Amanece en el viejo oeste y el pueblo de Colorado Spring comienza a despertar. Micaela, la Doctora Quinn, llega al pueblo con su carreta acompañada de los chicos Cooper y Sully ella ve como Loren, el tendero, abre su tienda este la saluda amablemente mientras los clientes que comienzan a dar señales de vida entran a su negocio.

Braian que es un adolescente decide tomarse el día libre y no ir a la escuela es de estatura media, rubio, ojos celestes y piel rosada. Braian se dirige a casa de su amigo Joe, casi siempre esta solo en casa debido a que sus padres trabajan la tierra y se van muy temprano en la mañana y lo dejan al cuidado de la casa y el corral de gallinas. Al llegar toca a la puerta y a los pocos segundos aparece Joe.

- He pensado que quizás podíamos hacer algo o ir a alguna parte no sé.

- Yo a las ocho de la noche debo estar de regreso

- Perfecto tenemos todo el día por delante nos vamos al Monte.

Joe se puso ropa apropiada para ir a esta montaña con cuevas y altos acantilados un poco peligrosa, razón por la cual era poco visitada. Los dos se dirigieron al establo para coger un caballo. Ensillaron al caballo lo sacaron fuera y primero se montó Joe y Braian detrás de él. Emprendieron la cabalgata hacia el Monte.

- ¿Has traído pistola porque la noto detrás mío?

Braian le contesto:

- Pues si, traje revolver.

-  Ah esta bien.

Dicho esto, Braian para que Joe no sospechara, se metió mano en el pantalón y se acomodó su pito.

En el pueblo la Doctora Quinn hablaba con Grase, Robert E, Horacio y Mayra.

- ¿Cómo que Loren aumento sus precios?

- A nosotros nada más por ser negros.

- Eso no es justo. – Dijo la Doctora.- Hay que hablar con Jake. Es el alcalde tiene que hacer algo.

En ese momento llego el dueño de la estancia mas grande. Un hombre viejo y calvo. Venia acompañado de otros hombres entre ellos uno que se agarraba la cabeza con dolor.

La Doctora recordaba al hombre que se agarraba la cabeza cuando la mujer del dueño de la estancia agonizaba la vino a buscar desesperado por que amaban a esa mujer. La Doctora descubrió que esa mujer no era tal si no que era un hombre travestido.

“- Sabe lo que pasa Doctora que a nuestro patrón le gustan los hombres no lo juzgamos ni a el ni a ella. – Los hombres se pusieron a llorar por la muerte de esa persona – Fue muy buena conmigo. Le tenemos cariño.

Mika vio llorar a esos hombres por otro hombre travestido”. Le dio ternura.

- ¿El Doctor Mike? – Pregunto el viejo y calvo – A mi capataz le duele la muela.

- Lamentablemente yo no se sacar muelas.

- ¿Usted es Doctor? – Dijo el hombre con desprecio.

- Si. Lo soy. – Grito la Doctora Quinn le molestaba el desprecio. Los hombres no creian que una mujer pudiese ser medica.

- Jake sabe sacar muelas – Dijo Horacio.

El dueño de la estancia dijo.

- ¿Donde esta ese tal Jake?

- ¿Quien me busca? – Oyeron la voz gruesa y viril de Jake.