el.

Esto siempre me lleva a ponerme caliente como una perra en celo y estoy deseando llegar a casa para que Fuck me baje la calentura como solo el sabe hacerlo.

Conseguí que Fuck disfrutara tanto conmigo, que ya no era necesario sacarle al parque para que inundara su deseo el olor a perra en celo, siempre que le solicitaba, estaba dispuesto, su conocimiento de mis necesidades, motivaba que cuando yo tenía ganas de el, lo percibiera incluso antes de hacer ningún movimiento o de darle alguna de las ordenes.

Se ponía recto, con la cabeza erguida indicando con su actitud, aquí estoy,  que vamos a hacer hoy, estoy dispuesto, pero pese a su deseo, no movía un músculo hasta que yo le daba la orden.

Este juego tenía una doble lectura, yo le controlaba con mis ordenes tajantes, pero percibía que pese a que me hacía caso, lo hacía con la certeza de que era así, porque el lo quería, lo hago porque yo quiero, eres tú quien más necesita de mí, eres tú quien está tan caliente que necesita de mí, y así era, estaba sometido a la voluntad de mi perro, a su entrega y fidelidad para poder saciar mis bajos instintos.

Un día que me quede en un parque a leer el periódico, apareció un tipo con un gran danés y se sentó en el mismo banco donde yo estaba, empezamos a hablar de los perros, al comentarle que yo tenía un Rottweiler, me decía que su perro pese a su tamaño era un perro muy dócil y obediente, aunque cuando se ponía en plan juguetón era imposible controlar su fuerza, le comente que mi perro al que había dedicado muchas horas de enseñanza, pese a que también tenía una gran fuerza, siempre obedecía cualquier orden que le diera, ya me gustaría eso para el mío, me dijo.

Viendo de cerca ese perrazo, pensaba como me lo podría pasar de bien con el, si lo tuviera en casa bien entrenado, tenia una funda impresionante, por lo tanto debería tener una polla en consonancia, cuando me marchaba, nos cambiamos los números de teléfono por si en alguna ocasión decidíamos coincidir con los perros en el parque.

Cuando llegue a casa, llevaba un calentón de la hostia, no había dejado de imaginarme como seria un día de sexo con el gran danés.

Fuck notó mi calentura en el momento que entré por la puerta y empezó a mover su pequeño apéndice de rabo cortado, sabiendo que íbamos a tener juerga, me miraba diciendo en su lenguaje de gestos.

Estoy preparado, Cuando empezamos ¿?

Me desnude inmediatamente, dejando que me chupara la polla un poco ya que venía empalmado y con las primeras gotas de semen en su punta.

Después comencé a tocar la funda de mi perro para que se fuera poniendo a tono, no tardó mucho en aparecer la punta del rabo con el que tanto disfrutaba, Fuck se dejaba hacer sin tomar ninguna iniciativa por su cuenta, como estaba más caliente que una plancha, me puse enfrente de Fuck y agachando mi cabeza, le indique ¡!arriba Fuck,

Este, salvo la parte delantera de mi cuerpo, puso sus patas encima de mí espalda, hasta que mi boca estaba a la altura de su rabo, empecé a chupar la punta con mi lengua donde ya empezaban a caer las primeras gotas del elixir de sus huevos, poco a poco abriendo mi boca más, metía la polla más dentro empezando a mamársela, cuando el intentaba comenzar en su calentura el mete saca, le paraba con un quieto Fuck, así podía disfrutar y controlar la mamada con el máximo de placer, y que placer, tiene una polla deliciosa, lubricada en todo momento ayudada por mis chupadas y de un grosor considerable, me la metía hasta el límite sin poder llegar más allá del comienzo del nudo, todo era cuestión de seguir practicando.

Cuando los jadeos de mi perro empezaban a indicarme el momento de excitación en que se encontraba, acelere mi ritmo en la chupada y conseguí que se corriera en mi boca, imposible tragar o contener la catarata de semen que Fuck me echaba, tragaba al máximo y el resto salía por la comisura de mi boca cayendo al suelo, su corrida era un palpitar continuo bombeando leche hasta que se descargaba del todo, no se movía hasta que yo se lo decía e inmediatamente se separaba de mí.

Como el que se había corrido había sido el, yo seguía con mi calentura casi intacta y con ganas de polla en el culo, una vez que había vuelto a enfundar su polla, estaba de nuevo dispuesto a mi solicitud.

Me unte un poco del alimento favorito de mi perro y con los lengüetazos que me propinó para comérselo, me puso el ojete lubricado y preparado para lo que venia después.

Me puse a cuatro patas delante de el y sin espera le dije arriba Fuck, acomode la altura de mi cuerpo y del agujero de mi culo a la de su rabo y le anime a follarme, vamos Fuck, en un par de intentos ya había metido su punta en el entrada de mi culo y al contacto caliente con este, comenzó una follada eléctrica, bestial, deliciosa, me la clavaba más y más, llenando todo mi agujero y empezando a notar como su nudo a base de empujones intentaba entrar hasta el final, abrí todo lo que pude las piernas para no ofrecer ninguna resistencia y entró, como dicen en el tenis, entró, la bola entró, vamos que entró, me la clavo entera quedando pegado a el con todo el recto lleno de su palpitante carne, que comenzaba a soltar una nueva corrida de impresión, notaba el líquido regar mis intestinos a oleadas y me corría de gusto, el abrazo de sus patas se hacia más y más cerrado, diciéndome a su manera, no te voy a soltar hasta dejarte toda mi leche dentro, no vas a perder ni una gota.

Me quede abotonado a el, controlando con mis ordenes, que no tirara de su cuerpo para sacarme el nudo hasta que se le bajara del todo, cuando esto sucedió note el vaciado de mi culo y la chupada oportuna que me lo dejaba limpio de sus propios líquidos, dedicándose momentos después a limpiarse a si mismo.

A continuación me hice junto con los lengüetazos de mi perro, una paja que me bajo después de la corrida el tremendo empalme que tenía con lo que me había hecho disfrutar mi macho Fuck.