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Las fantasías de Laura: Puente en la playa – III

en Hetero: Infidelidad

….. Es continuación de lo anterior.

La luz del nuevo día no saco a David de su turbación. El que había deseado tanto aquella situación y que tanto se había follado a su mujer pensando que era Laura, estaba lleno de dudas. No era la exigencia sexual de Laura o de que ella mandase durante el sexo, eso le encantaba, no, no era eso, era ese morbo que le dominaba de ponerse al límite de ser descubiertos por Candela, si ella los pillaba su mundo entero se derrumbaría, y el hecho de que les pillasen a Laura parecía importarle un carajo, se excitaba como una perra salvaje ante aquella situación. Todo esto no dejaba a David disfrutar como habría podido de su pacto sexual con Laura.

Candela aún remoloneaba en la cama, cuando embotado en estos pensamientos David salió de la habitación y tomo el pasillo en dirección a la cocina, al final de pasillo sosteniendo un vaso de leche estaba Laura, con su pelo castaño oscuro recogido en una coleta, desmaquillada, con un short de rizo rosa muy ajustado que dejaba a la vista sus preciosos y firmes muslos que ya habían tomado color, andando con unas sandalias. No llevaba nada en la parte de arriba y  balanceaba sus hombros frente a David en toda su altura de modelo, sosteniendo el vaso de leche en alto entre sus dedos pulgar e índice.

-          Buenos días David!

Dijo sonriendo como una niña traviesa, al tiempo que sacaba pecho y agitaba más intensamente sus magníficos, enormes, abundantes y equilibrados pechos naturales, aquellas tetazas que le caían en forma de gota de lluvia y que turgentemente desafiaban a la gravedad apuntando con sus pezones al frente, aquellos senos divinos de talla 75 en una copaza G.

-          Buenos días Laura!

Respondió David tragando saliva completamente afectado, sintiendo como una enorme erección se dibujaba en el pantalón de su pijama de verano. Con la mirada fija en aquellos cantaros de néctar al tiempo que pasaba por el arco de la cocina, sin que Laura dejase de agitar lentamente sus melones y el vaso de leche entre sus dedos pulgar e índice, mirándole llena de lascivia y deseo.

-          Huuuuuummmmm!

Exclamo Laura lanzándose tras David y empotrándole contra la nevera de la cocina, al tiempo que le lanzaba un morreo, y con su mano izquierda se aferraba al pollón erecto de David. Que cegado por el deseo irrefrenable había olvidado todas sus preocupaciones de la tarde de ayer y de hace un momento, y apretaba con fuerza entre sus manos los globos maravillosos, firmes, suaves y turgentes de la morenaza de Laura, llevándoselos a la boca, devorando su areola, succionando con fuerza sus pezones como si quisiera ordeñarla.

-          Huuuuummmm, cariño que bien, huuuuummm, me encanta, parece que quisieras tomar tu lechita de la mañana, aahhhh.

Gemía con voz sexy y viciosa Laura.

-          Ten, niño malo bebe tu lechita, bebe niño malo. Aaahhh, oooohhh.

Decía Laura mientras con su mano derecha volcaba lentamente el vaso de leche que sostenía derramando muy despacio la leche sobre su pecho, el blanco líquido recorría toda la curva de sus mamazas, cayendo sobre sus pezones. David recogía con desesperación la leche abriendo mucho la boca, pasando la lengua de un pezón a otro probando que cayese la menor cantidad posible al suelo.

-          Hay alguien en el baño?

Se escuchó la voz chillona de Candela en el pasillo.

-          No nena, el baño es todo tuyo, pasa tooodo el tiempo que necesites, jajajaja!

Contesto rápidamente al tiempo que pajeaba más rápidamente a David por encima del pantalón, temiendo que el pánico a ser descubierto bloquease de nuevo a David, pero este estaba como hipnotizando, apenas gemía de placer solo devoraba sorbiendo como un loco la leche que se derramaba sobre aquellas tetazas del paraíso.

-          Jajajaja, que cabrona eres! Aunque no lo creas no necesito tanto tiempo en el baño, lo mío es belleza natural! Si no pregúntale a David.

Contesto Candela risueña y confiada cerrando la puerta del baño, mientras su marido devoraba con locura las tetas cubiertas de leche de su amiga y esta mientras frotaba con fuerza su polla por encima del pantalón del pijama de verano.

-          Jajajaja, sin duda se lo preguntare en cuanto lo vea esta mañana, jajajaja!

Afirmo desafiante y desvergonzada Laura, derramando las últimas  gotas de leche del vaso sobre sus tetazas. Y apartándose luego de David, al tiempo que mirándole le sonreía divertida y dejaba caer el vaso vacío a cierta distancia, rompiéndose este al contacto con el suelo.

-          Que haces no me puedes dejar así! Ahora estoy loco por follarte.

Dijo David mirándole asombrado con los ojos fuera de las orbitas, y la polla como una lanza.

-          Y yo estoy empapada y ardiendo…. Pero mejor acabaremos más tarde….jajajaja, ahora voy a limpiarme a y ponerme una camiseta, se me ha caído un vaso de leche y tengo que recoger el estropicio que he causado, no lo has visto? Jajajajaja.

Contesto Laura con su voz sexy y femenina, divertida y traviesa cogiendo un trapo y limpiando sus mamazas con él antes de ponerse una camiseta blanca.

-          Joder eres la perra más caliente y la diosa del sexo  más gloriosa que he conocido nunca.

Dijo David, paralizado contemplando su hermosura y su divertida y morbosa crueldad, tratando de acomodarse la erecta tranca, y saliendo de la cocina.

-          Jajajaja, ya lo sé mi machote, ya lo sé, jajajaja.

Contesto divertida y risueña entre risas  Laura.

Después de desayunar fueron a la playa al mismo lugar que el día anterior, a través del bosquezuelo de matorrales, pinos y dunas. Candela y Laura iban como las demás veces unos pasos por delante entre risas y chanzas. David con su mutis impasible no se perdía ni un detalle de aquel precioso culazo, redondo, grande, firme como una roca.

Laura había optado con ir con unas cómodas chancletas negras con el pasador entre los dedos, llevaba una camiseta blanca ancha y larga que le caía por la cintura, dejando aquel culo monumental al aire, sus dos preciosas nalgas de granito moreno entre el hilo de su bikini marrón anudado por las caderas con dos lazos, y la parte de arriba del bikini realzando y juntando las enormes mamazas, como un wonderbra, también marrón cayendo desde los tirantes como una tela que imitaba a una piel de leopardo difuminada para cerrar la copa del bikini. Su preciosas y perfectas uñas rojas, unas pulseritas en sus muñecas, un par de anillos en sus dedos, y uno en un dedo de su pie izquierdo, unos pendientes de brillantitos en sus orejas, y un sencillo piercing en su plano y perfecto vientre. Y David como un volcán concentrándose al máximo para seguir trasmitiendo indiferencia. Menos mal que llevaba las gafas de sol.

Llegaron hasta la playa y extendieron las esterillas y encima las toallas, sentándose encima de ellas, aunque era un lugar algo apartado había más gente que el día anterior, algo alejados a su derecha había unas familias, bajo las sombrillas y con  algunas sillas de playa, y a su izquierda algo más cercanos jugando a pasarse un balón de voleibol se podía ver  cuatro chicos y cuatro chicas, de alrededor de veinte años.

Laura se sacó la camiseta blanca, con cuidado de no arrastrar consigo las gafas de sol que llevaba puestas, llevaba su preciosa y sedosa melena castaño oscuro recogido en una especia  de moño detrás de la cabeza. Estaba espectacular hasta decir basta, moviéndose sobre la toalla siguiendo de  chanzas con Candela, mostrando a todo el que lo quisiera admirar aquel maravilloso culazo de gloria, y aquellos melones naturales y enormes, bien prietos en la parte superior del bikini dándole una esfericidad majestuosa, como dos globos donde el canalillo era apenas una raya en el aire.

Los muchachos que jugaban voleibol enseguida se había fijado, y empezaban a fallar sus pases, dándose codazos disimulados de vez en cuando para que los otros que no habían contemplado aquella diosa de playboy, pudieran verla, alguno de los cuatro había lanzado un “ooohh” de admiración y había abierto tanto los ojos que casi se le caen las gafas de sol. Las chicas no habían tardado mucho en percibirlo, y se habían mosqueado con ellos, ahora trataban de seguir jugando procurando lanzar muy pocas miradas comprometedoras a Laura pero no lo lograban, y no paraban de fallar en el juego.

Un par de hombres de unos cincuenta años de las familias del lado derecho, calvos y con barrigas cerveceras y una de las mujeres de misma edad caminando unos metros por delante de ellos colgada al teléfono, pasaron junto a ellos, cuando Laura estaba boca abajo hablando animosamente con Candela, cruzando los piernas por los tobillos lo que hacía resaltar su culo como una colina de gloria.

-          Joooooder Paco, menudo culo!!!

Exclamo uno de los hombres cogiendo por el brazo al otro.

-          Madre de Dios Luis, no veía una cosa así,… no veía una cosa así, vamos que nunca había visto una cosa así, Luís, se me ha puesto como un palo!!!

Contesto el otro hombre abriendo los ojos y la boca  a la vez.

David, con sus gafas de sol y su periódico,  contemplaba aquel espectáculo y su excitación y deseo iba en aumento, le encantaba contemplar el deseo desenfrenado que despertaba Laura.

-          Bueno creo que ya es hora de que nos pongamos aceite bronceador, no nena?

Pregunto Candela alegremente.

-          Si tienes razón cariño, vamos a sacarnos la parte de arriba que no nos deje marca, y vamos a tostarnos al sol!

Respondió Laura con su voz tan femenina.

-          Buuuff pero hoy hay más gente, no sé si hacer topless, Lauri!

Dijo dubitativa Candela.

-          Va no te preocupes, la playa está llena de mujeres en Topless, nadie se fijara en nosotras.

Dijo despreocupada Laura a Candela.

Ahora empieza el espectáculo pensó David, no pudiendo contener la palpitación de su polla bajo su bermuda.

Laura se irguió en su toalla y dirigió sus finos y preciosos dedos al pasador del cierre de la parte trasera del bikini, abriéndolo, las copas del bikini cedieron como dos diques que han estado conteniendo lo incontenible, y ayudándose de sus preciosos y finos dedos se sacó el bikini  por delante, dejando que sus enormes, turgentes, lozanos y erectos pechos en forma de gotaza de lluvia a punto de romper y caer, pero sin llegar a hacerlo, desafiando la gravedad. Candela con más pudor se sacó su bikini mostrando dos pechitos como dos ciruelas al lado de los Laura. Laura sentada con el tronco erguido cogió el aceite bronceador y después de ponerlo en sus preciosas manos empezó a extenderlos por su cuerpo, primeros sus brazos, su plano vientre con sexy piercing, sus hombros, y empezó a amasar sus tetazas con el aceite.

David pensaba que le iba a estallar la polla, cuando oyó un golpe seco. El balón le había dado en la cara a uno de los chicos, y los demás se reían, y aprovechaban para mirar el masaje que Laura se estaba dando en su mamazas, a las chicas aquello no les hacía ninguna gracia.

Laura se dio cuenta que estaba volviendo locos a aquellos chicos. Y sonrió maliciosamente calentándose. Se quedó apoyada sobre sus antebrazos en la toalla, con sus melones mirando en dirección a los chicos, que no paraban de hacer fallos, ante los gritos de advertencia de las chicas.

En eso volvieron los dos calvos barrigones de antes, dejando pasar delante a la mujer que seguía colgada del teléfono.

-          Joooooder Luis que tetazas para morir enterrado en ellas.

Exclamo uno zancadilleando.

-          Reeeedioooos Paco!!! son las más hermosas que he visto nunca, ni aún en cualquier otra playa.

Dijo el otro retirándose las gafas de sol para ver mejor.

Laura les sonrió al verles pasar, y movió ligeramente los hombros para que sus perfectas ubres se balanceasen en el vació. Los calvos barrigones tropezaron  y casi acaban en la arena.

La pelota de voleibol rechazada por el juego llego a su cercanía. Candela estaba de espaldas hablando como una cotorra, mientras Laura contestaba con monosílabos y  risitas calladas, y David hacía ver que leía el periódico contemplando todo el espectáculo. Así que Candela no se percató del forcejeo de los dos muchachos por recuperar el balón, sin dejar de sonreír y mirar los globos perfectos de Laura, la cual no dejaba de sonreírles. El segundo balón cayó a un palmo de la toalla de Laura, y entonces fueron tres los chicos que forcejearon por recoger el balón.

-          Jajajaja, cuidado no vayáis a darnos!

Dijo picantona y provocativa Laura con su voz sexy, moviendo levemente sus hombros y balanceando así sus mamazas, objeto del deseo de los chicos. David se revolvía inquieto loco de deseo, la situación lo estaba poniendo supercachondo.

Candela se giró y empezó a percatarse de lo que sucedía, al principio puso una sonrisa condescendiente y de reproche a la vez.

Los balones iban llegando uno tras otro, las chicas estaban cansadas de lanzar reproches.

-          Que malos sois jugando al voleibol, como lo hagáis todo igual, jajajaja.

Provocaba Laura.

-          No, hay cosas que se nos dan mejor!

Respondía el más lanzado mirando directamente a los pezones de Laura.

-          Ven aquí gilipollas y continua jugando!

Le gritaba una chica muy enfadada.

Laura tuvo que parar un balón para que no le diera en la cara, se levantó todo lo mujer de bandera que era con el balón en las manos. Y se dirigió al grupo sonriendo y moviendo mucho las caderas, con sus melonazos bamboleándose.

-          No lo hagas, Laura, no lo hagas….

Advirtió seria por lo bajinis Candela.

Laura le lanzo una sonrisa de inocencia mientras encogía los hombros.

-          Me parece que tendré que enseñaros a jugar!

Dijo Laura mostrando la mejor de sus sonrisas.

-          No gracias nosotros ya sabemos jugar.

Le respondió una de las chicas muy seriamente.

-          Venga aunque sea un juego, vamos Mónica!

Dijo el más lanzado de los chicos.

-          Venga chicas como estos son unos torpes yo voy con ellos.

 Les rogo Laura. Las chicas se miraron entre sí con cara de ningún amigo.

-          De acuerdo, jugaremos hasta que estos idiotas pierdan la pelota, entonces se acabó el juego.

Laura se situó entre los chicos sonrientes, estos hacían carantoñas y cabriolas de felicidad. Los dos clavos barriletes rondaban cerca babeando.

Laura empezó a saltar, a ir a por todas las bolas, con sus melones flotando y frotando con su culo a los chicos, que buscaban el contacto. Como estaba disfrutando Laura calentando a esos chicos, que de repente no perdían ni una bola. Y eran las chicas las que siempre perdían el juego.

-          Jajajajajaja… buena!

Gritaba entre risas Laura, con su amplia sonrisa de oreja a oreja y chocando las manos a los chicos, que nunca le miraban a los ojos. Las chicas estaban hartas y cabreadas como una moto, empezaron a jugar duro, y una de ellas le lanzo la bola a Laura para impactarla, cuando el más lanzado que se llamaba Miguel aprovechando que la bola iba a impactar con Laura, se abalanzo sobre ella como si fuera a interceptar la pelota.

-          Uuuuuuhhhhh…

Grito Laura rodando por la arena con el chico por encima, que aprovecho para refregar su pecho contra los pezones de Laura y su polla erecta contra su muslo derecho.

-          Perdón, solo quería coger la pelota.

Dijo Miguel , que era como se llamaba el chico más lanzado, sobre Laura justo antes de que Mónica ,su novia, le lanzase a la cabeza con toda  su fuerza el balón de voleibol.

-          Levántate idiota de mierda, nos vamos.

Miguel se levantó dolorido, frotándose la cabeza, mientras los otros muchachos se marchaban también con las chicas sacándolos a empellones y cabizbajos decían adiós a Laura. Las chicas no dijeron nada.

Laura se puso de pie y se acercó a sus toallas, Candela la esperaba con cara de enfado. Se había puesto su bikini, y llevaba la parte de arriba del de Laura.

-          Tenías que hacerlo! Como si no supieras el efecto que causas en los hombres. Anda ponte el bikini, que reducirá en algo el efecto. Ayyyyy!!! Que se le va a hacer.

Dijo con resignación Candela a Laura.

-          Oye que yo no he hecho nada malo, además la playa está llena de mujeres en toples.

Contesto Laura, con expresión de contrariedad, y el morro torcido.

-          Si eso cuéntaselo a otra! Cariño. Me voy al chiringuito del fondo a comprar algún refresco, que estar aquí al sol me esta deshidratando. Queréis algo?

Pregunto con actitud de madre superiora Candela,  Laura negó con cabeza mientras se tumbaba en la toalla junto a David.

-          Yo no, gracias cariño!

Respondió David tratando de ocultar la erección que casi lo tenía inmovilizado.

-          Has visto la hija de puta de tu mujer, llamándome la atención como si fuera mi madre!  

Le dijo Laura llena de rencor a David.

-          Jejeje, es que ella no te conoce tanto como cree, y como te conozco yo! Todo el numerito me ha provocado un dolor de huevos criminal, me vuelve loco verte tontear y excitar a otros hombres, la tengo más tiesa que una estaca.

Laura se acomodó de forma sexy el pelo tras las orejas y miro llena de vicio a David, giro y miro la silueta de Candela perderse por la playa y echo mano del paquete de David frotándolo.

-          Oooooohhhh…

Exclamo David.

-          Así que mi chico, el “indiferente” se ha puesto como un toro, viéndome jugar con esos nenes, eeehhh, como me encantaría poderle restregar a la imbécil de tu mujer, quien pone esta polla tiesa como una barra de acero, y quien es y va a ser mi compañero de juegos sexuales. Tu eres un hombre y  no como el desgraciado cornudo de mi marido!

Susurraba Laura con voz muy sexy , al tiempo que le frotaba el paquete a David con la palma de su preciosa mano, poniendo cara de zorra viciosa y poniendo morritos.

-          Ooooohhh, Lauraaaaa……

Laura agacho la cabeza al tiempo que se le sacaba la tranca a David y sacando toda la lengua empezó a lanzarle lametazos al prepucio, ajustando después los labios al diámetro de la polla de David y tragándose la punta bombeando sobre ella.

-          Sluuup, sluuuuup, sluuuuppp.

-          Ooooohhh Laura…...oooohhh… estamos en medio de la playaaaahh, nos va a ver todo el mundo, cariñoooooo, y Candela no tardaraaaahh, no tardarahhh, hay que hacerlo maaaass disimuladooooo.

Laura levanto la cabeza de la polla de David, y vio que tenía espectadores, las calvas de los dos barriletes sobresalían claramente de las dunas laterales que les protegían de la mirada de las familias a su derecha, y el viento traía unos ligeros gemidos.

-          Jajajaja, Venga vosotros dos, salir, ocupar puestos de primera fila, con la condición de que nos aviséis cuando venga alguien. Jajajaja. Venga salir. Jajajaja

Dijo en voz alta risueña y divertida Laura.

Los dos calvos barriletes salieron de detrás de las dunas ridículamente con los bermudas por las rodillas, con las caras rojas y las pollas tiesas.

-          No es que nosotros, …..pues….veras…

Dijo el que se llamaba Paco.

-          Jajajaja, venga acercaros, disfrutar del espectáculo y vigilar que no viene nadie, en especial nuestra amiga, jajaja.

Dijo entre risas estentóreas Laura, al tiempo que se sacaba la parte de arriba del bikini por la cabeza, cogía el aceite bronceador derramando gran cantidad sobre sus melones y su canalillo , se pegaba al cuerpo de David e introducía su pollón entre las enormes y perfectas circunferencias de sus tetas, y apretando con fuerza, cogiendo con ambas manos el lateral de sus tetazas por la parte superior empezaba a hacer una cubana a David, agitando las tetas arriba abajo como la verdadera experta en cubanas que era, lanzando gemidos lascivos, pasándose la lengua por los labios y poniendo caras de vicio.

-          O si nena, siiiii, mi huevos van a explotaaaaarrr, que bien, que bieeeennn, aaahhhh.

Gemía en voz baja David.

-          Aaahhhh, como me gusta verte hacerte disfrutar, tanto, huuuumm, oooohhh.

Contestaba Laura gimiendo y lanzando grititos sexys y viciosos.

-          Joder que zorra Paco, que espectáculo nos está dando, oooohhh

Decia Luis.

-          Si Luisito cuando vine hoy a la playa no me esperaba estoooo, o si nena, que puta más morbosa eres, oooohhh…

De vez en cuando apoyándose en  Laura, David alzaba la vista para ver si volvía Candela. Entonces Laura mordiéndose el labio aumentaba el ritmo del bombeo arriba y abajo, abajo  y arriba, al tiempo que gemía y se mordía los labios.

-          Aaaahhhh, oooooohhh, ya casiiiii, ya cassiiii…

Gemía y jadeaba sordamente David.

-          Una mujer viene en esta dirección, oooohhh.

Dijo Luis.

David alzo la mirada y pudo distinguir en la lejanía la figura de Candela que avanzaba hacía ellos lentamente.

-          Ya está viniendo, paraaaaaa…aaaaaaahh!

Laura se mordió el labio inferior presiono aún más entre sus mamazas el pollón de David y agito con un ritmo frenético.

-          Aaahhhhh me corrooooo!!

Exclamo David.

-          Si, siiiii, correte, mi macho, mi semental, como me pones con este pollón duro y en forma, que le he robado a tu mujer, aahhh!

Respondió Laura lanzándole miradas lascivas a David

La polla de David aprisionada entre los globos de Laura había estallado como el surtidor de una fuente, en una cantidad enorme cubriendo la superficie de las ubres de Laura con su cálida y gelatinosa sustancia.

-          Déjanos que nos corramos en tus tetas, por favor, eso sería la gloria, verdad Luis?

Se atrevió a decir Paco, temblándole las manos con la polla como lanza.

-          Jajajaja, claro venir, cubrirme las tetas de leche de macho, cabrones, jajajaja.

Rio provocativa con su sexy voz Laura.

-          Que dices estás loca ya puedo distinguir a Candela, Laura, que Candela nos va a pillar.

Dijo con autoridad y alarma David  subiéndose los bermudas mirando con expresión de susto a su esposa que se acercaba, al tiempo que los dos calvos barriletes le pasaban por encima y Laura poniéndose de rodillas tomando con ambas manos por abajo sus tetazas, las exponía para la ducha de las pollas de los hombres, sin dejar de sonreírles de oreja a oreja, mirándoles a los ojos y poniendo morritos

-          Ahhh…. Aaahhh… aaaaaahhhhh, ahí vaaaaaa… zorrooooonn

Grito Paco corriéndose abundantemente sobre la mamaza derecha de Laura cubriéndola toda con su leche que se extendía como una película hasta cubrirle los pezones mezclándose con la de David.

-          Aaaahhhh ahora la miaaaa…..ooooohhhhhh putón eres una diosaaaaa….

Exclamo Luis cubriendo con su corrida la tetaza izquierda de Laura, como Paco había hecho con la derecha.  Después ambos hombres extendieron con ambas manazas su leche por cada una de las ubres de Laura, pellizcándole de paso los pezones, mientras Laura que les acariciaba los huevos y sin dejar de mirar lascivamente,  me mordía el labio inferior y se pasaba la lengua por los labios.

-          Vamos, vamos, joder, fuera de aquí…

Se incorporó David empujando a los dos calvos barriletes, que se subieron los bermudas y se marcharon torpemente a  través de las dunas.

-          Muchas gracias preciosa….eres lo mejor que nos pasa en mucho tiempo.

Dijo uno de ellos  atravesando las dunas, al tiempo que Laura con las tetas cubiertas de semen ,como si llevase una capa de crema se ponía en pie y lanzando un grito.

-          Aaaaaaaaaaah

Corría hacia la orilla del mar para lanzarse dentro de él.

-          Jajajaja, que le pasa a esa loca?  Y que querían eso tíos?

Pregunto Candela llegando justo a las toallas, con tres refrescos, aunque ellos le habían dicho que no.

-          Nada estará acalorada, y arrepentida y ha ido a darse un baño, cariño. Y estos tíos pesaos, pues que van a querer, ver más de cerca a Laura, pero ya los he echado con cajas destempladas, yo no sé qué le ven los tíos a Laura. Yo contigo soy el hombre más feliz de la tierra.

Dijo el falso de David abrazando a Candela y dándole un beso en la boca, que ella correspondió completamente enamorada. David ya mucho más relajado después de una de las mayores corridas de su vida.

Prácticamente con el último bocado de la comida, Candela empezó a retorcerse, con muy mala cara.

Ya durante la comida había empezado a encontrarse mal y a estar menos bullangera que de costumbre. Pero de la mesa se levantó directamente al baño, vomitándolo todo, sin que por eso disminuyese su malestar y dolor de estómago, además tenía algunas décimas de fiebre. Ente David y Laura la ayudaron a ir hasta la cama.

David le dio unas pastillas estomacales, y aún vomito unas tres veces más durante la siguiente media hora. Después bicarbonato, manzanilla y paracetamol mediante, parecía que se había calmado.

David y Laura permanecían junto a la cama con Candela, que estaba estable y la fiebre le remitía. Habían acordado volver a la playa a primera hora de la tarde, al día siguiente lunes acabado el puente y volverían después de comer a la ciudad, y sobretodo Laura decía querer aprovechar las horas de playa.

-          No te preocupes nena, nos quedamos aquí contigo, y si quiero tomar el sol salgo esta tarde a la terraza.

Le decía cariñosamente Laura, preocupada por el estado de Candela, pero para nada afectada moralmente o con remordimientos por el fin de semana de sexo salvaje que estaba teniendo con su marido.

-          Para nada, para nada cariño, esto solo ha sido una sobreexposición al sol y al calor esta mañana y poca hidratación, que soy una cabeza loca, que sé que siempre me pasa esto.  Venga empacar las cosas he iros tú y David a la playa.

Contesto Candela con tono de auto reproche.

-          No, cariño, así como estas no voy a dejarte sola en la casa. Yo me quedo aquí contigo.

Dijo el falso de David melosamente a Candela, cogiéndola de la mano y besándola en la frente.

-          De eso nada, venga tira para la playa con Laura! No la vamos a dejar sola para que la acosen todos los tíos, que haya esta tarde por ahí.

Contesto Candela satisfecha por la atención de David y transmitiendo despreocupación.

-          No, no, de verdad Candela nos quedamos y yo tomo el sol en la terraza.

Respondió con tono entre de preocupación y de resignación Laura.

-          Venga para la playa! Jajaja, o me levanto y os hecho de aquí con una escoba. Dejarme sola que así podre recuperarme mejor, venga!

Dijo con autoridad bromeando Candela, confiada, mandando a su marido y a su amante a la playa juntos.

Candela estabilizada pero un poco agotada, se tomó un relajante muscular y cayó en un reparador sueño, justamente cuando Laura y David se despedían de ella saliendo por la puerta.

Apenas se encaminaron por el camino del bosquezuelo, apartados de la simple vista de los habitantes de las casas donde tenían la suya, David le lanzo una palmada con la mano abierta en el firme y esférico culazo de Laura, aferrándose con las yemas de su mano en las maravillosas nalgas de mármol de Laura, mientras con la otra giraba a la chica atrayéndola hacia él y lanzándole un morro.

-          Jajajaja, loco, jajajaja, que te mueres de ganas por mí, jajajaja, que bien te ha venido la enfermedad de Candela, así no tienes que disimular más, ni hacerte el indiferente, jajajaa.

Reacciono entre risas Laura, después de dar un saltito que le había provocado lo inesperado del palmetazo.

David sin decir nada se la llevo hacía la floresta, sin dejar de morrearla y de enrollar su lengua ansiosa en la de ella, mientras sus manos buscaban ansiosas el culo y las enormes tetazas de Laura. La cual lo separo de ella delicadamente con los finos y preciosos dedos de su preciosa mano.

-          Espera, espera, cariño, ya sabes que yo soy tuya pero con mis reglas. No quiero hacerlo aquí, prefiero hacerlo en la playa, tranquilamente ahora que no tenemos que preocuparnos de Candela.

Dijo dulcemente Laura.

-          Pero en la playa puede vernos más gente.

Replico interrogativo David.

-          Eso espero, jajajaja, es lo que más caliente me pone, dar el espectáculo, ver las llamaradas de deseo de otros hombres mientras lo hago, eso enciende mi raja como un volcán y hace que me corra más intensamente y en mayor cantidad, jajaja, jajaja, jajaja.

Respondió Laura con su femenina voz entre carcajadas echando la cabeza para atrás y agitando el pelo que llevaba suelto en esta ocasión.

-          Jajajaja. Candela me había dicho que eras una perra caliente y morbosa, pero hasta ahora había creído que era una exageración. Cada vez me encanta más estos jueguecitos tuyos y  ser tu amante y compañero sexual.

Contesto David sonriente.

-          Pues prepárate porque vas a disfrutar más de lo que lo has hecho nunca, jajajaja.

Respondió Laura, risueña, mientras David la atraía hacia él, cogiéndola por la cintura al tiempo que se morreaban como dos novios colegiales  y seguían el camino a la playa.

Serían como las cuatro largas de la tarde en aquel extremo de la playa entre dunas, estaban prácticamente solos, a su derecha a lo lejos se veía algunas personas en la lontananza cerca del chiringuito, y en el otro lado por encima de las dunas había visto, antes de extender las toallas junto a las rocas a otra pareja muy acaramelada.

En cuanto se tumbaron David se acercó a Laura que mostraba su más hermosa y amplia sonrisa. Los dos amantes tumbados de lado se hacían carantoñas y se robaban besos furtivos, mientras David, extendía su mano por la piel suave y sedosa de Laura, disfrutando del tacto de cada centímetro del cuerpo de aquella diosa de playboy.

Laura no contaba con un rostro de Angel, pero su sonrisa de marfil, sus ojos brillantes y vivos, y su tremendo cuerpo exuberante y voluptuoso, la convertían en una de esas hembras potentes que van hinchando vergas ante su sola presencia, enloqueciendo a todos los machos que la contemplaban, y ahora y allí se estaba entregando a él, a David!

-          Huuuummm cuando me dejaras follarte. Mira como tengo la polla, parece el tronco de un árbol.

Susurraba David mientras apretaba con fuerzas las nalgas y las tetazas de Laura.

-          Huuuummmm, espera mi machote, espera que la ocasión sea más propicia, que siempre estas duro como una barra de hierro, con esa pollota, mi semental, tú sí que eres un hombre y no esa montaña de músculos de polla pequeña y siempre mustia de mi marido. Huuuuummm.

Contestaba mordiéndose el labio inferior Laura y acariciando el pelo del pecho a David con ojos de vicio al tiempo que le frotaba suavemente la verga con la otra mano.

De repente Laura se levantó lanzando grititos divertidos de entusiasmo y salió corriendo hacía el agua agitando su cabello al viento. David con una enorme erección que le hacía tienda de campaña en el bermuda salió corriendo tras ella, gritando y riendo como ella. La alcanzo dentro del agua, la abrazo y se sumergió con ella, saliendo a la superficie, compartiendo con ella un beso francés entre los vaivenes del mar, mientras metía las manos por debajo de la tela de su bikini a lunares blancos sobre fondo negro, y aumentando la pasión en la que se comían la boca le apretaba con todas la fuerzas los melones, magreandole bien las areolas, y agachándose a mamarle los sensibles pezones como si fuera un bebe succionando.

-          Así cariño así, sigue chupando mis pezones, que son supersensibles, haz que tenga un orgasmo de pezón, ooooohhh, aahhhh.

David se concentraba en devorar aquellos enormes y duros pezones, mientras su polla peleaba por mantener la erección en el frio agua.

-          Aaaaaahhhh, ooooohhhh, estoy llegando, estoy llegandooooooohhhh

Grito Laura justo antes de convulsionarse por el orgasmo de pezón que David le había producido, tomándole luego el rostro con ambas manos y morreándole intensamente.

-          Eres el mejor cariño, el mejor! Vamos a la orilla tu momento se acerca, pero aún no, aún no, jajajaja.

Se reía divertida Laura guiñándole un ojo y cogiendo de la mano a David y llevándolo hasta la orilla.

Ambos se volvieron a tumbar sobre las toallas como extasiados. David con aspavientos divertidos se señalaba la erección de su bermuda, mientras Laura sin dejar de reír hacia la señal que no con el dedo índice, y la señal de esperar con ambas manos.

Ella se tumbó boca abajo, mostrando la extrema redondez de sus nalgas a través del tanga de su bikini, no se había quitado la parte de arriba del mismo, sin nadie para provocar no tenía mucho sentido para Laura y estaba cómoda con esa prenda.

David se resignó y se tumbó para arriba con su polla tiesa como un mástil, haciendo como si se lamentase en broma. Ante las risas de Laura.

Entonces vieron a un vendedor ambulante que pasaba cerca de ellos gritando sus mercancías.

-          Ahora veras lo que hago, tu déjame a mí y no digas, nada.

Dijo Laura a David mordiéndose sexy la yema de su precioso y fino dedo índice, mientras este la observaba intrigado.

-          Oye perdona ven aquí a lo mejor nos gustaría comprarte algo.

Dijo Laura lanzando una voz al vendedor ambulante.

El hombre se paró en seco y se dirigió a ellos muy risueño, con una amplia sonrisa y  mucha determinación. David no sabía lo que pretendía Laura pero no dudaba de que lo disfrutaría.

Laura se levantó ante el vendedor ambulante mostrando la mejor de sus sonrisas y agitando en el aire sus enormes y esféricos globos. El vendedor ambulante abrió mucho los ojos y amplio su sonrisa, radiografiando con la mirada a Laura.

-          Señora, señora, vendo muchas cosas buenas, gafas de sol, gafas de sol, fulares de playa, buena calidad, relojes, palos de selfie, mp3, baterías portátiles para móviles, muchas cosas buenas, baratas.

Mostrando la mejor de sus sonrisas se acomodó con sus finas y femeninas manos sus mamazas en su bikini ante el vendedor, que se sobresaltó fijando sus ojos en aquellos milagros de la naturaleza, y después adopto una pose pensativa.

-          Huuuuuummmmm, me gustan esos fulares, concretamente el morado.

Dijo Laura con voz reflexiva.

-          Muy buen gusto, la señora que ya es muy guapa, más será con mi fular, muy buen gusto la señora, muy barato.

Respondió el vendedor entusiasmado sin sacar sus ojos de las tetazas de Laura.

-          El problema querido es que no tenemos dinero.

Dijo Laura poniendo cara de pena.

-          No dinero, no aquí? Buscar en casa, yo espero aquí!

Respondió el vendedor.

-          Porque no hacemos otra cosa, yo te propongo un trato. Te dejo mirar las tetas así de cerca y tú me das el fular a cambio.

Propuso Laura poniendo voz sexy y cara picarona.

El vendedor miro con cara de sorpresa, echando una ojeada a los dos lados, y luego mirando directamente a David, sin entender nada.

-          Por mí no se preocupe amigo, negocie con ella tranquilamente, cualquier cosa que ella proponga me parecerá bien.

Respondió David con actitud como relajada, pero conteniendo una enorme erección.

-          No dinero, no fular, yo ver tetas todo el día, yo estar harto de ver tetas todo el día en la playa, ver tetas no tener valor.

Replico el vendedor a Laura.

-          Si pero seguro que unas tetas como las mías, no las ves todos los días, verdaaaadd

Contesto Laura llevándose sus preciosos y finos dedos al lazo de la tira de la parte superior de su bikini tras su cuello y estirándolo sensualmente, alzando aún más sus mamazas, que chocaban una contra otra mostrando su enorme volumen y redondez.

El vendedor ambulante empezaba a sudar bajo su gorra de béisbol, indeciso y boquiabierto con una enorme erección que se marcaba en su pantalón pirata azul marino.

-          Bueno como veo que no te decides, otra vez será.

Dijo Laura encogiéndose de hombros y mostrando indiferencia.

-          Bien, bien, solo ver pero de cerca, muy de cerca.

Contesto el vendedor ambulante cuando Laura ya se daba la vuelta. Laura giro sobre sus talones esbozando una picarona sonrisa de victoria.

-          Jajajaja…tata-ta, tatata-ta, jajaja.

Tarareaba risueña con su voz sexy, sin dejar de sonreír al vendedor ambulante que se detenía a apenas un palmo de su cara, mientras alargando las dos manos deshacía muy lentamente el lazo de su cuello, que sostenía sus maravillosas ubres dentro de su bikini. Una vez desatado, dejo caer las tiras de telas, dejando que sus maravillosos melones flotasen turgentes y erectos, como dos gotazas de lluvia a punto de explotar con los pezones erectos mirando al vendedor ambulante que se relamía, mientras con los ojos como platos no perdía detalle de los pezonazos y las areolas de Laura, la cual había tomado sus globos por la parte de abajo y los agitaba sexy poniéndole morritos al vendedor.

-          Jajajaja, trae para aquí este fular que me lo he ganado, jajaja.

Reía Laura picaronamente, mientras le cogía el fular de la mano al vendedor ambulante y lo tiraba en la toalla, sin dejar de agitar y balancear sus divinas tetazas.

El vendedor ambulante estaba petrificado y extasiado con la polla como el palo de una bandera.

-          Huuuuummm me parece que hay alguna cosa más que me puede gustar. Huuuuumm ese palo de selfie, me sería muy útil, ya que no tengo ninguno!

El vendedor ambulante trago saliva con las piernas abiertas y la polla en ristre, fue él, el que se adelantó en la propuesta.

-          Doy palo de selfie, si dejas tocar tetas.

Propuso el vendedor ambulante, mientras David hacia un rato que se había sacado la polla y se estaba pajeando relajadamente.

-          Jajajaja, vale venga, trato hecho trae aquí ese palo de selfie, jajajaja. Eres un buen comerciante!

Dijo Laura riendo lasciva y  tomando el palo de selfie que le daba el vendedor ambulante, arrojándolo en la toalla, mirando cachonda pérdida, como el vendedor ambulante adelantaba sus manos abiertas para alcanzar sus enormes mamazas , con la expresión del gato que está apunto de abalanzarse sobre los ratones.

-          Ooohhh, Oooohhh….increibleee…ooooohhh

Gemía desesperado el vendedor ambulante mientras movía sus dedos como si fueran tenazas sobre las turgentes tetazas de Laura, con ansia imposible de contenerlas en la palma de sus manos, jugando con sus pulgares con los pezones de tiesos, firmes y enormes de Laura, apretando una teta contra otra, sobándolas con dedicación y cuidado.

-          Uuuuooohhh, ooooohhh.

Empezó a gritar el vendedor ambulante, cuando Laura que era tan alta como el hombre coloco su muslo entre su pierna y empezó a frotar lentamente su muslo izquierdo contra su polla, que estaba dura como la piedra.

-          Si te dejo chuparlas, me das la batería portátil del móvil, verdad que me la daaaass, venga dime que me la daass, vengaaaa.

Empezó a ronronear Laura como una gata en celo, con su maravillosa voz sexy, poniendo morritos y pasándose la lengua por el labio superior, al tiempo que aumentaba el ritmo de la fricción de su muslo contra su polla.

-          Si, siiiii, siiiii.

Respondió desesperado el vendedor ambulante.

-          Pues tráemela, jajajaja.

Dijo amistosa entre risas Laura, sosteniendo la frente del vendedor ambulante para pararle cuando ya se lanzaba como un lobo hambriento sobre sus tetas. Mientras esperaba Laura cual se recogió con una mano la melena castaña oscura hacia atrás de una forma muy sexy y femenina.

El vendedor ambulante mostro la batería a Laura y la arrojo sobre su toalla, justo antes de abalanzarse sobre sus melones, sosteniéndolos para tenerlos mejor a su merced, los apretó uno contra otro y empezó a lamerlos sacando su lengua extraordinariamente grande, lanzando lengüetazos que probaban de abarcar la mayor cantidad posible de la superficie de las tetazas de Laura, lengüetazos en su canalillo y bajando con voraz apetito a su cintura, caderas, jugueteando con su lengua con su piercing, subiendo como marcando una senda  desde el ombligo hasta el canalillo de la chica, para pasar luego a devorar las areolas de Laura y succionar sus pezones como si llevase todo el día sin beber y el más refrescante néctar surgiera de aquellas tetazas.

-          Chuuuuppp, sluuuuuurpp, chuuuuuupppp!

Producía el vendedor ambulante, al chupar, sorber  y lamer los melones de Laura.

-          Oooohhh, si, ooooohhh, si cariño me vas a provocar un orgasmo de pezón……aaaaaaaaaaaaaahhhh, Daviiiiddd.

Exclamo Laura cuando David la ensarto con su enorme tranca desde atrás, no sintió, ni como David aparto el hilo de su tanga, ni como se aferraba a sus caderas, solo sintió como entraba su verga en  su empapada cueva, como un hierro ardiente y le chupaba la espalda, mientras entraba y salía de su raja adelante y atrás, atrás y adelante. A David no solo le daba igual compartirla con aquel extraño, o que les viera alguien, sino que además le encantaba.

-          Aaaaaahhh  huuuuumm que bueno eres, me has hecho tener un orgasmo de pezooooooonnn….. oooooohhhh David cariño, follame, follameeee, aaahhhhh.

Gritaba Laura  y reaccionaba David metiéndosela a un ritmo salvaje.

-          Oooooohhhhh, hagamos el trato final, ooooohhhh, tú me tiras un reproductor de Mp3 y yo te hago una paja, oooooohhh y me puedes seguir comiendo por delante, ooooooohhhh…. Si Cariño…….  mientras mi novio me la mete desde atrás……oooooooohhhhh, aaaaaaahhh, no pares.

Le propuso Laura al vendedor entre gritos y gemidos de placer con suave y sexy voz.  El vendedor cogió uno de sus reproductores de Mp3 y lo arrojo sobre la toalla de Laura y a continuación se sacó los pantalones, dejando a la vista una polla delgada, pero larga y nervuda. Con la mano derecha Laura cogió con fuerza el rabo tieso del vendedor, y empezó a pajearlo salvajemente arriba y abajo, abajo y arriba,  mientras con la izquierda le masajeaba los huevos, este extendía sus babas por toda la superficie de las ubres de Laura apretándolas con sus manos, mientras se fundían en un beso francés retorciendo sus lenguas con desesperación.

Las dunas les protegían de la pareja que estaba en el final de la playa, pero eran todo un espectáculo, para cualquiera que viniera por el camino del bosquezuelo o por el otro lado de la playa, los tres follando sobre la arena, gimiendo y gritando,  aunque a ninguno de los tres les parecía importar aquella exposición.

-Ooooohh ooooooohhh nena ponte a cuatro patas, ponte como un perrito, ooooohhh.

Le pidió David a Laura, cuando ya llevaba algunos minutos clavándosela desde atrás, sin dejar de bombear en ella.

-          Si mi semental siiiiii…ooooohhh

Contesto entre gemidos Laura cerrando los ojos y echando la cabeza para atrás, extasiada de placer. Mientras no paraba de pajear al vendedor ambulante y se situaba a gatas sobre la toalla.  David recogió su sedosa y brillante melena castaña oscura en su mano derecha, como haciéndole una coleta y agarrándole fuertemente el pelo empezó a bombear, dentro de Laura con furia, mientras con  la izquierda le arreaba palmetazos en las nalgas.

-          Aaahhhh, aaahhhh, aaaaaah…….siiiiii, siiiiii, eres mi macho mi machooooooo.

Gritaba extasiada de placer Laura, con la cabeza echada para tras  tratando de volver a coger el ritmo en la paja del vendedor ambulante, que disfrutaba extasiado de ver como se agitaban las nalgas y como se bamboleaban las tetas en el vacío violetamente hacía delante y hacía atrás.

-          Momento por favor, yo pongo debajo y chupo tetas, como trato.

Dijo el vendedor ambulante, separándose de Laura que se retorcía, gemía ,jadeaba y relinchaba  de placer, y tumbándose de manera que coloco su cabeza bajo las balanceantes ubres de Laura, la cual debido a que era alta para ser una mujer y el vendedor ambulante más bien bajito, sosteniéndose con su mano izquierda, pudo alcanzar con su mano derecha la mano de este para empezar a pajearlo fuertemente arriba y abajo, abajo y arriba, mientras el vendedor ambulante se aferraba a sus enormes y esféricas tetazas , devorándolas como si estuviera ordenándola.

-          Aaaaaaaaaahhh, me corro nena, me corrrooooo, te inundo con mi leche……..

Empezó a gritar David al tiempo que sentía como las paredes interiores de Laura se cerraban sobre su gran verga como exprimiéndole.

-          Aaaaaaaaahhhh, oooooooooohhhhhhh, yo tambiéeeeennn, mi sementaaaall.

Aulló Laura justamente antes de empezar a convulsionarse por el placer producido por el orgasmo.

-          Yo corro también, dejar correr en cara, correr en cara quiero.

Dijo el vendedor ambulante saliendo rápidamente de debajo de Laura, incorporándose frente a ella y con la polla como una larga lanza acercándose a su cara y tras golpearle suavemente en la nariz y los labios con la misma, empezó a sacudírsela fuertemente.

-          Oooooooooooooohhhhhhhhhhhhhhh!

Expreso en un prolongado y agónico gemido el vendedor ambulante al tiempo que se corría lanzándole a Laura  un fuerte chorro de semen a la cara, seguido de un segundo menos potente y de un tercero, que ella recibió, con los ojos cerrados y poniendo morritos, de forma que el último y menos fuerte chorro el vendedor colocaba la polla sobre los labios de Laura cubriéndolos de cálida leche, que ella paso a degustar chupándose los labios.

-          Huuuuummmm que ricaaaa  y calentitaaaa.

Dijo Laura con voz sexy y viciosa.

El vendedor se marchó con un efusivo saludo, mientras Laura y David volvían a salir corriendo a zambullirse en el mar, el último baño de aquella tarde.   

Era sobre las seis pasadas cuando de vuelta en la casa David se sentaba al borde de la cama junto a  Candela  con toda la falsedad del mundo haciendo ver que se interesaba por su salud, que permanecía sentada utilizando los almohadones colocados en posición vertical como  respaldo.  Mientras Laura se duchaba y arreglaba.