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Las fantasías de Laura: Puente en la playa – II

en Hetero: Infidelidad

…… Es continuación del anterior:

Después de aquel polvazo era muy complicado permanecer en la playa junto a Laura como si nada, David tenía que hacer un esfuerzo sobrehumano para no abalanzarse sobre aquella diosa de playboy morena, pero ella la muy perra, se comportaba mas distendida que nunca, haciendo como si nada hubiese pasado y al mismo tiempo acariciándose su cuerpo de una forma muy lasciva, en toples sobre la toalla risueña bromeando con Candela entre grititos escandalosos. David intentaba concentrarse en el periódico que había llevado a la playa, y procuraba disimular su constante erección poniéndose de lado. Rara vez miraba hacía Laura, solamente cuando alguna de las chicas le hacía alguna pregunta directa, y entonces Laura se agarraba las tetazas y se pellizcaba los pezones, al tiempo que se pasaba la lengua por los labios lentamente, o se ponía de costado y le pedía divertida y entre chanzas a Candela que le lanzase un azote en el culo. David iba a estallar y cada vez que se volvía rápidamente intentando disimular la erección, oía la sexy y viciosa risa de Laura.

El tiempo pasó muy despacio hasta la hora de comer. Entonces las mujeres se pusieron las camisetas de tirantes y después de recoger, los tres se encaminaron para la casa.

-          Has estado muy callado toda la mañana, David, que interesante estaba la prensa de hoy, no?

Pregunto risueña y desvergonzada Laura.

-          Si cariño, que ha pasado estas muy callado toda la mañana?

Pregunto también con extrañeza Candela, mirando a través de las gafas de sol.

Que hija de puta como esta disfrutando. Pensó David, entre divertido y fastidiado. Lanzándoles su famosa mirada fría y distante.

-          Venga no me fastidiéis si estáis todo el rato  gritando y armando ruido como dos adolescentes que estaban encerradas y las han soltado.

Respondió inteligentemente David.

-          Ja, ja, ja, ja esto te pasa por venir a la playa con dos chicas!

Contesto  Candela con actitud desafiante

-          No me lo perdería por nada del mundo, por absolutamente nada.

Contesto David fijando la mirada en Laura, que a su vez le devora con el iris de sus ojos encendidos de vicio.

Estaban a mitad de camino cuando Candela les pidió que esperasen porque había no se que hierba en el bosquezuelo que le gustaba recolectar natural.  Apenas desapareció entre los matorrales. Laura que con sus sandalias de tacón de esparto era tan alta como David, se giró hacia él y tomándole con una mano por la nuca le lanzo un morreo. David se sobresalto, pero respondió rápidamente entrelazando su lengua con la de Laura desesperadamente.

-          Oooooohhh!

Musito David sorprendido cuando sintió los finos y preciosos dedos de Laura que se habían colado en su bermuda y pajeaban con fuerza su tranca iniesta.

-          Me vuelves locaaaaa, con tu indiferencia y esta situación engañando a Candela, me tiene ardiendo de morbo, ardiendoooohh.

Contesto susurrando lujuriosamente Laura a David, al tiempo que al oír salir a Candela de entre la maleza, se apartaba de él estirándole el labio inferior atrapado entre sus dientes.

-          Bueno ya estoy aquí por lo visto aún no han crecido habrá que esperar algunas semanas más.

Dijo Candela risueña al llegar. Mientras completamente descompuesto David parecía envolverse con la toalla mientras recuperaba el aliento y trataba de controlar su polla tiesa como el palo de una bandera.

No tardaron mucho en llegar a la casa, durante el resto del camino cada vez que Candela miraba a otra parte, Laura con los ojos entornados lanzaba miradas llenas de lujuria a David. Que desesperado tragaba saliva y trataba de disimular, pero su tranca era una estaca y sus huevos le dolían muchísimo.

-          Bueno como nos organizamos para comer, y quien se ducha primero?

Pregunto Candela ya en la casa.

-          Si quieres yo voy preparando  la ensalada y el pescado, y mientras os ducháis vosotras?

Propuso David.

-          Muy bien dúchate tu primero Candela, cariño, así mientras yo voy sacando la ropa de mi maleta.

Dijo Laura risueña dirigiéndose a su cuarto.

-          Gracias nena, eres un sol! Voy entonces a ducharme yo primero.

Contesto Candela dejando las cosas y dirigiéndose primero a su cuarto y luego entrando en el baño. Momento en el que Laura salió de la habitación sin la camiseta de tirantes, sonriendo de oreja a oreja a David que estaba tras la barra de la cocina preparando la ensalada. David devolviéndole la sonrisa, se acerco al umbral de la salida de la barra y desde lejos le señalo divertido la enorme erección, que a duras penas ocultaba su bermuda. Laura estallo en una risa que trato de taparse con una de sus manos y corrió divertida y descalza hasta la barra donde se encontraba David agitando sus globazos turgentes en el aire arriba y abajo. Rodeándolo con sus brazos y besándolo apasionadamente, buscando desesperada su lengua.

-          Cuidado Laura, cuidado que Candela puede salir en cualquier momento.

Dijo David nervioso, sin dejar de apartar la vista de la puerta del baño. Laura lo agarro por la camiseta y al tiempo que le miraba muy seriamente, le bajo de una el bermuda, que le cayó hasta los tobillos, arrodillándose ante él entre risitas divertidas.

-          Jejejeje, no voy a dejar a esta cosita y a ti, así, de esta manera, habrá que hacer que te relajes, no? jejejeje. Muuuaacc.

Le susurro sexy Laura sin dejar de mirarle a los ojos y  lanzándole un beso a la punta del pollón, antes de empezar a lanzar lengüetazos a los glandes de David, lentos y cuidadosos, como si estuviese limpiándole la verga.

-          Ooooohhhh, aaahhhhh, ooooohhh.

Exclamo David apoyándose en la barra con ambas manos ocultando así por el flanco a Laura.  David se retorcía de placer cerrando los ojos y tirando la cabeza para atrás, mientras Laura ya se tragaba parte de tronco de la polla de David, bombeando arriba y abajo, al tiempo que le masajeaba los huevos muy placenteramente con sus finos y preciosos dedos y aquellas perfectas uñas.

Entonces se abrió la puerta del baño y salió Candela gritando.

-          Aun no estoy lista es que se acabo el acondicionador del pelo, no lo repuse y he tenido que salir a medio duchar para coger uno nuevo.

David palideció de repente, petrificado con las manos sobre la barra de la cocina, su mente se quedo en blanco en el peor momento cuando más deprisa debía funcionar.

Su polla perdía fuerza, Laura se dio cuenta y también había oído salid y gritar a Candela, que situación tan morbosa, tenia los pezones como si fueran de cemento, que cachonda le ponía estar engañando a la tonta pija de Candela con su marido. Entonces Laura acerco la punta de la verga de David a su boca y empezó a chupar el glande con rápidos y constantes lametazos, al tiempo que pajeaba salvajemente la base del tronco. David estiro todo su cuerpo abriendo mucho los ojos, con expresión de estar a punto de explotar, y su polla se volvió a poner tiesa como un mástil.

-          Joder donde he puesto el acondicionador? Seguramente en el trastero de la puerta.

Dijo Candela protestando y paseándose por delante de la barra de la cocina y de David, empapada y envuelta en una toalla. Saco del trastero  el acondicionador y se dirigió al baño, observando por primera vez la pose de David, tieso como una estatua y con la mirada perdida.

-          Te pasa algo, cariño?

Pregunto extrañada Candela, mientras al oír la cercanía del peligro el morbo crecía en Laura, que a su vez  aumentaba la intensidad de la mamada.

Haciendo el más sobrehumano de los esfuerzos de su vida, y a punto de explotar en un estallido de placer. David trago mucha saliva y apretando fuertemente el banco de la barra de la cocina negó con la cabeza, intentando mantener una expresión neutra.

-          Y Laura ha salido del cuarto, donde esta?

Siguió interrogando Candela, a lo que Laura aumento aun más el ritmo del bombeo tragándose hasta el pubis el rabo de David.

David se llevo lentamente la mano a la cara como un penitente, y un hilillo de voz salió de su boca.

-          No,no, nooo…

-          Seguro que estas bien cariño?

Volvió a preguntar extrañada Candela.

-          Si, si, siiii… que, que, que… Laura no ha salido del cuarto, que no, no, noooo.

Respondió más firmemente David, trastabillado y sin dejar de tragar saliva.

-          Bueno esta bien, me voy a la ducha a acabar.

Dijo Candela dirigiéndose al baño.

-          Enseguida acabo nena!

Grito Candela al tiempo que cerraba la puerta del baño.

-          No te preocupes cariño tomate tu tiempo!

Respondió  con una voz Laura, que se había sacado la polla de David de la boca, cuando vio que la puerta estaba apunto de cerrarse para disimular un poco. Mientras pajeaba con toda su fuerza a David sin dejar de mirarle con su preciosa cara de diosa del sexo y de sonreírle con su sonrisa de nácar de ensueño.

-          Ooooooohhhhhhh!!! Brutaaaaalllll.

Exclamaba, relajándose David mientras Laura le ordeñaba toda su leche cálida sobre sus enormes tetazas naturales duras y  turgentes. Y una vez extraída hasta la última gota de la polla de David, se extendía su semen sobre las tetas, pellizcándose sobre todo los pezones y chupando gran parte de su pegajosa leche  que había quedado en sus finos y perfectos dedos de sus maravillosas manos, sin dejar de mirar lasciva y lujuriosamente a David.

 Laura se puso de pie y David cogiéndola con las dos manos por la fina y suave cara le lanzo un fuerte morreo que ella correspondió.

-          Huuuummm que pena que no podamos ducharnos juntos, porque estoy como un volcán, y me encantaría sentir esa verga dentro de mi cuerpo, esta situación me enloquece, me voy a hacer un dedo en la ducha como hacia años.

Le susurro suave y viciosamente Laura a  David, separándose de él, al tiempo que este se subía el bermuda y ella se alejaba hacia el cuarto, y de nuevo la puerta del baño se habría.

-          Ya estoy lista nena, ya puedes pasar!!

Exclamaba con su voz chillona Candela completamente ignorante de lo que pasaba a su alrededor.

 Después de ducharse todos, se sentaron a la mesa, la comida transcurrió en un ambiente distendido y relajado mientras miraban la tele.  David había logrado recuperar la compostura de siempre y se mostraba indiferente a Laura, aunque ella estaba más esplendorosa y maciza que nunca, aquel jueguecito, el polvo de la mañana  y la perspectiva de más sexo la tenían sumida en un halo de lascivia, que hacía que su preciosa piel cetrina hasta brillase más de lo normal.  Sentada a la mesa redonda del salón, con el pelo recogido en un pequeño moño encima de la cabeza una camiseta blanca ajustada y sus melonazos metidos en su bikini negro a lunares, causando la sensación de que la camiseta estaba a punto de explotar, dejando su ombligo al aire.  Sin parar de hacer chanzas y bromas con Candela, mientras por debajo de la mesa acariciaba con sus pies al marido de su amiga, hasta donde sus preciosas y largas piernas le permitían, que era mucho. David consciente de la provocación, le devolvía las caricias sin abandonar su actitud de indiferencia y frialdad como si nada sucediese.

-          Yo voy a sentarme en el sofá, creo que en el canal 5 dan un telefilm de amor de los que me encanta.

Dijo en voz alta Candela mientras recogían los platos de la comida y los llevaban a la cocina.

-          No cuentes conmigo cariño ya sabes que esos pastelones no los soporto. Me tumbare un rato.

Contesto David, con disgusto.

-          Yo quiero aprovechar que estoy aquí para mejorar mi bronceado nena, así que si no te importa me tumbare en la terraza al sol.

Dijo con su preciosa y femenina voz, sonriendo muy risueña Laura.

-          Buuuuenooo la veré yo sola, es que a mí me encantan.

Respondió Candela ingenuamente dirigiéndose al sofá.

Aun dentro de la cocina Laura tomo la mano de David, y fuera del alcance de Candela que se dirigía al sofá frente al televisor, le susurro con una enorme sonrisa de oreja a oreja al tiempo que le guiñaba un ojo:

-          Te espero fuera, no tardes….

David la miro con aquel semblante gélido, y la siguió con la mirada, mientras ella se ponía las gafas de sol y salía a la terraza.  Al tiempo que se despedía de su mujer y se metía en su habitación, cerrando la puerta de manera que se oyese.

Apenas había transcurrido cinco minutos que le parecieron cinco años a David,  cuando este entreabrió la puerta con mucho cuidado para que no se oyese nada, y la cerro de la misma manera con un enorme cuidado, al tiempo que se arrastraba por el pasillo pegado a la pared más cercana al ángulo de visión de la misma desde el sofá, tal y como había pensado cuando estaba dentro de la habitación. Al principio había pensado no ir a la terraza con Laura, era demasiado arriesgado, Laura se jugaba su amistad, pero él un divorcio que le dejaría en la ruina. Pero aquella hembra divina con aquellas piernas largas y firmes, aquel culo perfecto, y aquellas tetazas divinas, y completamente deseosa de follar con él sin aliento, era demasiado como para resistirse. Así que allí estaba él arrastrándose por el pasillo para alcanzar la terraza.

Doblo la esquina junto a la cocina y se escabullo a gatas hasta que se situó junto a la puerta de la terraza, abrió con cuidado la puerta y se filtró de rodillas entre la puerta, llegando hasta la terraza sin aliento.

Laura estaba tumbada en la hamaca estirada en todo su esplendor, mostrándole su preciosa y enorme sonrisa e indicándole con el dedo que fuera hacia ella.

-          Ven aquí, ven a darme lo que quiero, vamos a coronar cabrón a Pedrito, jajaja.

Susurraba divertida Laura con su voz sexy.

Sin dejar de mirar a través de la puerta la posición de Candela en el sofá, David se acercó a Laura, dando la vuelta a la hamaca y lanzándole un morreo a la morenaza mientras los dedos de su mano dejaban sus huellas dactilares en el culazo perfecto de Laura.

-          Sácame la parte de arriba del bikini, y masajéame todo el cuerpo de cintura para arriba, hijo de puta frio e indiferente….huuuummm, vamos enséñame cuanto me deseas…

David  se situó detrás de Laura en la tumbona y muy lentamente le desabrocho la parte de arriba del bikini y se apodero de sus enormes melones abrazándolos por detrás, tratando de abarcarlos con su manos y comprobando, que solo podía sostenerlos y disfrutarlos, de lo grandes que eran, tan turgentes, suaves y duros a la vez.

Sin dejar de enroscar sus lenguas en un lento e intenso beso francés, Laura baño las manos de David en aceite bronceador, y este empezó a extenderlo, haciendo que las yemas de sus dedos recorriesen cada centímetro de la piel de Laura, poseyendo su cuerpo, recorriendo lentamente y dejando la impronta de su manos en sus firmes nalgas, en sus preciosas caderas, en su plano vientre , en sus muslos carnosos y fibrosos,  y sobre todo en sus tetazas, apretando con fuerza la circunferencia de sus globos, recorriendo con las yemas de los dedos sus enormes areolas y jugueteando con sus pezones, alternando besos donde sus lenguas parecían buscar el fondo de la boca del otro, con besos a los lóbulos de sus orejas, y lengüetazos por toda su nuca. Mientras Laura no dejaba de frotarle de la tranca por encima de su bermuda con sus finos y sexys dedos decorados con tres preciosos anillos, y acabados en uñas pintadas de rojo pasión.

-          Aaaahhhh David cariño, estoy empapada, como me pones, como me pones, que ganas tengo de sentir esa polla tuya dentro de mí, ahhhhh, ahhhh.

Gemía Laura hablando de forma muy sexy y lujuriosa.

La puerta de la terraza de abrió de repente. David se quedó petrificado sin saber qué hacer, como si estuviera congelado, fue  Laura la que reacciono rápidamente, y cuando la puerta recién empezaba a abrirse, empujo velozmente a David, que cayo junto a la tumbona de Laura y quedo en el suelo estirado y quieto como un cadáver. Mientras Laura se estiraba sobre la tumbona en posición horizontal sobándose el cuerpo como extendiendo el aceite.

-          Perdona chati, vengo a decírtelo a ti, porque David está en el cuarto dormido, porque he golpeado un par de veces en la puerta y no responde. Solo quería decirte que estoy muy cansada y que si me quedo dormida viendo el telefilme, que me despiertes dentro de una hora.

Dijo Candela desde la puerta de la terraza con su voz chillona a Laura.

-          No te preocupes cariño, así lo hare, yo mientras aquí sigo disfrutando del sol.

Contesto como si nada Laura con su sexy voz.

-          Joder, menos mal que este fin de semana no hay nadie en las otras casas, sino menudo espectáculo estarías dando, magreandote las tetazas aquí delante de todos….jajajaja.

Dijo en voz alta Candela.

-          Si, jajajaja!

Respondió Laura riéndose de forma cómplice con Candela, mientras entraba en la casa cerrando la puerta de la terraza  sonriente, sin haberse percatado de nada.

-          Joder Laura nos va a pillar, nos estamos arriesgando mucho.

Exclamo aliviado David alzándose del suelo, al tiempo que Laura le cogía por la camiseta y lo atraía hacia ella, para lanzarle un morreo intenso y profundo con sus carnosos labios.

-          Vamos sube a la tumbona y méteme la mano por dentro del bikini, que no sabes cómo estoy, tengo la raja hecha puro fuego!

Nuevamente cegado por el instinto, aparto la preocupación de su mente, le costó un segundo, se subió a la tumbona tumbado de forma lateral tras Laura y sin dejar de besarle la nunca introdujo su mano en el bikini de Laura y sus dedos anular y corazón dentro de la raja de Laura, que estaba ardiente y empapada.

-          Vamos cariño, retira el hilo del tanga y clávamela,  así de lado,  atraviésame con tu verga. Siiiii, y no te preocupes yo vigilo, hhhuuuuummm, vamos, vamos que se joda Pedro, que se joda…

David olvido en su cabeza cualquier posible peligro, poseído por el deseo, cogió por la cabeza a  Laura y empezó a morrearla, mientras con la otra mano se bajaba el bermuda hasta las rodillas, y a continuación movía el hilo del tanga de Laura y apuntaba con su polla hacía su raja como si fuera una lanza.

Sin dejar de besarle, Laura levantaba su pierna izquierda y cogiendo el pollón de David lo dirigía a su coño.

-          Uuuoooooohhhh.

Exclamo David al tiempo que penetraba hasta el fondo a Laura.

-          Oohh, ooohh, oooohh, aaaasii, aasii, cariño.

Gemía Laura sintiendo la tranca de David abrirse paso en su interior.  Sin dejar de besarla y aferrado a su tetaza izquierda, David empezó a bombear lenta y profundamente, para luego aumentar rítmicamente el bombeo. Laura mantenía la pierna izquierda levantada retorciéndose de placer.

-          Siii, siiii, aaaahhh, ahhhh, folllame, follame, cariño que bien me follas, tú si eres un hombre y no ese cornudo de mierda de Pedro, aaahhh, siiii.

Jadeaba satisfecha Laura, y la referencia a la incapacidad de satisfacer a Laura de Pedro volvía loco a David, que pellizcaba con fuerza los pezones de Laura y le mordía apasionadamente por los hombros y la nuca.

-          AAAAAAhhhh, aaaahhh, Dios, que bien, que bien…..

Gritaba totalmente desinhibida Laura.

-          Uuuummm! No grites tanto por Dios, que nos va a oír o la vamos a despertar.

Advertía preocupado David, elevando la cabeza y mirando hacia la puerta de la casa.

-          Que se joda Candela! Por tener un macho tan dispuesto como tú, si una hembra como yo no puede tenerlo, ella que se jodaaaah. Que venga aquí y le ensañare lo que es follar a todo un hombre…..siii, empuja, empujaaaahhh… ahhh

Contesto Laura llena de rabia y lujuria!

David estaba atrapado entre los deseos de su cuerpo y las advertencias de su mente. Laura se dio cuenta de sus dudas y empezó a bombear sobre la polla de David, al tiempo que movía las caderas y hacia enloquecer a David, que apagaba gemidos sordos echando la cabeza para atrás.

Laura se sacó la tranca de David se dio la vuelta y le lanzo un morreo, después le indico que se tumbase sobre la tumbona, David estaba allí horizontal con su lanza como un mástil tieso y firme, cuando Laura se colocó sobre él y se lo trago todo.

-          Ooooohhh, oooohhh!

Exclamaron ambos al sentirse unidos por el centro.

La morenaza movió la cabeza acomodando de una forma muy sexy su preciosa y sedosa melena, justo antes de apoyar sus manos en el pecho  peludo de David, y empezar a galopar sobre la verga de David, arriba y abajo, adelante y atrás, moviendo las caderas furiosamente, con sus enormes tetazas botando y bamboleándose en el aire.

-          Aaahhh, aaaahhh, si, si, siiiiiiiiiiiii, mi potro salvaje, aahhhh, como te cabalgooo, ahhhh.

Gritaba extasiada Laura con aquella voz suya tan sexy, mientras David, intentaba como podía evitar la expresión de la explosión de placer, que le estaba causando uno de los mejores polvos de su vida, aferrándose a la tumbona.

-          Aaaahhhhh, ahhhhh, me corro, me corro, me corrroooooo!!!

Exclamo jadeando y contorsionándose Laura al tiempo que alcanzaba el orgasmo.

-          Ooooooohhh.

Gimió susurrando David al tiempo que se corría inundando la raja de Laura con su cálida leche.

-          Huuummm  me encanta que me inundes con tu simiente. Sentir tu polla hinchándose e inundando mi cueva…hhuuuummm, me encanta.

Susurro de forma sexy y lujuriosa Laura, al tiempo que se sacaba la polla de David y se tumbaba sobre él morreándolo.

Apenas cinco minutos después, David recuperado dio un último beso de despedida a Laura y volvió a deslizarse hacia la puerta para dirigirse a la habitación. Mientras Laura se reía de él,  haciéndole chanzas y bromas, al verlo arrastrarse por el suelo.

Habían salido los tres a pasear por el paseo marítimo del pueblo más cercano. Candela llevaba un vestido  blanco hasta las rodillas y el pelo recogido en una coleta. David llevaba una camisa también blanca de lino, y unos bermudas piratas, pero Laura estaba despampanante. 

Con su melena peinada con raya al medio, sus cejas perfectamente perfiladas, la raya de los ojos, rímel en las cejas, y estas sombreadas moradas levemente y los labios con carmín rojo efecto mojado. Llevaba un vestido minifalda, multicolor, como rombos pixelados de muchos colores donde predominaban los tonos azul oscuro y morado, no era de tirantes, pero la manga corta era más corta de lo normal, y acaba por delante en un escote en forma de pico, era un vestido ajustado, no llevaba wonderbra y lo ajustado del escote recogía sus enormes melones mostrando su preciosa esfericidad, como dos maduros frutos que quisieran escapar del vestido, el cual se ajustaba también en su precioso y escultural culo, duro y macizo como el granito, caminaba sobre dos sandalias tacones de verano de esparto con tela azul. Una cadenita en el cuello, pulseritas en las muñecas y anillos en los dedos finos de la mano, y un anillo de plata en uno de los dedos de cada pie, las uñas de pies y manos pintadas rojo pasión, completaban el atuendo de aquella diosa del sexo.

No había mucha gente en el paseo marítimo, pero todos los hombres con los que se tropezaban, giraban la vista para contemplar a Laura, y más de uno se paraba asombrado, sobre todo los que iban solos. David se removía incomodo, aunque intentaba mantener aquel semblante indiferente que tanto le gustaba a Laura.

Antes de salir Laura le había dicho que en un momento dado en el paseo de aquella tarde ella se tocaría la nariz con el dedo índice y se marcharía a algún lugar, que habría visto de antemano en el paseo, que cuando hiciese eso que buscase la forma de reunirse con ella, se moría de ganas de hacerlo al aire libre en algún lugar que pudiesen pillarles o verles alguien. David asintió con la cabeza, pero de nuevo la sensación de peligro le atenazaba, en el pueblo le conocían, aquello de que Laura fuera la jefa y tuviera el control, estaba poniendo muchas cosas en riesgo.

Se habían encontrado en medio del paseo con Cristina una conocida de Candela y David, estaba allí pasando unos días con sus hijos y su padre de setenta y cinco años. Cristina estaba divorciada y su padre viudo, y con los niños entre los diez y los diecisiete años aquel era el mejor lugar para pasar aquel fin de semana.

Los niños estaban en casa jugando con la consola, mientras ella y su padre habían salido a pasear. Candela y David ya conocían al viejo, don Vicente, un tipo mal humorado y cascarrabias, siempre con cara de amargura y de malas pulgas.  Laura se presentó a ambos animosamente. Ante la presencia de aquella hembraza, le cambio el semblante de repente a don Vicente, Laura se dio cuenta y también David, que miraba sorprendido como el viejo examinaba de los pies a la cabeza a Laura, eso sí, sin abandonar su tradicional actitud malhumorada.

Se sentaron en unos bancos del paseo. Y comenzaron a conversar animadamente, don Vicente estaba con su rostro mustio sentado junto a Laura, cuando esta empezó a moverse como si quisiera acomodarse las tetazas, agitándolas ante el viejo, después manteniendo una conversación banal  con él, sin dejar de sonreír de oreja a oreja o de agacharse a rascarse el tobillo cada cinco segundo, o  como a colocarse la sandalia, dejando a la vista del viejo el balcón de su escote y todo el esplendor de sus melones. Después hacía ver que la brisa volaba un poco su falda y le mostraba los muslos al viejo, que había cambiado su expresión mustia, por una de asombro y ansiedad.

Unos cincuenta metros más atrás Laura había visto en mitad del paseo marítimo un quiosco de obra abandonado y abierto, en ese momento sin que Candela se diese cuenta había dado un leve golpe en las costillas a David, y le había señalado el sitio. 

Laura se incorporó sin dejar de sonreír a don Vicente, que estaba cachondo perdido.

-          Perdonar que os deje, pero me gustaría acercarme a la tienda que hemos visto al principio del paseo, antes de que cierren a ver si encuentro el complemento que busco, las cosas que he visto allí me han parecido divinas. Luego vuelvo a buscaros

Dijo Laura sin dejar de sonreír a todos, y tocándose con su dedo índice la nariz antes de enfilar el paseo.

-          No te preocupes cariño ves antes de que cierren, estaremos aquí un largo rato aún!

Contesto Candela con su voz chillona.

David vio como al viejo le cambio el rostro, volviendo a su semblante malhumorado, aún más fastidiado de lo habitual cuando Laura cogió paseo adelante.

David había estado pensando durante todo el trayecto una excusa para marcharse a reunirse con Laura en cuanto se diera la oportunidad. De forma que espero unos cinco minutos y se levantó, el hecho de que Candela no parase de hablar con Cristina le facilitaba las cosas.

-          Cariño te veo bien ocupada aquí con Cristina, si no te importa me acerco a la pizzería a encargar las pizzas de mañana y vuelvo, que como nos ha dicho el de la panadería se espera que mañana venga más gente a la playa!

Dijo David, dando tan peregrina excusa pero que bien valía.

-          Está bien, yo me lo paso genial hablando con Cristina aun estaremos aquí un ratito.

Contesto Candela.

David se levantó y dejo a las dos mujeres y al viejo refunfuñando, y se dirigió al paseo.

-          Joder menuda amiguita te has traído! No? Se ha escapado de una revista plaboy!! Tú no tienes miedo de tener a “eso” bajo el mismo techo que tu marido.

Pregunto extrañada y suspicaz Cristina a Candela.

-          Que va, que va, Mujer! Laura es una de mis mejores amigas. Y a David le es, y le ha sido totalmente indiferente siempre. Solo tiene ojos para mis encantos, lo tengo hipnotizado, jajaajaja.

Contesto divertida y llena de confianza Candela a Cristina.

Tuvo que callejear un poco para llegar hasta el chiringuito cerciorándose de que Candela no pudiera verlo a la distancia. Entro a través del hueco, y Laura se abalanzo sobre él cogiéndolo con las dos manos por la camisa y lanzándole un profundo morreo. David la tomo por los hombros y la empujo contra una pared devolviéndole el morreo. Pero ella sin dejar de besarlo hizo que se situasen en una zona contra la puerta donde llegaba la luz y donde alguien que se acercase los podría ver.

-          Así nos pueden ver!

Protesto David.

-          Eso es lo que quiero!

Contesto Laura con preciosa y sexy voz, lanzándole una mirada felina de vicio y deseo, y morreándolo, mientras no dejaba de frotarle con la mano la tranca por encima de los piratas. El apretaba con sus manos sus tetazas por encima del vestido, dejándolas descender por su torso, sus caderas, sus muslos subiendo por los mismos para apoderarse de sus divinas nalgas de acero.

-          Clávamela ya, desde atrás, clávamela ya, estoy empapada, y ardiendo, no me canso de tu polla, que liberación, que le jodan a Pedro! Cabrón impotente!

Exigió llena de ansiedad Laura.

 Apartándole el cabello para chuparle la espalda y la nuca, David le dio la vuelta bruscamente, ante lo que ella soltó un gritito y una risa apagada de placer, al tiempo que le subía la falda hasta la cintura y le bajaba el tanga violentamente, después lanzo una instintiva mirada a la calle  para ver que nadie les observaba, se bajó los pantalones piratas y saco su tranca, lanzo primeramente un palmetazo al culo de Laura, que volvió a lanzar un gritito seguido de una risa apagada, y empezó a frotar su polla contra los labios de la raja de Laura.

-          Aaaahhh, siiiii, aaaahhh,siii,  así mi macho, asiiii.

Gimió Laura con su voz dulce, femenina y sexy cuando sintió la verga de David entrar completamente dentro de ella. Después David se aferró de las tetazas de Laura, que se apoyaba en la pared para no perder el equilibro sobre sus tacones de esparto, y empezó a bombear adelante y atrás, atrás y adelante aumentando el ritmo, y perdiendo la noción de las demás cosas.

Don Vicente no había tardado en abandonar a aquellas dos cotorras, apenas dos minutos después de que David, se fuese a la pizzería, despidiéndose de una forma muy desagradable y malhumorada. Con lo bien que lo estaba pasando con aquella pedazo de hembra amiga de aquella tontita de Candela. Ni en sus mejores sueños había visto de cerca don Vicente un espécimen femenino como aquel, como mucho en alguna película porno o alguna revista erótica, su difunta mujer había sido otra mujer del montón como su hija. Él tampoco había sido  nunca ningún galán con metro setenta, moreno, hasta que se quedó calvo y pasando desapercibido.

Pero aquella diosa le había despertado el pajarito y le había puesto muy caliente y contento, cuando ella se fue toda motivación para seguir aguantando a su hija o aquella pesada de vecina desapareció.

Una sombra se le coló por el rabillo del ojo, dentro del viejo chiringuito de obra encalado por fuera, se veían unas sombras, se acercó sigiloso, y conforme se acercaba pudo ver que! Era una pareja follando! Aquello hizo que su pajarito recuperase fuerzas. Ojeo a izquierda y derecha vigilando que nadie viniese, ni lo viese acercarse, hasta que alcanzo el umbral por el lado derecho. Menuda sorpresa!!!! Sus ojos se pusieron como platos. Allí estaba aquella diosa del porno, con el marido de Candela, él de las pizzas, y hacia menos de diez minutos que había odio decir a su mujer, Candela, que confiaba plenamente en ambos, recochineándose con lo enamorado que estaba de ella su marido. Que estúpida!!! Ningún hombre heterosexual normal, se podría resistir a una perra así, pensó don Vicente dando un paso al frente y entrando en el chiringuito.

-          Vaya parece que han cambiado de lugar la pizzería, aunque el calor que siento aquí, no creo que sea de horno de pan!

Exclamo don Vicente, lo suficientemente alto como para que le oyesen David y Laura, pero no cualquiera que pasase por la calle.

David se quedó helado dejo de bombear y mirando a don Vicente con los ojos muy abiertos, dio un paso ridículo hacía atrás sacando la polla de Laura. Laura más pragmática se irguió y se quedó mirando al viejo.

-          Que vais a decirme, venga ser originales, decirme que no es lo que parece!

Dijo socarronamente don Vicente con aire triunfante avanzando hacia el centro del espacio vacío.

David se sentía morir todo se había acabado, Candela le pediría el divorcio, el negocio se resentiría, él lo perdería casi todo. Estaba allí de pie temblando sudoroso, totalmente vulnerable y sin saber que decir.

-          Yo, yo, yo…yooo!

Acertaba a decir estúpidamente llevándose las manos a la cabeza.

Laura erguida aunque con el tanga por debajo de las rodillas, miró fijamente al viejo y esbozo su más amplia y preciosa sonrisa.

-          Cuál sería su precio para no decir nada, don Vicente?

Pregunto  picaronamente aquella voz suya tan femenina y sexy al viejo.

El viejo que no se esperaba aquella respuesta, se rasco la mejilla pensativo, y vio como la chica movía sus hombros meneando sus enormes mamazas, sin dejar de sonreírle, y noto como su polla se ponía dura como no hacía décadas.

-          Mi precio eres tú, unirme a la fiesta.

Afirmo don Vicente relamiéndose.

-          Jajajajaja, ya me lo imaginaba yo, jajajaja, ven aquí viejo verde, a ver si aún recuerdas como se chupan dos buenas tetas, jajajaja.

Contesto risueña y divertida

-          Pero, pero, pero…. lo dices en serio?

Exclamo David lleno de asombro, mientras el viejo avanzaba con una expresión de victoria hacia ellos.

-          David ya te dije que nada de celos, y que aquí yo soy quien pone las reglas. Me da mucho morbo darle placer a este viejo, jajaja, y más después de haberle hecho cambiar el carácter antes sentados en los bancos, jajajaja…… tu deja de hablar y métemela hasta el fondo cariño, vamos empuja, empuja!

Confuso y aturdido David, subió la falda a Laura y volvió a penetrarla con su tranca, la cual empezó a mover su culo rítmicamente arriba y abajo sobre su polla, para eliminar las dudas de David.

-          Oooohhh , nena, nena, aahhhh!

Jadeaba de nuevo cegado por el sexo David, aferrándose a sus caderas y lanzando de vez en cuando palmetazos a las nalgas de Laura.

El viejo se colocó delante de ella que no dejaba de sonreírle, y probó de lanzarle un beso.

-          Aaaahhh, uuuhhh, nada de besos cariño! oooohhnn Si participas con nosotros ya sabes lo que le he dicho a David, yo soy la jefa aquí! Ahhhh.

Repuso Laura entre jadeos apartando al viejo que se quedó mirándola, a ella y a su preciosa sonrisa. Tardando un segundo en abalanzarse sobre la carne que sobre salía en el escote de Laura y empezando a lanzarle lengüetazos , al tiempo que los tomaba entre sus arrugadas manos, como si los calibrase, apretándolos fuertemente y con avaricia como si temiese que se los quitasen.

-          Jajajajajaja, ahhhhhh, ahhhh, muy bien cariño así muy bien, aahhhhh, uuuuhhh.

Respondió entre jadeos llena de júbilo Laura

David seguía bombeando rítmicamente aferrándose a las caderas de Laura y soltando de vez en cuando un palmetazo al culo de esta. Y el viejo hambriento de hembra y que nunca había tenido una diosa así, metió su arrugada manaza entre el escote de Laura, y saco primero la mamaza derecha y luego la izquierda.

-          Oooooohhh, son increíbles, las más grandes que he tocado nunca.

Exclamo don Vicente sorprendido y dando un paso atrás para contemplarlas con admiración abriendo mucho los ojos.

-          Ahhhhh, ooooohhh, jajajaja, gracias, pero no te quedes ahí, devoralas, comete mis pezones, demuéstrame lo que sabes, viejo cascarrabias, jajajaja, uuuuuhhh, aaaahhhh, empuja, empujaaa , cariñoooooo.

Exigió Laura cogiendo el rostro del viejo y enterrándolo entre sus enormes y erectos melones. Don Vicente se concentró primero en la tetaza derecha recorriendo con su lengua toda la superficie de la areola, muy lentamente, después mordisqueo, chupo y estiro el pezón, luego paso a la teta izquierda, y cuando hubo acabado con ambas alternativamente, empezó a succionar como si un bebe fuera, sin dejar de lanzar rapidísimos lengüetazos a los pezones de Laura. Que mientras había desabrochado los pantalones al viejo y había sacado su miembro, y lo pajeaba con ambas manos con fruición, arriba y abajo, abajo y arriba.

-          Sluuuupp, sluuup, sluuupp

Se oían ruidosamente los chupetones del viejo.

-          Ooooohh, aaaaahhhh, vas a hacer que tenga un orgasmo de pezón, Vicente, aahhhhh, esto es magnífico….ahhhhhh, aaahhhhh, los dos sois magnificooooss.

Gritaba de placer Laura retorciéndose, cerrando los ojos y echando la cabeza para atrás.

-          Aaaaaahhhh, aaaaaaahhhhhh, ahhhhhh Vicente, Vicente siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!

Exclamo entre aullidos Laura llegando al orgasmo de pezón. Cogiendo la cabeza del viejo entre sus manos, sosteniéndolo lanzándole una de sus mejores miradas de viciosa, y clavándole un morreo al viejo, cuyo recuerdo sería su principal causa de alegría hasta su muerte.

-          Túmbate David, cariño, voy a cabalgarte mientras le hago una cubana a Vicente, que se lo ha ganado.

David salió de ella, acomodo un poco el espacio barriendo los guijarros hacia los rincones y  encontró donde tumbarse, mientras el viejo achuchaba a Laura hacia el agarrándola por las nalgas de su perfecto culazo, sin dejar de chuparle el cuello y las tetazas. David pensó que le atacarían los celos, pero realmente le importaba muy poco, e incluso le excitaba y le daba morbo ver como el viejo disfrutaba de Laura.

-          Jajajajaja, espera, espera cariño vamos a cambiar de postura.

Dijo Laura a don Vicente separándose de él, y acercándose a David, colocándose sobre él, cogiéndole la tranca y tragándosela lentamente con su coño, al tiempo que empezaba a bombear arriba y abajo, dándole la espalda a David, que también se movía arriba y abajo acompasando el ritmo de la penetración.

-          Ven, ven aquí Vicente cariño, aaaahhh….. aahhhh David, siiiii.

Indico Laura a don Vicente, entre gemido del retomado bombeo de David y el suyo propio. El viejo se puso frente a Laura con su polla inerte. No era una mala polla pensó Laura, al tiempo que dejaba caer abundante saliva en su canalillo, y lanzándole la más sucia mirada de deseo y vicio, tomaba con ambas manos sus enormes pechos y enterraba entre ellos la polla tiesa de don Vicente, juntándolas sobre ella con fuerza, dejando solamente sobresalir la punta del rabo de don Vicente al tiempo que empezaba a agitarlas violentamente arriba y abajo.

-          Oooooohhhh, que suaveeees, que maravillosaaaasss, estoy en el cielo….ahhhhh.

Gemía y jadeaba de placer el viejo, con la boca abierta y mirando al vacío.

-          Aaaaahhh, ahhhh , jajajaja, jajajaja, disfruta Vicente, disfruta….aahhhh.

Respondía feliz y risueña Laura con su sexy voz.

Ya era hora de ir acabando pensó Laura al cabo de unos dos minutos en aquella postura de trio, al tiempo que  empezó a bombear de forma acelerada sobre la polla de David,  y lanzo una nueva mirada de lascivia al viejo antes de tomar su polla con la mano derecha y metérsela en la boca, bombeando como una loca adelante y atrás sobre ella, al tiempo que lanzaba lengüetazos rápidos al glande de don Vicente.

-          Chuuuup, chuuuup, chuuup!

-          Aaaaaahh , estoy viendo a Dios….ahhhhhhh!

Exclamo de placer supremo don Vicente.

-          Aaaahhhh, nena, me corro, me corroooooohhh.

Grito entre jadeos David aferrándose a las caderas de Laura.

-          Y yo también, cariño, yo tambieeeennn, ahhhhh.

Le contesto  Laura que se había sacado la polla de don Vicente de la boca y lo pajeaba como loca, al tiempo que se contorneaba por el orgasmo que estaba disfrutando.

-          Aaahhhh vengooooo!!

Exclamo gozoso entre temblores don Vicente, empapando como un surtidor con su cálida leche las tetas de Laura.

-          Jajajaja, muy bien, Vicente todo un campeón, jajajaja estas en plena forma. Jajajajaja.

Exclamo jubilosa Laura.

Se incorporaron David y Laura, mientras don Vicente se recuperaba apoyándose en la pared jadeando. Laura se limpió el semen del viejo con unas toallitas húmedas que llevaba en el bolso, y con pañuelos de papel el semen de David, que salía de su raja y le caía por las piernas. Después se subió el tanga, mientras David  se abrochaba los pantalones. Cuando ambos estuvieron listos ayudaron al viejo, a vestirse.

-          Se encuentra bien para irse a casa solo don Vicente?

Pregunto David preocupado.

-          Estoy mejor que nunca hijo!

Respondió don Vicente con voz y semblante de iluminado.

-          Jajajaja, así se habla don Vicente, bueno vamos a organizarnos para que no llamemos la atención, primero sales tu David, y vas a la pizzería a encargar eso y reza para que no halla cola, jajajaja, luego salgo yo y dos o tres minutos después sale usted don Vicente, entendido.

Dijo Laura de forma autoritaria, los dos hombres afirmaron con la cabeza. Entonces salió David mirando hacía ambos lados, apenas un minuto después, Laura miro a ambos lados y salió también, cuando estaba en el umbral del edificio, don Vicente no pudo resistirse y le lanzo una palmada en su perfecto culo. Laura se giró riéndose calladamente  y tomando el rostro del anciano entre sus finas y perfectas manos con anillos y pulseras en la muñeca le estampo un beso de despedida en los labios. Cinco minutos después don Vicente se iba para su casa, parecía que flotaba, con una extraña sonrisa de oreja a oreja.

Laura primero y después David se encontraron con Candela en el paseo que ya se despedía de Cristina y tomaron el camino para casa. Laura hacía como si nada riéndose estentóreamente, bromeando  risueña con Candela, pisando con paso firme por el paseo marítimo, acomodándose de forma sexy el cabello con golpes de cabeza, meneando sus caderas y bamboleando sus tetazas esculturales a cada paso, haciendo que todos los hombres con los que se cruzaban se quedasen boquiabiertos y pusieran los ojos como platos, devorándola de arriba abajo con la mirada. Ella marchaba muy satisfecha y orgullosa, hacía tanto tiempo que no se había corrido tres veces en un día y dos más de sus suprasensibles pezones, que estaba en la gloria.

A la misma altura se podía ver a David, con su semblante serio, pero más que con la fría indiferencia de siempre, se dibujaba en su rostro la preocupación y la duda. Llegaron a la casa, Laura se puso un short vaquero  y una camiseta de tirantes blanca, y Candela algo así como un vestido blanco hasta las rodillas, cenaron los tres frente a la tele,  Candela y Laura no dejaban de bromear y hacer chanzas. Pero David seguía serio y distante, incluso girando el morro, a pesar de las miradas de vicio y lujuria que le mandaba Laura mirándolo fijamente y pasándose la lengua por los labios, cuando Candela no podía verlos. 

Laura pensó que por aquel día ya estaba, bien al día siguiente volvería a poner a David a tope, de forma que se olvidase del riesgo que había corrido y corría, con los jueguecitos morbosos y las fantasías de Laura. Así pues al rato de estar frente al televisor  se despidió de ellos diciendo que estaba muy cansada y se fue a la cama.