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Lo que el calor de verano provoca

en Amor filial

Por fin habían llegado las vacaciones, pero el calor era insoportable, en el cuarto de Gio el aire acondicionado se había estropeado por lo que dormía con la ventana abierta, pero aquello no era suficiente, cerro la puerta, se quito la ropa quedando en boxer y se tumbo en la cama sin taparse lo mas mínimo, así si estaba a gusto, no tardo apenas en dormirse.

Su padre, no consiguiendo dormir, fue a comprobar si su hijo descansaba ya que si no lo hacia le propondría hacer algo, abrió la puerta lentamente para no hacer demasiado ruido ya que el resto de la casa descansaba y a pesar de tener veinte años de matrimonio estable, lo que vio le desconcertó bastante, ante él, estaba la figura de su bastardo, casi desnudo, su pelo moreno, algo largo, se enmarañaba sobre la almohada y algunos mechones en su frente, sus azulados ojos estaban cerrados, unos labios finos permanecían entreabiertos dejando escapar algún que otro suspiro, seguramente por algún sueño húmedo, pues tras bajar mas la mirada sobre su musculoso torso, pudo ver bajo el boxer, bien apretadito el enorme miembro de su hijo sobresalir por el filo de este, aquello hizo que sin ninguna explicación aparente, su propio miembro se endureciese bajo el pantalón del pijama, él, era un hombre de casi cincuenta años pero bien conservado, acostumbraba a ir al gimnasio por lo que a pesar de no tener músculos marcados, tampoco tenia la típica barriga cervecera, por capricho de su mujer, se teñía el pelo ya algo canoso, con un tinte castaño, sus ojos verdosos miraban en ese momento el miembro de su hijo recreándose sobre este, había metido su mano en su propio pantalón comenzando a masturbarse mientras entraba en el cuarto de su hijo cerrando la puerta tras de si, si algo sabia, era que su hijo tenia un sueño demasiado profundo, por mucho que lo intentase, no lo despertaría si no le gritaba al oído o algo de eso, coloco la silla junto a su cama y se bajo pantalones y calzoncillos, se sentó y agarro la mano de su hijo la cual coloco sobre su miembro dispuesto a masturbarse con ella, cual fue su reacción al ver que su hijo, aun dormido, comenzaba a mover la mano masturbandole, ¿Acaso soñaba que se pajeaba a si mismo? la mano del joven de diecinueve años comenzó a moverse lentamente con movimientos algo torpes, tal vez por la posición, recorrían el largo del miembro de su padre, su polla no era demasiado grande, pero era gorda y venosa con un glande rosado en la punta que pedía a gritos ser comida, Gio movía la mano de arriba a abajo, al llegar a la punta, presionaba levemente el glande con el pulgar haciendo que su padre emitiese algún que otro gemido que intentaba reprimir, se acerco al bóxer de el y se lo bajo con muchísimo cuidado, acariciándole el miembro, masturbandole con ganas, un gran miembro, algo fino, pero lo compensaba con su enorme tamaño, a medida que movía la mano la piel bajaba y subía dejando a la vista su apetitoso glande, sin aguantar mas, se inclino hacia adelante comenzando a introducirse el miembro de su hijo en la boca mientras este dejaba de masturbarle, la sensación era increíble, nunca antes había echo eso pero ahora entendía por que su mujer disfrutaba tanto con el sexo oral, sentir la polla caliente de su hijo entrar en su boca le hizo llegar a un pequeño orgasmo que salpico a su propia tripa manchándose la parte de arriba del pijama, se sacó el miembro de la boca y escupió sobre este comenzando a mover la mano mas rápido, miro a su hijo a la cara el cual le miraba con una mueca de horror, se había despertado.

-Hijo, esto no es lo que parece.

-P... Papá... Me... ¿Me estabas chupando la polla...?

-Yo, puedo explicarlo.

-No quiero que me expliques nada... Acaba lo que has empezado.

Ordeno Gio como si ahora fuese el quien mandaba, su padre sabia hacia ya tiempo que su hijo tenia tendencias gay, pero lo había visto siempre tan afeminado que lo creía pasivo en esos temas y no activo como estaría a punto de demostrar esa noche, volvió a lamerle el miembro a su hijo con ganas mientras este le ponía la mano en el pelo comenzando a tirar levemente de este y a marcarle un ritmo de movimientos, se lo introdujo hasta la garganta y se aparto al sentir como este emitía algún que otro sonido de arcada, se puso en pie y se quitó el boxer del todo.

-Papa, querías sexo de tu hijito y eso tendrás, ponte contra la cama.

-Hijo, conmigo no uses ese tono.

-Vas a acabar lo que has empezado si no quieres que se lo cuente a mama.

 

Con un suspiro y bastante excitado por como su hijo había tomado el mando, su padre hizo lo que le pidió sin esperarse en un principio lo que su hijo pretendía, una vez estuvo con el trasero en pompa, se dio cuenta del objetivo de su hijo y aunque intento apartarse y pararlo ya era tarde, Gio le había metido la polla hasta lo mas hondo sin lubricar si quiera, aquello hizo que gritara con algo de dolor sintiendo como su hijo le rompía el culo, aquello alerto a su madre, que se despertó en su cama y miro a todos lados buscando a su marido, salió del cuarto y se acercó al de su hijo del cual probenian los gritos que ahora se habian convertido en gemidos de placer de su marido, entreabrio la puerta levemente observando aquella excena, su marido sodomizado por su propio hijo el cual se encontraba diciendo alguna que otra guarrada entre insultos, aquello, lejos de espantar a la mujer, hizo que sus bragas se mojasen y la induciesen a comer a acariciar su coñito rasurado de pies ante la puerta, su padre se agarraba a las sabanas con fuerza mientras echaba hacia atrás la cabeza gimiendo de puro placer con las fuertes embestidas que le propinaba su hijo, el cual, tras un rato, se corrió sin control en el ano de su padre haciendo que el semen escurriese por sus piernas al sacar el miembro, Gio sonreía complacido y su padre no se podía creer lo que acababa de pasar pero no estaba para nada arrepentido, cuando estaban en silencio, un gemidito les alerto de que no estaban solos, al abrir la puerta, se encontraron a la mujer en el suelo, gimiendo de placer con los dedos metidos en su coño, aquello excito a los dos hombres. Gio agarro la cabeza de su madre del pelo haciendo que esta comenzase a comerle la polla profundamente.

-Venga, comesela como a papá, zorrita.

Gritaba Gio mientras su madre comenzaba a chupar como una zorra, su padre por el contrario, había agarrado la cadera de su mujer y había comenzado a embestirla con la polla dura de nuevo, el paso del contacto de la mano de Gio a la humedad caliente del coño de su esposa, hicieron que no tardara mucho en correrse, provocando también el placentero orgasmo de su mujer, Gio por el contrario seguía embistiendo la boca de su madre que presionaba los labios alrededor de su polla succionando esta como si fuese un helado, tirando levemente del pelo de su madre, descargo toda su leche dentro de su garganta haciéndola toser, como si fuese lo mas normal del mundo, comenzó a masturbarse mientras regresaba a su cuarto tras cerrar la puerta, durmiéndose tranquilamente, sus padres regresaron a la cama donde se quedaron dormidos al acto de puro cansancio. Como si hubiese sido un extraño sueño, ninguno de los tres dijo nada al respecto nunca mas, pero en la casa comenzó a haber mas confianza para estas cosas, la puerta no se cerraba en el baño y padre e hijo se habían echo alguna que otra pajas juntos.