Este es el segundo relato que escribo mientras me masturbo mirando fotos de Óscar, mi lector más especial. 

Óscar tiene la polla más grande que he visto en mi vida, que no han sido pocas. Es larga y gorda, pero, sobre todo, es preciosa y cada vez que la contemplo me entran ganas de lamerla. Lamerla de arriba abajo, desde el capullo hasta los huevos. Recorrerla toda con mi lengua, mojándola bien para luego metérmela en la boca. Lentamente, para que Óscar sienta mi calor. Sacarla y jugar con su capullo mientras le pajeo. Pasar mis dientes por toda su polla, por los huevos también, y, sobre todo, besarla. Besarla mucho. 

Cada vez que la veo pienso que no me va a caber. Es imposible que entre en mi chochito. 

Óscar dice que sí aunque quizá me duela un poco y eso me excita. Me excita pensar que me va a reventar el coño, que con todas las pollas que se ha tragado mi chocho de guarra todavía haya una que me pueda hacer daño. Me excita tanto que ahora mismo me estoy masturbando como una loca pensando en como Óscar me la mete y me la saca sin piedad mientras grito de dolor. Me encanta. Estoy muy perra y quiero correrme, así que me imagino tumbada boca arriba en la cama con las piernas bien abiertas hacia arriba sujetadas fuertemente por las manos de Óscar mientras él me folla sin parar. Imaginándome así, acabo de tener un orgasmo brutal. 

Cuando pienso en el dolor que me causaría su enorme pollón en mi culito virgen, me dan escalofríos. Me imagino a cuatro patas, como una buena perrita, mientras él me hace sufrir jugando con su polla en mí ano, presionando con ella sobre él, pero sin meterla. Haciéndome rabiar, sudar y poniéndome cada vez más nerviosa por no saber cuándo me la va a meter. Me gustaría que tras ese juego previo me la metiera del tirón, sin miramientos, cuando menos me lo esperara y que me desgarrara por dentro, que me cogiera las tetas y me susurra al oído lo puta que soy, que soy su puta y solo suya. 

Le lamería toda su preciosa cara y le besaría con intensidad en agradecimiento por todo lo que me hace sentir. 

Óscar, soy totalmente tuya. Te quiero. 

***** Este es mi último relato del año, pero tengo muchos más pensados para este que entra. 

En 2017 espero publicar más seguido. 

Gracias por los mensajes, por los ánimos y por todas las sugerencias que me dais y, sobre todo, por las cosas bonitas que me decís. 

Os deseo un Feliz Año Nuevo. Lametones para todxs.