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Convirtiéndome en sumisa a la fuerza

en Dominación

Un verano en el pueblo puede ser algo divertido, para mi, supuso un cambio radical en mi vida... Os contaré mi historia.

Me llamo Jeany y tengo 19 años, mido metro sesenta y siete y peso unos cincuenta y tres kilos, mi piel es blanca y lisa como la porcelana, mi cabello largo, ondulado, llega hasta la mitad de mi espalda, tengo buenas curvas, fui dotada de unos buenos pechos, ni muy grandes, ni muy pequeños, manejables y firmes con dos pequeñas aureolas sonrosadas, unas caderas anchas que dan paso a un trasero prieto, suelo ir a todos lados en bicicleta y me gusta cuidarme, por lo que, tengo un buen culo y en cuanto a mi coño, desprovisto de pelo alguno con un tono rosadito. Soy guapa, no es por ser creída, simplemente así lo dice la gente, tengo unos grandes ojos azules, una naricilla de muñeca y unos labios carnosos que suelo llevar pintados de rojo... Creo que no hay mucho mas que describir sobre de mi.

Desde siempre, he vivido en la ciudad, en el instituto estaba en el grupo de las populares, tenia a mis pies a todos los chicos que quisiera, pero, ninguno me interesaba, no, no soy lesbiana, me gustan los hombres, pero... Siempre los he preferido mayores, aunque con ninguno llegue mas allá de besos, siempre he tenido esa mentalidad de princesa y queria que quien lo hiciera conmigo, fuera mi principe azul, que ilusa, con diecisiete años mi ''flor'' se la llevo un violador cuando salia de una discoteca, pero, eso no es lo que os vengo a contar, pues, pese a ya no ser virgen, aquella vez esta olvidada, no quiero recordarla y es como si no existiera, mi historia comienza el verano que me mude al pueblo de mi abuela.

Había terminado el instituto y a falta de amigos para pasar el verano, ya que todos se iban a sus pueblos o de viaje, decidí hacer lo mismo, llame a mis abuelos y les comente de ir a pasar el verano con ellos, tenia ganas de reunirme con los amigos que hice cuando aun era una cría, pese al tiempo que hacia que no les veía, aun manteníamos el contacto por lo que, no seria algo extraño aparecer sin mas por ahí. Tras cuatro horas de viaje en coche y un cuarto de hora cargando la maleta hasta la vieja casa familiar, llegue a aquella rustica casita donde me esperaban, salude a mis abuelos y pase de deshacer la maleta, ya tendría tiempo a la vuelta, queria ver a mis amigos, cogí la bicicleta y vestida con un vestido suelto, de palabra de honor, que realzaba mis pechos y se subía ligeramente por los tumbos de la bicicleta dejando ver mi prieto trasero solo tapado con esas braguitas rosas que se ajustaban y dejaban poco a la imaginación, llegue a donde todos habíamos quedado, allí estaban, el grupo se componía de Mary, una pelirroja y bajita chica, algo pueblerina, vestida con peto vaquero, corto, que apenas cubría por sus muslos y se ajustaba a su culo haciendo que pareciera espectacular y una camisetita corta, de esas que están de moda que tan solo llegan a la mitad del torso, pegada a sus grandes pechos, me sentía algo celosa, eran mas grandes que los míos, pero no me importaba, despues de todo era mi amiga, su hermano, Harry, tambien pelirrojo, alto y delgado, estaba algo escuchimizado, pero sin embargo, sus preciosos ojos verdes dejaban sin habla a cualquier chica, tambien estaba Lucas, se podria decir que ese muchacho había sido mi primer amor de verano, alto, fuerte, trabajaba en el campo con su padre, estaba moreno de piel, su pelo corto con una leve cresta en el flequillo, rasgos varoniles, un mentón fuerte, ojos pequeños y labios finos, realmente era un sex symbol para las chicas del pueblo, y admito que para mi, verle hizo que mojase las bragas casi al instante.

Pasamos el primer día de verano juntos, poniéndonos al día con todo lo que había sucedido en lo años que no había ido a visitarles, el resto del mes fue básicamente igual, solo se, que al igual que de niña, me volví a enamorar perdidamente de Lucas, intentaba no separarme de él lo mas mínimo y para mi desgracia, sin darme cuenta, poco a poco me estaba convirtiendo en su sumisa, no había nada que no pidiera, que yo no hiciera sin pensarlo dos veces. Una noche, había una pequeña fiesta en el pueblo, algo de que era no se que día, el caso es que nadie trabajaba durante el día, todo era música y bailes, y por la noche, los jóvenes nos habíamos adentrado en el bosque, en un claro, había una gran hoguera, había música que salia de los altavoces de un coche, alcohol a montones y cada cual iba a su bola, menos nosotros, estábamos juntos, Mary, Harry, Lucas y yo, bueno, mas bien Mary, Lucas y yo Harry desapareció entre los arboles con una de las chicas de la fiesta, tras un par de horas de estar ahí y alcohol, mucho alcohol, apenas razonábamos.

-Eh, Jeany, Mary, ¿Os apetece jugar a algo?- dijo pícaro Lucas mientras se acercaba y se sentaba frente a nosotras, Mary y yo permanecíamos juntas.

-¿Jugar a que?- dijo Mary mientras se reía ella sabe de que.

-Algo sexual, seria excitante veros tocándoos la una a la otra-dijo sin miramientos, estaba claro que el alcohol le afectaba y poco le importaba lo que dijese, Lucas estaba caliente y queria vernos a las chicas liándonos, de haber estado sobrio, seguramente se hubiese callado o hubiese pensado mejor sus palabras.

-¿Ella y yo?- pregunte algo incrédula mientras soltaba una carcajada -enserio nos ves capaces de es...- no pude terminar la frase, tenia a Mary sobando mis pechos sin miramientos.

Ese verano, descubrí la bisexualidad de mi amiga y que, tanto ella como yo, con varias copas de mas, perdemos el control sobre nuestros actos y no nos importa ni quien mira, ni lo que hacemos. Su mano presionaba uno de mis pechos mientras había comenzado a besar mi cuello, en un intento de provocarme y vaya si lo hacia, mire a mi alrededor, pero nadie se enteraba de nada, es mas, había tal descontrol allí, que en caso de haber sexo no seriamos los únicos, pronto comencé a seguir el juego de mi amiga, queria tocar sus pechos, queria desde que llegue, sobre todo para saber si eran reales, esa envidia, me carcomía levemente, lleve mi mano a su pecho y presione este, enseguida subiéndole la corta camisetita, parecía que su armario, se componía de estas, aunque cuando salia de casa llevaba una camisa cerrada para disimular ante sus padres. Enseguida le alce la camiseta, no llevaba sujetador y sus pezones estaban bien marcados, eran pechos reales, al menos sabia que no llevaba relleno, la camiseta quedo sobre sus pechos haciéndolos mas vistosos y dejándome llevar, pese a mi inexperiencia, me acerque comenzando a lamer sus pezones, tenia las aureolas oscuras, grandes, apetecibles, mi lengua recorría estos lentamente para acabar succionando suavemente uno de sus pezones, su mano, había bajado por mi espalda y subido mi vestido para meterse bajo mi tanguita, acariciando mi trasero, presionándolo, para enseguida llevar su mano a mi entrepierna-Ya que Lucas quiere ver esto... Mostremoselo...-dijo Mary mientras separaba mis piernas y subía mi vestido, era ajustado, negro, por lo que era fácil subirlo y que se quedase pegado a mi cuerpo, no tardo tampoco en bajarlo de arriba dejando mis pechos al aire tras librarse enseguida del sujetador -¿Te gusta lo que ves Luquitas?- pregunto picarona, separo mis piernas para dejar mi coñito al aire, aquello me excitaba bastante, que el chico del que estaba irremediablemente enamorada mirase aquello me ponía como una perra en celo. Pero él no se uniría, observaba la escena, como un voyeur mientras se presionaba la entrepierna sobre el pantalon, queriendo claramente masturbarse, Mary se inclino hacia adelante, apartando su cabello rojo comenzó a lamer mi clítoris superficialmente, aquello hacia que Lucas pudiera observar mejor la escena y que ademas, yo me desesperara por necesitar sentir aquello mas fuerte, era la primera vez que alguien que no fuera yo me tocaba de tal forma y sin duda, debía haberlo probado antes, al menos de manera consentida. Comencé a acariciar la cabeza de Mary mientras mi mirada se fijaba en Lucas, relamiendome suavemente los labios mientras me imaginaba mil y una situaciones en las que él y yo, acabábamos follando como locos. Pronto se saco el miembro, comenzando a masturbarse, aquello era una delicia, un miembro gordo, de diecisiete centímetros, con el glande sonrosado y brillante, pidiendo atenciones, las venas bien marcadas, con pelos en su pubis, daban ganas de arrodillarse y comenzar a comérsela cual fiera, pero no, de momento, debía estar atenta a Mary, por lo que, deje de mirar a Lucas, craso error, este había comenzado a grabar con disimulo, con el teléfono móvil lo que mi amiga y yo hacíamos. Mary pronto se había arrodillado ante mi, poniéndome de lado sobre el viejo tocón donde estábamos sentadas, me hizo levantar una pierna separando la otra, dejando bien a la vista mi coño mientras comenzaba a lamerlo, queria que Lucas lo viera, pero tambien ignoraba que estaba siendo grabada, se subió la falda mientras se ponía prácticamente a cuatro patas, bajándose las bragas para que Lucas viese su jugoso coño bien, yo no tarde demasiado en correrme, la lengua de Mary se movía demasiado bien en mi coño, y ahora era mi turno, tumbándola en el tocón mientras se acariciaba a si misma los pechos, me coloque entre sus piernas e intenta imitar los actos que había sentido yo en mi sexo, comenzando a lamer su coño de manera lenta, lamiendo su clítoris en círculos para despues bajar mi lengua a su entrada y comenzar a penetrarla con esta, sintiendo el sabor de sus fluidos, la excitación era enorme, ella tampoco tardo demasiado en correrse, pero para cuando me hube separado de ella y mirado a Lucas, este ya se había corrido y guardado su polla, tambien su móvil, y ahora se limpiaba la mano con un pañuelo que tiro a la hoguera, el resto de la noche, antes de regresar a casa, lo pasamos liándonos entre los tres, nuestras lenguas se fundían, los tres disfrutábamos de todos.

Varios días despues, Lucas me llamo a su casa, obediente fui sin pensarlo, íbamos a estar solos, por lo que, me arregle para él, pensé, que quizas, despues de lo sucedido en la fiesta, él quisiera tener algo mas... Intimo, me asegure de darme una buena ducha limpiando a conciencia todo mi cuerpo, me puse un tanga negro, que poco cubría y era fácil de quitar, o romper, poco me importaba, un vestido suelto, de color rojo, corto, apenas llegaba a la mitad de mis muslos, no me puse sujetador, por lo que, la parte de arriba del vestido, de palabra de honor, se ajustaba perfectamente a estos, marcando mis pezones, me puse una chaqueta, esos pezones eran solo para la vista de Lucas... Unos tacones y tras pintarme los labios de rojo pasión y los ojos sombreados de negro haciendo resaltar el azul de estos, salí hacia la casa de mi amigo, adoraba que por las mañanas el pueblo estuviera tan vacío, estaba segura de que si salia desnuda, nadie me vería, llegue enseguida a su casa, sus padres no estaban, pero él, no estaba tan solo como yo pensaba... Harry estaba con él, no entendía bien, aunque en un principio, supuse que iba a ser una quedada de amigos, me decepcione, aunque me extraño que Mary no estuviera allí, tras preguntar por ella, su hermano solo alego que estaba enferma. Estuvimos un rato tomando una cervezas mientras veíamos la televisión, pero los chicos no aguantaban mas, Harry comenzó a acariciar mi pierna, subiendo su mano hasta mi coño, intente apartarle.

-¿Que coño haces Harry?-pregunte algo confusa.

-Oh, venga, no te hagas la estrecha, se lo que le hiciste a mi hermana, quiero que me comas la polla igual que a ella le comiste el coño- dijo sin escrúpulos alguno, mientras Lucas se reía y sacaba su teléfono para conectarlo al televisor, las imagenes comenzaron a salir, aunque la cámara no era demasiado buena, se veía claramente quienes eramos y que hacíamos, no entendía nada -Ves, se nota que te gusto, ahora quiero probarlo, no es justo que mi hermanita se lleve todas las atenciones, Jeany.

-Jeany, si no haces caso, este vídeo llegara a todas las casas del pueblo... Y tengo tu facebook, puedo mostrárselo a tus amigos de la ciudad tambien - me chantajeo Lucas, yo no entendía nada, todo era extraño, y me dolía, me dolía enormemente el estar siendo chantajeada por él precisamente.

No pude ni si quiera preguntar, sabia que debía obedecer o mi vida se habría acabado, Harry se dio cuenta enseguida de mi sumisión y se deshizo de mi tanga, así como de mi vestido dejándome desnuda, con tan solo los tacones puestos, se recreo en mi cuerpo justo antes de comenzar a comerme los pechos, jadee, pero no de placer, me quejaba pero intentaba no llorar, a mi mente llegaron esos recuerdos que creía olvidados, pese a ser mis amigos, prácticamente me iban a violar, no estaba de acuerdo con lo que estaba a punto de suceder, mis piernas se abrieron de par en par por la fuerza que el pelirrojo ejercía en mi y su mano había comenzado a jugar en mi coño, queria calentarme, pero no le iba a ser fácil conseguirlo, ya que mi cabeza se negaba completamente a ello, con la otra mano, se había sacado la polla, jugaba con esta, fina, pero larga, rondaría los dieciocho centímetros, era mas larga que la de Lucas, se masturbaba mientras el otro solo miraba, por lo visto, de momento, iba a volver a hacer el papel de voyeur, por suerte, esta vez no había camaras, al menos no que yo supiera, para mi desgracia si que la había, bajo el televisor, en una cosa que yo había tomado por un adorno, había otra cámara, querían chantajearme bien, y Harry no expondría a su hermana a cualquier peligro, por lo que, no estaba dispuesto a dejar que Lucas difundiera un vídeo con ella, pero, con él, era diferente, si tenían otro vídeo podrían chantajearme mas aun, lo habían planeado todo desde que a Lucas se le ocurrió grabarnos en la fiesta. Me agarro la mano, haciendo que la llevase a su miembro, comencé a masturbarle, mientras el dejaba de mordisquear mis pechos y subía a mi cuello, tan solo intentaba ponerse a cien él, pues, en cuanto lo estuvo, le dio igual que yo no lo estuviera, sin saber bien como, me vi a cuatro patas, me queje, e intente librarme, pero no pude, aunque estuviera algo escuálido, era mas fuerte que yo, agarró uno de mis brazos y lo puso a mi espalda, tirando de este hacia arriba, hacia daño, no podía moverme demasiado a no ser que quisiera sentir dolor, pero lo hubiera preferido, sin avisar, tenia una polla penetrando en mis entrañas, solté un fuerte grito al sentir como profanaba mi coño, pero Lucas fue rapido y tapo mi boca, lo que menos necesitaba eran vecinos cotillas, por lo visto, estaba decidido a actuar, al menos así me tendría calladita, se saco la polla, pese a estar siendo prácticamente violada, no pude mas que mirar con asombro y admiración ese pene, y mis deseos de la otra noche, fueron cumplidos, tiro de mi pelo hacia atrás obligándome a abrir la boca y acerco su pene a mis labios -Chupa, puta, se que lo deseas- dijo dándome una orden, le mire con ojos llorosos pero acerque mi lengua a su pene lamiendo este de forma superficial, sabia salado, pero sabia que si no lo hacia tendría que atenerme a las consecuencias, poco a poco comencé a introducirmelo en la boca, hasta donde fui capaz, lo cierto es que de esos diecisiete centímetros apenas diez entraban en mi boca, por lo menos no me obligo a tragar mas, se dio cuenta de cual era el tope, y tirando de mi pelo, comenzó a mover la cadera follándome la boca cada vez con las fuerza, soltaba gruñidos y jadeos mientras aumentaba y reducía el ritmo solo atento a su placer. Mis pechos se balanceaban de adelante a atrás mientras al otro lado de mi cuerpo, sonaba el ruido de dos cuerpos chocando, Harry había aumentado el ritmo, entraba por completo en mi coño que se había acostumbrado a el y para mi desgracia, de vez en cuando me hacia soltar gemidos, mi cuerpo lo estaba disfrutando, por mas que mi mente lo negase.

 

Harry saco de mi interior su polla y se sentó el sofá, aun no había terminado, yo intentaba no pensar en nada mientras lamia la polla de Lucas de abajo a arriba intentando recuperar el aliento cuando el descansaba la cadera dejando que se la chupase a mi ritmo, pero me aparte de golpe cuando Harry tiro de mi cuerpo dispuesto a probar otra postura, estaba de lado, tumbado en el sofá sobre unos cojines que le mantenían algo alzado, me obligo a tumbarme sobre el pegando mi espalda a su pecho, no me esperaba lo que iba a hacer, pensaba que iba a volver a penetrarme el coño por lo que no le di mucha importancia, pero de repente un dolor insoportable recorrió mi cuerpo, estaba entrando en mi por el ano, me estaba desvirgando analmente, ni si quiera el violador lo hizo en su día, grite, de mis ojos salieron lagrimas, era horrible la sensación, encima, no se había molestado en lubricarme para que fuera mas ameno, pronto estuvo dentro de mi por completo, me había desgarrado y algunas gotas de sangre se escurrían por mis piernas, se quedo dentro de mi, no se movía, supongo que intentaba que me acostumbrase un poco a tenerle dentro mientras soltaba por la boca -Joder, que apretado esta esto, tienes que probarlo tío- Lucas no lo pensó demasiado, se coloco sobre nosotros e introdujo su pene en mi coño, era una sensación extraña, mis dos agujeros estaban siendo profanados a la par, mientras Harry se quedaba quieto, Lucas comenzó a mover la cadera, follándome con ganas y fuerzas, queria disfrutar al máximo de aquella situación, Harry besaba mi cuello por detrás mientras comenzaba tambien lentamente a mover la cadera de atrás a adelante, pero mas lento que Lucas, yo no podía evitarlo, por mas que intentara reusarme, acabe gimiendo de placer, mis pechos botaban descontrolados con cada embestida, todo estaba siendo surreal, pero placentero.

 

El primero en irse fue Harry, que tras varias embestidas en mi ano, se corrió en su interior, aquello me dolió, aun dolía cuando me embestía, pero su corrida escocia en las heridas que levemente me había provocado al penetrarme de una forma tan basta por el ano, entre mis piernas cayo un reguero de semen que mancho el sofá según Harry se aparto, pero aun quedaba Lucas, seguía penetrándome, cada vez con mas fuerza, no le importaba mi placer, solo el propio y correrse era su prioridad, Harry había acercado su polla a mi boca, ordenando que se la limpiase, obedecí sumisa aunque un poco de mala gana, había que tener en cuenta donde la había metido, pero por suerte, el baño había sido bueno y eficaz y no fue tan malo, recorrí su polla con mi lengua de abajo a arriba hasta que no quedo en este un solo rastro de semen, ya estaba algo flácido y caído, se notaba que no queria mas asaltos por el momento. Los gruñidos de Lucas crecían, estaba a punto de llegar, intente pararle, no queria ser madre tan joven, pese a que despues de todo, sabia que debía tomarme la pastilla si o si, prefería no arriesgarme mas aun -No... No te corr...mmmmgg...Corras dentro de mi...aaahm...!- decía entre gemidos mientras intentaba separarle, pero, mis palabras le dieron igual, con fuertes embestidas, acabe gimiendo a gritos cuando llegue al mayor orgasmo que había sentido en mi vida, el que llegase y mis paredes vaginales se empezasen a contraer sobre su miembro, hizo que Lucas tambien se corriese dentro de mi coño, dando unas ultimas embestidas acabo por separarse, acercando su miembro a mi cara igual que hizo Harry, me obligo a limpiarle cualquier resto de semen del falo. Ahí estaba yo, tirada en el sofá mientras de mis dos agujeros, ahora dilatados y rojos, salían las corridas de los que en un principio había creído mis amigos, no se bien en que momento, me pudo el cansancio y cerré los ojos.

 

Desperté a la mañana siguiente, me habían vestido y llevado a casa, escusandose con que me había desmayado y no entendían por que, mi abuela me había metido en la cama, los chicos se las habían apañado para darme un somnífero potente pese a estar ya dormida, para evitar que despertase pronto, tambien me habían dado la pastilla del día despues, al menos, no iba a tener hijos por esto... Cuando desperté no sabia que hacer, me sentía extraña y sentía que no podria mirarles a la cara nunca mas, mire el teléfono móvil cuando este sonó, era un mensaje con un vídeo adjunto, el vídeo que habían grabado en el salón, el mensaje era corto y claro ''Desde hoy, nos perteneces''.