miprimita.com

Mi biberón para ti.

en MicroRelatos

MI BIBERÓN PARA TI.

 

 

Estás en la cama, cansada de dar vueltas sin poder dormir. La excitación sexual que has tenido desde por la tarde no se apaga. Te levantas, enciendes la luz de la habitación y coges el ordenador: quieres buscar algún relato erótico que haga estallar de una vez ese calentón que te consume. Y por casualidad das con mi breve relato, atraída por el título. Comienzas a leerlo:

 “ Estoy en casa, calmando mi continua fogosidad sexual con una masturbación. Es de noche y ni siquiera me he molestado en bajar la persiana: me excita la posibilidad de que cualquiera de mis tres vecinas chinas que viven en el piso de enfrente me pueda ver, como ya ha sucedido en alguna ocasión. Estoy completamente desnudo y empiezo a acariciar mi polla. Todavía está blanda y floja pero con los roces de la mano va ya ganando en dureza. La voy deslizando suavemente, con lentitud entre mi mano hasta dejar el glande fuera del prepucio. Tras algunos vaivenes más alcanza su plena erección y los 20 cm están impacientes por disparar espesos chorros de semen.

 Comienzo a acelerar mis movimientos mientras observo que en el piso de enfrente se ha encendido una luz: una de mis vecinas asiáticas acaba de entrar en su habitación y se dirige a la ventana para cerrarla. Pero se detiene al verme y se queda quieta mirando hacia mi ventana y contemplando lo que estoy haciendo. Sabe que la he descubierto, pero continua ahí sin inmutarse.

Mi polla resbala ya a un ritmo frenético por mi mano y siento cómo mis testículos están ya a punto de reventar. La china se acaba de meter la mano entre su ropa y se está tocando su sexo. A punto de correrme enciendo la luz para que pueda verme aún mejor.

Mi mano sacude una, dos, tres veces más mi verga hasta que ya no resisto más: varios chorros de leche calentita salen despedidos por la punta de mi enrojecida y dolorida polla salpicando por todas partes,

Mi vecina sigue a lo suyo, tocándose el coño, magreándose las tetas. Pero lo siento, querida china, esta vez mi biberón no es sólo para ti: es para esa lectora que acaba de leer mi relato”.