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Dulce

en Sexo Anal

Ya estamos los dos completamente desnudos sobre tu cama, pero yo sigo estando muy nerviosa y mi poca experiencia, debida a mi corta edad, me hace estarlo todavía más. Sé lo que quieres hoy, lo que vas hacer, y eso me aterra. Mientras, tú no paras de besarme todo el cuerpo. Justo ahora estás en mi barriga, besándolas cariñosamente mientras me miras. Yo estoy excitadísima y tú no tardas en notarlo, pues pronto diriges tu mano a mi coño y notas toda su humedad. Empiezas a hacer movimientos circularse con tus dedos sobre mi clítoris mientras subes con tu boca hacía mi cuello. Esto acelera mi respiración y provoca mis gemidos. 

Cada vez tus movimientos son más rápidos, por lo que no tardo en tener un orgasmo espectacular. 

 

- Mejor así, putita. Ahora estarás más tranquilita. 

 

Yo no digo nada y tú te abalanzas sobre mí y me empiezas a besar apasionadamente, mientras noto como tu polla erecta roza con mi coño. 

 

- ¿Quieres que te la meta, verdad? Lo estás deseando. 

- Sí...

- Pero sabes, mi putita, que hoy no toca esto. 

- Solo la punti... ¡Ah!

- ¿Así?

 

Dices Después de introducir tu glande en mi vagina. 

- Un poco más, por favor.

- ¿Más, zorrita? 

- Sí. 

- ¿Así?

Dices mientras me empalas

 

- Ummmm sí!!! Follame un poquito

 

Así lo haces, dulcemente la vas metiendo y sacando de mi coño. 

Lo haces despacio, mientras nos miramos fijamente. Yo quiero más y, sorprendentemente, me lo das. Empiezas a follarme muy rápido, metiéndomela toda entera, pero en el momento que más estoy disfrutando siento como la sacas de mi vagina y la noto en la entrada de mi culo. 

 

- ¡No, no, no, no! 

Me apresuro a decir.

No la mueves y empiezas a acariciarme la cara. 

- Sabes que tiene que ser así, perrita. Hay que romper ya ese culito. 

- No...

- Sí, hay que romperlo, zorrita. 

  Relájate y no te dolerá. 

- ¿No me lo vas a dilatar un poco primero?

- Jajajaj 

  No, cariño. Si hiciera eso perdería toda la gracia, pues no sentiría en su totalidad tu culito putita. Tranquilízate. 

 

Empiezas a besarme y acariciarme cariñosamente, pero pese a eso mi cuerpo está en tensión, no puedo relajarme y empiezo a notar como tú polla hace presión contra mi ano. 

 

- Por favor, para...

Digo muerta de miedo mientras sigo sintiendo la presión de tu pollla en mi ano.

 

- Shhhhh zorrita

Te apresuras a decir mientras me coges la cara y empiezas a besarme, besos que ahogan mis gritos de dolor, pues ya la has metido, la noto en mi culo, que me arde. 

Empiezo a moverme en un vano intento de sacar tu polla de mi culo. 

 

- Tranquila pequeña zorra. Ya está la puntita dentro, relájate. Ahora hay que meterla entera. 

- No, por favor para. Me duele mucho.

Digo entre sollozos. 

- Shhh

De momento no te mueves, empiezas a acariciarme la cara, luego los pechos. 

Juegas con mis pezones primero con tus manos y luego con tu lengua. Empiezas a comerme las tetas, me coges del cuello y 

 

- ¡¡¡¡¡¡¡AHHHHHHHHHHHH! ¡¡¡¡¡¡Para para!!!!!!! ¡¡Sácamel!! ¡Por favor, para! ¡Ahhhhhhh! 

Digo entre lágrimas, pues me la acabas de meter de golpe cuando menos me lo esperaba.

Mi dolor de inmenso, lloro y me muevo, pero tú me inmovilizas rápidamente, pero no puedes parar mi llanto desconsolado por muchos besos tiernos que me des en la mejilla, es un llanto de dolor. 

- Putita no llores.

  Voy a follartelo un poquito vale, ya verás como dentro de nada ya no te duele y te empieza a gustar.

Dicho y hecho. Empiezo a sentir como tu polla entra y sale de mi culo. Despacio, mientras me besas y me súplicas que no llore, pero el dolor es inmenso. Tu ritmo va subiendo cada vez más y con él mis gritos de dolor. Te ruego que pares, pero me ignoras. El ritmo de tu follada ya es brutal, tu polla entra y sale de mi culo muy rápido. Me estás rompiendo todo el culo, me estás matando. Mientras, yo solo puedo gritar de dolor, llorar y agarrarme a las sabanas. 

 

- ¡Qué estrechito cariño, cómo lo estoy disfrutando! 

Dices mientras me revientas el culito

- Ahora te vas a poner a cuatro patitas, ¿vale? Para que pueda follarte bien este culito tan estrechito de perrita que tienes.  

 

Me pongo a cuatro patas y rápidamente la vuelvo a sentir en mi ano aunque esta vez por pocos segundos ya que me la metes entera de golpe. 

 

- ¡¡Ahhhhhhhh!!!

¡Cómo me escuece!

Tú me coges de las caderas y empiezas una brutal follada, empiezas a matarme, otra vez. 

- Para, por favor... 

 

¡Plas! ¡Plas! ¡Plas! 

Azotas mi culo mientras me dices que me calle. 

 

Te echas encima mío sin dejar de follarme y te diriges hacia mis tetas. Las coger y las estrujas mientras me la clavas. Yo lloro, pero ya no me quejo. Te dejo hacer y tú me besas el cuello y me dices al oído lo estrechito que está, lo que te gusta y los buena perrita que soy. 

 

- Perrita, voy hacer que te corras con mi polla dentro de tu culito. 

Inmediatamente siento tu índice en mi clítoris y como bajas el ritmo de la follada.   

Empiezas a mover tu dedo provocando mi placer. Yo empiezo a gemir. 

 

- ¿Te gusta eh, guarra? 

- Sí. 

Cada vez me gusta más, ahora mismo me estás matando de placer y casi me he olvidado de lo que me duele el culo.

- ¿Te gustaría que dejara de follarte, zorrita?

- Sí...

- ¿Estás segura, putita? 

Dices mientras me la empiezas a sacar, pero también dejas de mover tu índice cuando estaba apunto de correrme. Entiendo tu juego.

 

- No. 

- ¿No qué, perrita?

- ¡Que no me la saques!

- ¿Ah no zorrita?? 

- ¡No! ¡Follame!

- ¿El culito??? 

- Sí, el culo. ¡Follame el culo! 

- Vale, vale perrita. Sabía yo que al final te gustaría. 

 

Empiezas a metérmela por el culo otra vez y tus dedos vuelven a mi clítoris. 

Primero me follas lento, pero a medida que vas subiendo el ritmo de tu follada también vas subiendo el ritmo al que mueves los dedos. Me estás haciendo polvo, pero, sin embargo, no creo que tarde en correrme. 

 

- ¡Vamos zorrita! ¡Córrete! 

 

Sabes lo mucho que me pone q me digas eso y empiezas a mover tus dedos muy muy rápido sobre mi clítoris.

 

- ¡¡¡Sí, sí, sí!!!!! Pfffffff...

 

El orgasmo me deja tirada en la cama, mientras tu no paras de reventarme el ojete. Aumentas todavía más tu ritmo y empiezas a azotarme las nalgas sin parar. Vuelvo a sentir un inmenso dolor y mis lágrimas vuelven a caer por mis mejillas. 

 

Me coges del pelo y colocas mi cabeza ante la tuya sin parar de follarme. 

 

- ¡Qué puta eres! Ahora lloras, pero bien que te has corrido con ella dentro y me pedías que te follara eh. No seas patética zorrita y deja ya de llorar. 

 

Empiezas a magrearme las tetas y a morderme el cuello cuando de repente siento como me coges fuerte del pubis y lo empujas hacia ti e inmidiantamente siento tu corrida en mi culo. 

 

- Mmm putita...

 

La sacas de mi culo y yo me echo sobre la cama a llorar. No lo puedo evitar, me siento mal, me duele todo.... Empiezas a acariciarme, a besarme....

 

- ¡Déjame! 

- No, putita... Ven aquí.

Me dices mientras abres los brazos para que me acurruque junto a ti. Así lo hago y empiezas a darme besos y a acariciarme. 

 

- Siento si te ha dolido zorrita, pero teníamos que hacerlo. Tú lo sabes.

  No llores más...

 

Pero yo sigo llorando contra tu pecho. 

 

- Sé como arreglar esto.

 

Dices con una sonrisa pícara para inmediatamente lanzarte a besar mi boca y tirarme sobre la cama. Me empiezas a besar toda hasta que llegas a mi coño y das un tímido lamenton. 

 

- ¿Quieres, putita? 

 

Digo que sí con la cabeza mientras me seco las lagrimas y tú empiezas a comerme todo el chochito. Pasas la lengua por todos sus rincones, haces presión con ella sobre el clítoris, muerdes suavemente mis labios, juegas con tus dedos en la entrada de mi vagina.... Y, finalmente, pones todo mi clítoris en tu boca y empiezas a succionarlo, cada vez más seguido y más rápido hasta que consigues que tenga otro orgasmo brutal.