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Mujer nordica en sur caliente

en Hetero: Infidelidad

Desde que apareció en el pequeño pueblo de la costa donde habían puesto la central la empresa de cristal metálico de Pool, Malene se había convertido en una celebridad. Pool y su esposa Malene eran daneses, Pool había sido trasladado por voluntad de su jefe a aquel pueblo de la costa mediterránea donde su empresa tenía la central porque a su jefe, un inglés de Brighton, le gustaba vivir en el Mediterráneo.  Él se encargaba de la empresa en Dinamarca, ahora se haría cargo de coordinar todo el norte de Europa, era un ascenso y significaba además vivir en el Mediterráneo en una casa pagada por la empresa. Así que halla se fueron él y Malene. Su preciosa mujer rubia platino natural, una diosa nórdica, no muy alta de metro sesenta y cinco,  y con 26 añitos, con un cuerpo de ensueño, una piel de seda, con una cadera y un culo firme y suave, unos preciosos ojos azules acuosos, unos labios sensuales y carnosos, una sonrisa perfecta y unas enormes y turgentes tetas naturales nórdicas, cada una del tamaño de su cabeza que calzaba en wonderbras talla 70 con una copaza G. Redondas y perfectas que parecía que iban a explotar en todas las prendas que llevaba y volvían locos a todos los tíos que la veían. Aquella exótica diosa nórdica llevaba locos a todos en aquel pueblo. Ella vestía siempre elegante pero sexy, como correspondía a alguien de su edad.

Estaba en boca de todos los tíos en varios kilómetros a la redonda, un bellezon nórdico de aquel nivel y con aquellas enormes peras. Pero Pool no parecía darse mucha cuenta de que los hombres la devoraban por la calle y las mujeres guiraban el gesto, llenas de envidia, de la libido que levantaba aquella diosa del norte en las tierras mediterraneas. Eso a ella la ponía a cien, y un encendia su deseo interno, a pesar de que sostenía una ademásn impasible con todos, un rostro petreo, iluminado por su perfecta sonrisa.

De manera que la primera que se juntaron en la playa y la piscina del club de la empresa, Pool y Malene llegaron tan tranquilos con su mentalidad norte europea y ante el entusiasmo y pasmo de todos los machos de la empresa ella hizo top-pless, y tanto ella como Pool  se movian con plena naturalidad, ella mostrando un bikini de tanga con un simple hilo en la parte trasera su majestuoso culo mientras sus tetazas se balanceaban en el vacio  con aquellos pezones tan maravillosos que se endurecian al contacto del viento y al frio del agua, y esas perfectas y esfericas areolas. En ese cuerpo coronado por esa preciosa melena rubia platino. Y eso ojos azul cielo.

Los hombres no podían disimular la lujuria y las erecciones, los más jovenes no hacían mas que pasearse ante ellos para admirar aquel cuerpo de pecado, y los más maduros no dejaban de tragar saliva. Que tetazas más esfericas y perfectas, que cuerpo todo hasta esas manos finas y de delgados y  eso delicados y cuidados dedos. Mientras los volcanes se encendian en los pantalones de los hombres, Pool y Malene se comportaban normalmente, y los compañeros de Pool disfrutaban acercandose a ver el cuerpazo de Malene tras las gafas de sol.

A la hora de la cena apareció con un precioso vestido minifalda rosa, sin maquillar y con un maravilloso wonderbra, tenía un rostro tan bello y angelical que tanto maquillada como sin maquillar era preciosa. Pero nadie podía borrar de su mente la visión de aquella nórdica diosa semidesnuda. Las pajas habían sido a miles pensando en aquella diosa.

Después de la cena el baile, donde los hombres bebidos se la disputaban, para bailar halagándola sin cesar, restregando su cuerpo contra aquellas tetazas y volcando sus ojos en el escotazo apretado de aquellos gloriosos melones que parecían que iban a explotar y luchaban por escapar a su encierro. Susurrándole al oído, Malene respondía coqueta sonriendo y  se empezó a percatar del deseo voraz que despertaba en aquellos hombres. Se sintió halagada y divertida de ver a todos aquellos latinos deseándola de aquella manera.

Pool no eran un marido excesivamente cariñoso, en los últimos tiempos con tanto estrés tampoco era un gran amante. Un tipo rubio y alto bien parecido pero carente de sangre. Malene tenía sus juguetitos por si quedaba insatisfecha. Pero cada vez detectaba más la lascivia que levantaba, de vez en cuando algún joven le decía algo en su idioma lleno de deseo, ella sonreía y seguía su camino. Pero cada vez se excitaba más y veía a los hombres que se le insinuaban con mejores ojos. Pool apenas la tocaba, y ni digamos decirle algo halagador o cariñoso y todos los hombres incluidos los compañeros de Pool la cubrían de halagos y babeaban por asomarse a su escote. Malene empezaba a aceptar la lógica que le decía que necesitaba sexo, y su esposo no se lo daba.

Aquella tarde había salido al centro del pueblo llevaba un precioso vestido de dos partes rojo con cenefas blancas, la parte de arriba  de tirantes y la de abajo un short ancho,  sostenía su melena rubio platino con unas gafas de sol, y unas sandalias dejaban a la vista sus preciosos pies, llevaba varias bolsas cuando se le acercaron dos muchachos. Uno de ellos era Mateo de unos veinte años el hijo de uno de los ejecutivos de la empresa de Pool. Un chico espigado y alto, delgaducho con la cara picada de viruela, que llevaba ropa cara y siempre se había mostrado muy descarado lanzándole miradas directas a sus tetas. Iba acompañado de otro chico un amigo del pueblo, un chico más bien gordito.

Sin dejarse pronunciar los dos chicos le cogieron las bolsas que llevaba, en un inglés con un marcado acento  le dijeron que no se preocupara, que ellos la ayudarian. El amigo de Mateo se llamaba Gerardo.

Mateo se mostraba muy amistoso y desenfadado con mucha confianza, como siempre. Casi todas las veces que se encontraban él se insinuaba divertidamente a Malene, diciéndole cosas agradables e incluso sexys y guiñándole el ojo.

Manuel los llevo hasta su coche y la ofreció a llevarla a casa de vuelta, había bajado hasta el centro del pueblo dando un paseo, disfrutando del sol y de las miradas lascivas de los hombres que la deseaban por todas partes, con el objetivo de ponerse a cien y luego dejar que el lubricante y uno de sus dildos hicieran el resto del trabajo hasta correrse. Malene le respondió  con su amplia y sexy sonrisa que estaba bien.

Y se subió al coche con los dos chicos. A ella le cedieron el puesto del copiloto, junto a Mateo, que conducía su golf descapotable contra el viento y con la música bastante alta. Malene dejaba volar su melena al viento  junto al chico, cuando noto que algo suave acariciaba su muslo. Sin apartar la vista de la carretera Mateo acariciaba descaradamente el muslo izquierdo de Malene, que sin decir nada juntaba más las piernas y las recogía intentando evitar el contacto del chico, que encendía su interior.

Gerardo empezó una conversación sobre qué es lo que hacían Pool y ella para divertirse. Malene les comento que aquella noche irían a conocer un lugar de un pueblo vecino solos, después de dos meses. Mateo no cejaba en su empeño de manosearle los muslos, y los fluidos parecían acudir a la raja de Malene.

Cuando llegaron, aunque ella quiso despedirlos agradecida los chicos se ofrecieron a llevarle las bolsas. Cuando estaban en la cocina de la casa, sonó el móvil de Malene. Era Pool la cosa se había complicado en el trabajo, y no llegaría a  casa hasta la madrugada ya era la tercera vez en diez días. Malene colgó y maldijo en  danés voz alta, estaba harta de no tener que hacer y de que Pool apenas le concediese tiempo.

 Mateo le pregunto si sucedía alguna cosa. Ella lamentándose le comento que Pool tendría que seguir trabajando esa noche y que no saldrían, al tiempo que les daba las gracias y les acompañaba a la salida. Mateo se le encaro con su sonrisa pícara y le comento que si ella quería, la podrían llevar a cenar al pueblo de al lado y enseñarle algún lugar por ahí.  Malene miro al suelo y dudo. Entonces Mateol la animo aún más sonriéndole y diciéndole que solo sería cenar como tres amigos, a las 12 en casa, dijo sonriendo.

Malene sonrió, y les pidió que se sentasen a esperar mientras ella se cambiaba y se irían a cenar. Necesitaba salir de aquella casa pensó y por ir a cenar no pasaría nada.  Oyó como Mateo se movía por el pasillo preguntaba por el baño, y ella se lo indico a gritos. Pero cachonda y provocadora dejo la puerta entre abierta, se desnudó comprobando cómo Mateo le miraba desde el espejo del pasillo tocándose. Mientras ella se subía el tanga negro de encaje, muy sexy y delicadamente, bamboleando sus tetas. Después se ajustó el wonderbra también negro de encasje al tiempo que veía la cara de asombro del muchacho, y se excitaba con ello, notando como la humedad ocupaba su cavidad.

Había decido ponerse una diadema negra sobre su cabello rubio platino, unos shorts vaqueros y una mini camisa de tirantes anchos con un enorme escote donde sus globos parecían querer escapar de su pecho. Sus sandalias y marchando. Cuando salió al salón con su amplia sonrisa los chicos se quedaron mudos.

De repente Mateo reacciono y todos salieron de la casa. Gerardo estaba atónito como hipnotizado con aquellas tetazas.

Gerardo estuvo todo el viaje encima del asiento de Malene con la mirada fija en sus tetas, mientras Mateo le manoseaba los muslos y Malene se dejaba, le gustaba sentir el calor interior que produce ser tocada con deseo por un hombre, hacía demasiado tiempo que no sentía algo asi.

La cena discurrió distendida en un pueblo grande a unos 25 kilómetros del suyo, lleno de turistas extranjeros.  Mateo se había pegado mucho a ella, por la calle había probado de rodearla por la cintura, pero ella se había zafado, bajo la mesa seguía manoseándole los muslos. Mientras Gerardo hablaba con los ojos fijos en  sus tetazas y tragaba saliva, las vistas eran inmejorables, y había mucho ambiente. El vino rosado fresquito corría por su garganta, y el deseo de los dos machos jóvenes había calentado y mucho a Malene. La danesa reía pícaramente, y se notaba que estaba contenta, pero también muy cachonda, había sido una gran perra sexual en Dinamarca, pero aquellos jóvenes latinos con su lascivia y deseo la estaban poniendo como un volcán.

Tras los postres, había ya mucha complicidad entre los tres, risas, bromas, coqueteos, también Gerardo pero sin dejar de tener la mirada fija. Mateo se levantó para saludar en una mesa, y se enzarzo en una conversación. Malene bastante desinhibida por el alcohol, se removió la rubia melena platino con raya al medio de forma sexy, y le dijo a Gerardo que iba al baño, al tiempo que le guiñaba el ojo y le preguntaba de forma muy dulce y sexy si el no necesitaba también ir al baño. El chico gordito la ponía muchísimo le recordaba a un novio que había  tenido con dieciséis años, un gordito con una gordita polla, que como Gerardo babea mucho por ella, mientras se mostraba cortes e intentaba hablar con ella y hacerla sentirse cómoda, cuando ella lo que quería era follar, y después aquella gordita polla había sido una de las que mejor le habían follado. Además la actitud  chulesca prepotente y posesiva de Mateo le repudiaba, pero el gordito Gerardo se había ganado llevarse algo bueno esta noche.

Gerardo se fue siguiendo el bamboleo de aquellas desmesuradas curvas, dubitativo y sin estar muy seguro de para qué. Cuando llegaron al baño, entre risas Malene cachondisima y con la chispa de libertad que da el alcohol excesivo miro que no había nadie, y lo empujo dentro.

El banio del local era uno de esos para los dos sexos. Gerardo trago saliva, sorprendido, mientras Malene cerraba la puerta. Malene se le acercó y le puso la mano al muchacho, sobre los botones de su camisa.

-          Te gustan mis tetas, Gerard… te gustan?

Pregunto Malene mientras se metía su índice derecho en la boca mordisqueándoselo de manera sexy.

-          Si, si, si….me, me, me en- en-encantan.

Respondió Gerardo tartamudeando, mientras Malene apoyaba su cuerpo contra el suyo y le acariciaba con su precioso y sedoso muslo izquierdo la entrepierna moviéndolo arriba y abajo.

-          Te gustaría verlas, Gerardddd?

Preguntaba a Gerardo  la perra nórdica alargando lujuriosamente la “d” de la versión germánica de su nombre, sin dejar de frotar arriba y abajo la polla de Gerardo que ya estaba como una vara de almendro.

-          Uuuuufff, si, si, si, si, claaaro!

Respondió el chico empezando a jadear y sin dejar de tartamudear.

-          Pues ábreme la mini camisa, venga, si tanto quieres verlas, vamos, hoy es tu día de suerte.

Desafiaba dulcemente al chico esbozando su mejor sonrisa. El chico la miro con los ojos nerviosos y ansiosos, dirigió sus temblorosas manos hacia los tres botones de la mini camisa de Malene, desabrochándolos torpemente, y abriendo para dejar ante él el precioso wonderbra de encaje negro de Malene conteniendo aquellas tetazas, cantaros de gloria.

-          Oooooohhh.

Exclamo Gerardo. Malene ya no espero más llevada por la embriaguez se abalanzo sobre el chico morreándole y metiéndole la lengua en su boca, el chico respondía enroscando su lengua en la de ella, al tiempo que sus manos se lanzaban contra sus impresionantes tetazas naturales, apretándolas y sobándolas, y a continuación alternaba la boca, con el cuello, el lóbulo y el mentón de Malene como objetivo de su lengua y su pasión.

-          Si, si, Baby, así me gusta… suéltame las tetas, suéltamelas.

El chico se apartó levemente como observando el wonderbra, y sin dejar de sonreír Malene le enseño el cierre delantero de aquel wonderbra. Gerardo le lanzo otro morreo mientras aferrándose al cierre lo abría, separando las dos preciosas copa de encaje negro, y liberando aquellas enormes  y preciosos melones que se desafiaban turgentes y en forma de gota de lluvia, la ley de la gravedad.

-          Woooowww, son las mejores que se han visto nunca por aquí.

Dijo Gerardo apartándose para contemplarlas mejor.

-          Graciasss! Contesto Malene sonriendo mucho.

Replico Malene.

  Gerardo se abalanzo a la boca de Malene que le correspondió enroscando sus lenguas mientras dlanzaba sus manos a las tetazas de Malene que estaban duras como una piedras, y empezó a apretarlas al tiempo que chupaba el cuello de la danesa que gemía de placer,  la cual con gran delicadeza le metió la delgada mano de finos dedos en el pantalón a Gerardo, sacando el aparato del chico y empezó a pajearlo, con su fina y preciosa mano. Arriba y abajo, abajo y tras. El miembro del gordito Gerardo crecía en las suaves manos de la rubia danesa, y adquiría unas dimensiones considerables. Malene le echo un vistazo, era tan gorda como la de Pool, pero más gruesa, que suerte las pollitas gorditas de los gorditos, pensó divertida Malene, si no estuvieran con el imbécil de Mateo, se llevaría a Gerardo por ahí y se lo follaria, pensó muy caliente Malene.

-          Mamamelas, Geri, mamamelas mucho, cubremelas de saliva, por favor, Geri.

Suplico como una perra inocente con aquella carita de ángel mientras miraba lascivamente a Gerardo.

-          Ahora mismo, ahora mismo.

Respondió el chico fuera de sí, abalanzándose sobre los pezones de la danesa, moviendo su lengua a mil por hora sobre ellos, apretando las tetazas y pasando su lengua por las preciosas e inmensas areolas de Malene.

-          Aaaahhh , aaahhh, si tesoro, muy bien, muy bien sigue así.

Le animaba Malene chafándole la cabeza contra sus tetazas al tiempo que le acariciaba los cabellos.

-          Suuup, suuup, suuup…

Empezó a succionar el chico como si quisiera ordeñar a la danesa.

-          Aaaahhhh, ahhhh Geri estoy ardiendo, empapada, eso que haces es increíble, sigue, sigue!

El chico intercambiaba succiones con lamidas con la lengua de toda la superficie de las tetazas de Malene, succionaba, besaba, babeaba, lanzaba chupetones a las perfectas ubres de Malene

Alguien intento entrar en el baño y ambos pararon por un instante. Gerardo se quedo paralizado.  Malene lo separo y dándole un beso lo sentó en el inodoro y  se arrodillo entre sus piernas.

-          Tendremos que acabar pronto Geri, o podemos llamar mucho la atención, no grites.

Le dijo Malene mirándolo y mordisqueándose el labio inferior.

-          Como?...oooohh, aaahhh, oooh.

Respondió el chico al tiempo que Malene se tragaba la punta de su polla de una vez sin dejar de ayudarse con la mano pajeandolo arriba y abajo, abajo y arriba.

-          Sups, sups, sups, sups.

Chupaba la danesa, devorando la cabeza y el glande de Gerardo pasando toda la longitud de su lengua por la cabeza de la polla del chico, alternando con lengüetazos del tronco a la punta.

-          Aaahhh, aaaahh, ahhhh… es brutal, eres increibleeeehh.

Gemia en voz baja Gerardo

-          Glups….glups….glups..

Chupaba Malene tragándosela hasta el fondo  de forma seca varias veces.

-          Aaaaaj…… ahora con mis tetas Geri, y cuando estés apunto de correrte avísame, tesoro.

       Dijo Malene sacándose la polla de Gerardo violentamente de la boca, y colocándola en el canalillo de sus ubres, apretando muy fuerte una teta contra la otra al tiempo que las movía con fuerza arriba y abajo, haciéndole a Gerardo la mejor cubana de su vida mientras el gemía y se retorcía aferrándose al inodoro.

-          Aaahhh estoy en el paraíso, en el paraiiisoooo, aaaahhh.

   Gemía en silencio Gerardo mientras Malene aumentaba el ritmo del frote de sus tetazas suaves y preciosas, arriba y abajo, abajo y arriba, lanzándole lengüetazos al glande cada vez que sobresalía.

-          Me voy a correeer, me  voy a correeerr, aaahh.

Entonces Malene paro y saco la polla de Gerardo de su canalillo y tomándola con su preciosa y bien cuidadad mano derecha, empezo a pajearla por abajo con fuerza.

-          Ahora un final especial que nunca vas a olvidar.

 Dijo Malene al tiempo que lanzaba lengüetazos muy rapidos e intensos al glande de Gerardo, que hizo que este se cogiese con fuerza al inodoro y cerrase los ojos.

-          Sluup, sluup, sluuup…

Chupaba con fuerza Malene  arriba y abajo sobre el glande de Gerardo.

-          Aaaaaahhhh.

Gimió  Gerardo, cuando su polla del chico empezó a expulsar sus cálida leche como si fuera un surtidor o una fuente derramándose a chorro largos cayendos sobre la boca y las tetas de Malene, que espero a que le chico se incorporase para mirándole beberse su cálida semilla.  

 Después Malene se levantó haciéndole hacía guardar silencio y le dijo picarona que aquello era su secreto, que no dijese nada a Mateo a lo que el gordito Gerardo asintió  feliz.

Gerardo salió primero del baño. Malene limpios sus enormes y esféricos melones, se puso un poco de perfume que llevaba en el bolso y volvió, con los dos chicos. Mateo aún seguía de cháchara con la otra mesa por lo que no se percibió de su ausencia.

El viaje de vuelta fue más de lo mismo, Mateo sin dejar de sobarle los muslos, y Gerardo mucho más relajado silencioso en el asiento trasero cerrando los ojos y recreándose en su imaginación, Malene lo contemplaba por el retrovisor y sonreía, si no estuviera allí Mateo, se follaria al gordito y a su gordita polla.

 Estratégicamente Mateo dejo primero a Gerardo, y luego se puso en camino a casa de Malene. Pero redujo la velocidad en una curva antes de llegar a la casa y se salió a la cuneta. Sin dejar de sobarle el muslo, Mateo se inclinó sobre ella tocándole una teta por encima y el pelo.

-          Me dejaras que te de un beso de despedida?

Le pregunto picara y desvergonzadamente Mateo

-          No!

  Se lo saco de encima de malos modo Malene.

-          Pero joder, solo un beso!

Se puso a protestar, decepcionado Mateo.

-          Que  quieres hacerme tocarme una teta? Es lo que quieres, si quieres tocarme una teta,  demuéstrame lo que sabes hacer a una mujer!

 Se le encaro violentamente Malene.

 Mateo se quedó confuso, y Malene se bajó los shorts jeans y el tanga negro de encaje dejando a la vista su raja con una depilación brasilera, empapada después del encuentro con Gerardo , cogió la mano derecha de Manuel y la coloco sobre su raja, entonces Mateo reacciono, explorando sus labios, y empezo a frotar su clítoris empapado ante los espasmos de placer de Malene, que se retorcía gimiendo. Mientras Mateo trataba de alcanzar sus labios, que Malene rechazaba.

-          Nada de besos, nada de besos, hazme un buen dedo, demuéstrame lo hombre que eres!

  Mateo le chupaba el cuello y desabrochaba los botones de su minúscula camisa, al tiempo que sin dejar de meter los dedos índice y corazón  en la raja de Malene y friccionarlos con velocidad, desabrochaba el wonderbra de Malene, para liberar sus esféricas bolas, y empezar a sobarlas, aumentando con la excitación la fricción del clítoris al tiempo que mordisqueando los pezones de Malene, succionándolos con locura.

-           Aahhhhh, ahhhhaa… así muy bien, cabrón, lo haces muy bien, mamame las tetas, sin dejar de mover los dedos, aaahhh, ooohhh, ahhhh.

   Jadeaba y se contorsionaba en el asiento Marlene entre espasmos.

-          Aaaaaahhhhh, aaahhhhh!

 Se corrió Malene empapándole toda la parte delantera del coche, sin dejar de retorcerse de placer. Mateo liberado de la función de masturbar a Malene. Se lanzó a apretar con fuerza brutal aquellos enormes globos, y a chupar ambos, mientras Malene se recuperaba del orgasmo y le acariciaba la cabeza.

-          Muy bien cabrón lo has hecho muy bien.

  Le decía Malene.Mateo por segunda vez probo de besarla y ella lo rechazo con las finas y preciosas manos, así que siguió un largo rato chupando y mordisqueándole los melonazos a Malene hasta saciarse, después el impulso lo llevo a intentar colocarse sobre la chica para follarsela, la danesa reacciono con un movimiento brusco y le hizo sentarse en el asiento del conducto.

-          Tira el asiento para atrás, chulito!

Le dijo autoritaria la danesa al tiempo que  se situaba entre sus piernas y le bajaba los pantalones, dejándole la verga al aire, era menos gruesa y larga que la de Gerardo como era de esperar.

-          Slup, slup slup.

 Empezo a lamérsela de abajo arriba, sin dejar de mirarlo con su preciosa cara de diosa nórdica, al tiempo que le pajeaba a gran velocidad arriba y abajo, abajo y arriba.

-          Glups, glups, glups.

 Le engullia la polla de una vez Malene, mientras Mateo relinchaba de placer y cuando Malene le engullía toda la polla le sostenía la cabeza con ambas manos obligándola a bombear más fuerte aferrándose esos magníficos labios arriba y abajo, abajo y arriba.

-          Slup, slup, slup.

Se concentraba Malene chupando el prepucio que se hinchaba entre sus labios, y esta frotaba con su lengua fuertemente el glande de Mateo que se retorcía de placer. Al cabo de unos minutos así, Malene se irguió dejo caer mucha saliva sobre la polla de Manuel y sonriéndole, cogió su tranca y primero la fricciono con sus suaves y duros pezones de hierro, ante los gemidos de placer de Mateo, y luego tomando sus melones cada uno con una mano, coloco en medio la polla de Manuel y aplastándola entre ambos, empezó a friccionar arriba y abajo, abajo y arriba a gran velocidad, sin parar de sonreír lujuriosamente, de sacar la lengua viciosamente, y morderse los labios lascivamente  La excitación de Mateo era tal y la velocidad de la fricción de Malene, tan alta, arriba y abajo, abajo y arriba, que el chico se corrió entre gemidos y gritos de placer. Empapandole las tetas con su leche menos abundante que la de Gerardo eso sí.

Malene se limpió con toallitas húmedas, y se vistió mientras Mateol se recuperaba del orgasmo. Entonces como si no hubiera pasado nada, la danesa le pidió que la llevase a casa.  Al llegar salió del coche con un simple buenas noches y eso fue todo, ante el desconcierto de Mateo Había muchos Mateo y Gerardos con los que disfrutar por allí pensó Malene. Mientras se lavaba y se dirigía a la cama segundos antes de oír llegar a casa a Pool.

Habían pasado dos semanas desde el encuentro con los dos chicos, y ahora cada vez que se masturbaba con sus juguetitos, Malene, siempre pensaba en Gerardo, el chico gordito y su gordita polla que la encendía, había intentado hacerlo tres veces con Pool, pero además de casi obligarlo, había sido un desastre o se había corrido enseguida o por culpa del estrés había tenido problemas de erección, y mientras todos los machos que la envolvían la devoraban con los ojos.

   Aquella tarde andaba por el pueblo con una camiseta de tirantes de lycra blanca y unos pantalones ajustados, como siempre soportando los piropos de todos los hombres a sus tetazas. Entro en un comercio y que casualidad allí se encontró con el gordito Gerardo

-          Hola Malene que haces por aquí?

La saludo  el chico que no era tan extrovertido como Mateo,  pero si lo suficiente como para mostrarse afectuoso con ella fue a dándole dos besos en la mejilla lo que le basto a Malene para recordarle la polla del chico y calentarla.

-          Yo estoy por aquí dando una vuelta, y tú que haces, Geri?

 Le sonrió preguntándole muy dulcemente la danesa llamándole por ese diminutivo nordico.

-          Yo lo mismo daba una vuelta ahora me iba con mi moto a dar una vuelta, quieres venir conmigo tengo un casco de acompañante?

Le pregunto Gerardo desnudándola con la mirada.

-          Claro no tengo nada mejor que hacer será divertido.

Respondio Malene con casco, divertida, se subió en la vespa tras el chico. Recorrieron el paseo marítimo y enfilaron el camino hacia el viejo faro, allí no había más que el viejo faro y junto a su base un banco de madera con tres viejos de más de 75 años, hablando de sus cosas.  Sonriente Malene siguió a Gerardo hasta la baranda del faro desde donde se tenía una vista preciosa del mar, y se situó junto a él.

-          Este es uno de mis lugares favoritos, me hace pensar en viajes lejanos y otras tierras.

Le dijo sentimental Gerardo. Malene le sonrió en silencio con su preciosa melena rubia platino de diosa nordica al viento de la brisa marina. Gerardo se la quedó mirando examinándola con todo el deseo contenido de aquellas semanas rememorando su encuentro en el baño del restaurante, y sin previo aviso se le acerco y tomándola por las caderas le lanzo un beso.

Al principio  Malene no reacciono, solo sonrió muy ampliamente, disimulando las ganas locas de que el chico se la follase con su polla gordita. Gerardo lanzado le bajo un tirante dejando el tirante de su wonderbra rojo de encaje al aire, el chico la miraba como hipnotizado y Malene empezaba a notar el calor en su interior que inundaba su raja. Luego ella se abalanzo sobre el en un abrazo y le devolvió el morreo, mientras el chico metiendo las manos por detrás de su camisa ajustada de tirantes le desabrocha el wonderbra. Devorándose entrelazando sus lenguas mientras ella se sacaba la camiseta blanca ajustada de lycra  y Gerardo le sacaba por delante el wonderbra rojo de encaje. Sin dejar de besarse y morrearse, el chico se aferro con ambas manos a los globos esféricos y turgentes de Malene, jugando con sus pulgares sobre sus pezones.

-          Si Geri, si, si, si, muy bien tesoro, lo haces muy bien, aaahh

 Le animaba Malene, cuando Gerardo la empotro suavemente contra la pared del faro  se agacho a chuparle las tetazas, que Malene le sostenía con sus delicadas y preciosas manos, ofreciéndoselas para que se las comiese.

-          Sups, sups, suuups

 Gerardo las devoraba, cogiendolas una a una con ambas manos y dedicando mucho rato a chuparle los pezones y devorarle a chupetones y lengüetazos las areolas de las tetas.

-          Aaahhhh, muy bien cariño muy bien, muuuuyy bien, ahhh

Decía la danesa retorciéndose de placer. 

Malene le ayudo a quitarse la camiseta y las bermudas, mientras el no dejaba de apretarle y masajearle las tetas.

-          Quiero follarte Malene, no he pensado en otra cosa desde el otro día en el baño, necesito poseerte, no puedo más, no puedo!

Le imploraba lleno de deseo el gordito Gerardo.

-          Si tesoro, yo también quiero tu gordita polla dentro de mí, que tú seas mi primer macho ibérico, tan lindo y viril, mi toro!

Afirmo ella al mismo tiempo con la cabeza, ante lo que el chico le bajo ferozmente los pantalones, bajando luego la cabeza para con delicadeza tomar con fuerza entre sus labios por su raja el tanga a juego con su wonderbra rojo de encaje y bajárselo al tiempo que con sus manos clavaba las yemas de sus dedos en sus perfectas y firmes nalgas redondeadas

-          Aahhh, aahhh, Geri eso ha sido geniaaall.

 Respondió Malene entre gemidos. Al tiempo que se arrodillaba ante Gerardo, pasándole la lengua por todo su tronco y concluyendo con una relamida de su glande antes de tragársele la polla gordita de una sola vez.

-          Glups, glups,glups.

Chupaba Malene para ponerle la gordita polla en su máxima erección a Gerardo.

-          Aaahhh , aahhhh, eres maravillosaa, zorra danesa!

Gemía Gerardo, justo antes de levantarla en el aire y colocarla contra la pared del faro, sujetándola por la cadera acerco su erecta y gruesa polla, para que Malene sin dejar de darle un beso francés con su mano derecha, agitase la punta de su polla acariciando los labios de su empapado coño, hasta que Gerardo sorpresivamente  le clavo su erecta verga.

-          Aaaaaaaaaaahh, párteme, párteme en dos con tu verga gordo. Aaaahhhh, ahhhh

Gritaba Malene más y más mientras Gerardo bombeaba atrás y adelante, adelante y atras sin cesar, entonces ella se dio cuenta del público que se había acercado a ellos. Los viejos había subido hasta allí casi desde el principio y algunos se la estaban sacudiendo mientras otros, se frotaban el paquete.

-          Venga machote follatela, follatela bien a la zorra giri esta piel de mantequilla y tetas como sandias, demuéstrale como folla un macho ibérico!

Empezaron a jalear a Gerardo al ver que Malene  se había percatado de su presencia.

Aquel público excitaba aún más tanto a Malene como a Gerardo que bombeaba con su pollón con más fuerza y más fuerza.

-          Si, si, si, follame, aaahhh, folllame, toro ibérico, follameeee, estoy en el cielo, aaaaaah!

Gritaba retorciéndose de placer a Malene que estaba excitadísima por el morbo de la situación los tres viejos se acercaron poco a poco, más y más. Aumentando la excitación de Malene. Que estaba disfrutando como un animal.

Entonces Gerardo paro de repente y la hizo cambiar de posición. Le dio la vuelta haciendo que se apoyase con las manos en la pared del faro, doblando la espalda y el culo en pompa y empezó a jugar con su culo, metiendo los dedos lentamente y friccionando en su culo.

-          Si Geri, hazme todo lo que quieras, por donde tú quieras hazme  sentir tu zorra, la mujer que más deseas en el mundo.

los viejos se acercaron un poco más con sus pollas, bastante tiesas para la edad, en sus manos como si fueran un arma, y empezaron acariciar el cuerpo de Malene, un montón de manos viejas y rugosas lo recorrían, acariciando su espalda, lanzando palmetazos con mucha fuerza a su culo, retornciendo con fuerza sus pezones y apretando y magreando sus melones que se balanceaban en el aire.

-          Aaaaaaaaaaaaaaahhh, aahhhhh

Estallo en un terrible chillido cuando sintió como el pollón de Gerardo le abría el culo, al tiempo que los viejos le pellizcaban los pezones y  masajeaban las tetas con gran hambre.

-          Puta, más que puta, que buena estas, que zorra eres, pero que zorra giri, que eres. Perra culo y que tetazas nunca vistas antes!

Le gritaban  los viejos con violencia, extasiados como veinteañeros ante aquella diosa del sexo nórdica, mientras le lanzaban palmetazos y pellizcaban por todo el cuerpo. Malene jamas había estado más excitada y humeda.

-          Que puta eres, me encanta, me encanta, te voy a partir en dos, grita, puta danesa, grita hasta quedarte afónica de placer….aahhh…aaahh

 Le gritaba Gerardo azotándole el culo sin compasión al tiempo que se aferraba a sus caderas y bombeaba adelante y atrás con gran violencia.

-          Si, si, si, siiiiiiiiii, aaaaahhhh, aahhhhh, si cariño dame toda, rómpeme el culo, aaaahhhhh

Gritaba enloquecida y jadeaba sin control, estallando de placer. Uno de los viejos la tomo por la cara sosteniendola y la giro hacía él, se puso delante de ella y le metió en la boca en uno de aquellos chillidos su rancia y tiesa polla, mientras los otros habían tomado sus preciosa y delicadas manos y le obligaban a masturbarles.

-          Glups, glups, glups, glups.

Malene completamente poseída por la lujuria y  en un lago de placer no dejaba de absorber y de mover la lengua frotando la polla del viejo, que  sujetándola con sus varoniles y rugosas manos por la preciosa melenita de su cabeza con bombeaba en su boca rítmicamente, adelante y atrás, atrás y adelante, ella movía también con velocidad las manos para dar placer a los otros viejos mientras estos dejaban sus huellas dactilares en sus enormes globos duros y compactos, apretándolos tan fuerte como si quisieran romperlos.

Malene se sacudió en un orgasmo y movió la cabeza hacia atrás un instante antes de que el viejo recuperase el control de su cabeza y volviese a meterle su rabo hasta la garganta. Por suerte no era la tan grande como la tranca de Gerardo.

-          Ahora que he acabado con tu culo, vuelvo con tu coño, putón, que eres un putón, diosa del sexo.    

Le grito lascivamente Gerardo.

-          Muy bien machote, torero, démosle a esta zorra rubia lo que todas quieren! Polla ibérica!

Le gritaban los viejos jaleándole.

-          Mmmm- aaahhh –mmmmm.

Acerto a decir Malene cerrando los mojos, cuando sintió la tranca gruesa de Gerardo que la taladraba de nuevo en su empapado y palpitante raja, con una fuerza salvaje bombeaba adelante y atrás, atrás y adelante, gravando a fuego en las caderas de Malene sus dedos.

-          Agggggg, aaahhh, aggggg.

Tan rápido  bombeaba y tanta era la excitación y la frustración de Malene, que rápidamente estallo en convulsiones doblando las rodillas en un orgasmo brutal como no había tenido en meses.

 Gerardo saco su polla gruesa y erecta de su raja y posesivamente entre espasmos la movió de los viejos poniéndola de rodillas ante él, y descargando sobre sus tetazas, que Malene ,aun jadeante y rebosante de felicidad por el anterior orgasmo,  había juntado con sus manos y ofrecía a los cuatro hombres, pues tras Gerardo los viejos inundaron sus globos con su leche cálida y abundante. Qué bien se sentía con sus tetazas cubierta por la leche de cuatro machos de verdad, pensó Malene, mientras tomando sus tetazas con ambas manos las dirigía a su boca para beber la mayor cantidad posible de aquel viscoso y cálido semen, ante el éxtasis de los machos, que no paraban de lanzarle ráfagas para que ella saciase su sed.

 Los viejos se fueron dándole las gracias a Gerardo, mientras Malene detrás del faro se limpiaba las tetas con pañuelos de papel y volvía a vestirse, para agarrada a la cintura de  Gerardo irse sobre la vespa de nuevo al pueblo. Por fin estaba disfrutando del sexo, el sexo del caliente sur.