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Encuentros espaciales I

en No Consentido

-Eh ¿Has visto las noticias?

-¿Noticias? No, ¿Paso algo?

-Ayer dijeron que había caído un platillo volante por aquí cerca, que tuviésemos cuidado, no se sabe que había en el interior de esa cosa.

-Oh por Dios ¿Enserio te crees esas cosas? Anda, déjate de chorradas, ya acabé mis horas por hoy, nos vemos mañana a las ocho, adiós.

-Adiós y ten cuidado anda.

-Si, si, lo tendré- Decía Bárbara mientras sale de la oficina de trabajo.

  

Bárbara es una mujer de unos veinticinco años,  de complexión delgada, no es muy alta, metro sesenta aproximadamente, pechos firmes, no muy grandes, con los pezones rosados y pequeños, su piel es pálida, casi blanca, vientre plano, caderas anchas, su coño esta desprovisto de pelo alguno, rosadito,  con los labios menores planos, casi sin abultar, la verdad es que parece una colegiala si no sabes su edad, posiblemente una niña incluso, su cabello es castaño oscuro casi negro y sus ojos verdes y grandes, sus labios carnosos, ese día, lleva un conjunto de ropa interior rosa claro de encaje, sujetador y un culotte, por encima una camisa blanca, ajustada, con un escote que deja ver a la perfección su canalillo, que aun que no sea muy grande, llama la atención, una falda negra adaptada completamente a su cuerpo no dejando nada a la imaginación, hasta las rodillas, unos tacones negros y una chaqueta negra, sus pasos son lentos, tranquilos, camina hacia casa, era bastante tarde, ya no había nadie por la calle, no era algo raro la verdad, estaba acostumbrada a volver a casa completamente sola, rara era la vez que veía a un alma humana por la calle, pero esta vez no era humano lo que encontró.

Al girar la calle para pasar por la calleja que atajaba hasta su casa, pudo ver la figura de un extraño ser, a su mente llegaron las palabras de su compañera de trabajo, ¿Qué demonios era aquello? Una extraña criatura de casi dos metros estaba ante ella, forma casi humana, tenia dos brazos y dos piernas, la cabeza, su piel era plateada, a ambos lados de su torso, había dos bultos, como si fuesen dos bolsillos o algo así, en su rostro, dos grandes ojos que la ocupaban casi por completo, negros con un iris alargado de color rojo, su boca, no era mas que una raja en el rostro que le llegaba de lado a lado de la cara, asomando de vez en cuando una lengua parecida a la de las serpientes, la mujer dio un paso hacia atrás bastante asustada ¿Acaso se había caído al suelo y estaba soñando o algo así?

La criatura no dudo en atraparla, estiro uno de sus brazos como si fuese de goma y la enrosco de la cadera tirando de ella hasta juntar sus cuerpos, debido a lo pequeña que era ella, su rostro quedaba casi a la altura de donde debería estar su polla, pero allí no había nada.

Sus alargados dedos tiraron de la apretada blusa haciendo saltar botón a botón hasta no quedar ni uno, quitándole la camisa después, el brazo que la sostenía se alargaba mas llegando la otra mano a tapar su boca para evitar que gimiese, la otra mano siguió a lo suyo arrancando ahora el sujetador, sus dos pechitos saltaron botando ligeramente, la chica estaba asustada, muy asustada pero no podía hacer nada ante aquella bestia, la mano fue bajando hasta la falda, la cual se rasga de arriba abajo cayendo al suelo cual trapo, el culotte corrió la misma suerte.

Bárbara se encontraba completamente desnuda ante este, ese ser parece de goma, su brazo se estira mas, sosteniéndola, la hace quedar casi tumbada agarrando sus piernas y separándolas casi por completo, de esos dos bultos que parecían bolsillos salen otros dos brazos, los ojos de Bárbara se abren mas y mas sin poder creerse cuanto ve. De la cadera del, donde debería estar, sale un miembro de tamaño considerable, ronda los veinticinco centímetros de largo y bastante gorda, Bárbara se resiste intentando apretar sus piernas en vano, uno de los brazos que habían salido después del cuerpo de este, comienza a jugar con sus pechos apretándolos, manoseándolos y pellizcando sus pezones sin control alguno, sin importarle si le duele o no, disfrutando únicamente el mismo con lo que ve, la otra mano recorre su como de arriba abajo acariciando el clítoris y dándole algún que otro pellizco que hacían que la chica gritase en vano, pues a pesar de hacer el gesto, de sus labios no sale sonido alguno por la mano de este. Baja descendiéndose entre sus labios vaginales llegando a su entrada, introduce un dedo, parece que la explora, el dedo crece como si quisiese descubrir su profundidad y una vez ha llegado al fondo se expande de golpe, la chica arquea la espalda con una mezcla de dolor y placer, el dedo se expande hasta que no puede mas, comienza a moverlo sacando y entrando en ella sin perder tamaño, la mano restante comienza a masturbar el gran miembro rápidamente, se inclina hacia adelante la viscosa lengua comienza a lamer el clítoris de la muchacha mientras el dedo entra y sale con fuerza de su coño y sus pezones son maltratados por los dedos, el placer y el dolor recorre a la chica de arriba abajo, las lagrimas han comenzado a salir de sus ojos, rápidamente, no puede creerse lo que le esta pasando, esta siendo violada por un monstruo.

El monstruo saca el dedo de ella, este esta pegajoso y húmedo de una mezcla de sangre y flujos, el monstruo lo lame mientras este vuelve a la normalidad, la mano estirada se mueve hasta dejarla a cuatro patas en el aire, colgando atada sus piernas separas aun completamente dejan un orificio en su coño bastante dilatado, chorreante, los dedos se estiran mas y rodean sus pechos apretando estos desde la base, como si intentase estrujarlos, el cuerpo de Bárbara apenas responde a nada, esta cansada, dolorida y muy asustada, tiene miedo y no sabe como huir, disfruta de su momento de tranquilidad, el monstruo parece haberla dejado tranquila, pero de repente siente como la desgarran, el enorme miembro venoso de la criatura, entra en su coño rompiéndoselo por completo, es mas gordo que el dedo, no mucho, pero lo suficiente como para que su apretado coño comience a sangrar  desgarrado, esta vez, el grito es tan fuerte que ni si quiera la mano puede evitar que se escuche levemente, el ser no lo piensa dos veces, comienza a penetrarla con fiereza pudiendo meter apenas poco mas de la mitad de su miembro en el interior de ella, el cuerpo de Bárbara se había acostumbrado al dolor, tanto que apenas lo siente ya, es como si fuese algo mas de ella, pero por el contrario y contra la voluntad de su mente, su cuerpo comienza a sentir un leve placer, sus pechos se mueven de adelante a atrás aun sostenidos por los dedos que se aferraban a ellos cual tentáculos, llevo una de las manos hacia estos comenzando a apretar sus pechos y acariciarlos nuevamente, vuelve a hacer que un dedo de una de las manos libres crezca enormemente, agarra su cadera y separa sus nalgas, introduce el dedo en su ano sin piedad alguna, el dolor aumenta y gana al placer, el cuerpo de Bárbara se retuerce de dolor sintiendo como destroza su ano, tanto su enorme polla como su dedo se mueven al unísono llenando el cuerpo de esta por completo, el dedo estirado que rodeaba su boca se aparto, Bárbara hizo el intento de gritar aprovechando eso pero según abrió su boca, otro dedo se introdujo en esta llegando hasta su garganta, grande, como el que taladraba su ano en esos momentos, el dedo entraba y salía de su boca haciendo que la chica, a parte de dolor, tuviese arcadas por la profundidad a la que entraba este, su cuerpo estaba rígido por completo, incapaz de moverse por culpa de los dedos que la ataban, el dolor llegaba a ser insoportable, pero nuevamente, su cuerpo se acostumbro a este en un intento de protegerse y no sufrir mas, el placer comenzó a aparecer, quizás si cedía ese monstruo la dejase antes, dejo de lado lo de intentar oponer resistencia alguna, relajo su cuerpo, el miembro del alienígena entraba con mas facilidad ahora en su humedecido coño al igual que el dedo entraba mejor en su ano el cual se dilataba mas y mas y permitía al dedo crecer mas en su interior.

Su lengua comenzó a moverse dentro de su boca, como si de un miembro se tratase, este hizo que el dedo se comportara como tal, lo saco de su boca y esta comenzó a lamerlo de abajo a arriba lentamente, el dedo había tomado forma de polla, incluso se podían distinguir unas venas marcadas, al igual que el de su ano, sentía como si se la follasen tres tíos a la par a la fuerza, comenzó a lamer la punta del dedo como si fuese un chupa chups, de vez en cuando se lo introducía en la boca hasta donde este llegaba, moviendo la cabeza, el monstruo movía su dedo a la par haciendo que se la chupase mas rápido aun, sus ojos están en blanco el placer la invade por completo, los dedos de los pies se encogen cuando su cuerpo no aguanta mas y estalla en un gran orgasmo, se deja guiar cual marioneta, no es capaz de moverse en absoluto su cuerpo no responde, el placer no cesa, el monstruo aumenta mas aun el ritmo al sentir como ella se ha corrido, gustándole sentir las paredes vaginales de la chica contraerse alrededor de su polla, no es capaz de seguir chupándole el dedo, el monstruo se lo introduce en la boca moviéndolo a su antojo mientras los que aprisionan sus pechos, comienzan a golpear sus pezones sin soltarlos aun, la viscosa lengua del alienígena comienza a salir de su boca alargándose casi un metro, llegando al coño de la chica, comienza a lamerle el clítoris haciendo que los ojos de esta volviesen a ponerse en blanco por el placer, a este tampoco le quedaba demasiado tiempo, su miembro había crecido levemente y en este se notaban marcadas las venas, sin embargo, no era el único en el que se notaban, sus dedos también parecían haber tomado la misma forma.

De repente, como en un estallido, de los tres apéndices comienza a salir un líquido viscoso y caliente, que la lleno por completo, su coño estaba lleno de ese extraño liquido al igual que su ano, rebosaba y salía resbalando entre sus piernas, al igual que en su boca, apenas pudo tragar un poco de aquello, tenia un sabor acido, este comenzó a caer por las comisuras de sus labios, saco ese dedo de su boca y el de su ano y dejo que liquido cayese en su cuerpo, cuando dejo de salir liquido, saco también su polla de su coño, estaba flácida, caía ya descargada por la gravedad, esta desapareció tal y como había aparecido, la mano que la sostenía se desenrollo hasta dejarla suelta, cayo contra el suelo inmóvil, sin fuerza alguna y cubierta de ese extraño pringue, se sentía extraña, demasiado, sus ojos se cierran y cae desmayada.

[Si queréis que haya segunda parte en un laboratorio científico, decirlo en los comentarios.]